La música sonaba a lo alto, las luces siempre vivas, siempre alegres, y las bebidas eran servidas por bellas mujeres, dejando la barra solo para los solitarios de mala noche. Namjoon veía a todos los hombres frente al escenario, gritando y alabando a la rubia rizada deslizándose por el metálico tube del centro, la envidiaba un poco, si fuera él quien estuviera en su lugar, bueno, no quería ni imaginarlo sin sentirse un poco amenazado por la situación. Pensar cosas como esas le golpeaban con la realidad, incluso ahora le era difícil mantener una relación estable por las heterónomas que le rodeaban. No era fácil, en absoluto.
Preparando una nueva tanda de bebidas sobre la solitaria bandeja en espera no paraba de pensar en cada una de sus fallidas relaciones, comenzó con su preadolescencia, cuando sospecho su sexualidad. Un pequeño idiota que se dejo besar por un compañero mayor, encontrando la situacion mas entretenida que besar a sus compañeras de clase, aunque solo fue una la atrevida que le robo un beso. El punto es, que siempre fue curioso por naturaleza, no se quedó con eso e investigó en un cibercafé de paso a su casa sobre besos entre hombres. Todo un idiota.
No era algo sobrenatural, pero tampoco era lo normalmente visto por la sociedad. 'No tiene sentido' , se había dicho en ese entonces, y sin darle verdadera importancia siguió con su infante presente.
— Estás pensando demasiado en algo.
Con una ultima bebida sobre la bandeja, namjoon le indico a una compañera para cpmenzar a repartirla en el lugar, mirando de reojo al rubio que le acopañaba en el interior del bar, limpiando la superficie de la barra de manera aburrida con un negro trapo, el logo del burdel en este. Se recargo de espaldas en la barra para comenzar con una “constructiva” plática entre amigos.
— No esperes detalles si no dejas de interrumpir mis pensamientos Jimin.
Park río por lo bajo, como un niño travieso que es descubierto robando galletas. Tomando la misma posición que el más alto, Jimin cruzó los brazos sobre su pecho, tan risueño como travieso.
— Me siento halagado, realmente me darias detalles de tu inteligente mente. —con los ojos cerrados y una mano bajo su mentón, Jimin fingió estar pensativo—.¿Dime que cabalga por tus pensamientos, Joonie hyung?
Namjoon río, bajo y corto de ver a su colega de trabajo maquinar los posibles rumbos de aquella plática. Pero no se hizo esperar.
— Pensaba en mis ex parejas.
— Primer error joonie, el pasado pisado.
El moreno se rio mientras limpiaba su lado de la barra, sirviendo pocos tragos a las chicas que estaban de turno.
— Sabes que no me refiero a eso. —el tono melancólico advirtió el rumbo de la conversación, no era la primera vez que charlando sobre aquello—.
El rubio asintió, con una triste sonrisa.
— Entonces continúa.
La música seguía su alto ritmo, pero este se atenuaba cerca del bar en el edificio, no era necesario levantar la voz para ser escuchado por su compañero, aunque su corto silencio no se debía al ruido o las destellantes luces, solo sonreía mientras ordenada sus palabras.
— No se como hacer durar una relación. —ambos mantuvieron la vista en el otro, el rubio espero una continuación en silencio—. No pienses mal de mi, no me siento desdichado o renegado, solo daba un paseo por la memoria.
Cuando una nueva bandeja llegó a la barra en espera de ser llenada, Namjoon se dio la tarea sonriente, esperando el resumen del pequeño rubio.
— No es para preocuparse Jimin, mi vida es relativamente buena. —Lleno el silencio de su compañero, que inesperadamente se quedó silenciosamente serio—.
— No interrumpas mis pensamientos Joon. —sentenció el menor posando un dedo sobre sus labios en señal de silencio—. Entiendo que no es nada malo, solo me pregunto que te llevo a eso.
De nuevo pensativo el rubio comenzó a emitir un bajo sonido, mientras Namjoon dibujaba siluetas en el vidrioso material de un Martini, sin dejar de sonreír a su tierno amigo.
