Las mejillas del castaño no abandonaron su color rojo durante todo el día, los recuerdos de hace apenas unas horas enviaban un calor indescriptible a todo su cuerpo y ahí estaba en su habitación, tratando de ayudar a estudiar al chico con el que se besó hasta que sus labios dolieron, definitivamente no podía concentrarse en nada, soltó un suspiro mientras Harry sacaba sus cosas de su mochila, por fin había encontrado sus libros y útiles escolares, el castaño se puso de pie sacando un pequeño pizarrón de su armario mientras el rizado lo veía con curiosidad.
— Bien, sé que no ha sido fácil para ti entender del todo lo que viene en los libros de forma literal así que trataré con otra cosa ¿De acuerdo? Vamos a verlo como un partido de fútbol—Murmuró Louis con manos temblorosas, Harry sonrió curioso.
— ¿Has creado una técnica de estudio para mí? Eso es encantador—Se recargó mejor en la cabecera de la cama mientras lo observaba.
Louis sonrió un poco más confiado y comenzó con su explicación intentando hacer que Harry aprendiera ecuaciones a través de lo que le gustaba, el rizado sonreía mientras asentía cada vez que su tutor se giraba para verlo y así pasaron quizá 20 minutos de explicación.
— Entonces si tu delantero lleva x velocidad y ya resolvimos el resultado de x entonces nos da 3—Suspiró agitado por tanta explicación y encerró el resultado en un círculo rojo, Harry sonrió aún más.
— Ha sido una técnica bastante ingeniosa, Lou, pero...yo no juego fútbol soccer—Soltó una carcajada arqueándose suavemente hacia adelante mientras el castaño se sentía morir por la pena.
— ¿Me estás diciendo que tuve que aprenderme todos los términos y era en realidad fútbol soccer? Internet me ha mentido—Gruño para sí mismo, se sentía muy avergonzado, bufo caminando a la cama y se sentó mientras tomaba su libro de mala gana.
Harry lo observó con una sonrisa durante varios segundos, aquellos besos entre ellos no dejaban de merodear su cabeza en busca de más, los ojos azules como el océano en el perfecto rostro de Lou eran una tortura todas las noches, se intentó obligar a creer que era solo la apuesta, pero fracasó en eso, al diablo con la apuesta, no me importa más, pensó, lo deseaba de verdad.
— ¿Tuviste que aprender un montón de términos solo por mí? —Sonrió con entusiasmo el rizado mientras llevaba su mano a acariciar el muslo de Louis distraídamente.
El mas bajito tragó saliva mientras miraba de reojo la enorme mano del rizado llena de esos preciosos anillos, acariciaba con tanta suavidad su piel como si fuese la cosa más frágil del mundo, como si realmente valiera la pena, no lo creía pero no iba a dejar que apartara su mano por estúpidos pensamientos de autosabotaje.
— Es que no se nada de fútbol americano, Harry y tú necesitas técnicas de estudio para que algo se te pegue, no puedes ponerme atención—Bufó con sonrojo en sus mejillas y el rizado lo miró.
—Te enseñaré sobre fútbol americano, todo lo que quieras ¿No te has aburrido de estudiar ya? —Hizo una ligera mueca cambiando el tema de la conversación, Louis se alarmó.
No quería que Harry se fuera aún, quería seguir sintiendo su cálida mirada sobre él, sus dedos presionando sutilmente su piel y quería seguir viendo su preciosa sonrisa de ángel, estaba perdido.
Pero Harry tenía otros planes, definitivamente no se iría, tiró del muslo del castaño haciéndolo recostarse en la cama para que su rostro quedara más cerca del suyo, tomó los libros y útiles de la cama arrojándolos hacia la alfombra, Louis iba a morir.
— Eso está mucho mejor—Susurro en su sonrojada mejilla antes de dejar un beso en esta.
Los besos húmedos del chico más alto comenzaron a acelerar el corazón de Louis, se sentía como en su primera visita a Disneyland cuando todos los fuegos artificiales eran lanzados, justo así se sentía tener a Harry y su olor tan cerca, olía a brisa fresca y primavera.
