12. No hablamos de Bruno

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Por fin me pude tomar el tiempo de ver en dónde estábamos, y sinceramente era una habitación bastante curiosa.

Me parece que es algo más pequeña que la habitación "principal" de Camilo, pero aún así sigue siendo bastante más grande que la mía, y por supuesto que tampoco tiene nada que ver en la decoración y demás.
Del lado en el que estábamos nosotros estaba esta gran pila de almohadones y peluches en la que habíamos caído, que por cierto no puedo ver con exactitud el sitio desde dónde me arrojó el tobogán aquí dentro pero me parece que fue a través de un espacio que ahora está cubierto con cortinas rojas, justo al lado  de un par de puertas que asumo que son las del supuesto "armario" desde dónde me había llamado Camilo a entrar.

Bueno, supongo que esto parece a medias un armario.
En la pared frente a mí hay mueble lleno de la ropa que supongo que es de Camilo, justo al lado de esto hay una especie de tocador con una silla y un espejo de buen tamaño, y en el fondo de la habitación está lo más llamativo de este sitio.
Parece una plataforma elevada por apenas un pequeño y plano escalón alargado alrededor de toda la plataforma. Me parece que es más decorativo, porque la plataforma tampoco es tan alta así que bien podrías subir sin usar ese escalón.

La curiosa plataforma circular abarca una buena parte del espacio del fondo, pero lo más característico y evidente es que hay un set de cuatro espejos de cuerpo completo en el borde de esta. Están unidos por el borde derecho, formando una especie de irregular semi círculo que probablemente permite que si alguien se para en esa plataforma pueda apreciar mejor su aspecto desde todos los ángulos.
Supongo que Camilo se preocupa bastante por su apariencia... Aunque sinceramente a mí me pondría bastante nervioso estar frente a tantos espejos al mismo tiempo.
Ni siquiera puedo lidiar con uno.

- ¡Oh! Eh, te aseguro que no es nada raro. Solo lo uso para practicar mis imitaciones, tengo que intentar hacerlas lo mejor posible si es mi don después de todo. Aunque si te incomodan puedo taparlos con algo

- N-no te molestes con eso, está... Está bien

Solo me quedaré en esta pila de cosas suaves desde donde no me alcanzo a ver a mi mismo reflejado en esas cosas.
Camilo pareció pensarlo un poco mientras se alejaba a buscar algo entre su ropa, pero cuando finalmente se dispuso a volver conmigo se detuvo brevemente para correr un par de cortinas que ocultaron de la vista esos espejos.
No pude evitar sentirme un poco aliviado, aunque también me sentí mal por molestar a Camilo con eso.

El chico se dejó caer a mi lado, sobre las almohadas, y solo entonces noté que llevaba los brillantes fragmentos entre sus manos.

- De acuerdo, ya deberíamos poder hablar con libertad aquí. El don de Dolores curiosamente no le permite escucharte más de lo normal si ella está en su habitación... Con las ventanas cerradas, por supuesto. Tampoco debería poder escucharnos si estamos en alguna de las alcobas de casita, como la mía, y además me aseguré de cerrar las ventanas

¿Entonces el don de Dolores no puede escuchar a través de las piezas personales de la casita? Parece que incluye la suya... Me pregunto si esto es para darle algo de privacidad a los demás en la familia o para darle un descanso a la chica. Tal vez sean ambas.

- Así que... Te puedo decir sin problema que estas no son arepas de rajas

- Oh, g-gracias por aclararlo

Sonreí un poco, Camilo también me sonrió alegremente, aunque su emoción disminuyó un poco cuando bajó la vista hacia las tablas brillantes.
Supongo que estaba intentando relajar el ambiente con esa broma.

- ¿Q-qué son?

- Son... Visiones, de cosas que pasarán en el futuro. No sé si lo sepas ya que aún eres nuevo en el pueblo, pero mi mamá Pepa y la tía Julieta tienen un hermano

Camaleones / - Camilo X Male Reader -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora