Control: un cuerpo, dos almas...

By leisydiaz14

490K 66.5K 25K

«¿Cómo deshacerse de un monstruo del que te has enamorado?» *-* "The Bible Killer" pasó a la historia como un... More

✘IMPORTANTE✘
✘PREFACIO✘
✘U N O✘
✘D O S✘
✘T R E S✘
✘C U A T R O✘
✘C I N C O✘
✘S E I S✘
✘S I E T E✘
✘O C H O✘
✘N U E V E✘
✘P E R S O N A J E S✘
✘D I E Z✘
✘O N C E✘
✘D O C E✘
✘T R E C E✘
✘C A T O R C E✘
✘Q U I N C E✘
✘D I E C I S É I S✘
✘D I E C I S I E T E✘
✘D I E C I O C H O✘
✘D I E C I N U E V E✘
✘V E I N T E✘
✘V E I N T I U N O✘
✘V E I N T I D O S✘
✘V E I N T I T R E S✘
✘V E I N T I C U A T R O✘
✘V E I N T I C I N C O✘
✘V E I N T I S E I S✘
✘V E I N T I S I E T E✘
✘V E I N T I O C H O✘
✘B O O K T R A I L E R✘
✘V E I N T I N U E V E✘
✘T R E I N T A✘
✘T R E I N T A Y U N O✘
✘T R E I N T A Y D O S✘
✘T R E I N T A Y T R E S✘
✘T R E I N T A Y C I N C O✘
✘T R E I N T A Y S E I S✘
✘T R E I N T A Y S I E T E✘
✘T R E I N T A Y O C H O✘
✘T R E I N T A Y N U E V E✘
✘C U A R E N T A✘
✘C U A R E N T A Y U N O✘
✘C U A R E N T A Y D O S / F I N A L✘
✘E P Í L O G O✘
✘M E S E S A N T E S✘
✘E X T R A: F A M I L I A ✘ Parte 1
✘E X T R A: F A M I L I A ✘ Parte 2
✘E X T R A: F A M I L I A ✘ Parte 3

✘T R E I N T A Y C U A T R O✘

6K 956 282
By leisydiaz14

"Salvo raras excepciones, el hombre criminal fue un niño desdichado, a quien faltaron buenos ejemplos y caricias."

CONCEPCIÓN ARENAL

ERWAN

Narrador omnisciente

Cuando pequeño, Erwan era un niño tímido y callado. No comenzó a hablar hasta pasados los 4 años de edad. Su madre siempre le leía un libro infantil antes de dormir, impulsando a su imaginación y a su cerebro a formular palabras, pero ella solo conseguía débiles balbuceos de él.

Su primera palabra fue «libro», debido a su amor por los libros. Luego de eso vino «mamá» y todas las demás las fue aprendiendo poco a poco, con mucha más lentitud que los chicos de su edad.

No tuvo una infancia difícil. De hecho, debido a su incapacidad, sus padres les pagaban a tutores para que recibiera las clases en la comodidad de su hogar. No querían que su niño pequeño, fuera víctima de burlas o recibiera bullying.

Era un niño feliz, pero toda felicidad tiene un final, y para Erwan lo fue el día en que su madre tuvo un ataque al corazón y falleció.

Ella era una mujer joven, apenas rozaba los cuarenta años de edad, pero la muerte no conoce de edad, ni de fecha en un calendario; cuando a alguien le toca morir, no hay dios que lo ayude.

Era un niño y no sabía lo que significaba morir. Solo era consciente de que no iba a ver a su madre nunca más y, a partir de ese momento, las pocas palabras que había aprendido a formular, más nunca salieron de sus labios. Ya no reía, ya no cogía un libro en sus manos, ya no se emocionaba.

—¿Qué le pasa a mi hijo, doctora? —le preguntó el padre del chico, a la especialista en psicología.

—Su hijo tiene mutismo total. —explicó— ¿Ha tenido alguna experiencia traumática últimamente que pueda haber causado el mutismo en él?

