Jūbi

By Adonis_Oscuro

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Una creación brillante, fue como su padre lo vio. Un estorbo, es como su hermano lo llamó. No entendía muchas... More

Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12

Capitulo 6

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By Adonis_Oscuro

Naruto observó fríamente las llamas que cubrieron gran parte del bosque, sus ojos parpadearon en un tenue rojo carmesí por unos momentos.

—Aquí tampoco —dijo con sus ojos vagando por el suelo, donde yacían los cadáveres mutilados de cientos de personas.

Un solo hombre logró sobrevivir a esta matanza, y sus ojos reflejaban el terror que se desbordaba en su ser—. ¡No me mates, tengo información que podría ayudarte! —exclamó con su voz llena de desesperación.

—Habla. —Miró con sus ojos llenos de curiosidad la cara esperanzada del hombre en el suelo.

—Un sujeto vino a verme hace tiempo, me pidió que le entregara unos hombres o niños, me negué y nos atacó. —El rubio se acercó mientras en su mano se comenzaron a reunir partículas de energía azulada y roja, el hombre agitó sus manos deteniendo a Naruto—. ¡Espera!, yo creí que seria una batalla fácil pero la realidad fue que nos derrotó y se llevo a varios hombres junto a muchos niños, también llevaba consigo una bolsa de dulces extraños. —Naruto se detuvo a unos cuantos pasos frente a el hombre.

—De pura casualidad, estos dulces tenían un color negro rojizo —cuestiono el rubio arqueando una de sus cejas.

El hombre asintió frenéticamente varias veces.

Naruto sonrió con su cabello haciendo de sombra, ocultando sus ojos—. Te encontré pequeña mierda —murmuró apretando sus puños, encajando sus uñas en sus palmas extrayendo sangre que bajo goteando hasta el suelo—¿Apariencia? —preguntó con seriedad.

—Pelo largo, color negro, ojos ámbar como de serpiente, piel sumamente pálida y unas extrañas marcas púrpura alrededor de los ojos. —El rubio asintió con satisfacción.

—Eso fue útil —dijo acercándose más.

—Entonces...

Sin decir una sola palabra, Naruto le propino una patada que le arrancó la cabeza al hombre, quien murió teniendo en su cara la expresión de una esperanza que no se cumplió.

—Nunca lo prometí —dijo alejándose del bosque con una mirada asesina en su rostro—. Ahora solo me queda saber quien lo hizo —pensó, sabiendo muy bien que para poder derrotar a estas personas, mínimo tenías que tener algún conocimiento Shinobi. Eso es claro teniendo en cuenta que no los quería matar, sino que se los quería llevar.

Una persona vino a la mente del rubio, cierto ex-compañero Shinobi de su esposa—. Ese pedófilo —murmuró chasqueando sus dientes con molestia.

En un destello amarillo se largo del destruido bosque.

-55 Minutos Después-

El Bijū rubio se recostó en el sofá de su bella mansión, en su regazó se encontraba su hija dormida con la pequeña rubia usando las piernas de su padre como si fuera una almohada.

—Esto debe terminar. —Naruto posó su vista en la entrada de la sala, encontrándose con la mirada penetrante de su esposa, quien se cruzó de brazos y camino hasta el otro sillón, en el cual se dejó caer.

Naruto alzó una ceja—. Uh, de que estás hablando —dijo mirando fijamente a la rubia.

Tsunade frunció el ceñó—. Habló de que debes dejar de poner en riesgo a nuestra hija, tienes que dejar de hacer tus matanzas, estás consiguiendo más y más enemigos. No puedes estar siempre protegiendo a nuestra hija, tarde o temprano cometerás un error que te cueste la vida de mi pequeña... —Naruto alzó su mano deteniéndola de seguir hablando.

—Se a lo que te refieres, mi hija no es débil, solo hay enemigos que son más poderosos que ella... Pero no volveré a cometer un solo error —dijo acariciando el cabello rubio de Aiko con una sonrisa suave.

—No es solo eso, tienes que cambiar para mejor. —Naruto alzó la mirada con sus ojos tornándose fríos y oscuros.

—¿De qué estás hablando?, ¿cambiar?, ¿para mejor?... Creí que cuando nos casamos me dijiste que me aceptabas tal y como era, con mis defectos y virtudes —dijo el rubio con su voz seria haciendo estremecer un poco a Tsunade.

—Y lo hago, en serio lo hago... Pero nuestra hija no puede crecer con un padre como tú, terminaría con problemas psicológicos. Lo que ella necesita es un padre de verdad, que la ayude y le demuestre cariño, no que la llevé a comenzar masacres a los pueblos —dijo la rubia mordiéndose el labio con un pequeño temblor en sus hombros.

