05 Enero 2095.
Tal como había prometido Shadow, su mensaje llegó a primera hora.
Eran las 6 de la mañana cuando el messcreen recibió un mensaje de su parte, en él había solamente un nombre y una foto, nada más, aparentemente nosotros debíamos hacer el trabajo de investigación y búsqueda, lo cual en realidad era algo bueno, si Shadow nos hubiera dado la ubicación del sujeto, todos iríamos al mismo tiempo y la verdad, no quería encontrarme con él resto de "participantes"
Más bien, no quería encontrarme con "él".
Salí de casa minutos después de recibir el mensaje, había realizado una pequeña búsqueda en redes sociales pero no arrojaron ningún resultado, por lo cual el trabajo se hacía más difícil, aunque divertido a la vez. Aunque deseaba tomarme el asunto con calma, sabía que no era opción, debido a que esto era una carrera para ver quien ganaba, por lo que recurrí a la vieja confiable, visitar lugares de mala muerte para preguntar por el sujeto, lo cual pese a sonar absurdo, era la manera más fácil de dar con alguien.
"Dark Church" era el nombre de un club que pocos conocían, estaba situado en la zona más deteriorada de la ciudad entre la inmundicia de los pobres, era un lugar que reunía a lo peor de la gente, el lugar perfecto para personas como yo.
Antes de llegar me coloque un cubrebocas, si bien no tenía problema en enseñar mi cara a quienes asesinaba, definitivamente no lo haría con la gente loca que frecuentaba ese lugar. Conocía a uno de los guardias que cuidaba quienes ingresaban, por lo cual él solo necesito ver mi vestimenta y mi cabello para reconocerme. Después de giñarme un ojo y comerme con la mirada, él me dejó entrar, este era el lugar indicado para encontrar información, por lo cual había valido la pena coquetear y dejarme toquetear un poco por el guardia idiota.
Tan solo entrar el aroma traspaso el cubrebocas mareandome al instante, una mezcla de humo de cigarrillos "mágicos", alcohol, sudor y por supuesto el aroma que conocía a la perfección, sangre. Pasando entre la gente logré llegar a la barra, la chica encargada se acercó a mí y alzó su voz preguntándome qué bebería, pero su voz a penas se escuchaba sobre los gemidos de una pareja que literalmente estaba follando sobre la barra al otro extremo. Ignorando aquello me dirigí a la chica otra vez enseñándole la foto que Shadow había enviado, ella comprendió inmediatamente y miró la foto con detenimiento mientras en sus manos sostenía una jarra de cerveza.
— ¡Oh, es Leon! —exclamó la chica por sobre la música y los gemidos— ¿Por qué tienes una foto de Leon?
— ¿Sabes dónde puedo encontrarlo? —cuestione también alzando mi voz para que logrará oírme.
Ella me sonrió, dejo la jarra sobre la barra y se inclino sobre esta acercándose a mi, su mano tocó un mechón de mi cabello y pareció jugar con este mientras me miraba y seguía sonriendo.
— ¿Qué obtengo yo si te lo digo? —cuestiona ella.
Yo sonreí bajo el cubrebocas, tomando su mano la apreté con fuerza hasta oír como se quejaba y recién ahí la solté apartando su asquerosa mano de mi.
— Mejor te digo lo que no obtendrás, una bala justo en medio de esas cejas mal depiladas —respondí tajante.
Ella trago duro, vi en movimiento nervioso de sus manos y luego maldijo rendida, por supuesto, ella sabia que aquí si alguien moría nadie le tomaría importancia ni intentarían ayudar, la prueba de ello era la pareja ruidosa que antes gemia, pero ahora no se oían más, con un ligero vistazo pude ver un cuchillo clavado en las cabezas de ambos, al parecer no solo a mi me había molestado tal sinfonía de gemidos.
La chica finalmente respondió y yo pude salir de ese lugar con un nuevo rumbo. Según las palabras de ella, Leonar Wilter, alias Leo, solía reunirse con su grupo o lo que sea, en la vieja fábrica de Vinos, fabrica que quedó abandonada una vez él gobierno estableció que licores como el vino pasarían a ser propiedad de los conglomerados más adinerados, actualmente conseguir una copa de vino era un lujo, pese a que el sabor era asqueroso debido a la utilización de saborizantes como reemplazo a las uvas, pues estas estaban en escaces, el cambio climático y la contaminación habían terminado por arruinar gran parte de la vegetación, haciendo que las frutas y verduras tuvieran un alza excesiva.
Tras llegar a la fábrica solo hallé un silencio total, lo cual me hizo dudar de estar en el lugar correcto, pese a ello me movi con cautela, el lugar era enorme y oscuro, además de estar repleto de barriles apestando a algo podrido, pero no me quedo de otra que utilizarlos para cubrirme tras oír voces provenir del fondo en el único punto de luz clara.
Mi intención era acercarme con sigilo, pero antes de siquiera dar un paso, una mano se posa en mi boca y soy jalado hasta que mi espalda golpea la pared con fuerza.
