Camino Amistoso (parte 3)

By ArielMartx

568 59 199

Llegó el momento de la verdad, pues tras todos los golpes que han recibido, varios de ellos levantan la cabez... More

Capítulo 1 - A.C.C.O.
Capítulo 2 - Este no es mi camino.
Capítulo 3 - Reencuentro.
Capítulo 4 - Destinos cruzados.
Capítulo 5 - Secuelas.
Capítulo 6 - Memorias.
Capítulo 7 - Conmoción.
Capítulo 8 - Un paso delante.
Capítulo 9 - Un ángel para mi
Capítulo 10 - ¿Fuiste tú?
Capítulo 11 - Reinicio del bar
Capítulo 12 - Condenado.
Capítulo 13 - promesa
Capítulo 14 - Nuevo objetivo
Capítulo 15 - Daniela
Capítulo 16 - Nace una estrella
Capítulo 18 - Cementerio

Capítulo 17 - La estrella de un padre. (Especial X2)

27 2 22
By ArielMartx


Leila

Mientras me encontraba cumpliendo alguna diligencia por la noche, me puse a pensar si iría a casa de Matt para hablar junto a él, o ir a casa a descansar y dejar eso para el día de mañana.

De pronto, mi teléfono móvil comienza a sonar tras recibir una llamada, por lo que, al tomarlo, pude ver que se trataba de Matt. Y en un suspiro lo dejé sonando por un momento al no querer contestarle, pues francamente ya estaba muy agotada como para desviarme, al final me determiné por ir a casa.

Sin embargo, el móvil vuelve a sonar para que me diga a mí misma.

— Mmm que raro...

No volví a tomar la llamada, para esperar a esta finalizara y guardar así el móvil, pero lo que llamó mi atención, fue que, al terminar, volvió a llamarme dejándome pensar en que algo andaba mal.

— Matt, que ocurre?

— ¡Por qué carajos no contestas maldita! — exclama este en furia

— ¿Oye que ocurre contigo? — respondí aún más confundida.

— Debes venir al bar, a unas calles de aquí parece ser que asaltaron a Martin.

— ¡¿Que?! ¡No puede ser, esa zona está completamente custodiada!

— ¡Maldita sea! ¡Deja de hablar y ven aquí que esto es cosa seria!

Este no dejó que respondiera pues colgó rápidamente dejándome muy preocupada, así que di la vuelta el coche para manejar cuanto antes a la zona del bar, en donde tras llegar pude observar como este se encontraba repleto de personas mientras más y más patrulleras de la policía iban llegando.

Rápidamente dejé mi coche a un lado para avanzar a pie corriendo, mi preocupación se apoderó de todo mi ser, pues sabía que algo terrible ocurrió. Y me adentré entre todos los curiosos apartándolos bruscamente gritando.

— ¡Aun lado! ¡Agente de la A.C.C.O. todo el mundo apártese!

Y al pasar la barrera de curiosos, me encontré con aquella horrible escena, los paramédicos de una ambulancia parados de tras de un Lucas abrazando a un Martin sin vida en el suelo, completamente empapado con su sangre mientras lloraba con su frente pegada a la de Martin.

— No puede ser... — murmuré con el pecho sin aire completamente en shock.

Todo el ruido de las personas alrededor y los agentes intentando ayudar, absolutamente todo se esfumó por unos segundos. Mientras yo susurraba.

— Martin... ¿qué te han hecho?

Comencé a caminar muy lentamente con la visión algo borrosa, ya que comencé a sentir un gran mareo. Mi cuerpo se movía por voluntad propia en dirección a Martin y Lucas, mientras Fran y Aitor se discutían con policías y paramédicos quienes intentaban separar a lucas del difunto.

— ¿Como han podido hacerle algo así a una persona como él?... Martin era la luz de este lugar...

Llegué hasta donde se encontraban ellos y un oficial intentó detenerme, pero lo aparté de mi diciendo que me dejara pasar, aunque este se resistía.

Sin embargo, yo no tenía fuerzas para discutir, mi cabeza no podía procesar del todo lo que estaba ocurriendo y solo pude murmurar solloza.