Naruto apretó sus dientes—. Eso crees —murmuró con frialdad.

La rubia se froto el antebrazo izquierdo con incomodidad—. No creo, lo sé con certeza —dijo mirando con tristeza la cara del rubio.

—Creí que estábamos bien, que fue lo que cambió —cuestiono volviendo a acariciar el cabello de su hija.

Tsunade suspiro—. Me puse a pensar detenidamente las cosas, acerca de como le irían las cosas a nuestra hija, y los posibles resultados no son muy buenos, o cambias tú o me alejaré con mi hija —habló con sus ojos cristalizándose.

Naruto sonrió con diversión—. HehehehehahaAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA —se rio el rubio con una mano cubriendo sus ojos, que ahora brillaron de un color rojo intenso.

Aiko frunció el ceñó comenzando por abrir sus ojos con una mirada somnolienta, tallándose sus ojos se deshizo de todo el sueño para ver como su querido padre se reía de manera incontrolada.

Los labios de Tsunade temblaron—. Esto no es un juego Naruto.

Calmándose un poco de reírse tanto, el rubio miró con clara diversión a la rubia—. Eso es lo gracioso... Que tu de todas las personas piensa que puede alejarme de mi hija. —Naruto se detuvo al sentir que su hija ya se había despertado, sus ojos azules con un pequeño tinte rojizo observaron con cariño a su pequeña—. Parece que tendré que ausentarme un poco... Está conversación no ha terminado —dijo cargando a la pequeña rubia para después ir subiendo las escaleras hacia la habitación de su hija.

Tsunade suspiro cansadamente con sus manos en su cara.

Naruto arropó a su hija, quien lo observó con curiosidad y un pequeño ceñó fruncido en su rostro.

—Tou-San, Kaa-San y tú estaban peleando —cuestiono Aiko con una mirada molesta.

—No, claro que no, solo estábamos hablando de unas cositas —respondió Naruto dándole un besó en la frente a su hija.

—Hmp, eso espero —murmuró suspirando con sus ojos comenzando a cerrarse por las enormes ganas de dormir que repentinamente le llegaron.

—Lástima que las cosas que planeo, casi siempre son arruinadas o no funcionan como yo quiero —murmuró Naruto con un pequeño suspiro.

Su mirada se volvió seria mientras salía del cuarto de su hija para posteriormente cerrarla con seguro, y colocar su palma en la puerta mientras un montón de Kanjis surgieron para cubrir toda la puerta y habitación de su durmiente hija.

Bajando las escaleras con tranquilidad, el rubio fue recibido por la mirada seria de Tsunade. Caminando en dirección del sofá, se volvió a sentar con su pierna cruzada encima de la otra—. Ahora, es gracioso que pienses que te dejaré alejarme de MI HIJA —dijo con su mirada volviéndose más inexpresiva con cada momento que pasaba.

Mordiéndose el labio inferior, la rubia suspiro con tristeza—. Es por eso que quiero que cambies para mejor, se que no renunciarías así de simple a nuestra hija —dijo con una mirada suplicante.

Naruto se rio ligeramente—¿Cambiar?... No digas estupideces —declaró mirando los ojos bien abiertos de la rubia que solo pudo mirarlo con mucha sorpresa.

—Acaso no amas a nuestra hija lo suficiente como para cambiar por ella —habló Tsunade con sus ojos cada vez más cristalizados por las lágrimas que amenazaban con salir.

—Es obvio que amo a mi hija —respondió Naruto con una sonrisa.

—Entonces porque... porque... porque —murmuró Tsunade con desesperación.

—Porque, ¿Qué? —preguntó el rubio con molestia en su voz.

—¡Porque no cambias por ella!... ¡Por nosotros!... Por mi —exclamó con la última parte siendo un simple susurró doloroso.

Naruto suspiro con una mano masajeando su frente—. Porque no puedo, antes de ser sometido a esa tortura tenía pequeños impulsos asesinos y lujuriosos, pero después del incidente mi cuerpo no deja de tener esas enormes ganas de matar todo, de acostarse con cualquier mujer decente —dijo con una mirada molesta.

—Pero tu puedes controlarte con el Fūinjutsu, algún sello debería ser útil para calmarte y mantenerte bajo control —dijo Tsunade.

Naruto se rio ligeramente—. ¿Crees que no lo he intentado? —preguntó viendo directamente a los ojos de la rubia, quien abrió la boca para hablar pero el rubio se adelantó—. Hice experimentos con mi cuerpo, practique demasiados Fūin en mi cuerpo para mantener todos mis impulsos controlados, pero todos mis intentos fueron simples fallos. Mi cuerpo ya tenía esos impulsos antes, la tortura solo libero aquellos oscuros sentimientos de mi, y ahora están completamente descontrolados, no puedo intentar pasar tiempo con ustedes sin tener las enormes ganas de matar, incluso siendo mi familia no puedo calmarme —dijo con una sonrisa hueca.