Claro que la había tenido. Erwan no llevaba nada bien la muerte de su progenitora y esa había sido su forma de demostrarlo.

Su padre hizo lo posible por tratar a su hijo, pero como nada había dado resultado, llegó un momento en que aceptó que el niño no hablaría más y siguió su vida como si nada. Conoció a una mujer que había tenido un encontronazo con su ex marido en un restaurante mientras estaba de viajes de negocios, y enseguida hicieron match. Se casaron luego de unos meses de comenzar a salir y, la mujer, que se llamaba Amber, se mudó junto a Erwan y su marido.

Para el chico, ella estaba ocupando el lugar de su madre, por lo que no le tenía el mínimo aprecio a la mujer. Su madre había tenido el cabello color caoba, era cariñosa y nunca le hubo alzado la voz; esta mujer era rubia, antipática y todas las noches lo regañaba por cualquier cosa. Él no entendía como a su padre le podía gustar una persona opuesta a su progenitora. Aunque quizás tuviera algo que ver que delante de su marido, ella fuera un angelito en toda regla.

Pero a Erwan todo le importaba una mierda y la ignoraba.

Hasta que un día, mientras el padre del chico estuvo ausente por cuestiones de trabajo, la mujer se cansó de que el pequeño no mostrara reacción ante ella y, llevada por ira, abusó de él.

Comenzó con una bofetada, algunos arañazos, jalones de cabello y terminó con su mano en la zona íntima del pequeño.

Él recuerda que esa noche habló de nuevo por primera vez desde la muerte de su madre, solo para decirle a la mujer: «Stopp. Stopp. Stopp».

El cabello de la mujer le caía en su rostro, sudado y con un olor pésimo. Lloró y se deshizo en lágrimas. Su madre nunca le hubiera hecho algo como eso. Se sintió roto, sucio y usado.

Recuerda también que en cuanto su padre llegó del viaje, corrió a contarle lo ocurrido. El padre se había quedado atónito. Pero no por el relato del niño, sino por el hecho de que había hablado de nuevo. Primero se alegró, lo abrazó; pero al ver que el chico insistía en que lo escuchara, su actitud cambió y lo llamó «egoísta».

El padre no le creyó. Nunca lo hizo.

Lo que sucedió aquella noche, comenzó a repetirse cada vez que ambos se quedaban solos y así fue durante años.

El pequeño se refugió en el estudio. Se vio interesado por la biología. Veía con ojos peculiares el mecanismo del cuerpo humano. Quedó fascinado con la forma en que estaban conformados los seres vivos. Llegó a aprenderse cada sistema, hueso y órgano del cuerpo, todo esto por su cuenta, preguntando a su tutora y saciando su curiosidad.

Pasaron los años y el niño dejó de ser niño. Maduró y su cuerpo lo hizo con él.

La última vez que Amber intentó abusar de él a los 14 años de edad en el salón de su hogar, Erwan supo defenderse. La empujó y la golpeó con el atizador de la chimenea que tenía a mano. Una y otra vez hasta que su cabeza dejó un charco de sangre debajo de ella. La mujer dejó de mostrar resistencia cuando quedó inconsciente.

Erwan sintió algo bueno por primera vez en mucho tiempo: satisfacción. Llevado por la adrenalina, tomó un cuchillo de la gaveta de los cubiertos y abrió el cuerpo de la mujer. Sacó sus órganos, los observó con deleite. Era muy diferente verlos por imágenes a poder tocarlos. Descubrió que las tripas no le gustaban, pero que el hígado le causaba curiosidad, el estómago, en cambio, lo echó a un lado al instante.

Sin embargo, el que más le atraía era el corazón. Aquel órgano latía, y lo hacía durante unos pocos segundos aun estando fuera del cuerpo. Colocó una de sus manos ensangrentadas en su propio pecho y sintió como el suyo propio palpitaba.

No pudo haberse sentido más feliz con la imagen frente a él y con el órgano de aquella mujer que tanto daño le había hecho, envuelto en su mano.

Ese día nació un monstruo.

