"puppy love"
warning: así que si, este capitulo es de contenido sexual así que por favor si no te gusta solo soltatelo y evita dejar malos comentarios.
si eres menor de edad esta bajo tu responsabilidad si lo lees o no, tampoco soy su papá para prohibirles leerlo.
(recomiendo que pongan la canción hasta que empiece, bueno ya saben que)
- ¿Estás bien? - Pregunto Angie por décima vez en el día a Chrissy, la pobre estaba pálida, mantenía su vista fija en un punto perdiéndose en sus pensamientos y parecía ignorar su alrededor con facilidad.
- Solo estoy cansada, no he dormido bien - Declaró sin entrar mucho en detalles, sus ojos aún clavados en algún lugar.
- ¿Por que no vas a dormir un rato a la enfermería? Yo te pasaré los trabajos en los que te atrases - La porrista miro por primera vez a su amiga, las bolsas debajo de sus ojos delataban justamente lo que había aclarado hace un momento.
- Quisiera comer un poco - Angie sabía que Chrissy vomitaria lo que sea que le diera para llenar su estomago, pero no podría obligarla a no hacerlo. Abrió su mochila y saca una bolsa llena de pretzels bañados en una deliciosa salsa de chocolate.
No quería fijarse en la forma tan desesperada que tenía de llenarse la boca con alimentos, en otro momento Chrissy le hubiera dado la vuelta a la bolsa para revisar calorías, pero estaba tan vacía que solo quería llenarse.
Angie omitió decir algo al respecto e intento prestar atención a las ecuaciones que estaban escrito con tinta en su libreta. No le hubiera tomado tanto tiempo resolverlas si Chrissy no pensara tan alto y ruidosamente.
- ¿Qué pasa? - Preguntó Eddie camino a casa, con sus manos en el volante y sus ojos intercalando entre la carretera y su novia distraída.
- Algo me preocupa - Murmuró mordiendo sus uñas. Eddie estiró su mano hacia la de ella para evitar que siguiera mordiéndose sus uñas.
- ¿Y qué es lo que te preocupa? -
- Un asunto con Chrissy - Lo miró - Prefiero no hablar de eso ahora - Hizo un ligero puchero y recargo su cuerpo contra el de Eddie, descansando la cabeza sobre su hombro y subiendo sus piernas al asiento tomando forma de obillo.
- Esta bien - Inclina un poco su cabeza y deja un beso en la coronilla de la chica sin despegar sus ojos de el camino. Un sol abrasador inundaba toda la ciudad, todo se miraba amarillo y naranja.
Las ventanillas de el auto estaban abajo dejando entrar el aire que despeinaba un poco sus cabelleras conforme más avanzaba el auto. El silencio era reconfortante, era como si se comunicaran con el silencio que ellos habían creado.
Y como era costumbre, el abrió la puerta para ella, cargo su mochila y beso su mejilla todo el camino de el jardín hasta la puerta principal de el remolque.
Angie se tumbó sobre el colchón de su novio, jalando las sábanas con olor a cigarro, colonia y shampoo a su cuerpo.
- Esta ya no es más mi cama, por lo que veo - Comentó Eddie al ver como ella permanecía en una posición de estrella abarcando todo espacio existente en el colchón. Soltó una risita asintiendo a lo que había dicho, estiró sus brazos hacía el para envolverlo en un abrazo de oso, con sus pechos pegando sutilmente de forma mutua y sus ritmos cardíacos yendo y viniendo de forma sincronizada con forme tomaban aire.
Angie no pudo evitar besar sus rosados labios, acaricio su nuca de una forma suave y sonrió justo a la mitad cuando sintió las manos resbaladizas de Eddie pasar por sus piernas, subir por sus caderas hasta llegar a su espalda en busca de algo.
- No sé que diablos estoy haciendo - Murmuró el metalero contra sus labios una vez que intento de forma desesperada desabrochar el sostén. Ambos rieron por los nervios de la primera vez e intentaron disfrutar el momento.
- Tal vez debería hacerlo yo - Angie se movió un poco para sentarse sobre la cama y liberar sus pechos de el sostén. La vista de Eddie solo estaba sobre ella, sintiendo como su corazón latía amenazando con salir de su caja torácica.
Sus manos sudaban, sus pantalones estaban más apretados de lo normal y sentía su cuerpo caliente como el infierno.
Tomo una de las piernas de ella, acarició su rodilla y procedió a quitarle sus zapatos. Sus ojos viajaron a los de ella, sonriendo felizmente de tenerla y soltó una risa.
