-Creo que debemos regresar Felix.
El menor de los dos tomó la muñeca de Jisung casi arrastrándolo a la cafetería sin llamar mucho la atención. Habían ingresado a la cafetería unos cinco minutos después de que Minho y Jisu lo hicieran, encontraron una mesa que les permitieran visualizar escondidos pero no lo suficiente para escuchar todo.
-Mírala fingiendo ser buena- dijo Felix mirando por encima de la carta de pedidos.
Una señorita se les acercó para tomar sus pedidos, Jisung pidió solo un té frío de arándanos y Felix un chocolate frío con 1 sándwich, 2 cupcakes y 1 galleta de chispas.
-¿Vas a comer todo eso?- preguntó Jisung.
-Como por 2 ahora, que no se te olvide- respondió sin dejar de mirar a la omega que acompañaba a Minho y que tenía a una bebé en sus brazos.
El rubio miró de reojo también la escena, parecían tan cercanos conversando mientras la bebé intentaba tomar el juguete que Jisu tenía en sus manos.
-Se ven como una familia- Jisung volteó la mirada observando a Felix.
-No se ven bien juntos, tú estabas mejor, además mira, esa niña es prácticamente tú de bebé, lo sé por tus fotos.
Los minutos transcurrieron mientras intentaban dar miradas a los comensales de aquella mesa. Hubo un momento en la dichosa reunión que la omega se levantó de la mesa con la niña en brazos y un bolsito, pareciera que Minho hacía un pedido pero ella se negaba.
Felix observó todo sin ser tan obvio, Jisu desaparecía en el baño de la cafetería con la bebé y el menor tomó un sorbo de su chocolate para levantarse luego de su silla.
-¿A donde vas?- Jisung lo detuvo.
-Necesito el baño también, espérame aquí.
Y el rubio intentó controlarlo pero su amigo fue más rápido así que Felix ingresaba al baño casi al mismo tiempo, tomándose su tiempo para verla desde la entrada sin hacer mucho ruido.
Sus ojos sólo observaban a la mujer sonreír mientras colocaba a la bebé en el cambia pañales.
El omega ingresó más esta vez tomando una servilleta como si se limpiara algo de su vestuario. Jisu volteó para verlo y le sonrió, Felix correspondió de manera falsa lavándose las manos y mirando todo desde el espejo.
-Es muy linda tu hija- dijo él.
Observó como ella sonreía tímidamente intentando ser lo más cuidadosa para cambiar a Yuna.
-Oh no, ella no es mi hija.
Felix se secó las manos con otro paño de papel fingiendo sorpresa.
-¿No lo es?, es que se ve que le tienes tanta paciencia.
-¿Quién no la tendría con ella?, es un niña preciosa- Jisu río acariciandole la piel del estómago a la bebé - Solo es la hija de un amigo.
-¿Enserio? Eres tan amable.
-Gracias... ¿cuántos meses tienes?- preguntó esta vez tirando el pañal al tacho.
Felix se miró el abdomen.
-5 meses.
-Que tierno, debes estar tan emocionado.
-Pues es mi segundo bebé, estoy acostumbrado ¿no estás casada?.
Jisu negó con la cabeza terminando de alistar todo para tomar un paño húmedo y limpiar sus manos.
-Me gustaría estarlo pronto.
Aquella chica tomó a la niña en brazos acariciandole el cabello.
-Me retiro- dijo sonriendo.
Y fue así que Felix se quedó pensativo desde su lugar intentando asimilar la agradable conversación donde no encontró lo que deseaba buscar y volvió luego de 2 minutos a su mesa muy frustrado.
-¿Qué pasó?- preguntó Jisung.
-Ella es tan buena fingiendo o de verdad es amable- mencionó masticando su galleta.
-Felix creo que debemos dejar esto e irnos.
Con los minutos pasando, solo fueron necesarios 10 para que vean a Jisu pagar la cuenta y alistarse mientras entregaba la niña a Minho. La pequeña se había quedado dormida, casi a la par Felix se levantó pagando la comida directamente en caja y regresó a la mesa tomando su celular.
-¡Vamos o lo perderemos!.
El menor tomó la mano de Jisung saliendo 2 minutos después de la pareja para encontrarlos cerca del paradero de taxis.
-Subamos al auto.
-Creo que es suficiente, no creo que esto funcione.
-¡Prometiste que la seguiríamos!- Felix habló ofendido.
-Si pero no creo que esto sea lo correcto, solo quiero irme a casa- Jisung cruzó los brazos sintiéndose incómodo y triste.
La expresión del rubio fue suficiente para que Felix sólo suspire.
-La seguiré yo, si deseas quédate, total, hice esto solo alguna vez.
