Severus y Blix llegaron mediante aparición a un pueblo que se encontraba a 40 kilómetros de Londres, el nombre de este pequeño pueblo donde habitaban solamente 25 mil habitantes era Hertford, un pueblo bastante acogedor, si bien era casi en su totalidad un pueblo muggle, los dos visitantes sabían que el castillo que se ubicaba en la sima de la colina y el cual a la vista de cualquiera estaba destrozado, era el ingreso para toda persona perteneciente al mundo mágico, Severus y Blix caminaron por las calles llenas de adoquines mientras se cruzaban con varios niños jugando en bicicleta y a la pelota, y estos miraban por unos segundos a los visitantes con interés para luego volver a sus actividades; ambos hombres notaron que no había coches en ese lugar, lo cual les pareció raro ya que los muggles en lo único que se movían en su mayoría era en coche, varios metros más adelante notaron que había un cartel con la advertencia de que estaba prohibido ingresar con un coche, en ese momento entendieron la pregunta silenciosa que había estado rondando por sus cabezas, siguieron caminando por el largo sendero de tierra. Cinco minutos después lograron cruzar las salas de protecciones que indicaban que habían ingresado nuevos visitantes al lugar, caminaron vario metros más y lograron llegar a la puerta del castillo, la cual estaba custodiada por dos hombres con máscaras de Mortifagos, al reconocerlos los dejaron pasar, ninguno de los dos hombres sabían dónde se estaban metiendo, pero al parecer el lado oscuro era quien manejaba ese pueblo bajo en las afueras de Londres, y por lo que sabían el condado de Hertfordshire tenía su propio gobierno, eso es lo que le daba más sentido a que el ministerio no quisiese ingresar allí, porque sabían que era un lugar impenetrable y de hacerlo tenían todas las de perder. Al ingresar se encontraron con que dentro del castillo era todo demasiado sombrío, muy oscuro y sucio -"hace falta una buena limpieza"- pensó Severus, en cambio Blix, quien tenía más años que Severus en el mundo de la oscuridad miraba todo con interés, no le importaba la suciedad de lugar; ambos hombres notaron la cantidad de magia negra que había en el aire siguieron caminando por el largo vestíbulo, se cruzaron con más Mortifagos de los que sus manos podían contar, lo cual les sorprendió, pero estaban más que seguros que la gran mayoría de Mortifagos refugiados allí eran a los que estaba buscando el ministerio y que sabiendo donde estaban, pues seguramente era de gran conocimiento que los Mortifagos se escondían allí, no se atrevían a buscarlos porque temían tener las de perder, una vez encontrado la puerta trasera salieron por allí y vieron varios departamentos con números, seguro que esos eran más que departamentos, pues los sangre pura solamente drogados vivirían en una pocilga, el número que debían buscar era el 127, asique caminaron al menos un buen rato más, ni siquiera sabían a quién iban a encontrar detrás de esa puerta, ellos solo estaban haciendo lo que el Lord les había mandado a hacer, como la mayor parte de su vida.
Severus caminaba bastante apresurado, pues quería regresar con su pequeño compañero lo antes posible sabiendo aun que su padre no era un inepto y que el menor estaría muy bien con él, pero los sentidos protectores de Severus no lo dejaban razonar con todo su cerebro, Blix por el contrario sabía perfectamente porque el Vampiro estaba caminando tan apurado y prácticamente lo arrastraba por todos esos departamentos, le causaba bastante gracia y más tarde le compartiría el recuerdo a Lord Lestrange, se reirían un rato y molestarían al pelinegro con la sobreprotección que tenía con su sumiso, pues era de conocimiento general las prácticas sexuales que llevaban esos dos, y no es que los molestase, pero no estaba de más saber cierta información para cuando fuese necesario molestar a los dos, en especial era Belatrix quien molestaba al pequeño Harry, Rodolphus y Rabastan por otro lado eran quienes molestaban a su hermano adoptivo con las prácticas sexuales, hasta se podía escuchar de vez en cuando a Rodolphus pidiéndole consejos, artefactos y demás cosas a Severus para estar con Belatrix a solas.
El numero 110 era el último que Blix había leído cuando Severus con sus pasos rápidos lo obligo a apurarse, los Mortifagos que se cruzaban prácticamente huían de la vista de Severus, pues la gran mayoría eran de las filas bajas y sabían por los mayores que no había que estar del otro lado de la varita del hombre si no querías morir de una forma lenta y dolorosa, además de que serias puesto como una obra de arte de colección.
Cinco minutos después se encontraron frente al departamento 127, ambos hombres subieron los cinco escalones hasta la puerta de entrada y tocaron con los nudillos para avisar su llegada, esperaron y nada, volvieron a tocar, esperaron y nada, ambos hombres se miraron entre ellos y decidieron irrumpir en la casa sin remordimiento alguno, con un Alohomora la abrieron e ingresaron, dentro del departamento estaba todo oscuro, con un Lumus saliendo de ambas varitas los hombres miraron a su alrededor dándose cuenta que no habían estado tan equivocados con respecto a los pequeños pero extraordinarios departamentos, había una sala, una pequeña cocina comedor, un vestidor y un dormitorio; en la casa no se escuchaba ruido alguno, y tanto Severus como Blix sabían que no podían regresar con las manos vacías porque de hacerlo serian severamente castigados una vez su Lord tuviese su cuerpo nuevamente, un pequeño pero casi imperceptible ruido de caminatas se escuchó por la casa, Severus miro a Blix y asintieron, varitas en mano se separaron y comenzaron a caminar por la casa, Severus apago el Lumus ya que veía perfectamente en la oscuridad y comenzó a caminar con cautela, Blix en cambio se puso contra la pared e iba caminando de a poco, también había apagado el Lumus de su varita pero a él le costaba más ver en ese lugar, minutos después una distracción de Severus con un ruido provoco que se encontrara bajo la varita de alguien que no podía reconocer
-Baja tu varita – Escucho en un susurro la voz de alguien a quien Severus conocía perfectamente, Severus la bajo rápidamente y se giró sin importarle si se ganaba una maldición por ser tan brusco
-¿Barty?- Dijo Severus más que asombrado, pues no está de más decir que creía que estaba muerto
- ¿Severus?- Dijo el hombre de pelo corto y ojos marrones que lo miraban divertido y llenos de locura – Lo siento, es que estoy bajo amenazas aquí y hay que ser precavido – Le dijo con una sonrisa pícara, Severus se acercó a su viejo amigo y se estrecharon en un fuerte abrazo
- Como carajos evitaste el Beso de los dementores, pues te veo y no lo puedo creer – Le dijo Severus notando que para haber estado oculto todo ese tiempo el hombre seguía igual de apuesto que siempre, aunque se preguntaba quien querría estar con alguien con la mentalidad infantil del hombre que estaba en frente suyo
- Pues....- Barty le iba a explicar cuando Blix los interrumpió
- Que bonita escena familiar y de reencuentro pero ahora debemos irnos, el tiempo es oro y nuestro Lord nos necesita – Les dijo dándose la vuelta y caminando hacia la puerta de salida
- ¿Tom?, ¿Está vivo?- Dijo asombrado y tartamudeando por la noticia que acababa de recibir, pues la última noticia que había tenido de él había sido hace unos cuantos años atrás para la adopción de su único hijo
- ¿Tom? Y a ti quien te dio permiso para llamarlo por su nombre, anda vámonos – Le dijo Divertido Severus a un tildado Barty
- Lo voy a matar, pero antes lo voy a castrar y mucho antes de eso estará en celibato por el resto del año- Dijo susurrando enojado el de ojos chocolate, ninguno de los otros dos hombres entendían nada, pero solo dejaron que Barty agarrase la mochila y las cosas esenciales y cerró la puerta al estilo muggle, con una llave, caminaron fuera de la casa y Barty fue a una pequeña casita que estaba en una esquina, donde entrego la llave y aviso de su partida al hombre de turno, quien miro a los otros dos hombre que estaban detrás de él y asintió seriamente, Barty frunció los hombros, se colgó la mochila y comenzaron a caminar rumbo a Malfoy Manor nuevamente.
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En Malfoy Manor Corvus estaba ayudando a Harry a comer un poco de la cena, el joven vampiro al principio no quiso comer nada, pero Corvus lo había convencido, lo cual le costó bastante pues el joven era muy terco, de que cenara algo para al menos llenar su panza y que esta no estuviese vacía; le había pedido al elfo de la casa una sopa liviana y un vaso de jugo-, la sopa la había comido bastante bien y el jugo no le había gustado asique quedo descartado de que la cría lo fuese a tomar, una vez Harry termino la cena Corvus desterró los trastes y arropo a su ahijado para que volviese a dormir un rato más, pues estaba seguro que Severus y Blix no volverían hasta entrada la madrugada y sabiendo el lugar al que tenían que ir descarto enseguida que fuese una misión rápida.