La rubia se mordió el labio tembloroso—. Pero como puede no ser posible, se supone que con el Fūinjutsu puedes ser capaz de cualquier cosa, solo el límite es tu imaginación —dijo con la mirada gacha.

—Mi fisiología es muy diferente a la de los humanos comunes, cada que intentó colocarme un Fūin de nivel alto, mis oscuros sentimientos se descontrolan demasiado y el sello se rompe al solo tener contacto conmigo, mis emociones destruyen cualquier cosa que intenté calmarlas y controlarlas —dijo Naruto suspirando con una mano pasando por su revoltoso cabello rubio.

Tsunade con la mirada gacha suspiro con cansancio—. Entonces no tengo opción, me llevaré a nuestra hija lejos de ti hasta que de verdad logres controlarte y ser un verdadero padre para ella —dijo levantándose de su asiento.

—No eres tu quien decide eso —dijo Naruto también levantándose de su asiento.

—Soy su madre, y como tal me la llevaré para que pueda crecer mejor —dijo Tsunade con pequeñas lágrimas recorriendo sus mejillas.

—Y yo soy su padre, te lo repetiré de nuevo, es mi hija y no me alejaré solo porque no puedes aceptar como soy —habló el rubio con sus ojos destellando brevemente en un rojo carmesí.

—¡No entiendes lo que estoy diciendo! ¡No quiero vivir con esto! ¡Sabiendo que en cualquier momento mi hija puede morir solo por estar contigo! —gritó Tsunade sorprendiendo un poco al rubio.

—¡Eres tu la que no entiende! ¡Estando conmigo no le sucederá nada! ¡No hay nadie que sea lo suficientemente tonto como para hacerle algo! —replicó el rubio con una mirada molesta.

—No importa, mi decisión ya está tomada y nada cambiará eso —respondió Tsunade dándole la espalda al rubio para después comenzar por alejarse.

Naruto se acercó por detrás y la detuvo con sus manos en los hombros de la rubia—. En serio piensas que aceptaré esto —gruñó con sus ojos cambiando a un color rojizo.

—No se trata de eso... Mírate, crees que nuestra hija pueda crecer bien sin tener problemas mentales por la forma en que es su padre —dijo Tsunade con seriedad mientras se limpiaba sus lágrimas.

—Esto es lo que soy, incluso desde tiempos anteriores era muy diferente a cualquiera —respondió Naruto con sus manos bajando a las caderas de la rubia.

—Pero todavía puedes cambiar —dijo la rubia con seriedad mientras Naruto se acercó más hasta que su boca quedó justo a un lado de su oreja.

—Querer y poder son dos cosas distintas —respondió Naruto en un susurró que envió escalofríos a la rubia.

Suspirando un poco, Tsunade trató de alejarse pero el rubio la sujetó con fuerza evitando que se fuera—. Tengo que irme, necesito preparar las maletas —dijo volviendo a intentar alejarse, solo para nuevamente ser regresada con fuerza por el rubio.

—Entonces está será la despedida hasta que nos veamos nuevamente —respondió Naruto.

—De que es-MMPH —Naruto la interrumpió con un beso apasionado que la hizo abrir sus ojos, sus manos vagaron por toda la cintura esbelta de la rubia, sin despegar sus manos la giro para quedar frente a frente mientras mordía suavemente el labio inferior de Tsunade, quien ahogó un gemido por el leve dolor placentero por la acción del rubio.

La lengua del rubio ingreso a través de los labios de Tsunade, quien solo cerró sus ojos dejándose llevar por la emoción. Naruto y Tsunade comenzaron a caminar por toda la sala sin despegar sus labios del otro, en su camino fueron tirando alguna que otra cosa. Llegando a las escaleras, Naruto la cargó por su carnoso trasero con la rubia cruzando sus piernas en la cintura del rubio y despegando momentáneamente sus labios.

—Supongo que esto será un adiós —dijo Tsunade con un toque de tristeza.

—Como te dije, aunque te la lleves no será suficiente para mantenerme alejado de mi hija —respondió Naruto con una sonrisa divertida.

—Eso lo se, pero esto lo hago por el bien de ella —dijo Tsunade volviendo a besar al rubio que solo le correspondió el beso con mayor intensidad.