— Por favor...

Fue en ese momento cuando Matt apareció ante nosotros para tomarme y decir al oficial.

— Somos agentes de la A.C.C.O. y ellos son nuestros amigos, por favor déjennos pasar.

Jamás había oído a Matt de tal forma, aunque se veía firme y duro, podía notarlo en su voz, como estaba sufriendo.

El oficial de policía quedó observándonos por unos segundos sin decir nada, para luego darnos paso. Y al verlos ahí tirados en el suelo, ver como Lucas estaba tan aferrado a Martin, simplemente no pude permanecer en pie.

Me desplomé ante ellos y Matt intentó volver a ponerme de pie, pero muy del alma me salió un débil.

— Déjame...

Matt accedió a mi pedido quedando en cuclillas ante nosotros, y fue cuando tomé del rostro a un Lucas completamente destrozado quien dice entre llanto.

— Me arrebataron a mi padre... Leila... ¿cómo se lo diremos a Lali y Sam?... ¿Qué dirá Daniela?

Quise responder, pero la voz ya no me salía, así que lo único que pude hacer era acariciar el pelo de Martin, y aunque no podía llorar, tenía la barbilla temblorosa con un hormigueo en todo el cuerpo.

Cerré los ojos inflando mi pecho, y pude sentir como Matt me daba un fuerte abrazo.

Al poco tiempo llegaron Marcus en compañía del comisario Steve, quienes no podían creer lo que había ocurrido, comenzando a interrogar a todo el mundo. No fue hasta que llegó Kyle, quien comenzó a poner orden a todos.

Kyle comenzó a apartar a todos los policías ordenándoles que inmediatamente sacaran a todas las personas del lugar. Algunos se resistieron al no ser este un policía, sino un Sargento del ejército.

— ¡No puede darnos ordenes, usted no tiene autoridad ante nosotros!

— ¡Me importa un carajo su autoridad!, tenemos a un muerto aquí y el lugar lleno de curiosos que contaminarán la escena del crimen.

— Si el muchacho ya ha contaminado la escena.

Kyle completamente furioso se dirige hasta Steve para encararlo diciéndole.

— ¡Steve, eres mi amigo, pero dame una sola razón para mover a mis tropas y crear un caos aquí!, dime por qué razón tus oficiales no están dispersando a esta multitud?!

— Kyle no puedes venir a gritarme de esa forma, yo también estoy dolido por este amigo que hemos perdido.

— Steve... — dijo Marcus con una voz más calmada. — por favor, evitémonos un caos, pide a tus hombres que saquen de aquí a todas estas personas. Sabes que será una noche muy dura para los chicos, será mejor que le brindemos de toda la ayuda posible aquí.

— Tienes razón...

Así Steve comenzó a mover a todos sus oficiales para apartar a toda la multitud y cerrar la zona.

En momentos ya teníamos a todos aquí, Krisp, Lisa, Sofís, David, Victorina, Ellis, Gado, todos estábamos aquí. Y algunos de ellos intentaron separar a Lucas del cuerpo de Martin, pero este se rehusaba. No quería dejarlo por nada del mundo mientras lloraba balbuceando que perdió a su padre.

Yo no podía hacer nada más que quedarme observando completamente muda y temblorosa siendo sostenida por Matt.

Al momento Aitor y Frank ya no pudieron seguir fingiendo estar bien, ambos se tiraron al suelo para así entre los tres abrazar a quien fuera su querido padre, este señor tan bonachón y amoroso.

Era una escena tan desgarradora verlos a los tres llorando una perdida tan grande, y solo por un instante, todo el mundo se detuvo, absolutamente todos quedaron observando en silencio.

Pude ver las miradas marcadas de todos, tanto que Marcus y Steve soltaron un par de lágrimas aun manteniendo la dureza que los caracterizaba. Kyle, sin embargo, no podía dejar de llorar al igual que ellos, mientras se tapaba el rostro y Gado lo abrazaba por el hombro intentando consolarlo.

Un hombre tan alegre y bromista, a la vez de ser uno de los más duros y temidos aquí, completamente roto ante los ojos de todo el mundo.