Cuando el padre llegó a casa, se encontró con la imagen de su esposa abierta en el suelo y la de su hijo ensangrentado jugando a la play en el salón.

—Ya volviste, padre. —exclamó el chico con una sonrisa de oreja a oreja. Nunca lo había visto sonreír así.

Aquel hombre no preguntó, no entró en pánico como hubiera hecho cualquier persona en su lugar. Sino que buscó soluciones.

Contrató a alguien para que se deshiciera del cuerpo y limpiara los rastros de que su hijo había tenido algo que ver. Un escándalo como este, hubiera echado a perder su trabajo y él no quería perder nada más en su vida.

Contactó con un especialista en hipnosis, capaz de eliminar cualquier rastro de maldad en su hijo. Hunter O'Dherty, psicólogo de primera. Tenía buena reputación en su trabajo y en la discreción con la que trataba a sus pacientes.

Al principio, el chico se resistía a asistir a las sesiones, eso solo ocurrió con las primeras; luego, de repente, él solo y, por propia voluntad, iba dos y hasta tres veces a la semana.

Cuando el tratamiento terminó, Erwan creía que Amber había abandonado a su padre, gracias a lo que su progenitor le contó a él y al mundo en general, y hubo olvidado por completo el incidente con su madrastra; al menos eso era lo que creía su padre que sucedió gracias a la intervención del psicólogo.

La verdad estaba muy alejada de eso.

El Dr. Hunter le propuso un trato al joven al comenzar a tratarlo y notar que, gracias a sus rasgos psicóticos recién adquiridos, había sido la única persona capaz de resistirse a su hipnosis.

—Tú matas para mí y yo te enseñaré a ocultar tus instintos asesinos de las personas que te rodean. —exclamó el doctor.

—Solo he matado a una mujer.

—Y yo necesito que mates mujeres. —informó— Solo aquellas que hayan sido capaz de salir de mi hipnosis. No serán muchas.

—No me apetece matar ninguna otra mujer que no sea la que ya he matado. —expuso el chico, encogiéndose de hombros.

—Me dijiste que tu madrastra se interesó en ti y te usó. —el doctor se acomodó los lentes— ¿Qué te hace pensar que será la única?

—¿A qué te refieres? —Hunter obtuvo toda la atención de Erwan.

—Eres un joven apuesto. En el futuro habrá muchas chicas que estén interesadas en ti. ¿Y sabes qué? Todas te van a usar.

Las palabras del doctor habían causado una conmoción en el pelirrojo.

Habrán más... —pensó.

—¿Qué sentiste cuando abriste su cuerpo? —siguió el psicólogo, sin dejarle espacio para que pensara demasiado.

—Sentí que estaba tocando el cielo con las manos. —confesó el chico, recordando la sensación de aquel corazón sobre sus palmas.

—¿No te apetece volver a sentir eso?

—Por supuesto. —no pudo evitar soltar. Ahora sí que estaba notándose interesado.

—Pues, ¿Qué te parece esto? —ambos se mantuvieron las miradas mientras que el adulto hablaba— Matarás a mujeres. ¿Me dijiste que tu madrastra tenía el cabello rubio? —el chico asintió— Pues, matarás a mujeres rubias que muestren interés en ti y les arrancarás los órganos.

—Solo me interesa el corazón.

—Bueno. Matarás a mujeres rubias que muestren interés en ti y les sacarás el corazón. Ese será el perfil de tus víctimas y la forma en que saciaras tus instintos. Te convertirás en un asesino serial.

—Un asesino serial... —las palabras sonaban tentadoras a sus oídos. Si se convertía en lo que el doctor quería, se convertiría en alguien a quién las personas temerían y respetarían.

—Yo te enseñaré a jugar con la mente de las personas y manipularlas hasta el extremo que quieras. —el doctor mostraba una leve sonrisa— A cambio, quiero que de vez en cuando, rompas tu perfil y mates chicas para mí. No preguntarás, solo acatarás mi orden.

—¿Y si me atrapan? Sé que asesinar es un delito.