Naruto comenzó a subir los escalones sin dejar de besar a Tsunade, sus manos recorrieron el jugoso trasero de la rubia y subieron comenzando a vagar por su estómago, subiendo más y más empezó por amasar las enormes esferas de carne de la rubia, quien gimió ahogadamente por como Naruto apretó y jugueteó con sus enormes pechos. Llegando a la puerta de su habitación, el rubio la pateó abriéndola de golpe e ingresó en ella, para seguidamente cerrarla de la misma forma y seguir caminando sin dejar de besar a Tsunade.

Naruto se acercó a la enorme cama en la cual bajo suavemente a la rubia mientras él se subía encima de ella con sus manos recorriendo su estómago. Con calma empezó a quitarse la camisa blanca dejando al descubierto su tonificado cuerpo, sus manos bajaron nuevamente mientras besaba a la rubia y le quitaba su camisa también exponiendo sus enormes pechos cubiertos por un sostén de encaje negro.

Acercándose más hasta que sus cuerpos se tocaron, Naruto recorrió las piernas de la rubia con cuidado y suavidad. Volviendo a subir sus manos hasta sus caderas, comenzó por bajarle los pequeños shorts azulados que con ayuda de ella fue más fácil quitárselos dejando ver sus bragas negras que se humedecieron un poco.

—Sabia que a pesar de todo todavía me deseas demasiado —dijo Naruto separándose de los labios de la rubia con una sonrisa divertida por la cara roja de Tsunade.

—Cállate —respondió Tsunade avergonzada mientras se levantaba un poco y besaba con fiereza los labios del rubio, quien sonrío en el beso y lo regresaba con mayor intensidad con su lengua bailando alrededor de la de ella.

Para el placer del rubio, Tsunade le mordió el labio inferior con sus párpados abriéndose mostrando sus ojos llenos de lujuria desenfrenada. Naruto se acercó mas con su pecho tonificado tocando las enormes esferas de carne de Tsunade mientras que con sus manos se bajaba sus pantalones oscuros y con sus pies los empujaba lejos suyo tirándolos en el suelo.

Sus lenguas se enroscaron y bailaron alrededor de la otra, con excitación, Naruto la sujetó por las piernas mientras la levantaba y la subía en su regazo con la rubia sin oponerse y colocando sus piernas alrededor de la cintura del rubio.

Separándose con un hilo de saliva uniendo sus lenguas, Naruto sonrió—. Extrañaré mucho hacer esto —dijo volviendo a juntar su boca con la de ella mientras sus manos recorrieron las caderas de Tsunade y fueron bajando hasta llegar a su jugoso trasero, el cual apretó con firmeza provocando un gemido ahogado en ella.

La rubia no se quedó atrás y con sus manos recorrió el firme y esculpido pecho de Naruto con sus suaves manos, bajando más y más llegó a cierta parte que le tocaba el estómago—. Siempre es una agradable sorpresa saber que esto es lo que remodela todo mi interior de forma agradable —respondió separándose de los labios del rubio por un momento para que con su mano recorriera cierta parte que amenazaba con romper el bóxer de Naruto.

Naruto se rio volviendo a separar sus labios de la rubia—. No es mi culpa que tenga una esposa tan malditamente sexy —respondió besando con mayor intensidad los labios de la rubia, quien solo pudo gemir ahogadamente por como las manos del rubio siguieron apretando su trasero mientras ella seguía estimulando el pene del rubio que había sido liberado.

Las manos de Naruto comenzaron a subir por su espalda hasta llegar a la parte trasera del sostén de la rubia, el cual desabrochó de forma rápida y con sus manos comenzó a quitárselo con ayuda de ella, quien se había separado un poco para darle espacio a Naruto para que le quitará el sostén sin tanta dificultad y con una mano le ayudó a sacarse dicha prenda.

Ahora con sus enormes y jugosos pechos libres, Tsunade observó la mirada hambrienta del rubio que solo intensificó el beso mientras sus manos amasaron las enormes tetas de la rubia que solo pudo gemir ahogadamente.

Tsunade se separó con una mirada cada vez más vidriosa—. Solo hagámoslo hasta el amanecer sin descanso —dijo con sus manos ayudando al rubio a apretar sus enormes senos.

—No hay que desperdiciar tiempo. —El rubio se terminó de quitar su ropa interior que había sido bajada para liberar a su miembro, y con ayuda de su Chakra hizo que dicha prenda de ropa se convirtiera en partículas doradas mientras desaparecía.

Naruto se acercó al cuello de Tsunade y lo chupó y mordisqueó con suavidad, la rubia gimió con sus ojos cerrados mientras apretaba las manos del rubio para ayudarlo a estimular sus jugosas tetas.