Hasta que tomó algo de aire secándose el rostro para caminar hasta los tres y se inclinara poniendo sus manos en los hombros de Frank y Aitor diciendo.

— Chicos... todos estamos tan dolidos aquí... les prometo que tendremos nuestro lugar de luto... pero ahora debemos...

Antes de que pudiera terminar difícilmente la frase, llegaron Marcus y Gado para tomar a ambos y darles un fuerte abrazo compartiendo el dolor y así apartarlos de Lucas quien seguía rehusándose a soltar el cuerpo de Martin.

Kyle se aproxima lentamente a Lucas acariciándole la cabeza diciendo.

— Hijo mío...

— ¡No Kyle!... no quiero que Martin nos deje!

— Lucas... mírame...

Lucas levantó su mirada, encontrando a Kyle sin poder contenerse, llorando al igual que él con el corazón partido.

— Tu has perdido a un padre... yo he perdido un hermano... Martin lo era todo para nosotros... siento tú mismo dolor.

— Kyle... esto no se puede quedar así! — exclamaba Lucas entre llanto.

— Juro que no se quedará así... tomaré carta en el asunto y a partir de hoy... todos esos bandidos son enemigo prioritario del ejército.

— Kyle...

— Dime hijo...

— Ya no lo veremos sonriendo como cada mañana junto a nosotros.

Tras oír las palabras de Lucas, este no pudo evitar taparse los ojos con una mano en un intento de dejar de llorar, y con el rostro cubierto de lágrimas, vuelve a levantar la mirada diciendo.

— Debemos irnos... tenemos mucho que hacer para que nuestro querido Martin descanse en paz.

— No quiero dejarlo...

— Lo sé... pero es momento, su cuerpo debe ser tratado... no queremos verlo mal... no queremos que se vaya... pero tendremos que despedirlo y tú lo sabes... que mejor que un último adiós a un glorioso Martín como lo conocemos.

Ambos guardaron silencio por un momento mientras lloraban, hasta que un destrozado Lucas levanta la mirada, suspirando todo el dolor que pudo, y lentamente soltara el cuerpo de Martin para que los demás pudieran llevárselo y hacer su trabajo.

Matt me levantó muy lentamente, mientras pudimos ver como Lucas lloraba en los brazos de Kyle, quien lo consolaba como un familiar.

La mayoría fuimos retirados por Sofís, Krisp y Lisa, quienes, a pesar de la situación, se encontraban menos afectados, y fuimos al Bar donde nos sentaríamos para poder descansar un poco y asimilar todo.

Una vez en el lugar, me abracé a mí misma para apoyar mi cabeza en el hombro de Matt, mientras que este guardaba absoluto silencio con la cabeza agacha.

Francamente con todo lo que he visto, no podía llorar, aunque quisiera, pero me encontraba tan afectada que no podía movilizarme completamente bien, teniendo a Matt cuidando de mi en todo momento.

Muchos guardaban silencio con la mirada a la nada, mientras que otros lloraban con gran dolor, como Frank siendo consolado por Aitor. Y sin poder soportar la mala situación, salí con mucha prisa a la calle para apoyarme a la farola y vomitar un poco ya que todo esto en parte me superaba.

Me tomé unos segundos para recuperar el aire y fue cuando oí a Lucas un poco apartado del lugar, hablando por teléfono con alguien. Lo que me llevó a acercarme y espiarlo un poco mientras lo escuchaba decir con mucha rabia.

— ¡Me importa un carajo! ¡si tú no haces nada, seré yo mismo quien tome las riendas de todo! ... como me sigues pidiendo tiempo, que acaso no ves que nos están matando a todos?!

— Con quien está hablando... (susurré) — ¿acaso Lucas está metido en algo?

— ¡Será mejor que hagas algo, o esto acabará muy mal para todos! — volvió a decir este para colgar el teléfono.

Tras colgar la llamada, este se toma del cabello recostando su espalda contra la pared para exclamar un ¡Maldita sea!, y así caer lentamente hasta quedar sentado en el suelo. Y esperando un poco, me acerqué hasta él tomando asiento a su lado sin decir nada.