-No te molestes conmigo.
Felix sonrió.
-Esta bien, te comprendo, pero no me voy a quedar de brazos cruzados, ve a casa y descansa, te llamaré si veo algo.
Y así fue como Jisung observó a su amigo correr hasta su auto estacionado siguiendo el mismo taxi que Jisu estaba tomando. Miró su reloj observando que ya era tarde y debía regresar para terminar algunos trabajos, aún con el mal humor que tenía.
Se acomodó el abrigo y dió media vuelta para buscar la estación más cercana cuando sintió que le tocaron el hombro y volteó encontrándose a la persona que menos quería encontrar en esos instantes.
-¿Ya te vas a casa?- Minho preguntó.
Jisung abrió un poco la boca sorprendido sin saber qué decir y solo señalando hacia atrás intentando que alguna palabra saliera.
-Sí.
-¿Quieres que te lleve?.
-Oh, no es necesario- Jisung sonrió nervioso -Solo pasaba por aquí.
-Estabas en la cafetería - Minho devolvió la sonrisa - A pesar del fuerte aroma a café pude sentir tu olor y vi que estabas con Felix, fue una sorpresa encontrarlos.
El rubio se estaba golpeando internamente, tanta discreción para nada, ahora solo se moría de vergüenza por ser descubierto y buscando alguna excusa convincente.
-No quería molestar al saludarte- dijo frotándose en antebrazo con su mano.
La incomodidad se hizo presente en ambos y Jisung observó a la niña envuelta en una manta mientras estaba dormida en los brazos de Minho, el menor lo notó así que bajo la mirada la cubrió más.
-Está durmiendo- Jisung mencionó mirando todo desde su posición.
-Ah sí- Minho parecía nervioso intentando todo para cubrir más a la niña - A esta hora suele descansar.
Jisung dió un paso adelante pero el alfa retrocedió abrazando a Yuna.
-¿Quieres que te deje en un paradero cercano?- preguntó señalando su auto.
El movimiento y comportamiento extraño hizo confundir a Jisung y este solo aceptó caminando junto a Minho e intentando ver algo por algún espacio de aquella tela que cubría a Yuna.
Minho subió a la niña colocándola en la silla de bebé mientras Jisung se sentaba en el asiento de copiloto. Desde el espejo retrovisor solo observaba como Minho tomó un sombrerito de tela intentando tapar casi todo el rostro de la niña y cubriendo su cuerpo.
Jisung solo bajó la mirada jugando con las costuras de la manga de su abrigo.
-Creo que el paradero directo a tu departamento está a 10 minutos pero si deseas que te deje en tu casa esta bien.
-Creo que tomaré tren.
-Bien- Minho insertó la llave en el auto y comenzó el recorrido por las calles, fueron 3 minutos de solo silencio mientras el menor buscaba mejorar el ambiente con algo de música.
-Visitaré a Minjoon pasado mañana- esta vez Jisung rompió el hielo aprovechando al máximo los minutos antes de llegar a su paradero.
-Eso es bueno, supongo que te extraña mucho, ¿crees que sea buena idea ir también?.
-Ella siempre está feliz de verte.
-Enviaré un correo hoy para que me coloquen en la lista de visitantes ¿Quieres que vayamos los dos?.
La pregunta hizo que ambos se miraran y que Jisung intentará esquivar esos ojos.
-Creo que me estoy aprovechando demasiado de que tengas auto, debería comprar el mío.
Minho sonrió pisando el acelerador cuando el semáforo cambió a verde.
-Somos amigos ¿no? creo que los amigos están en las buenas y malas.
Las palabras golpearon como ladrillos en la cabeza de Jisung y este volvió a sonreír forzadamente.
-Ahh es cierto, como amigos.
-Sí.
Luego de otros 3 minutos, Minho estaciona su auto en el lugar correcto, Jisung se desabrocho el cinturón de seguridad y observó al castaño.
-Bueno, gracias... amigo- volvió a esbozar una sonrisa en lo que salía del coche.
-Nos vemos mañana- Minho levantó la mano en señal de despedida y puso en marcha el auto dejando a Jisung aún de pie mirando como se iba.
Hizo un puchero con los labios y suspiró mirando el piso.
-Amigos- dijo sintiéndose molesto y caminando desganado hasta las escaleras de la estación para poder regresar a casa.
-Y así fue como la seguí hasta donde fue, pensé que iba a encontrarse con otra persona y resulta que vive con sus padres.
Jisung caminó con el celular en mano dejándolo cerca de su cama mientras escuchaba la narración de su amigo.
-Ella cuida a su mamá que al parecer no puede caminar, lo sé por que lo vi desde su ventana.