- ¿De qué te ríes? - Dejo un pequeño golpe juguetón en su hombro, el aún tenía su chaleco de mezclilla puesto así que eso amortiguo un poco el golpe.
- Es una risa nerviosa - Confesó, bajando los tirantes de el sostén sobre sus hombros después de que este fue totalmente desabrochado. Beso cuidadosamente sus hombros donde anteriormente descansaban aquellos tirantes color negro - Estoy nervioso de ti - Su voz baja, como si estuviera rezando.
- ¿De mi? - Sus pechos quedaron al aire, pero su ceño fruncido mantenía aún su cara de confusión - ¿Por qué? - Se ánimo a preguntar una vez que Eddie había asentido con la cabeza.
- Tengo miedo de cagarla - La miro con esos ojos de cachorrito, era prácticamente inevitable no sentir nada cuando la miraba con esos ojos.
- Eddie, el sexo es... -
- No es por el sexo - La interrumpió - Habló de nosotros. Tu y yo - Angie parecía un poco más confundida que antes - Debes de saber que eres lo mejor que tengo y la idea de que estemos juntos sea pasajera me esta matando - Frunció sus labios - Pienso en eso constantemente por que si algo he aprendido es que no todo lo que amas es para siempre -
- Eddie - Murmuró - Amo estar contigo - Acarició un poco su mejilla - Ven - Lo tomo de su chaqueta de mezclilla y lo jalo hacia ella juntando sus labios un par de segundos - Ojalá pudieras verte de la misma forma en la que yo lo hago para que entiendas lo mucho que te amo - Susurró muy cerca de el, depositando todo su amor en esa frase que marcaría a Eddie de por vida.
La sesión de besos continuó un rato más provocando la búsqueda de oxígeno por parte de ambos chicos. Finalmente Eddie quedó arriba, teniendo sumó cuidado de no lastimarla con su peso.
- Olvide decir que son muy lindas - Rompió el beso antes de hablar, provocando que ambos rieran por la declaración algo fuera de lugar.
Pronto el resto de la ropa desapareció de sus cuerpos y quedó esparcida por el suelo de la pequeña habitación. Eddie tomo sus piernas para abrirlas lo suficiente y poder acomodarse en medio, sus manos acariciando su cuerpo de arriba a abajo bajo la luz de el sol vespertino que entraba por la ventana de el remolque.
Hacía un calor de los mil demonios, sus cuerpos no tardaron en ponerse sudorosos con el movimiento insistente de las estocadas. Eddie descubrió rápidamente que le gustaba mucho el sonido de las súplicas y quejas que lanzaba Angie debajo suyo, era realmente linda cuando lloriqueaba por más.
- Cielos - Jadeo lo suficiente alto, los dedos de sus pies se doblaron y sus manos buscaron algo de que sostenerse hasta finalmente encontrarse con las sábanas de Eddie.
- ¿Ahí? - Pregunto el sin detenerse. La pelinegra solo asintió, le fallaban las cuerdas vocales para otra cosa que no fuera gemir desesperadamente el nombre el Eddie.
Por otro lado el no dejaba de verla, su cuerpo empapado en sudor, sus ojos cerrados, su ceño fruncido, su boca entreabierta, su respiración agitada, sus piernas abiertas de par en par. Nunca la amo tanto como esa vez.
- Mírame si no quieres que me detenga - Eddie era un bromista, a ella le encantaba eso. Abrió sus ojos recibiendo la gloriosa vista de su novio follandola con todo lo que tenía, sujetando sus muslos con fuerza mientras mechones de cabello caían a cada lado de su cara.
Finalmente la oleada de placer inundó completamente su espina dorsal, tensó su bajo vientre y subió hasta su cabeza.
- Eddie - Dijo desesperadamente, pronto sus manos encontraron su espalda. Seguramente sus uñas dejarían un par de marcas, pero a el eso le importaba un carajo.
- ¿Si, linda? Estoy algo ocupado aquí - Presumio con una sonrisa socarrona.
- Creo que - Pronto su voz se entrecorto, tratando de buscar las palabras correctas - No me falta mucho -
- Mhm, creo que tendrás que rogar por eso, princesa - Oh no, los apodos de nuevo.
- Por favor - Lloriqueo un poco más, sentía el corazón en la garganta. Eddie soltó un gruñido y par de palabrotas por lo bien que había sonado eso.
- Hazlo - Fue lo único que atinó a decir pues su propia liberación también estaba cerca, había estado demasiado ocupado con ella como para perseguir su propio orgasmo también.