Estaba completamente destrozado, no era el mismo Lucas de siempre y no lo culpo, lo mejor que podría hacer es apoyarlo sin tocar el tema de la llamada. Y pude notar sus manos temblorosas, así que lo tomé de las manos para hacerle sentir mi compañía en este momento tan difícil.

Así dejamos pasar esta noche tan difícil para todos nosotros.

Al día siguiente nos encontrábamos todos en el cementerio, mucha gente vino a despedirse del tan querido Martin, una gran multitud que nos dejó sorprendidos a todos. Y era inquietante ver a tantos agentes de diferentes lugares custodiando la zona, Marcus trajo a un gran puñado de personas de la agencia, al igual que Steve quien se aseguró de tener varias patrulleras en la zona. Mientras que Kyle adornó el lugar con un gran pelotón de soldados fuertemente armados.

Estaba claro que los chicos del bar estaban devastados, sobre todo Lucas quien tenía los brazos y la frente apoyada sobre el ataúd, se encontraba junto a Victorina mientras lloraban juntos su perdida. Pero también ver a Kyle, dolía en el alma, un sujeto como él sin poder contener sus lágrimas. Era el más allegado a los chicos.

Muchas personas pasaban a saludar y dar sus condolencias, pero Steve se encargaba de que por lo menos ahora nadie llegara a los chicos ya que estos se encontraban muy afectados.

En medio de la multitud, fue una gran sorpresa encontrar que Daniela llegó con tanta prisa en compañía de un compañero de trabajo abriéndose paso para ir corriendo hasta Lucas dándose un abrazo tan fuerte que ambos quedaron así sin decir absolutamente nada, simplemente llorando por esta perdida tan grande.

— No puedo creerlo... Lucas... ¿cómo fue que ocurrió algo así? — preguntó Daniela entre lágrimas.

Lucas solo levantó la mirada y con eso ya lo dijo todo dejándola en silencio.

— Mi niña... lamento mucho tener que volverte a ver en estas circunstancias. — dijo Victorina a su lado para abrazarla.

— Me siento fatal por haberlos abandonado... — responde Daniela con mucha culpa.

— No digas eso, hija mía, tu tan solo has continuado con tu vida. No puedes hacerte responsable por lo que ocurra aquí. Pero nos reconforta saber que no has olvidado a tu familia y volviste para dar un último adiós a nuestro querido Martin.

Luego de una breve charla con ambos, Daniela pasó a saludar a cada uno de los presentes conocidos. Y al poco rato, vienen llegando Lisa, Krisp y Santiago causando conmoción entre el público, ya que al ver al último superviviente de la Guardia Nacional, todo el mundo actuaba como si fuera un ser mitológico, sobre todo luego de volver a superar un atentado que directamente casi acaba con su vida.

Santiago caminaba con algo de dificultad, pero eso no le impidió venir hasta aquí para acompañar a los chicos, pidiendo a Lisa y Krisp que quedaran atrás para que este pudiera estar de lado de los directamente afectados.

Hasta que llegó el pastor para dar unas palabras de ánimo para todos y así pudieran enterrar a Martin dejándonos devastados, pues al ver bajar el ataúd a lo profundo del pozo, solo pude recordar a aquel dulce señor dando tanta alegría a todas las personas que lo rodeaban. Incluso conmigo, no podía permitirme dejar esto impune y encontraría al responsable de esto, que, según las investigaciones, dieron con Caleb como el autor de esta tragedia.

Fue una mañana muy larga, pero ya todo había acabado, la gente comenzaba a marcharse abandonando el lugar, y en su mayoría, acordamos todos pasar al bar para poder compartir un poco más entre nosotros antes de regresar a nuestras vidas.

Una vez en el bar, tomamos asiento en algo parecido a un círculo con las sillas para poder mirarnos entre todos, comenzando a recordar a Martin con todo el cariño que le tenemos, pues era la alegría de cada mañana, todos lo querían, era tan conocido en la zona que muchos llegaban para charlar junto a él.