-Felix enserio me das miedo- el rubio se pasó un paño húmedo por su rostro.
-Pero no encontré nada más, supongo que fallé, esa chica no es lo que pensaba.
La noticia hizo que Jisung dejará la crema que estaba tocando a un lado y mirará su espejo sintiéndose algo triste pero aliviado a la vez de saber que la vida no estaba siendo injusta con Minho otra vez.
-Ella debe querer mucho a la niña.
-Quizás como dice, son solo amigos- Felix intentó mejorar la situación pero parecía imposible por ahora y sentía pena por su amigo - No todo está perdido Jisung.
El rubio bajó la mirada intentando reír.
-Iremos a ver a su abuela pasado mañana.
-Eso es genial, es un gran avance.
-Pero no se porqué lo noto raro- tomó la crema en sus manos colocándola en su rostro mientras recordaba lo sucedio -Pareciera como si escondiera a la niña de mí.
-Te estás imaginando cosas, probablemente solo desea mantenerla reservada.
-Probablemente- Jisung asintió sin estar confiado al cien por ciento.
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.
.
Cuando Minho estacionó su auto, se sorprendió de encontrar las luces encendidas e ingresó viendo a sus padres dentro recibirlo y emocionarse por ver a Yuna quien aún seguía dormida.
-Fuimos a ver a tu tía y pasamos por aquí - dijo su padre mirando sonriente a la bebé -Amo verla dormir porque se ve tan bonita.
-Me hubieran dicho y quizás iba al supermercado para comprar algunas cosas para la cena.
-Oh no te preocupes- la mamá de Minho sonrió -Hice pasta y te dejé un poco de Sushi en la nevera, está muy bueno.
-De nada, ¿cómo va todo? el padre de Yuna dijo que ella llegó bien a casa.
Minho se acomodó la camisa doblando las mangas para poder alistar la mesa.
-Sí, me envió un mensaje apenas llegó.
-Ella es feliz de recoger a Yuna y llevártela al trabajo, es encantadora.
El tono y las palabras, Minho sabía a donde iba esa conversación y estaba algo cansado de tener que explicarlo siempre.
-Papá, ella y yo solo somos amigos.
-Deberías darle la oportunidad- la madre de Minho habló sacando a la niña de la sillita para cargarla - Le doy la razón a tu padre cuando dice que te tomes ese chance de rehacer tu vida. Jisu es buena con Yuna, no le importa que no sea su hija y a sus padres tampoco les importa que ella la adopte.
Aquí iba de nuevo, el castaño caminó sin decir nada más hasta el estante de platos colocándolos luego sobre la mesa.
-Creo que dije que cuando quiera rehacer mi vida sería con alguien que de verdad me guste y no con alguien por obligación.
-¿No sientes nada por Jisu hijo?- el hombre mayor miró a su hijo.
-No lo suficiente.
-Bueno aún hay tiempo- La mujer sonrió -Dejaré a Yuna en su cuna, vayan sirviendo todo.
Minho miró a su padre desaparecer en la cocina por los cubiertos y respiró hondo por la conversación que le llegaría.
El viaje más largo e incómodo que estaba haciendo Jisung era ahora. Hace como media hora que Minho había aparecido en su departamento dispuestos a ir juntos a ver a Minjoon, no había forma de buscar excusas así que de nuevo se encontraban escuchando la agradable música mientras el rubio observaba el paisaje por la ventana y observando de vez en cuando por el espejo retrovisor a Yuna.
Nuevamente la niña tenía el rostro cubierto con otro sombrero de tela y su cuerpo con una manga amarilla de algodón.
Había ya perdido varias oportunidades de verla más de cerca luego de su primer encuentro cuando salió de su terapia.
Solo hubo ligeras conversaciones sobre el trabajo y sin querer ya había pasado la hora necesaria para llegar al portón conocido. Jisung tenía muchas memorias en ese lugar, esperaba que Minjoon haya recibido todas las cartas.
Cuando salió del auto y fueron directo a recepción, una de las enfermeras lo reconoció saludándolo al instante.
-Me alegra verte por aquí- dijo dándole un abrazo -Él es tu...
Jisung negó moviendo su cabeza y manos.
-Solo lo acompaño, porque nos conocemos de antes y es nieto de Minjoon.
-Entiendo- ella se disculpó -Espero que Minjoon esté mejor ahora.
El rubio la mira confundida.
-¿Paso algo?.
-Su Alzheimer empeora y tuvo una crisis hace media hora, la sacamos al patio trasero para que se tranquilizará, estaba con uno de los enfermeros mientras daba de comer a los peces del estanque.