—No lo harán. Yo te ayudaré a pasar desapercibido.

Y así fue como el monstruo comenzó a desarrollarse. Perfeccionó su técnica y sus métodos. Al disponer de toda la fortuna de su progenitor y de la ayuda de Hunter, se le hizo mucho más fácil salirse con la suya.

Pasaron los años y Erwan ingresó a la Universidad. Se veía con el psicólogo muy pocas veces, solo cuando este lo requería. Cada vez que alguna chica rubia, le miraba, se le insinuaba, o hacía cualquier mínimo acto que él considerara coqueteo; el pelirrojo la estudiaba y decidía si tenía el material para convertirse en una de sus víctimas.

Tenía en su casa una pared en la que rayaba el nombre de cada chica que asesinaba como un recordatorio constante de lo poderoso que era, comenzando por el de la mujer que una vez fue su madrastra.

Los medios lo nombraron como Blonder Jager, nombre que odiaba, pero al cual se había acostumbrado.

Todo iba bien en su rutina, hasta que apareció ella. Leah Blake solo sería una víctima más. Ella le sonrió una vez y sus ojos de colores distintos lo observaron, mientras salía de la universidad y él la fichó al instante. La estuvo investigando por un tiempo hasta que el Dr. Hunter se enteró.

—Debes alejarte de ella. —le ordenó.

—¿Por qué? —Erwan se cruzó de brazos e hizo un puchero. A veces se comportaba como un niño.

—Porque tengo otros planes para ella.

—Pero solo...

—Nada de peros. —sentenció— No la vas a matar. Así que te aconsejo que cambies de objetivo porque Leah pronto estará sentada en esta consulta.

El pelirrojo sabía lo que Hunter hacía realmente con las mujeres en sus sesiones y no quería verse más involucrado en ello de lo que ya lo estaba. Esa había sido una parte del trato de ambos: no implicarse en los asuntos del otro.

Así pues, en contra de su voluntad, hizo lo que el doctor le ordenó.

Camila, amiga de Leah, se le insinuó en la fiesta y él lo tomó como una invitación, así que comenzó a seguirla y la marcó como suya. Ella sería la próxima.

Pero eso no significaba que Leah hubiera salido de su mente. De alguna forma, siempre se veía atraído hacia ella. No dejaba de pensar en aquella chica de cabellera dorada con la que se encontraba cada vez que quería. Le gustaba jugar con ella, le gustaba el rechazo de la chica hacia él, le gustaba observar el cambio en su rostro cada vez que él hacía algo que la descolocaba y, sobre todo, le gustaba besarla.

Hunter le tenía prohibido matarla, sin embargo, con el pasar del tiempo, él quería mucho más que solo eso.

Ella comenzó siendo su presa, pero ahora él quería convertirla en su reina.

✘✘✘✘✘✘✘✘✘✘

¡Holiss!

Aquí estamos de nuevo, en un #MartesDeControl

¿Qué me dicen de la historia de Erwan? ¿Se esperaban algo así? La conexión entre él y el psicólogo. ¿Qué les pareció? Este personaje a mí, en lo personal, como su creadora, me encanta. Me gustan los locos, ¿qué puedo decir? jajaja

Les dejo esta ilustración de Erwan para que flipen

Nos vemos en una semana. Os amo.

XOXO Killer Lady

Continue Reading

You'll Also Like

1.6K 70 5
Escrita con sangre, armada con espinas y bañada en mentiras...
54K 838 9
Sinopsis. Alexander acaba de ser rechazado por su novia de más de dos años, se siente devastado, para él la vida ya no tiene sentido, la mujer que am...
19.9K 1.1K 11
Cuando tenias 8 años tenias una vecina de tu misma edad en tu vecindario pero ella no paraba de hacerte bullying y cuando te mudaste a otra ciudad, E...
24.8K 2.9K 35
Amanda es feliz junto a su esposo, sin embargo, su perfecta y maravillosa vida se empieza a desmoronar a medida que su nuevo jefe; Julen Black, hace...