— Recuerdo que cuando Martin llegó aquí, siempre se ponía a bailar junto a Lali. — dijo Victorina recordando con una gran sonrisa. — a veces se encontraban ellos dos solos aquí y simplemente para animarla en sus días difíciles, él ponía música y la estiraba a bailar, algo que adoraba mi pequeña Lali.

— Conmigo muchas veces se ponía a cantar. — dijo Daniela con un brillo en los ojos al recordarlo. — cantaba tan mal, pero lo hacía sin miedo porque sabía que me gustaba verlo así.

Pude notar como es que todos comenzaban a sonreír al recordar las cosas que Martin hacía por todos. Hasta que sorpresivamente Lucas levanta la cabeza llamando la atención de todos al intentar querer decir algo. Y Aitor le da unas palmaditas en la espalda diciendo.

— Con calma vaquero.

Este solo asiente con la cabeza y da un pesado suspiro para decir.

— Un día, recuerdo que estaba sentado en las escaleras del parque, y noté unos extraños movimientos en el bar, lo cual llamó mi atención.

Naturalmente me alarmé un poco, por lo que vine hasta aquí y entré intentando saber de qué se trataba, cuando subí a la terraza del antiguo bar...

— O por Dios Lucas no, ¿en serio viejo? — dijo Frank, para que Lucas lo mirara y continuara diciendo.

— Grande fue mi sorpresa al encontrarme con el señor Renzo con un vestido y una peluca como una mujer, mientras que Martin era cómplice sujetando a Frank para que no escapara en un intento de "ayudarlo a conquistar a Daniela".

Frank no pudo soportar la vergüenza poniéndose rojo tapándose rápidamente el rostro mientras todos comenzaron a reír a carcajadas tras recordar esa vieja historia.

— Renzo y Martin eran muy buenos amigos, aunque debo admitir que juntos eran dos idiotas en potencia. — dijo Victorina mientras reía.

Todo era risas y cuentos de Martin, hasta que Ellis y Aitor trajeron una gran ronda de botellines de cerveza poniéndolos en una mesa en el centro de todos, para luego tomar una él y otra ella levantándolas al aire.

— Por Martin... — dijo Aitor con el brazo tendido junto a Ellis.

Automáticamente todos se acercaron a tomar un botellín y así pudieran brindar por esta hermosa estrella que hoy brillaba en el cielo.

Estuvimos otro poco rato, pero luego nos marchamos del lugar para que cada uno pudiera descansar bien, sin embargo, al día siguiente no vimos a Lucas en el trabajo, tampoco al siguiente y así por varios días, lo que nos preocupó bastante porque tampoco lo encontrábamos en su casa.

Entre todos salimos a buscarlo, hasta que Kyle llama a mi teléfono para decirme.

— Leila, Gado a encontrado a Lucas, dice que ha estado todos estos días frente a la tumba de Martin.

— Entiendo, iré por él a intentar convencerlo de regresar y descansar.

— No, no servirá de nada. Déjalo a mi cargo si, tu solo encárgate de acompañarlo y no te separes de él. ¿Puedo pedirte eso?

— Si, cuenta con ello, iré con Matt y nos quedaremos junto a él.

— Muchas gracias Leila.

Hablé con Matt y le comenté sobre Lucas, ya que este estaba algo concentrado en investigar sobre el paradero de Scarborough entre otras cosas, por lo que me pidió que lleve a alguien más por esta vez al estar muy ocupado.

Entendiendo la situación, fui al bar a buscar a alguien más, y automáticamente Aitor se ofreció a acompañarme, pero Santiago lo interrumpe diciendo.

— Aitor, sé que tienes buenas intenciones y que eres muy buen amigo suyo. Pero creo que soy el más indicado para esta ocasión.

— ¿Por qué lo dices?

— Por qué sé muy bien lo que es perder a un ser querido directo, y Lucas lo sabe.

— Entiendo... de acuerdo Santiago, no te conozco, pero espero puedas ayudarlo.

— Costará un poco, pero no lo abandonaremos ahora que nos necesita.

Así tanto Santiago como yo fuimos al cementerio mientras pensaba en que él se estaba exponiendo bastante y yo sería la única que podría ayudarlo, y he venido preparada con un arma no registrada en caso de que debamos ponernos serios.

