Xiao Zhan se encontraba terminando de guardar sus cosas para el viaje del día siguiente, se alejó de su cama cruzando los brazos sobre su pecho y suspirando.
— Siento que se me olvida algo...
Susurró tocando sus labios con su índice.
— Ah, bloqueador, bloqueador. Se me olvida el... ¡AAAAH!
Gritó retrocediendo y colocando una mano en su pecho.
— Xiao Zhan-ge.
— ¡HaoWei! — llamó con enojo. — ¡¿Pueden tú y Xiao You simplemente aparecer como fantasmas normales?! — preguntó soltando un jadeo con enojo.
— Lo siento... Pero tengo algo importante que decirte.
Zhan suspiró.
— ¿Qué es? — preguntó con cansancio desviando su atención para buscar su bloqueador solar.
— Recordé... Recordé algo.
Zhan levantó su mirada y la fijó en el fantasma.
— ¿Qué recordaste?
— Yo, estaba con alguien, era, cómo una cita y estábamos bailando. Entonces... Yo le dije que sabía que estaba engañandome con otro chico-
— Espera, para ahí un momento. ¿Tuviste... Novio? — preguntó con su ceño fruncido.
— Al parecer, sí.
— ¿Y te engañó con otro chico?
El menor asintió suspirando.
— Al parecer, sí.
— ¿Qué más sucedió?
Está vez, sí estaba prestando le atención, dado que se sentó en el filo de su cama y palmeó a su lado para que HaoWei también lo hiciera.
— Mmm, recuerdo que en ese momento recordé haberlo visto con alguien más, y él dijo que podía estar tranquilo, que iba a terminar conmigo pronto... Y lo mandé al infierno y me fui. Eso es todo.
— ¿HaoWei, recuerdas como se veían?
El menor negó y Zhan sintió como la desesperanza comenzaba a hacer acto de presencia
— Pero...
— ¡¿Pero?! — preguntó con ilusión.
— Pero recuerdo que el chico que decía ser mi novio, se llamaba Dan.
— ¡¿Se llamaba Dan?!
"Esto es increíble"
— Mhn, se llamaba Dan, era un poco más alto que yo, y su voz era, algo profunda. También creo que era mayor, pero no estoy seguro.
— ¿Estás conciente que esto que me estás contando es algo inmenso?
— ¿Inmenso? — Zhan asintió. — ¿Inmenso por qué?
Zhan rió.
— Porque Yibo recordó que siempre salias con alguien llamado Dan, y tiene una sospecha que Kenji es Dan. Tu hermano está tratando de averiguar si su suposición es real.
HaoWei bajo su mirada y su semblante se mantuvo algo serio.
— Mi hermano... — dijo en voz baja perdiéndose en el llamativo piso.
— ¿Oye, qué sucede? ¿Por qué te pones así?
— ¿Así cómo? — lo miró de soslayo.
— Así... Serio. Tú no eres una persona naturalmente seria, por general eres sonriente, pero estás así desde que descubriste que Yibo es tu hermano. Incluso te desapareciste por días sin dar noticias sobre tu paradero. ¿Crees que eso es normal? ¿Qué sucedió cuando te enteraste de la verdad?
El menor se quedó en silencio mirando el piso y suspiró frustrado.
— ¿Si te dijera que no lo sé, me creerías? — cuestionó mirándolo a la cara. — No sé que me sucede, solo tengo este... Este enojo que ni siquiera sé por qué apareció en primer lugar... Cuando escucho a alguien decir su nombre o diciéndome 'Tu hermano', me enoja.
Zhan frunció su ceño, no estaba comprendiendo nada, se suponía que en cuanto se enterará de quién era su hermano debería sentirse feliz y poder descansar en paz, en su lugar, se sintió enojado y sigue a su lado. Era muy extraño, y eso solo le podía dejar una sola opción.
— ¿Sabes qué? Pienso que tal vez tu último deseo no era despedirte de tu hermano, era algo más.
— ¿Algo más, cómo qué?
— No lo sé, quizás, es una de las razones por la cuál estás enojado sin razón, puede ser que hayas jurado algo. O, tuviste un rencor muy grande contra él.
— Para mí todo es demasiado raro y confuso, ni siquiera puedo pensar correctamente.
— Está bien, dejemos este tema a un lado por el momento. Mejor cuéntame a dónde fuiste.
El fantasma pasó una mano por su cabello revolviéndolo despacio.
— Sinceramente, estuve en la casa de alguien.
Al escuchar esto, Zhan frunció su ceño haciendo una mueca de confusión.
— ¿De quién? — preguntó con incredulidad.
— No sé. Lo conocí un día en la azotea y comenzó a hablar, y... Me hice pasar por... Creo que era su novio.
— ¡¿Que tú hiciste qué?!
— ¡Él sintió que estaba allí y creyó que yo era un tal Kun!
— ¡¿Y le seguiste el juego?!
— ¡Pues...! ¡Pues no le ví nada de malo que quiera despedirse de su novio!... Aparte, lloró pidiéndole perdón, y me sentí mal por él. Aunque fue muy raro, bueno, es muy raro.
— ¿Por qué?
— Verás, cuando paso todo esto de lo de Yibo y que yo me fui. En realidad estuve en su casa.
— Acosador.
— ¡Solo tenía curiosidad! Lo que quiero decir, es que él era muy raro.
— Todos somos raros, en qué sentido él es raro.
— Todo el día, bueno, la mayor parte del tiempo en el que estaba libre, se la pasaba viendo series o programas de asesinos y casos y documentales que tengan que ver con eso.
— ¿Qué tiene de malo? Incluso yo veo ese tipo de cosas.
HaoWei suspiró.