-Tío Corvus- Le dijo medio dormido el menor con la cabeza apoyada en el pecho del hombre y este rodeándolo con los brazos
- Que ocurre Harry – Le dijo suavemente besando el cabello negro y corto del menor
-¿Crees que Sev me quiere realmente?– Le dijo susurrando y sorprendiendo al mayor con su pregunta, Corvus sabía muy bien y de primera mano todo lo que había pasado con los Dursley en la infancia y gran parte de la adolescencia del más pequeño, no le sorprendía del todo entonces la pregunta pero si tuvo la sorpresa de que se lo haya preguntado así no mas
-¿Lo preguntas por algo en particular Harry?- Le dijo suavemente mientras separaba al menor de su cuerpo y hacia que se sentase para poder charlar más cómodos, en ese momento se dio cuenta que los ojos heterocromos del menor estaban brillantes y con lágrimas a punto de salir de esos hermosos ojos
- Es que....- Harry no pudo hablar mucho cuando varias lágrimas ya estaban bajando por su mejilla – Siempre siento que no soy lo suficiente para nadie, yo no es algo que pueda evitar y siento que no sea lo suficiente bueno para Severus y que el por miedo a lastimarme me diga a todo que si – Dijo mientras se pasaba el puño por la nariz y se la limpiaba, Corvus suspiro y atrajo al pequeño vampiro a un abrazo
- Harry, tú crees que sino fueses lo suficiente para Severus este no te abría mandado a volar después de tanto tiempo- Le dijo medio serio y medio divertido – Conociendo a mi hijo como lo hago, este te hubiese mandado a freír papas a los diez minutos, pero no lo hizo sabes porque- Le dijo nuevamente Corvus esperando que el joven entendiese a donde quería llegar
- No lo sé, tal vez sea solo por el excelente sexo que tenemos él es un Buen Amo – dijo Harry con las mejillas sonrojadas al hablar de ese tema con su futuro suegro, Corvus soltó una carcajada ante las palabras de su ahijado
- Eso es muy cierto Harry, y agradezco mucho que hayas querido contarme tus cosas privadas pero no es lo que me interesa en este momento- le dijo Corvus aun soltando varias risitas divertidas ante la respuesta del menor, le parecía bastante interesante la relación que llevaban esos dos, pero no era momento de indagar, tal vez otro día lo haría – Pero me refiero como debes haberte dado cuenta en estos últimos años que las cosas que son de importancia para Severus son solo suyas, nadie las puede tocar y de hacerlo se encuentran con una ira incontrolable; ahora yendo al punto donde quiero ir te hago una pregunta ¿Cuánto tiempo luego de la guerra Severus tardo en marcarte como suyo?- L e pregunto conociendo la respuesta, pero queriendo que el joven se diese cuenta de cuanto le importaba realmente a Severus
-Hummm....... ¿Dos meses?- Le dijo con una tierna cara de duda e ignorancia total
- Eso es una pregunta o una respuesta – Le dijo entrecerrando sus ojos
- Una respuesta de la cual no estoy seguro – Le dijo divertido Harry, Corvus bufo divertido con las payasadas de su ahijado
- Bien, creo que si mis cuentas y mi memoria no me fallan Sev tardo un mes y dos semanas en marcarte, y por tu bien y el de todos ha permitido aun así que tu estuvieses la mayor parte del tiempo en otro lado conviviendo con alguien con quien claramente Severus sabía que en cualquier momento estarías en peligro, muchas veces cuando tu estaba allí, Severus vigilaba a Weasley cuando tú no estabas, sabía que te había estado engañando mucho antes que tú, no te lo dijo porque temía lastimarte y espero a que te dieses cuenta solo y él estuvo allí esa noche cuando lo necesitaste, esa noche cuando te enteraste de los planes de la perra esa, él estuvo allí para hacerte compañía, para evitar que te descubriesen y luego tomo venganza por mano propia, le dejo varios cortes a Weasley y al señor Thomas le quebró una pierna, lo hizo porque eso es lo que hace Severus con la gente que quiere y que le importa, lo hace Harry porque tú le importas, le importas más de lo que te puedas imaginar y estoy seguro que eres tan suficiente para el como para que se enfrente a tu padre por estar junto a ti, asique no vuelvas a dudar de ser poca cosa para él, porque no lo eres, quedo claro – Le dijo Serio el mayor pero con una muestra de cariño en sus ojos que demostraba lo orgullosos que estaba de el por haber dicho lo que sentía, el menor asintió con ojos llorosos a su padrino y se lanzó a darle un abrazo que eventualmente Corvus devolvió – Se perfectamente que todas estas inseguridades que tienes son parte de la desastrosa infancia que tuviste, pero créeme cuando te digo que como familia que somos te ayudaremos a superarlo de acuerdo- Le digo agarrando la cabeza del menor entre el cuello y las mejillas, este asintió repetidas veces, Corvus sonrió y le dio un suave beso en la frente al menor.
Cuando habían terminado de hablar Harry se acomodó nuevamente en la cama para dormir, su cabeza estaba apoyada en el pecho del mayor, quien beso su cabello y dejo que su ahijado durmiese tranquilamente o al menos eso hizo por los siguiente cuarenta minutos, cuando varias pisadas interrumpieron la lectura de Corvus, levanto la cabeza y en su movimiento Harry entreabrió los ojos y se despertó, la puerta fue abierta y por ella entraron al menos seis personas todos hablando en voz alta, Corvus tenía ganas de hechizarlos de no ser porque cuando les iba a decir algo vio a una persona que estaba muerta, o al menos que él creía que estaba muerta, pero antes de poder reaccionar y decirle algo al nuevo visitante, Harry salto de la cama y se lanzó a los brazos del hombre de ojos marrones y mirada divertida
-Papa – Grito el joven y aplasto su cuerpo contra el contrario ignorando las miradas de todos los que estaban allí y siendo ahora ellos dos en esa habitación.