Camaleones / - Camilo X Male...

By azar_loup

244K 36K 28.4K

Camilo Madrigal X Lector ( Encanto / ¿AU? ) Un chico que es un camaleón humano y otro chico que sueña con cam... More

Aclaraciones
Rayito y detalles
1. Por una arepa
2. El camaleón dorado
3. Costuras
4. Cortando y arreglando
5. Flores amarillas
6. Botones de colores
7. Colores de camaleón
8. El nuevo don
9. Las escamas de un camaleón
10. Arepas de rajas
11. Mutaciones reprimidas
12. No hablamos de Bruno
13. La torre
14. Cascada del desierto
15. Subiendo y bajando
16. Salto de fe
16.5 Capítulo especial, Pov. Camilo
17. La ruta de las ratas
18. Trozos de esmeralda I / II
19. Trozos de esmeralda II/II
20. Jacarandas
21. Escamas cálidas por el sol
22. Astillas
23. Cena familiar
24. Partes rotas
25. Colas de lagartija
26. Reflejos
28. Seguro de nuevo

27. Uvas amarillas

3.9K 637 279
By azar_loup

Quizás fuera porque me había acostumbrado a ver a Camilo muy a menudo últimamente, pero se sintió algo raro que él no fuera a verme o a buscarme para salir a alguna parte en los siguientes días.
Quiero decir, quizás yo también debí haber ido a buscarlo pero no sabía si sería correcto ir a su casa sin ninguna invitación.

Incluso cuando somos amigos... Ah, qué complicado. Es el primer amigo que tengo, así que aún no estoy del todo seguro sobre qué clase de "límites" tenemos.

Sea como sea, estos días sin verlo han sido...

- ... Lo extraño

Murmuré para mí mismo mientras observaba a mi Camilito, dándome la vuelta en la cama para acomodarme mejor.
Quizás está ocupado, ni siquiera lo he visto cuando he salido a dar un par de vueltas por el pueblo para intentar acostumbrarme... Aunque es verdad que, si estaba usando su don y todo eso, es muy probable que no lo haya reconocido aunque pasara cerca de él.
Pero en ese caso, quiero creer que él me habría saludado... ¿Verdad?

- Quizás hice algo malo... ¿Estará molesto?

Tal vez al final si se molestó por la escena que hice en la cena, pero actuó tan amable y... lindo conmigo.
Él no se molestaría conmigo por algo así, incluso cuando sé que soy todo un fastidio en esa clase de momentos.

Suspiré, abrazándome a mi Camilo mientras me acurrucaba entre un nido de mantas amontonadas.
Incluso si Camilo estuviera molesto por algo, tan solo espero poder verlo pronto.

- Ey hermanito, piqué algo de fruta. ¿No quieres bajar por un poco?

Tenía la puerta del cuarto entreabierta, así que Mariano se asomó a mi pieza sin siquiera avisar.
No me molestó demasiado, últimamente ya no siento demasiado la necesidad de encerrarme del todo en mi habitación.

Me incorporé de inmediato de la cama, asintiendo mientras le sonreía un poquito a Mariano.

Aún faltan varias horas para la comida pero yo ya tengo un poco de hambre, y la señora Guzmán salió a caminar con la señora Madrigal por lo que me siento algo más seguro de estar fuera de mi habitación si solo está Mariano.

No he salido hoy, así que apenas tenía una camisa ligera que me quedaba bastante floja, junto con un pantalón corto.
Tomé a mi Camilito y seguí a Mariano hasta el comedor, dónde estaba la fruta que él había mencionado.
Había partido varias rebanadas de sandía con una apariencia jugosa y deliciosa. También había papaya, un poco de mango y un gran racimo de uvas verdes.

- ¿Te gusta la fruta?

Asentí, mientras Mariano y yo tomábamos asiento en la mesa.
Él se sentó al lado de mí, al principio tuve el primer impulso de cambiarme de sitio o aunque de recorrer mi asiento un poco, pero terminé por simplemente acercarme una rebanada de sandía y comenzar a mordisquearla.
No tiene demasiadas semillas, al menos no esta rebanada, así que la puedo comer con bastante tranquilidad.

Miré a Mariano de reojo, él parecía querer decir algo más, o en todo caso esperar que yo le siguiera la conversación de alguna forma.
No suelo hablar demasiado con Mariano, él me sigue poniendo bastante nervioso a veces... Pero se ha estado esforzando conmigo, más de lo que me gustaría reconocer.
No lo valgo sinceramente, por lo menos podría hacer algo más de esfuerzo en corresponder en el suyo.

- ... La sandía es... E-es rica. ¿A tí te... A-a tí te gusta?

Miré a Mariano, aunque de inmediato volví a centrar la atención en mi sandía cuando noté la mirada que me dirigió.
Parecía sorprendido... A la par que feliz, de alguna forma.
Un pequeño brillo en sus ojos muy similar al que recordaba haber visto en los ojos de papá cuando hice mi primera costura, y que nunca llegué a ver en los de mi madre.
Orgullo.
Orgullo por mí. Mariano estaba... orgulloso de mí.