No pudo evitar girar su rostro, los besos en la mejilla ya no eran suficientes para él y Harry sonrió comprendiendo su mortifico, se inclinó más sobre su cuerpo para poder besarlo cómodamente, Louis estaba tomando experiencia, estaba aprendiendo a seguir el ritmo del rizado, llevó su mano a las hebras rizadas del chico y soltó un suspiro sobre su boca, siempre deseo poder hacerlo, poder enredar sus dedos en los preciosos y brillosos rizos color chocolate de Harry.
Perdió la noción del tiempo, habían pasado horas desde que iniciaron a besarse y sus labios estaban tan adoloridos que ahora solo depositaban suaves besos uno sobre el otro mientras se regalaban sonrisas, un sueño por completo, sus erecciones estaban a la vista sobre sus pantalones, pero Louis no se atrevía a seguir avanzando y Harry jamás lo obligaría a hacerlo.
— Creo que ya tengo que irme—Susurró desganado sobre sus labios el mayor, Louis hizo un puchero inconscientemente y Harry lo besó.
— Mamá no te dejará ir sin cenar—Sonrió con diversión al recordar a la terca de su madre intentando ayudarlo a ligar con Harry.
— Su comida es deliciosa—Sonrió mientras acariciaba el brazo del castaño con la yema de sus dedos.
Louis mordió su labio sin dejar de mirarlo, tenía tantas preguntas, pero el miedo a las respuestas era mayor así que solo guardó silencio por un rato, esperaron a que sus erecciones bajaran entre bromas y suaves empujones.
Harry terminó de guardar sus cosas colgándose la mochila al hombro y ambos bajaron las escaleras para encontrarse con Jay saliendo de la cocina.
— Ahí están, la cena ya está servida, deja eso en el sofá y vengan al comedor—Señalo la mochila de Harry con una sonrisa, el no pudo negarse.
Jay era una mujer realmente simpática y amorosa, lamentablemente ocupada al doble por ser el sustento de casa y también mamá, Harry deseó que su madre fuera como ella limpiaba las mejillas de Louis cada vez que se manchaban y le decía cuánto lo quería, incluso había preparado una dieta especial ahora que el castaño quería cuidarse más.
La madre de Harry sólo lo reprendía, tenía que hacer todo perfecto y ser el chico perfecto, en casa las botanas poco saludables estaban prohibidas y los insultos a su cuerpo sobraban, le gustaba la casa de Louis, se sentía realmente un hogar, cuando la cena terminó y Jay por fin decidió soltarlo, Louis salió con él para despedirlo.
— La pasé muy bien hoy—Murmuró con timidez el castaño.
— Yo también, me divertí con tus técnicas de estudio—Sonrió alzando una ceja, Louis golpeó su pecho juguetonamente.
Harry aprovechó su acercamiento y lo besó una última vez, los brazos de Louis rodearon su cuello sin querer apartarse, pero al final tuvo que obligarse a hacerlo, no quería que el chico pensara que era un intenso.
— Te veo mañana—El rizado le guiñó un ojo.
Louis no pudo articular palabras, solo sonrió tímidamente y mordió su labio mientras lo veía subir a su auto y marcharse, por favor que no sea un sueño, que no sea un sueño.
***
El tiempo de escuela sin ver a Harry se volvía eterno y fastidioso, tan solo una semana de besos durante las tardes se habían vuelto como una adicción, pero aún había algo dentro de Louis, una molesta voz que le decía lo que no quería escuchar, no merecía ser tratado así, no era el tipo de chico que alguien como Harry buscaría, no debería seguir ilusionándose así, Louis prefería ignorarla lo más que podía.
A pesar de pasar las tardes juntos entre besos y libros, durante la escuela seguían actuando como dos idiotas detestándose, al menos lo intentaban, el entrenador Mitchell seguía obligándolos a calentar y correr por todo el campo, su condición iba mejorando y el gimnasio con Harry se había cancelado mientras los exámenes terminaban, no podían distraerse más, ya era bastante difícil permanecer quietos cuando estaban solos.
Después de quedarse hasta el final como siempre para ducharse y tardar quizá más de lo necesario, ambos se vistieron, era curioso como durante la ducha Louis no pensaba en Harry mirando su cuerpo, pero cada vez que intentaban ir un paso más allá en la habitación del castaño este se sentía morir, Harry no merecía tocarlo, su cuerpo no era lo suficientemente digno.
El rizado terminó de secar su cabello y extendió su mano hacia su mochila sacando un pequeño papel envuelto, mordió su labio con algo de nervios y lo extendió hasta Louis.