Los segundos se volvieron eternos en ese instante, su espalda se arqueo ante la insistencia y fuerza de los golpes placenteros de el Dungeon Master. Un fuerte gemido salió desde lo más profundo de su garganta desgarrandola, enterró sus uñas con más fuerza sobre la espalda de el rizado.
Eddie no dejaba de murmurar y gemir palabrotas y contestaciones calientes que solo el podía escuchar claramente.
- Buena chica - Jadeo, impulsando su cuerpo fuera de el de ella - Pero aún no termino contigo - Sonrió de forma burlona y antes de que ella pudiera preguntar, su trasero ya estaba sobre el regazo de Eddie, sus manos hacían puños la sábana mientras unas gruesas lágrimas bajaban por su mejilla al sentir los dedos de Eddie sobre su feminidad. La sobreestimulación la estaba llevándola al límite.
- Eds - Gimio, más alto de lo que esperaba, para llamar su atención - Por favor - Murmuró, tomó su muñeca insitando a que parara.
- ¿Eso ya es suficiente para ti? - Asintió rápidamente restregando su cara contra el colchón - Seré más rápido entonces - Sus dedos iban a velocidad impresionante, de nuevo ese nudo de tensión se hizo presente, amenazando con desatarse en cualquier momento.
Las lágrimas salían casi con cada estocada que sus dedos propinaban empujándola cada vez más al establecido límite. Gimio nuevamente el nombre de el chico que la estaba tocando, derrumbándose sobre sus piernas y respirando agitadamente para intentar lograr capturar más aire.
Eddie se levantó lentamente, dejando a Angie siendo un desastre húmedo en la cama, se colocó unos boxers y caminó hasta el baño en busca de un poco de papel higiénico.
Limpió cuidadosamente el desastre que habían provocado, seguramente tendría que cambiar de sábanas más tarde.
- Levanta tus caderas - Ordenó suavemente mientras le colocaba las bragas devuelta, acaricio su cintura, se aseguro de dejar un beso en su muslo y se alejó un poco para encontrar un camisa - Levanta los brazos, cariño - Angie sonrió haciéndole caso en todas sus peticiones. Pronto una camiseta de una banda de metal, que anteriormente perteneció a un Eddie de 16 años, estaba sobre su cuerpo.
Sonrio satisfecho, se inclinó un poco apoyando su peso en la cama y dejó un descuidado beso en su frente. Camino un poco alrededor de la habitación mientras levantaba la ropa y la colocaba encima de el sofá que tenía, tomo su paquete de cigarrillos y encendió uno.
- Necesito una cámara justo ahora - Murmuró la chica aún en la cama. Sonrió y se tiro a su lado jalandola hacía el.
- Que hermosa eres - Expulso el humo de el tabaco y aparto un par de mechones de el cabello de Angie de su cara.
- Cierra la boca - Le dijo entre risas nerviosas.
- ¿Qué? - Soltó una risa - Solo digo la verdad - Se alzó de hombros, aún con el cigarrillo encendido en su boca, cada cierto punto expulsando el humo que inhalaba.
- Cuando era niña pensaba que era horrible - Comentó - No creí que sería diferente ahora, sinceramente - Eddie negó con la cabeza completamente indignado por lo que acababa de decir ella.
- ¿De qué estás hablando? Tu eres realmente muy bonita en toda la extensión de la palabra - Angie sonrió.
- ¿Eso crees? -
- Completamente - Asintió - Sabes, creo fielmente en qué la reencarnación existe y aunque las personas no tengan recuerdos de sus vidas pasadas, me gusta pensar que tienen esa sensación de familiaridad cuando se topan con la gente importante que conocieron antes - Quitó el cigarrillo de su boca - Estoy seguro de que estuvimos casados en otra vida estábamos casados, teníamos un bebé y vivíamos en una casa en el campo - Angie soltó una risa y asintió.
- Yo también estoy segura de eso -
felices fiestas (y feliz cumpleaños adelantado para mi), mis niñes 💋
una disculpa por la inactividad, pasaron muchísimas cosas y no sabría por dónde empezarles a contar JAJSJZJAJW
primero que nada, la universidad está acabando conmigo lentamente, necesito con urgencia un diagnostico psiquiátrico para saber que diablos me pasa, participe en un musical y planeó participar en otro este mismo año, estoy muy enamorado y por eso escribo cursilerías, me peleé con profesores y un alumno de mi salón (no es novedad) y solo les estoy contando por encimita JQNQJAJA
PARANOID |OHSHITIAMGAY