—Mhmmmmm.. Ahhh ~ eres tan irresistible —dijo Tsunade con sus caderas meneándose un poco alrededor del rubio mientras su carnoso trasero tocaba la parte inferior de Naruto.

—No por nada te encanta hacer esto conmigo —respondió Naruto mientras su lengua recorría el cuello de la rubia gimiente por como el rubio seguía estimulándola.

Con ayuda de sus manos, Naruto empujó a Tsunade contra la cama mientras sus manos se alejaban de los senos de la rubia para comenzar a quitarle la última prenda de ropa con sus dientes. Unos momentos después, Naruto tenía las bragas de la rubia en su boca sonriente—. Recuerdas aquella apuesta —cuestiono el rubio mirando directamente a los ojos a Tsunade.

—¿Cuál de todas? —preguntó Tsunade con un pequeño suspiro.

—La de que no podía quitarle la ropa interior a nadie con solo mis dientes, pues te toca pagar con intereses —respondió el rubio quitándose la prenda de ropa de la boca con su mano izquierda para después arrojarla hacia atrás directamente al suelo.

—Oh ~ y me obligarás a cumplir —dijo Tsunade con una sensual sonrisa.

Naruto se acercó quedando encima de ella con sus manos a los lados de la cabeza de la rubia sonriente—. Señorita Tsunade tiene que pagarme o me cobraré de manera muy diferente —respondió Naruto con una enorme sonrisa.

—¿De cuál ~ forma hablamos? —preguntó Tsunade con picardía.

—No es necesario que le diga —dijo Naruto besando a la rubia mientras sus manos comenzaban a bajar en dirección de las piernas de la rubia, para que con tranquilidad las fuera abriendo con la rubia gimiendo por como el rubio pasaba sus dedos por las esbeltas piernas de ella.

—Ahhh ~ estoy muy lista para esto —dijo Tsunade separándose del beso con el rubio mientras sonreía y estiraba sus manos por encima de su cabeza sujetándose de la almohada.

—Ya veremos —respondió Naruto alineando su pene en la entrada húmeda de la rubia, quien se mordió el labio al sentir el roce de su parte íntima con la del rubio.

Naru de una sola embestida ingresó la mitad de su miembro provocando un agudo gritó placentero de parte de la rubia—Ahhh ~ Ahhh —gimió Tsunade por las suaves embestidas dadas por el rubio.

Naruto sonrió un poco mientras que sus manos sujetaron las piernas de la rubia, sus embestidas fueron subiendo un poco su velocidad para el placer de Tsunade, quien solo chilló con su mirada enfocada en los orbes cerúleos brillantes del rubio.

Las manos del rubio subieron hasta que toco las mejillas de Tsunade, quien gimió por como Naruto la besó con hambre desenfrenada, sus manos pasaron suavemente por los hombros de la rubia y volvieron a las enormes tetas de ella con un apretón que la hizo gemir en el beso.

Separándose, Naruto sonrió con Tsunade devolviéndole el gesto con uno de sus ojos cerrados por el placer que aumento cuando el rubio ingresó más de su miembro en sus cavernas internas. Sus manos sujetaron a la rubia por sus caderas y aumento un poco más la velocidad de sus embestidas mientras Tsunade se retorcía del placer con su mirada extasiada.

Naruto acercó su boca en dirección de los enormes pechos de la rubia mientras chupaba y mordisqueaba el pezón derecho de Tsunade sin detener sus embestidas, con una sonrisa lamió y chupó el pezón y un poco de su pecho, para después desplazarse hacia el otro pezón y hacerle lo mismo.

La mirada de Tsunade se fue desenfocando con sus ojos cada vez más idos mientras Naruto poco a poco seguía metiendo más de su pene hasta que de una simple estocada viajó hasta tocar la entrada del útero de la rubia, quien sus ojos se cruzaron entre si con su lengua siendo incapaz de mantenerse dentro de su boca.

Naruto separó su boca de los pechos de la rubia para seguidamente atacar el cuello de Tsunade con besos y chupetes que la volvían cada vez más loca del placer.

Tsunade se sintió increíble, ante su mirada pérdida se encontró viendo las estrellas y el espacio mismo sin saber distinguir la realidad del sueño y solo se rio un poco mientras seguía siendo embestida por el rubio.

—Creo que la perdí —murmuró Naruto con una gota de sudor por la cara ida de Tsunade, pero se encogió de hombros y mordió ligeramente el hombro de la rubia sin dejar de embestirla.

Tsunade soltó chillidos y gemidos por la velocidad aumentada con la que Naruto la comenzó a penetrar, y el sonido de bofetadas comenzó a ser escuchado en aquella habitación. El rubio sonrió sintiendo las paredes internas de Tsunade apretarse alrededor de su miembro, su velocidad de por si inhumana aumentó mucho más para el placer de la rubia gimiente.