Tras nuestra llegada nos encontramos con Lucas sentado frente a la tumba con las piernas cruzadas, sin llorar o moverse, solo muy pensativo.

— Lucas has estado aquí todo este tiempo, hemos estado preocupados por ti.

— Lo siento mucho, es que necesitaba un tiempo para mí, para poder recuperarme sabes... ahora que Martin no está, todo dependerá de mi y aun no sé cómo podré manejarlo todo.

— Lo haré yo. — dijo Santiago dejando algo sorprendido a Lucas. — tu me conoces bien, sabes lo que he atravesado y cuantas tumbas cargo sobre mi espalda.

Me ha tomado mucho tiempo poder recuperarme y ahora por fin siento que puedo ponerme de pie, mas sé que me queda mucho camino por recorrer antes de llegar a donde estuve alguna vez.

— No lo sé Santiago... quisiera decirte que sí, pero me siento confundido y sin visión de mi propio camino.

— No hay ningún apuro, de todas formas, estaremos aquí apoyándote, intentando caminar juntos paso a paso hasta que todos aquí, podamos sanar esas heridas que nos han ocasionado.

— Santiago... como es que puedes seguir adelante luego de la tragedia que arrasó con tu vida?

Santiago dio un pesado suspiro, notablemente la pregunta dio duro contra todo su ser, y antes de responder, toma asiento en el suelo a su lado para poner una mano sobre el hombro diciendo.

— No lo he podido superar aun, pero tengo las intenciones de hacerlo y sé que lo lograré solo con la ayuda de ustedes.

Lucas mostró una mirada de decepción al no encontrar una respuesta que lo ayudara a mejorar, por lo que volvió la mirada al frente para guardar silencio. Sin embargo, en preocupación intenté convencerlo una vez mas de irnos de aquí.

— Lucas, no podemos estar aquí tanto tiempo. Sabes lo peligroso que puede ser.

— No, no es peligroso. Ellos están aquí, observando mientras esperan.

— ¿Ellos?, de que estas hablando?

— No están aquí por que saben de la presencia de varios más, pero no se preocupen. Son amigos que están apoyándome a su manera.

¡No puede ser!, al oírlo decir aquello, la paranoia tomo mi ser, comenzando a observar por todo el lugar, sin encontrar a absolutamente nadie, todo estaba desierto aquí. Rápidamente saqué mi teléfono móvil para llamar a Matt, pero mientras iba buscando su contacto, Santiago levanta la mirada diciendo.

— Los he visto Leila... de haber querido hacernos algo, ya lo habrían hecho antes de llegar aquí.

— ¿Como? ¿Dónde están?

— Hay dos observándonos desde mucho mas adelante, mientras que hay otros dos a nuestra derecha, cerca del pequeño bosque donde finaliza el cementerio.

— No me gusta para nada esto. — dije con el tono asustada.

— Tranquila. Conozco a dos de ellos. Y al parecer ellos saben de la presencia de todos, es por eso que aun no se acercaron, pero realmente no hay ningún peligro aquí.

Santiago y Lucas comenzaron a charlar como si nada ocurriera, aunque yo no podía hacerlo, era no podía estar tranquila sabiendo que ellos dos se dieron cuenta de algo que yo no pude y sobre todo por saber que éramos vigilados.

Realmente la situación me hizo entrar en pánico, por lo que saqué el arma y apuntando a ambas direcciones grité.

— ¡Agente de la A.C.C.O. salgan ahora mismo o llamaré a mis refuerzos para sacarlos a la fuerza!

— ¡¿Leila, que estás haciendo?! — dijo Lucas sorprendido. — no puedes exponerlos así!

— ¡Nosotros no podemos exponernos así Lucas, no puedes estar jugando con esto!

— Pero te he dicho que no corremos peligro.

De repente una voz profunda se oye de entre lo oscuro de los árboles diciendo.

— Déjala Lucas. Nos hemos asegurado de vigilar la zona, al parecer los otros dos también y no hay un solo alma.

Levanté mi arma para apuntar a quien quiera que estuviera allí. Y fue cuando los vi salir, a un señor de bigote de gran altura y un sujeto con la mitad del rostro tapado.