- Claro, es tan dulce y jugosa. ¿Y qué hay de las uvas? ¿Prefieres verdes, moradas o rojas?

- E-estas me gustan...

Tomé una uva verde, mostrandosela a Mariano brevemente antes de comerla.
Sé que son más ácidas que las moradas, pero me siguen gustando más.

- Pe... P-pero antes comía muchas uvas rojas, eran las favoritas de...

Hablé sin pensar, mientras comenzaba a sonreír, pero al entender lo que había estado a punto de decir me quedé callado de golpe.
Los nervios me regresaron rápidamente, y miré a Mariano ansiosamente mientras abría la boca para disculparme, aunque la voz simplemente no me salía por lo que terminé simplemente cerrando mis labios temblorosos, avergonzado.

- Sí, las uvas rojas eran las favoritas de mi hermano... Oye, ¡Tranquilo! Está bien, es... era tu papá, además de mi hermano, así que si quisieras hablar de él...

Agaché la vista, negando suavemente con la cabeza mientras jugueteaba con la cáscara de la rebanada de sandía que me había comido.
A veces se me escapa mencionar a papá, por más que intente no hacerlo.
Y sobre hablar más abiertamente sobre él... No estoy seguro de querer hacerlo, o qué decir o preguntar.

Se hizo un silencio prolongado, al punto de que solté un respingo cuando Mariano se levantó de su silla.
Maldición, yo... Lo arruiné, ¿Verdad?

- L-lo sien...

- Lo siento

¿Qué...?
Mariano habló antes de que yo pudiera hacerlo, disculpándose mientras se acercaba a mí para apoyarme gentilmente su mano en la cabeza.

- Pensé que querrías hablarlo o algo... Después de todo, aún cuando es tu papá nadie te ha dado un pésame por él. Era el hijo de mamá, y mi hermano, así que todos nos dan las condolencias por él... Pero se olvidan de que también fue tu papá. Todo esto... No debe ser más fácil para tí que para nosotros

Había estado mirando a la mesa, pero al escuchar a Mariano me animé a levantar un poco la vista hacia él.

Es cierto, desde que llegué no ha habido demasiada gente que me dé cualquier clase de pésame por papá.
Realmente nunca le dí demasiada importancia, o intenté no hacerlo.
Después de todo... Tan solo soy un producto de una aventura de una sola noche, y una carga que su hijo y hermano muerto le dejó a la abuela y a Mariano.

No esperaba demasiada simpatía realmente.

Mariano agachó la vista al notar que yo lo miraba, y me sonrió mientras me acariciaba otro poco la cabeza.
No es tan agradable como cuando lo hace Camilo, pero podría ser peor.

- ¿Sabes? Eres muy parecido a él, incluso tienes sus ojos... O bueno, un ojo

Él soltó una risita mientras me apartaba un poco el cabello del ojo que solía mantener oculto, aquel que tenía esa mancha roja en la piel sobre él.
Papá también tenía una mancha roja como la mía, aunque la suya estaba en la espalda así que no era visible para nada.

Sonreí un poco al pensar en eso, solo un poquito.
Al final parece que papá me dejó bastantes cosas de él, a pesar del poco tiempo que estuvo conmigo.

- Creo que alguna parte tenía una foto de nosotros, si quieres podría conseguirla para tí

- S-sí, eso... Me gustaría

Asentí suavemente, Mariano sonrió y me dió una última caricia antes de retirar su mano de mi cabeza.
Él mencionó que iría a ver a Isabella, aprovechando que ella hoy tenía el día libre en lo que respecta a sus obligaciones con el pueblo.
Me ofreció ir con él, pero rechacé su oferta amablemente.
No quería ir a hacer mal tercio, aunque pensándolo bien quizás habría sido una buena oportunidad de ir a buscar a Camilo.

- Entonces supongo que te veré más tarde, siéntete libre de salir si quieres

Asentí, lo pensé un poco pero finalmente terminé murmurando un suave "gracias" cuando Mariano se alejaba hacia la puerta de la casa.
Y no era únicamente por la oferta o por la fruta.

- ¡Nos vemos luego, hermanito...! Oh, ¿Señora Laura? ¿En qué le puedo...? Ah, ¡Eras tú! ¡Buenas, Camilo! ¿Qué sucede, parce?

Estaba tomando otro poco de fruta para comer antes de volver a mi habitación, pero cuando escuché a Mariano desde la puerta casi se me cayeron los trozos de papaya que llevaba en un plato.

¿Dijo Camilo? ¿Acaso él...?

- ¡Hola Mariano! ¿Está ______ en casa?

Me había acercado un poco para espiar de lejos, pero con tan solo escuchar la voz me quedó más que confirmado que se trataba de Camilo y de inmediato sentí que mi corazón se comenzaba a golpear bruscamente contra mi pecho, como si él estuviera más emocionado que yo por verlo y quisiera irse a reunir con él cuánto antes.