Sin previó aviso Tsunade se vino mientras soltaba un enorme chillido de placer. Naruto gruñó un poco por como la vagina de Tsunade apretó su miembro mientras sonreía por la cara de la rubia.

—Buen calentamiento —dijo Naruto mientras salía del interior de la rubia, solo para que la volteará con su trasero apuntando arriba y con sus manos la sujeto por las coletas—. Ahora aumentemos la fuerza —dijo penetrando de golpe el coño chorreante de Tsunade, quien chilló con su cabeza levantándose de golpe, solo para volver a caer con sus gemidos aumentando de volumen.

Naruto abofeteó varias veces el carnoso trasero de Tsunade dejando las marcas rojas de su mano, la rubia solo mordió la almohada para ahogar sus gemidos mientras su cabello era jalado por el rubio que la embistió con velocidad hasta que el sonido de bofetadas se pudo escuchar. Sus ojos se desplazaron hacia la parte posterior de su cabeza, la saliva comenzó a salir por la comisura de sus labios y su mirada se perdió en el placer total.

Su cuerpo se movió al son de las embestidas del rubio mientras la cama comenzó a crujir. Naruto paso sus manos por las caderas anchas de Tsunade mientras ambos eran cubiertos por una pequeña capa de sudor que aumentó con el pasar del tiempo.

—Hmmmggg ~ Hmmmmmfffgggg —fue lo único que salía de la boca de Tsunade mientras el rubio gruñía por como Tsunade comenzó a corresponder a sus embestidas con unas propias mientras su trasero golpeaba la pelvis del rubio con unas audibles bofetadas.

Nuevamente las paredes internas de Tsunade se apretaron a su alrededor, pero esta vez el rubio sintió que su clímax se acercaba y aumento la ferocidad de sus embestidas.

—No estaría mal que Aiko tuviera una hermana —gruñó Naruto sintiendo cerca su liberación, que con un último empujón llegó mientras vaciaba su carga directamente en el útero de la rubia.

Un gemido ahogado provino de Tsunade por su orgasmo que aumentó de intensidad al sentir el caliente semen del rubio en su interior. Pasaron unos momentos antes de que el rubio terminará de soltar la última gota de semen en la vagina de la rubia. Suspirando, Naruto se paso el antebrazo por su frente quitando las pequeñas gotas de sudor.

Por su parte, el cuerpo de Tsunade tuvo pequeños espasmos con sus piernas temblando mientras que ella no dejaba de morder su almohada con una expresión de placer puro.

—No hemos terminado —dijo Naruto con una sonrisa divertida por el como la rubia trató de levantarse—. Dijiste que lo haríamos hasta el amanecer, y eso mismo haremos —dijo acercándose por la espalda a la rubia, quien solo chilló ahogadamente por la repentina embestida del rubio.

-Día Siguiente-

Naruto sonrió mientras se ajustaba su camisa, para después colocarse una gabardina oscura y un sombrero de copa negro azulado—. Nos vemos —dijo desapareciendo en un destello dorado, dejando en aquella habitación a una dormida Tsunade.

Un destello dorado hizo acto de presencia en un pueblo en las cercanías de Iwa. Naruto comenzó a caminar con una mirada aburrida ocultando dicha expresión en la sombra que hizo su sombrero.

Sus pasos fueron calmados, aún así atrajo varias miradas de los civiles circulantes a su alrededor, ya sea por su vestimenta o porque en realidad era demasiado alto. Una sonrisa divertida surcó sus labios al recordar que Tsunade en una ocasión le había dicho poste andante por su altura.

Deteniéndose en un edificio que parecía simple, se acercó y con calma abrió la entrada con su mano cubierta por unos guantes de cuero negro, un audible chirrido provino de la puerta por el contacto de la madera. Entrando de forma tranquila, se aseguró de cerrar bien la puerta para después seguir caminando por el lugar, que en realidad parecía un simple bar vacío, pero estaba oscurecido completamente en varios lugares con solo unos pocos lugares con iluminación.

Olfateando el aire, Naruto soltó una pequeña carcajada—. Este lugar huele a culo —dijo con una mirada divertida.

—Tsk, como jodes Naruto —dijo una voz masculina que provino de la Bar Top.

—Haha, solo digo la verdad Naoko —respondió el rubio acercándose a la barra y tomando asiento frente a el misterioso hombre, quien tenía una apariencia de entre 20 a 25 años, cabello negro desordenado, una pequeña barba, ojos cafés y un piercing en su oreja izquierda.