— Lo raro es lo que hacía mientras veía esas cosas, la anotaba en una libreta y hacía comentarios como, 'Yo no hubiera hecho eso', '¿Para que se escondía si de todos modos se iba a entregar?' o 'Eso no funciona, tuvo que haber hecho...' y decía cualquier cosas. ¿Tú también haces eso?
Zhan se quedó en silencio.
— Se reía diciendo que los que habían sido atrapados eran estúpidos. También, sé que muchas personas aman las tormentas, pero creo que él es raro, no importaba cuan fuerte era el trueno, ni siquiera parpadeaba y cuando los rayos y relámpagos iluminaban su casa, sonría. Te juro que era aterrador ver eso.
— De acuerdo... Busquemos explicaciones lógicas. Lo de ver series de asesinos y anotar en una libreta, ¿no se te cruzó que tal vez él pueda ser policía o detective?
— Lo primero que pensé fue que era un psicópata — habló serio.
— Te vas un poquito más allá de la realidad ¿sabías? — habló Xiao Zhan negando con su cabeza.
— ¿Sabes cómo se llama?
HaoWei iba a hablar, pero no pudo decir una sola palabra.
— ¿Sabes? Nunca escuché cómo se llamaba.
— Eres un distraído.
— No, no, no. Es que él, nunca lo mencionó, ni escuché a nadie llamarlo por su nombre, tampoco habían documentos en su casa en los que tuviera su nombre escrito.
— Que raro...
— Mhn, es muy raro.
Xiao Zhan y Yibo caminaban hacia la recepción del hotel en donde se quedarían los próximos días. Con una pequeña sonrisa el secretario saludó amablemente a la mujer frente a ellos.
Ya sabía lo que tenía que hacer, no era la primera vez que salía de la ciudad, ni siquiera era su primera vez saliendo del país, por lo que informó sobre sus habitaciones reservadas, pero su sorpresa fue enterarse que en realidad no tenían reservación.
— Eso es imposible, hace unos días llamé para confirmar y me dijeron que todo estaba perfecto.
— Lo siento mucho señor, pero su nombre no está en el sistema. Pero podemos darle una habitación libre. Le repito que, casi todas las habitaciones ya fueron reservadas.
— ¿Cómo que usted... — se detuvo un momento para soltar un jadeo. — ¿Acaso usted no sabe quién es él? — señaló al castaño que estaba a su lado.
— Xiao Zhan. No es para tanto.
— ¿Desean la habitación?
— No, buscaremos otro hotel — dijo enojado tomando su bolso y de paso la mano del castaño.
— Xiao Zhan — llamó siguiéndolo a pasos torpes.
— No es el único hotel aquí. Hay muchos más, y mucho mejores con mejor servicio.
— ¡Zhan! — llamó levantando la voz y haciendo que el secretario detenga su caminar.
Volteó a mirarlo con su ceño levemente fruncido y una mueca de disgusto adornando su rostro. Yibo sonrió y negó con la cabeza.
— Al parecer no eres tan perfecto como los rumores dicen — se burló acomodando su cabello.
— Es que, yo llamé y me dijeron que todo estaba en orden, incluso te lo dije a ti porque eso fue lo que me dijeron. Me dijeron que este hotel era el mejor, pero su servicio es un asco — se quejó cruzando los brazos sobre su pecho.
Esto hizo que el castaño riera con algo más de fuerza. Era la primera vez que veía a su secretario hacer este tipo de rabietas. El perfecto Xiao Zhan que se había creado con el paso del tiempo desapareció dejándole a esta nueva versión de su secretario, y le agradaba.
Últimamente se había comenzado a preguntar si Xiao Zhan era siempre como se mostraba en el trabajo, resulta que no era así.
— ¿Oye, vas a condenarlos por un error? Tal vez pasó algo, uno nunca sabe. Nadie es perfecto y todo el mundo comete errores. Vamos.
Habló tomando la mano del menor.
— ¿A-a dónde vamos?
— A tomar la habitación que nos ofrecieron.
— Pero-
— Sin peros. Estoy de buen humor, pero aun así me encuentro cansado y ya no quiero caminar, aparte, ya estamos aquí.
Hablaba mientras arrastraba a Zhan consigo al igual que su secretario lo había hecho con él hace unos momentos. Al entrar de nuevo al hotel, Yibo obligó a Zhan a quedarse sentado en una de las sillones que habían cerca.
Xiao Zhan solo podía ver a lo lejos como su jefe hablaba con una sonrisa en su rostro, el hombre se veía tan amable, que cuando se dio cuenta, Yibo ya se estaba acercando a él con una llave en su mano y una sonrisa plasmada en su rostro.
— Tenemos habitación — habló levantando su mano dejando ver la llave.
— Pero-
— Ya basta de peros Xiao Zhan... Solo relájate, vayamos a la habitación a descansar.
— ¿A la habitación?
— Solo hay una habitación, pero tiene dos camas así que, como lo dijiste ese día de tormenta que me quedé en tu casa. Solo compartamos.
Dio media vuelta comenzando a caminar hasta el elevador, mientras que Zhan solo podía ver como se alejaba. Tomó su bolso y le siguió el paso.
Una vez, ambos estuvieron en el elevador, el pelinegro solo pudo bajar su mirada y suspirar.
Estaba estresado, aún no le había dicho todo lo que HaoWei le había contado, aún no le había dicho que HaoWei volvió a aparecer. Y sinceramente, había estado sobre pensando demasiado las cosas, y esto lo volvía algo irritable, peor si las cosas no salían como las había planeado.
Pero sabía que ahora tenía que hacer algo también, varios secretos y pistas estaban comenzando a salir a la luz y personas estaban comenzando a cruzarse en sus planes y están de alguna manera, relacionadas con la muerte del hermano menor de Wang Yibo.