— Leandro, Gus. No con que se trataba de ustedes, no esperaba verlos por aquí. — dijo Santiago mostrando algo de comodidad.

Mientras que por el otro lado pude ver a ambos sujetos, uno había quedado en el fondo, cubierto con vestimentas que no rebelaban de quien se trataba, mientras que el otro se acercaba lentamente para sacarse la capucha rebelando ser Alex, aquel chico del que había oído tantas historias, ese chico que mostraba una mirada aterradora, lo cual me espantó aun mas al ser consciente de que estaba rodeada de asesinos.

Pero mi sorpresa seguía creciendo al ver que tanto Santiago como Lucas se sentían cómodos con ellos aquí.

— Alex dijo Lucas.

— Lucas... lamento tener que volver a verte en una situación así.

Y tras las palabras de Alex, Lucas salta hasta él para tomarlo del cuello de la capucha en un intento de darle un golpe siendo detenido por Leandro.

— Eres un maldito Alex, me lo prometiste, ¡se supone que somos amigos!

— Lucas. Martin también era mi amigo, lo apreciaba mucho. — Responde Alex.

— ¡¿Entonces por qué no has hecho nada?! ¡¿Por qué sigues sin hacer nada?! Estoy arriesgando mi pellejo por ti y es así como me devuelves el favor tu y ese...

— Lucas... (Alex)

— ¿Quién es ese sujeto? — pregunta Leandro de una forma intimidante.

— Tu, no te metas en los asuntos que no te incumben. — responde Alex. — Y Lucas, de nada te servirá golpearme, muy bien sabes que la única razón por la que sigues vivo es porque somos amigos.

— No te atrevas a decir eso, de que me sirve estar vivo si es que debo ver como uno a uno van matando a mis seres queridos.

— Hay cosas que no podremos evitar.

— Al parecer a ti no te ha afectado en nada, no te veo ni un poco conmovido por lo ocurrido respondí.

— Tú... ¿quién eres? — dijo Alex clavando sus ojos en mí.

Bastó solo con esa pregunta para que sintiera recorrer un escalofrío por todo mi cuerpo, tanto que comencé a temblar por sentir el peligro en el aire. Y sin poder dar respuestas levanté mi arma apuntándole a la cabeza.

— No seas ridícula. — dijo Alex inclinando la mirada para observarme de pie a cabeza.

— Ya basta Alex, gracias ella hoy seguimos en pie. — responde Lucas liberándolo.

— Bien... una aliada... te diré algo, que el lugar este desierto, no significa que no haya peligro.

Tras haber dicho aquello, Alex movió la cabeza en señal de que no olvidara que había un sujeto mas en incógnita en el cementerio. Y al sentirme aterrada pude notar que aquel sujeto dio marcha atrás para retirarse del lugar dejando a Alex con nosotros.

— Parece que tendremos compañía. — dijo Leandro.

— Son muchos. — dijo Gus.

— Acaso tienes miedo... padre... — murmura Alex.

No lo podía creer, este sujeto enorme era el padre de uno de los criminales más peligrosos. Mi corazón latía a mil por hora, y aunque pensaba que me había preparado para estas situaciones, me doy cuenta que nuestro equipo estaba muy por debajo de las ligas mayores. Ellos podían percatarse de cosas que nosotros no.

— ¡Alto ahí! — dice una voz conocida.

Al voltear, me encuentro con Matt sosteniendo una pistola apuntando a Alex y junto a él se encontraba Gado apuntando un fusil de asalto en dirección a Leandro y Gus.

— Matt no estabas ocupado?

— Así es, pero me percaté de que algo raro estaba ocurriendo, Lucas no podría estar tanto tiempo expuesto en el cementerio completamente solo sin correr ningún peligro. Así que decidí comunicarme con Gado para venir hasta aquí. Los refuerzos ya vienen en camino.

Efectivamente estaba equivocada, del equipo, el único que estaba preparado para enfrentar a las ligas mayores, indudablemente era Matt.