Naoko suspiro—. A que debo tu visita, casi nunca vienes a menos que quieras algo y lo sabes bien no intentes negarlo —dijo viendo como el rubio intento replicar pero se calló al escuchar la última parte.

Naruto metió una mano enguantada en el interior de su gabardina buscando algo, después de unos segundos sacó una foto que lanzó contra la barra ante la mirada curiosa del pelinegro—. Necesito que me busques a esta persona —dijo con una mirada mortalmente seria para mayor curiosidad del pelinegro.

—¿Qué hizo para tenerte tan enojado? —preguntó Naoko mirando detenidamente la foto que había recogido con una mano.

—Ese pedazo de mierda me robó algo —respondió el rubio sirviéndose un trago.

Las cejas de Naoko se alzaron—. No sabía que todavía existieran personas que intentarán robarte, creí que después de lo que paso con la aldea esa nadie más quería volver a hacer algo como robarte cualquier cosa —dijo con sorpresa en su voz.

Naruto bebió todo el contenido de su copa de un trago—. Al parecer no les quedó bien claro, pero este tipo no es normal, supongo que conoces a los legendarios Sannin de Konoha —dijo volviendo a servirse más de su bebida alcohólica en la copa.

—Los que se ganaron su titulo al enfrentarse a Hanzo de la Salamandra y perder de forma humillante —dijo Naoko con un poco de gracia.

—Ey cabrón, sabes que mi esposa pertenece a ese grupito —reclamó Naruto con una mirada molesta.

Naoko se encogió de hombros—. Sabes que me importa muy poco —respondió dejando la foto en la barra.

—Supongo que también te importará muy poco que le haga una visita a tu hermana —dijo Naruto tomando de un trago su bebida, para después sonreír de manera oscura provocándole un escalofrío al pelinegro.

—Mierda, ni se te ocurra hacer algo así maldito hijo de puta —dijo Naoko con la cara pálida—. Solo no hagas nada con mi hermana, que la última vez que le hiciste una "visita" no pude dormir nada —gruñó con una mano en su frente.

—Ya no te pongas como nenita. Harás el trabajo si o no —cuestiono Naruto bebiendo otra copa que se había servido hace unos momentos.

El pelinegro suspiro asintiendo con cansancio—. Sabes que los trabajos encargados aquí siempre se cumplen de cualquier manera —respondió doblando la foto y guardándola en el bolsillo de su camisa.

—Bien, te veo luego —dijo Naruto alejándose, llegando frente a la entrada se detuvo un momento para mirar hacia atrás a el pelinegro con una sonrisa divertida—. Me saludas a tu hermana —dijo abriendo la puerta mientras salía de aquel lugar con una sonrisa enorme.

—Ese cabrón nunca cambiará —murmuró Naoko suspirando con exasperación.

Afuera del edificio, el rubio se rio ligeramente mientras comenzaba a caminar entre una multitud de personas, perdiéndose entre ellas el rubio desapareció en el viento sin dejar rastro alguno.

-Konoha-

Namikaze Minato frunció el ceñó mientras observaba con seriedad a el anciano que se encontraba delante suyo.

—Dices que asesino a un centenar de Shinobis y fue el causante de aquella explosión —dijo el viejo con una mirada seria.

—Por lo poco que pude ver, este tipo es mortalmente peligroso y alguien con un poder extraño para mandar a volar a muchos Shinobis —dijo Minato con su mirada tornándose más fría—. ¿Ha sabido algo de Kushina? —preguntó con voz seria.

El Sandaime Hokage se frotó la frente con cansancio—. No Minato, nadie ha visto a Kushina en los últimos días —dijo levantándose de su asiento para poder mirar la aldea con sus brazos cruzados detrás suyo—. Por lo que solo tenemos 3 opciones, Kushina escapó de la aldea y se convirtió en una Kunoichi renegada. —Levantó su mano evitando que el rubio replicará—. 2, Kushina murió y su cuerpo fue destruido u ocultado. —Minato frunció el ceñó sin gustarle para nada eso—. O 3, Kushina fue secuestrada y está en algún lugar muy bien ocultado —dijo el Kage dándole una calada a su pipa para después soltar el humo.

La mirada del rubio se quedó pensativa—. Lo más probable es que sea la tercera opción, ya que si alguien quisiera matar a Kushina, la tendría difícil y su pelea causaría gran daño así atrayendo la atención de las aldeas Shinobi. Y no creo que a ella le hubiera gustado ser una renegada —dijo Minato con una mano en su mentón.

Hiruzen sonrío con orgullo por el rubio candidato a Hokage—. Veo que lo pensaste muy bien, pero tienes razón en ello, lo más probable es que este secuestrada en algún lugar —dijo regresando a su asiento para posteriormente sentarse.