En la oscuridad solo distingo una silueta, es alto y su mano ejerciendo presión en mi boca es fuerte, mi primer pensamiento es que se trata de Bunny Killer, pero descarto la idea cuando no veo las orejas de conejo en la silueta, en cambio veo unas más cortas, lo cual me indicaba que el sujeto llevaba una máscara y con la poca luz que entra por las paredes rotas, distingo cabello azul y en su ropa una chaqueta también azulada con un tigre estampado en el pecho sobre la zona del corazón.
— Eres rápido, pero será mejor que no te metas en mi camino, él premio será mío —susurra una voz desconocida, con ello me doy cuenta de dos cosas, uno, se trata de un hombre y dos, es otro de los participantes de este juego creado por Shadow.
Quiero responderle, maldecirlo y golpearlo, pero mientras forcejeo con él siento un dolor horrible provenir de mi muslo, el chico ríe lentamente bajo la máscara y yo caigo al suelo sujetando mi muslo con fuerza para detener el sangrado, por que si, el imbecil me ha apuñalado en el muslo.
Él se voltea con la clara intención de marcharse para conseguir el objetivo, pero antes de poder procesar más, un tipo alto sale de las sombras y se lanza contra él, ambos caen contra unas de las cajas de madera, el estruendo resuena por toda la fabrica y yo solo puedo pensar en lo idiotas que son, a este punto el objetivo debido darse cuenta de nuestra presencia. Y como esperaba así fue, pasos se oyen acercándose y yo me arrastro para ocultarme entre una pila de cajas, con un poco de suerte ellos no notarán el rastro de sangre que he dejado en el suelo.
El sonido de la pelea no tardan en llegar, hay disparos y golpes, puedo ver un poco desde mi lugar, mi mirada cae en él chico alto que había llegado de último, solo distingo cabello ¿Blanco? ¿Quizá plateado? Él sostiene a un tipo del cuello y lo golpea sin piedad, mientras que el de cabello azul yace sobre otro tipo enterrando una navaja en su cuello, me pregunto si es la misma con la que me apuñaló a mi...
Sacudiendo los pensamientos lejos aprovecho el ruido para cortar un trozo de mi camiseta y atarlo en mi muslo realizando un torniquete, el sangrado se detiene momentáneamente, deseo poder ir y matar al objetivo, pero sé que sería suicida en este estado, la puñalada fue profunda y duele como la mierda, lo principal ahora era salir de aquí, aún quedaba mucho tiempo, más objetivos, perder uno no era de gran importancia.
Me intento levantar, maldiciendo cuando mi pierna lastimada sostiene mi peso. El ruido comienza a cesar, no se quien ha ganado, pero de cualquier forma ninguna opción es buena para mi. Sacando el arma de mi bolsillo y soportando el dolor, comienzo a caminar con sigilo hacia la salida, pero justo antes de llegar un fuerte golpe en mi nuca me hace tambalear.
He recibido cientos de golpes así antes, por lo cual me mantengo en pie, únicamente disgustado por sentir la sangre escurrir por mi nuca manchando mi ropa. Cuando volteo para increpar al culpable mi enojo cesa, es un niño, sostiene un bate de béisbol en una de sus manos y con la otra me apunta con un arma, su mirada es feroz, pero logro distinguir el miedo en ella. Sé que no me dejará ir, pero tampoco soy capaz de atacarlo, es apenas un niño de como máximo 13 años, si tuviera mi pierna buena sé que podría evitarlo e irme, pero no es una posibilidad.
Tal vez podría noquearlo, pienso, pero en lo que logre acercarme seguramente recibiré un disparo. Finalmente cuando mi mente parece entrar en conflicto, una explosión llega desde el fondo de la fábrica y en cuestión de segundos el fuego comienza a comerse el lugar con rapidez, el niño frente a mi mira las llamas y creo que esa es mi oportunidad, pero antes de poder hacer algo se escucha un disparo y el cuerpo del niño cae al suelo, es ahí cuando logro distinguir sangre escurrir de su cabeza y un perfecto agujero esta justo en el centro entre su cabello.
— ¿No se supone que los gatos son inteligentes? ¿Entonces por qué tu actúas tan estúpidamente? —cuestiona una voz distorsionada que conozco a la perfección y así mismo mi cuerpo lo hace, pues mi corazón comienza a latir como loco.
Mi mirada lo busca y gracias al fuego puedo verlo más claramente, ahí está esa estúpida máscara de conejo, sentado sobre un contenedor grande, mirándome desde las alturas, el arma en su mano y él balancea sus pies despreocupadamente en el borde del contenedor, como si el lugar no estuviera incendiandose y como si no acabara de matar a un niño, pero claro, por esa razón él era conocido, él fácilmente podría matar a un bebé y su mano no temblará para nada. Es simplemente repugnante.
— ¿Qué pasa gatito? ¿Era amigo tuyo o algo así? —cuestiona, puedo notar el dejé de diversión en su voz.