— No seas tonto Jimin, no hay nada que pesar. —y hablaba con la verdad, no era frecuente que se perdiera de esa manera en sus pensamientos pero aquel tema en particular no era verdadera razón de preocupación —.
— Castaño. —interrumpió Jimin sin tomar importancia a lo antes dicho—. Un poco más alto que yo, lindos labios y un perfil de en sueños.
Cuando la mirada de Jimin se enfocó en el mayor, y una sonrisa torcida en sus regordetes labios amenazaron al moreno no tuvo más remedio que darle la espalda nervioso, aquel enano realmente llegaba a asustarlo de maneras difíciles de imaginar. Claro que Jimin no se detendría solo con eso.
— ¡Ja! ni siquiera intentas negarlo.
La burlona risa del rubio resonó desde sus espaldas, con fingida seriedad le dio la cara y frunció el entrecejo al sentirse exhibido. Con un rubor en la punta de sus orejas comenzó cruzó sus brazos sobre su pecho, enmarcando sin notarlo la flexión de sus brazos.
— ¿Cuál es el chiste?
La risa más calmada del menor dejó nervioso a Namjoon, ni él sabía cómo enfrentar la siguiente conversación sin delatarse aunque sea un poquito.
— Joonie, oh lindo Joonie. Solo déjalo salir. —se aseguro que no hubieran pedidos en la barra antes de concentrarse por completo en su compañero nervioso —.
Namjoon suspiro buscando calmar su ansioso corazón, se sentía seguro de ser transparente con Jimin, pero había momentos donde sentía que se ahogaba en un vaso de agua. Tratando de liberar la presión en su pecho, soltó aquello que pedía su amigo.
— Me gustó el chico, era realmente lindo. —Jimin lo miraba, la seriedad en su rostro, y un inmenso cariño en su mirada—. Pero igual que los otros chicos lindos, no esperaré que no sea heterosexual.
— No podemos esperar que no lo sean. —dijo Jimin humorístico, se acercó sonriendo, empatizando con su compañero ante ese tema que tanto conocían—. Vamos a por ello, y si no es mutuo, entonces solo lo olvidamos.
Namjoon asintió sonriendo, le gustaba la honestidad del rubio, era el único amigo con el que podía hablar sobre cualquier cosa y nunca se aburriría.
— Claro, te dije que no era para preocuparse. Pero me gustó mucho la química del hombre.
Jimin le dio un ligero golpe en el brazo mientras reía en un tono más alto de lo normal. Aunque viniendo de Jimin, debería catalogar muchas cosas poco comunes como normales entre ellos.
— Mi bebé se pone hormonal. —exagerando un llanto inexistente Jimin recibió un golpe que le dolió de verdad, pero eso no detuvo su mini drama—. Quieren robar la inocencia de mi bebé…
Namjoon decidió ignorar a su amigo mientras reía por las ocurrencias de este, se acercó a la barra cuando veía a una de sus compañeras acercarse con una bandeja vacía. Con un corto saludo sirvió rápidamente las bebidas, la chica de cabello corto lo halagó con ternura y se fue de regreso hacia los exasperantes hombres en el lugar.
—Oye esto realmente duele.
Cuando volvió su vista hacia el rubio lo vio sobando su brazo, justo donde lo había golpeado. Aunque siendo honesto ni siquiera fue tan fuerte.
—Te juro que si deja un moretón Taehyung se molestará.
Con la mención del otro chico Namjoon solo suspiro mientras volteaba los ojos exasperado. Su amigo era un verdadero exagerado.
—Deja de ser dramático, no habrá ninguna marca.
El pronunciado puchero del menor le hizo sonreír, el pequeño rubio era todo un show.
—Cuando Tae se entere que lastimaste al chico más bonito de la ciudad no esperes que interfiera por ti, mal amigo.
—Suficiente drama Jimin, deja de amenazarme con tu novio y vuelve al trabajo.