—Quien sea que lo haya hecho tiene que ser o muy poderoso o tener alguna habilidad para poder vencer a alguien como Kushina de manera fácil —respondió Minato con un pequeño chasquido de dientes.

Hiruzen suspiro—. Puede ser —dijo, ya que no creía que algún veneno tuviera alguna clase de efecto en una Jinchūriki como ella, o si había algún veneno que la pudiera afectar de una manera que la deje fuera de juego.

Minato se quedó muy pensativo—. Espero que Kushina se encuentre bien —dijo con una mueca por no saber como se encontraba.

—No te quemes la cabeza pensando en eso, de seguro está bien, alguien como ella no será asesinada tan fácil —dijo Hiruzen con una diminuta sonrisa sabiendo lo terca que es la mujer.

Suspirando, Minato sonrió un poco—. Eso espero —dijo comenzando a levantarse para mirar de manera seria al anciano Hokage—. Y que haremos con este misterioso sujeto que atacó —cuestiono con una ceja alzada.

—No dijiste que te había dicho su nombre —dijo Hiruzen mirando al rubio que asintió—. Entonces dime cual es y como es su apariencia —habló fumando de su pipa.

—Umm, si mal no recuerdo me dijo que se llamaba Naruto, rubio de ojos azules con marcas en las mejillas. —El Sandaime Hokage se ahogo con el humo comenzando a toser de manera incontrolada por lo dicho por el rubio Namikaze—. Hokage-Sama se encuentra bien —cuestiono mirando como el anciano se golpeaba el pecho para calmar su violenta tos.

—Yo, *COF* *COF*, si estoy bien —dijo Hiruzen un poco más calmado—. Puedes repetirme el nombre y apariencia. —Volvió a cuestionar el Kage pensando que escuchó mal.

Asintiendo, Minato lo miró con una ceja arqueada—. Su nombre es Naruto, cabello rubio como el mío, ojos azules y de marcas en las mejillas —dijo repitiendo el nombre y su descripción.

La cara de Hiruzen se quedó demasiado pálida perdiendo todo el color de su cara, en ella quedó una expresión de miedo por los repentinos recuerdos que azotaron su mente.

Que estupidez llamarte Kami No Shinobi, el único que merece ser llamado así es el tonto Senju, incluso el bailarín de Madara merece ser llamado por ese titulo antes que alguien como tú. —Fue lo dicho por un rubio que miraba la cara sudorosa de un Hiruzen algo envejecido tirado en el suelo con cadáveres alrededor de ellos.

Sandaime-Sama, se encuentra bien —dijo Minato con preocupación por la cara pálida del anciano, quien espabiló saliendo del recuerdo.

—Minato... No sabes la suerte que tienes de salir intacto —respondió el Sarutobi con una mano recorriendo alrededor de su pecho en el que una enorme cicatriz era ocultada por su ropa—. Es hora de que aprendas un poco de historia —dijo el Hokage comenzando a contar una historia para confusión del Namikaze.

-Isla-

En este lugar lejos de cualquier humano, se podía ver como cierta pelirroja se encontraba observando con una mirada molesta a cierto zorro de pelaje naranja mientras una pelinegra se reía detrás del dorso de su mano.

—Estúpido zorro —gruñó Kushina fulminando con la mirada a Kurama.

Cierra la boca sucia tomate con patas —dijo Kurama con una mirada molesta.

—Sabía que debí haber dejado que ese idiota te comiera —declaró Kushina levantando un pedazo de madera afilado.

En tus sueños —respondió Kurama con una sonrisa afilada.

No sabía que los zorros podían soltar ácido por la boca —pensó Mikoto mirando como ella y Kushina se encontraban en ropa interior ya que el pequeño zorro había escupido en su ropa que habían dejado en la mira del solo para que se secará.

—Maldito animal —gruñó Kushina con enojo.

Y soy muy superior a ustedes, malditos monos sin pelos —declaró Kurama con una sonrisa arrogante.

—¡Ya estoy harta!, ¡es hora de cazar zorros! —exclamó Kushina mientras comenzaba a perseguir al zorro naranja, quien había salido disparado en dirección de los arbustos para escapar de la pelirroja.

¡Nunca! ¡los zorros somos eternos y nunca seremos cazados por los tomates con patas! —exclamó Kurama perdiéndose entre los arbustos mientras Kushina lo seguía con un pedazo de madera afilado siendo agitado como si fuera una clase de espada.

—Podría acostumbrarme —murmuró Mikoto con una mano recorriendo sus curvas al descubierto. La tranquilidad de está isla se le hacia muy cómoda.





Está historia continuará.....

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