— Toma, salí de compras con mi hermana y lo vimos, me recordó a ti—Murmuró intentando no parecer tan nervioso.
Louis sonrió confundido tomando aquello y comenzó a quitarle la envoltura para luego desdoblar el papel, sus ojos se abrieron con sorpresa y un chillido de emoción sobresaltó ligeramente a Harry, no creía que aquello lo haría tan feliz.
— Oh por Dios, un póster de Monsta X ¡Harry es increíble! —Lo dobló con cuidado de nuevo para luego abrazar a Harry con euforia.
No importaba tanto el tamaño o valor del detalle, era la acción del rizado lo que derritió de ternura a Louis, había recordado que amaba ese grupo -Sera por su habitación llena con su Merch- pensó en él y le compró algo, sí que tenía suerte.
Harry sonrió al recibir el abrazo y acaricio su espalda recargando su mentón en su hombro mientras cerraba sus ojos, Louis olía demasiado bien, era demasiado suave y adictivo.
— Que bueno que te gustó, mi hermana me ayudó a elegirlo para ti—Sonrió de lado, Louis chilló de nuevo, la hermana de Harry sabía sobre él.
La emoción les duró pocos minutos cuando la voz de Zayn y Tom se escuchó entrando a la zona de casilleros, ambos se separaron muy sonrojados, los chicos recién llegados los veían extrañados, Harry no sabía cómo reaccionar así que Louis tomó la iniciativa, con el dolor de su corazón arrugó el póster y empujó al rizado.
— ¿Qué te ocurre, idiota? ¿Por qué te metes con mis cosas? Agh, eres insoportable—Bufo guardando todo rápidamente en su mochila, Zayn y Tom sonreían con burla, Harry le agradeció con la mirada.
Se colgó la mochila al hombro y caminó rápidamente fuera de ahí dejándolo algo consternado, no pudo borrar su puchero por haber arruinado su nuevo póster, pero al menos esos idiotas no molestarían a Harry.
— ¿Le destruiste esa cosa? —Zayn río mientras tomaba la ropa que había olvidado en su casillero.
— Oigan ya es bastante insoportable tenerlo en clases como para que también esté aquí—Tom rodó los ojos.
Harry frunció el ceño tomando sus cosas, no quería explotar contra ellos, aún no se sentía listo para alejarse de sus amigos, había una pelea constante dentro de su cabeza, eso lo estaba cansando, salió de ahí dejándolos atrás y corrió en busca de Louis por los pasillos hasta la salida, para su buena suerte Louis apenas estaba saliendo de la escuela, caminó rápidamente hasta él y tomó su mano para hacerlo girarse.
— Espera, Lou, lo siento—Murmuró el rizado, Louis negó con una pequeña sonrisa.
— Está bien, Harry, sé que no deberían verte conmigo, no te doy buena imagen—Desvió la mirada tratando de que las palabras no dolieran tanto.
— Te llevaré a tu casa ¿Sí? —Louis se negó.
— Me apetece caminar esta vez, mucha suerte en tu examen mañana, sé que aprobaras, confío en ti—Sonrió levemente.
Miró sus manos y tragó saliva, Harry aún sostenía su mano con fuerza, no quería dejarlo ir solo así, pero era necesario, tenía que alejarse, Harry no era para él, logró apartar su mano con algo doliendo en su pecho, miró hacia todos lados y al asegurarse de que estaban solos se colocó de puntillas para besar su mejilla, con una última sonrisa se alejó de él.
Comenzó a caminar hasta su casa a pesar de que el camino era largo, no avanzó demasiado cuando notó como Harry lo seguía en su auto, soltó un suspiro tallando su rostro para borrar cualquier rastro de lágrimas que hubiese y se giró a la calle cuando Harry bajó la ventana.
— Lou, por favor sube, nadie nos está viendo si eso es lo que te preocupa—Murmuró casi suplicante.
Louis suspiró rendido y subió al auto en silencio, no se atrevía ni siquiera a verlo pues la voz en su cabeza había ganado esta vez, se sentía demasiado asqueroso para Harry, toda aquella autoestima que había obtenido en estas semanas se había esfumado por completo.
Harry no entendía que estaba pasando con el castaño, pero él no quería alejarse, tenía la necesidad de seguirlo y estar con él, de verdad quería estar con él.