El rubio le saco la lengua molesto antes de darle la espalda y ponerse a ordenar todos esos vasos vacíos detrás de la barra, en espera de ser llevados a la parte trasera del bar junto a la demás loza.
—Si el lindo castaño vuelve, —Jimin volvió a tomar su atención mientras seguía con lo suyo— las chicas no te dejarán escapar otra vez, Joonie.
Suspiro en alto, claro que lo sabía. Desde el momento que llegó como trabajador a tiempo parcial en el bar de aquel burdel prácticamente había sido adoptado por aquellas mujeres que justo ahora entretenían a los hombres en el lugar. El instinto maternal de casi todas ellas había despertado al ver al alto y (en ese entonces) delgado chico de cabello teñido, apenas mayor de edad, apenas salido del clóset como homosexual tartamudeando en medio de su presentación. Una completa ternura.
—No quiero ni pensarlo, se volverían locas de solo verlo charlar conmigo.
'Y como no estarlo', pensaba Jimin casi incrédulo. Su mejor amigo era demasiado despistado para notar todo el encanto que desprendía. Claro que tenía una confianza atractiva que desprendía al momento de sentirse atraído hacia alguien, pero en los momentos más despistados, con la guardia baja y desprevenido, Kim Namjoon era completamente hermoso. Un poco torpe, infantil, e inocente. Y todos los que entraban en su círculo social querían inevitablemente protegerlo.
—Ya habrá momento de tratar con ellas, ahora quiero hablar sobre mi última cita con Tae.
Con una sonrisa ladina Namjoon presto completa atención al rubio perdido en sus pensamientos referentes a su novio.
—No comas pan enfrente de los pobres Jiminnie.
—oh Joonie, no tienes que sentirte mal. Siempre serás mi amante favorito. —Sin un poco de vergüenza Jimin se acercó a acariciar el amplio pecho de su amigo, entretenido con el duro pectoral entre su mano—.
—Manos fuera Jimin, espacio personal.
Aún cuando Namjoon intentaba apartar a su amigo de sí mismo este volvía a posicionar su mejilla a la altura de su pecho, claro, el que no estaba siendo abusado por la pequeña mano del rubio. Sabía que podía apartar a Jimin, su fuerza era superior por mucho, pero no tenía el corazón para hacerlo.
—Me niego a compartir a mi amante. —murmuraba sin sentido el rubio, dejando en paz el pobre pectoral del más alto—.
Namjoon lo dejó ser, sabía del cariño fraternal que Jimin no se molestaba en ocultar, desde que se conocieron en el colegio hace tantos años ya que se habían vuelto confidentes. Podía decir que conocía tanto al rubio como este a el. Y al verlo tan encantado con la protuberancia de su pecho no pudo evitar sonreír irónico al recordar aquella época en donde él era solo un flaco muchacho y Jimin tenía en ese momento más masa muscular de la que él aspiraba en ese entonces.
Mientras Jimin no paraba de pensar en todo aquello que estaba callando, tal vez no eran los pensamientos de Namjoon lo que lo habían puesto tan hablador aquella noche. El azabache lo conocía bien, sabría que algo rondaba por su mente y él quería evitar hablar sobre aquello que callaba, porque en el fondo tenía los mismos miedos que su amigo. No encontrar aquella estabilidad que tanto prometen los dulces cuentos de príncipes y princesas. Porque no habían princesas, y nunca las habrían para ellos. Esa realidad los volvía precavidos, ahora y mañana.
El príncipe azul, castaño y bonito, está más cerca de lo que crees Namjoon.
Mientras Namjoon pensaba que solo en el bar podía volver de nuevo el castaño, aún con una mínima esperanza y confianza no se dejaría ilusionar. Era historia de todos los días.
Pero por ahora, mientras la música seguía sonando, y las luces llenaban todo de rojo y azul, solo el rubio sabe más.
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Holi~ espero llevar bien el ritmo y poder actualizar entre sábado y domingo, tal vez tenga doble actualización para la próxima.
Pequeño dibujo minimonie xq me gustan mucho (・∀・)
(Trabajo con poco presupuesto ಥ‿ಥ)