— Era tan solo un niño... —Digo, él guarda silencio.
Un momento después baja del contenedor de un solo salto y se acerca a mi.
— Si te metes en un trabajo como este no debes dejar ningún testigo, no importa la edad que tenga —dice, su voz es seria e incluso con la máscara sé que me esta mirando fijamente— y ese niño estaba apunto de matarte
La sorpresa llega a mi, ¿Acaso él lo hizo para ayudarme? La sola idea no sonaba nada creíble para mi.
— ¿Cuánto tiempo llevabas ahí? —cuestiono en cambio, pues no lo había visto antes y él parecía demasiado relajado.
— Mmm... el suficiente para verte llegar y ser apuñalado estúpidamente por ese tipo —Declara y la sorpresa puede verse en mi rostro, él había llegado mucho antes que cualquiera de los otros jugadores, incluso antes que yo ¿Pero por qué no había aprovechado de matar al objetivo?— Sentí un poco de lástima ¿Sabes?
Dice, pero contrario a sus palabras puedo notar que esta conteniendo las ganas de reír. Desde el fondo se siente que el techo comienza a caer, así que me muevo para salir de una vez de ahí, notando que él me esta siguiendo.
— ¿Por qué mierda me estas siguiendo? —cuestiono una vez hemos salido de la fábrica, mi dignidad impidiéndome demostrar el horrible dolor que estoy sintiendo en mi pierna tras cada paso.
— Solo me pregunto si ha valido la pena ayudarte —dice, por su voz parece estar pensando— los otros dos que llegaron parecían mucho más ágiles
Aquello me deja pensando, él acaba de admitir que me ha ayudado, cosa contraria a cuando me salvo del agua aquella vez, ahora no ha puesto excusa, además de que tampoco parece tener la intención de matarme. Por sobre todo de eso, me doy cuenta de otra cosa, el idiota no había llegado ahí con el fin de matar al objetivo, él estaba ahí para analizar a la competencia, por esa razón había permanecido en silencio en un lugar alto para poder observar todo y aquello me lleva a otra duda ¿Él sabrá quien ganó?.
— ¿Por qué te interesan mis habilidades? ¿Temes que sean mejores que las tuyas? —cuestiono sin ganas de perder contra él, pero lo que obtengo en respuesta es una estruendosa carcajada.
— Joder gatito, tienes buen sentido del humor —dice entre risas hasta que finalmente se detiene y se acerca a mi hasta inclinarse y ponerme esa fea máscara a centímetros de mi cara— ¿Sabes por qué te ayude? Porque eres lamentable y me divierte ver como sufres, este fue solo el primer objetivo, tan solo imagina lo divertido que será más adelante, terminaras acabado y suplicando por mi ayuda, porque lo sabes ¿No? Hay algo que me impide matarte
Él parece molesto esta vez y en un rápido movimiento su mano suelta mi cuello, lo cual me hace doler debido al golpe que he recibido antes, además de eso, él no esta teniendo ningún cuidado con su fuerza, con mis manos sujeto la suya y presiono con fuerza, pero eso solo hace que él ejerza más contra mi cuello hasta que el aire comienza a faltarme. Con el poco aliento que me queda logro encajar un rodillazo en sus costillas con mi pierna buena y él me suelta maldiciendo.
Jadeo por aire, mi enojo subiendo al igual que mi odio por él, pero cuando lo miro él me está dando la espalda, sus manos están cerradas en puños, se puede notar que está apretando con fuerza.
— ¿Q-qué mierda t-te pasa? —cuestiono con mi voz inestable debido a que intento recuperar el aire— ¿Estás loco?
Él no voltea, pero escucho su voz claramente.
— Debo estarlo
Eso es lo último que dice, para el siguiente momento no puedo verlo más, se marcha perdiéndose de manera sorprendentemente bien en la oscuridad.
Horas más tarde, me hallo llegando a duras penas a una pequeña habitación que tengo lejos de casa para momentos como estos, momentos en los que estoy herido y no quiero llegar y asustar a mi abuela por mi estado. Cuando me miró al espejo estoy pálido, mi ropa llena de sangre y suciedad. Suspirando me desvisto, primero me encargo de la puñalada en mi muslo, debo coserlo, cosa en la que ya tengo práctica, aún así el dolor de hacerlo sin anestesia sigue siendo terrible. El golpe en mi nuca es menor, después de un baño esta deja de sangrar y finalmente estoy limpio, me coloco uno de mis cambios de ropa y me recuesto en la cama pensando en que excusa daré esta vez cuando mi abuela me vea llegar cojeando.
Con un suspiro doy vuelta en la cama pensando en lo que ha ocurrido, sabiendo que será más difícil en el trayecto de estos meses, pero más que verlo como algo malo, lo veo como una manera de aprender, si, aprender para devolverle la puñalada a ese tipo de pelo azul y cerrarle la boca al idiota cara de conejo.