— ya basta todo el mundo! — exclama Lucas poniendo orden. — ustedes dos bajen el arma ahora, tú también Leila. ¡Y ustedes, (dirigiéndose a Alex y Leandro), no me interesa lo que traigan en manos, el único lugar que les pediré que respeten es el lugar donde descansa ahora Martin!

Solo bastó con aquello para que, de un momento a otro, toda la tensión que sentía en el lugar desapareciera, pues Matt y Gado bajaron las armas, mientras que Leandro y Alex se separaron para tomar una postura menos amenazante.

Y no fue hasta que Santiago comenzó a sonreír, que supe que ya no había ningún peligro aquí, pues todos respetaban tanto a Lucas que aceptaron la petición que este hizo.

— Señores, ustedes me conocen, han vivido junto a mí, grandes tragedias. — dijo Santiago. — solo por hoy les pediré, que seamos amigos, por que estoy mas que seguro que en algún momento, nuestros caminos volverán a cruzarse para cumplir el mismo objetivo.

— De acuerdo tienes nuestra atención. — dijo Leandro.

— Me alegra que lo entiendan, por que con lo que ocurrirá ahora, necesitaremos ser unos caballeros.

— ¿De qué estás hablando? — pregunta Matt.

De pronto Kyle se presenta ante nosotros dejando ver como de la nada y casi sin darnos cuenta, cada rincón del cementerio se encontraba custodiado por militares fuertemente armados.

— Kyle, que está ocurriendo? — pregunté confundida.

Este no dijo nada, solo quedó observando con los brazos cruzados para hacerse a un lado dando paso a algunas personas. Y fue cuando pude notar por primera vez a Alex con la mirada sorprendida.

Rápidamente volví la mirada y el rostro se me cayó de la sorpresa al ver como detrás de Kyle venian llegando bien custodiados Lali completamente asustada mientras que a su lado se encontraba un chico rubio de ojos claros y con una cicatriz en el cuello. Estoy segura de que se trataba de Sam, ya que me han hablado mucho sobre él. Ambos mostraban la mirada pálida al ver a Alex de frente quien tampoco pudo ocultar su sorpresa.

Los tres comenzaron a caminar hasta llegar al medio de todos, quedando asi de frente observándose sin decir nada. Absolutamente todos guardaron silencio ya que se trataba de un reencuentro muy inesperado luego de tanto tiempo, incluso Lucas quedó pálido al ver a los tres juntos.

Una vez mas se pudo sentir algo de tensión entre ellos. Hasta que Sam extiende las manos observando a los dos, sin embargo, aun asi Lali y Alex se mostraban completamente asustados, hasta que ambos dan un paso al frente y terminan dándose un muy fuerte abrazo entre los tres.

Realmente este abrazo era mucho mas importante de lo que yo podría tan siquiera dimensionar al no conocer todo el trasfondo de ello.

Pero el momento fue interrumpido por alguien más, pero esta vez detrás de nosotros diciendo.

— Chicos, por favor... me harán llorar.

Rápidamente volteé para encontrarme con Vaan Scarborough y mi primera reacción fue apuntarle con el arma al igual que Matt.

— Chicos por favor... estoy aquí como un amigo más, no levantemos las armas delante de la perdida de una persona tan querida como lo era el señor Martín.

— Leila, Matt... bajen el arma... — dijo Kyle dejándonos confundidos.

— He venido en son de paz y para mostrarles mi compromiso, he traído un pequeño presente conmigo.

Vaan se hizo a un lado para que de entre los panteones salieran Rod y Duane en compañía de Jorge, quien al parecer poco a poco se iba mimetizando a ellos.

Esta vez éramos Matt y yo quienes observábamos pálidos del susto al no entender de que se trataba, por que ellos se encontraban aquí y sobre todo, por qué es Kyle quien nos pedía que dejáramos las armas.

Continue Reading

You'll Also Like

353K 17.2K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
95.1K 5.3K 156
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
92.2K 8.3K 28
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cu...
508K 49.1K 55
Sol y Tomás son mejores amigos desde el cumpleaños número ocho de Sol, ese mismo día hicieron su primer trato, ser los mejores amigo del mundo. Despu...