No pude evitar sonreír estúpidamente para mí mismo.
¡Mi amigo bonito vino a verme!
¡Por fin voy a pasar un rato con Camilo otra vez!

- Sí, de hecho él está...

- ¡Ho-hola, Camilo!

Me acerqué de inmediato a la puerta apenas pude confirmar que sí era yo a quien Camilo buscaba, asomándose por un lado de Mariano.

Y ahí estaba Camilo, del otro lado de la puerta.
Con sus adorables chinos castaños, esa encantadora ruana amarilla suya y su suave sonrisa.
Sus lindos ojos de selva se posaron tranquilamente en mí, aunque prácticamente al instante su cara se volvió un poco rojiza.

- Ho... Ho-hola, princi... ¡_______! Eh, lo siento, si acabas de levantarte yo... P-puedo volver después o...

Solo entonces caí en cuenta de que aún llevaba la camisa floja y el pantalón corto, no se me hacía para tanto pero la reacción de Camilo me hizo sentir bastante avergonzado así que me escondí un poco detrás de Mariano.

- N-no... Está bien, ¿Quieres que...?

- ¡Ah, si! Eh... Me preguntaba si querrías acompañarme, nomás para hablar y eso

- S-sí, seguro... ¿Está bien?

Recordé que Mariano estaba ahí y levanté la vista hacia él con duda.
Él pareció tardar un momento en darse cuenta de que le estaba hablando a él, reaccionando con bastante sorpresa al enterarse.

- Oh, ¡Claro! No me pidas permiso, me alegra ver qué ya tienes un amigo. De todas formas yo ya me iba, así que te lo encargo, Camilo

- ¡No te preocupes veci! Yo lo cuido bien

- Pásatela bien, hermanito. Te veo al rato

Mariano se despidió de ambos, dejándome ahí con Camilo mientras yo aún estaba en mi ropa de descanso, sumamente avergonzado.
Camilo parecía sentirse igual, ya que no dejaba de mirar hacia otros lados a ratos, evitando mirarme.
Diablos, creo que sí me veo bastante mal, o por lo menos inadecuado.

- E-eh... ¿Q-quieres pasar? Mi he... Eh, Mariano picó fruta, puedes... P-puedes comer si quieres en lo que me c-cambio la ropa

- ¡Seguro! Eh, con permiso

Camilo pasó con bastante precaución a la casa mientras yo iba a cerrar la puerta tras de él.
Pensé que quizás ya había venido antes por eso de que Mariano y su prima están comprometidos desde hace un buen tiempo, pero parece que me equivoqué.

- Entonces... ¿No está la señora Guzmán?

- N-no, salió a caminar con t-tu abuela

- Oh, ¡Entonces estamos solos! Digo, no es que eso haga diferencia pero está bien

Camilo caminó con algo de duda por la habitación, hasta llegar a una silla del comedor y sentarse.
Me le quedé viendo atentamente mientras realizaba su trayectoria, pero cuando finalmente se detuvo y me regresé la mirada caí en cuenta de que mejor debía irme antes de que me fuera a dar un ataque de nervios o algo por lo rápido que me estaba latiendo el corazón.

Creo que estoy muy emocionado por verlo de nuevo.

- ¡I-iré a vestirme! N-no tardo nada, come... C-come la fruta q-qué quieras

- No te preocupes, no hay prisa. Aquí te espero

Fui hacia las escaleras para subir a mi habitación, pero me detuve en los primeros escalones cuando se me ocurrió algo.
Camilo ya me invitó a su casa, y a su habitación, y él está aquí ya así que... Supongo que podría aprovechar y corresponderle, después de todo somos amigos... Y acabo de recordar que tengo algo para él.

- Uhm, Camilo...

- ¿Qué sucede, principito? ¿Necesitas ayuda para vestirte?

Era claramente una burla, por lo que no me extrañó sentirme avergonzado al pensar en eso.
Negué de inmediato con la cabeza, y mejor me apresuré a explicarme.

- M-me preguntaba si querrías ver mi habitación... ¡D-digo! No es un desierto o u-una jungla ni c-cambia de lugar o a-algo por el estilo... P-pero tú ya me has invitado a tu cuarto y dijiste que tenías curiosidad por ver el mío...

- ¡¿D-dije eso?! No lo recuerdo...

Camilo se rascó una mejilla mientras alegaba no recordar haber dicho algo así, pero se le puso un poco roja la piel.

- S-solo decía, pero si no quieres e-está...

- ¡N-no! ¡No, no es eso! Está... Bien, supongo. Si para tí está bien, claro

Asentí, curiosamente emocionado de que Camilo hubiera aceptado mi invitación.

Mi amigo suspiró antes de ponerse de pie, acercándose a mí y acompañándome a subir las escaleras.

Continue Reading

You'll Also Like

620K 90.2K 88
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
133K 19.3K 61
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
524K 71.2K 44
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
53.6K 3.5K 42
Malachi Barton Madelaine Lee