Minho llegó después de dejar la solicitud llena, esta vez había traído un coche de bebé muy ligero y simple, estaba siendo tapado de igual forma. Ambos siguieron a la señorita enfermera hasta el típico patio encontrandola en calma mirando el paisaje mientras un enfermero le entregaba trozos de manzana.
-Espero que lo reconozcan- dijo ella saliendo del lugar y dejando a los visitantes solos.
Ambos caminaron hasta el lugar para sorprenderla y el enfermero solo sonrió levantándose de la silla.
-¡Jisung!- exclamó ella dejando el trozo de manzana a un lado.
El omega se arrodilló para estar al mismo nivel que ella y tomó la mano de la anciana para colocarla en su mejilla.
-Sí, soy yo ¿me extrañaste?- preguntó.
-Por supuesto, pensé que nunca vendrías y que tú me olvidarás.
La anciana luego observó a su nieto sorprendida de la misma forma y abriendo los brazos para recibirlo.
-¡Vinieron juntos!- exclamó feliz abrazando a ambos -Es el mejor regalo.
El encuentro fue muy enternecedor, conversaron juntos y escucharon las mismas anécdotas divertidas que la anciana tenía. El llanto repentino de un bebé los alertó y Minho miró por un lado del coche a Yuna levantarse.
-Supongo que tiene hambre- dijo él alistando lo necesario para prepararlo.
Minjoon abrió la cubierta del coche para observarla mejor y sonrió de verla.
-Ahh, cada día crece más, mírala, tiene unos ojitos muy bonitos- mencionó -¿Quieres venir Jisung?.
El rubio intentó responder pero las palabras de Minho parecían venir más rápido.
-Esta bien, solo tiene hambre, se suele fastidiar a veces. Voy a llevármela un rato- dijo el cubriendo a la niña nuevamente y llevando el coche mientras sostenía el biberón.
Jisung se quedó en silencio observandolos irse y bajó la cabeza sintiéndose confundido por todo e intentado preguntarse porqué Minho actuaba de esa manera.
-Mi nieto es tan raro a veces, lo sacó de su familia materna seguro- la anciana se río -Cada vez que veo fotos de mi nieta, no se porque me recuerdo de ti, sus ojos grandes y marrones se parecen.
La confesión hizo que Jisung tosa un poco mostrando su mejor sonrisa como si hubiera escuchado alguna broma.
-Se parece a Minho en realidad.
-Pues sí, mi nieto me hablaba mucho del portante de Yuna que estaba segura que había más que solo una relación de favores. Me gustaría verlo feliz con quien ame otra vez, él sufrió mucho.
La brisa golpeó ligeramente el árbol mientras las flores pequeñas y amarillas caían sobre ambos. Jisung observó una de ellas mientras sentía nostalgia y culpa.
Desde su sitio miró que Minho estaba en otra mesa dando de comer a la niña, nuevamente su oportunidad de acercarse a ella se perdió.
Luego de ese momento y de que Minho volviera, caminaron hasta la sala de descanso dentro de la casa. Jisung se excusó un momento para visitar a otros amigos dentro del lugar especialmente a Jihyo quien estaba contenta de verlo.
-Me alegra mucho ver que estas mejor- mencionó ella -Espero ser todo lo que me comentaste este yendo bien.
-Sí, en eso voy- dijo apenado de saber que no iba ni en el 20%.
Solo unos últimos consejos antes de que él volviera nuevamente a la sala y solo encontrar a la anciana moviendo el coche. Jisung sentó a su lado mirando por los demás lugares.
-¿Y Minho?.
-Ah, fue a entregar mis dulces a mi enfermero personal- respondió.
El sonido de una sonaja alertó a Jisung que miró con curiosidad el coche que aún estaba tapado pero con la abertura por encima.
-Tengo muchas ganas de abrir el cobertor pero Minho me dijo que no lo haga.
Nuevamente la confusión en la cabeza de Jisung se hizo presente y evidente en su rostro.
-No entiendo.
-Es que le dije a Minho que quería mostrarte a Yuna pero me dijo que no lo haga y tampoco lo entiendo.
Jisung miró con algo de tristeza el coche, pareciera que sus dudas respecto a que si Minho hacía todo esto a propósito era cierto. Al final de cuentas el alfa estaba ocultando de todas las formas posibles a Yuna, sin permitirle ver de forma más cercana a ella.
Y eso realmente hizo que el corazón del rubio se afligiera sintiéndose algo triste por esa drástica decisión y ahora haciéndose otra pregunta del porqué Minho haría todo eso.
Lo hacía sentir culpable y sinceramente él solo deseaba irse en ese mismo instante por el doble de incomodidad que sentiría de regreso a casa.