—Te sacaré los ojos —murmuró Kushina con una mirada fulminante hacia cierto rubio, quien se encontraba sentado en un tronco mientras cocinaba un pescado en la fogata.
—Oye tranquilízate un poco quieres, no te hice nada malo —habló Naruto comenzando a comer el pescado ante la mirada penetrante de la pelirroja—. Esto sabe a porquería —pensó el rubio tragando la comida.
—Si no recuerdo mal, dijiste que me viste desnuda y tocaste mi cuerpo —gruñó Kushina sacando la espada que brillo tenuemente por la fogata.
—Si... Bueno estaba un poco aburrido y solo, además no tenía nada mejor que hacer. —Naruto se encogió de hombros terminando de comer su pescado—¿De dónde mierda salió este pescado? —se preguntó el rubio confundido ya que la pelirroja había ido a pescar, en quien sabe donde.
Kushina sonrío de manera oscura—¿El pescado sabe horrible?, ¿Te sientes bien?, ¿No tienes mareos?, ¿La cabeza no te da vueltas? —preguntó mirando al rubio que se quedó con una expresión confundida por unos momentos.
—No me jodas —murmuró Naruto soltando un suspiro.
—Si, está envenenado —respondió la pelirroja alegremente.
—¿Cómo decirle que los venenos no me afectan? y ¿De dónde mierdas sacó el veneno? —se cuestiono el rubio mirando a la sonriente pelirroja—Si bueno, yo estoy perfectamente saludable y sin ningún síntoma —contestó Naruto con simpleza y una mirada aburrida, causando enojo en la pelirroja.
—No me digas, ¿Curación acelerada o regeneración? —dijo Kushina de manera sarcástica.
—De hecho es regeneración y evolución, pero eso no importa —respondió Naruto dejándose caer en el césped con sus brazos cruzados en su nuca y viendo el cielo oscuro iluminado por estrellas.
Kushina suspiro con molestia—¿Y ahora qué? —preguntó molesta y frustrada.
—No se tú, pero para mi esto es como unas vacaciones —habló el rubio con una sonrisa pequeña.
—Vete al carajo —gruñó la pelirroja cruzando sus brazos.
—Nah, porque mejor no vienes aquí a disfrutar un poco de la vista —dijo golpeando el suelo a un lado suyo.
—¿Contigo?, no gracias pervertido —respondió de forma brusca Kushina.
—Oye, te dije que es para disfrutar la vista, ni que te fuera a violar solo por sentarte a mi lado —dijo Naruto cerrando sus ojos.
Kushina lo miró unos segundos, pero finalmente suspiro de forma resignada con una cara molesta, camino acercándose a lado del rubio y se dejó caer sentándose para posteriormente acostarse y ver las estrellas.
—Ahora si no es mucha molestia... Déjame dormir —murmuró Naruto con sus ojos cerrados.
Kushina bufo mirando su cara con un ceñó fruncido—. Estúpido, idiota, vil ser asqueroso... Sexy, sensual e irresistible rubio... Espera.... ¿¡QUÉ!? —pensó quitando su cara de ensueño y obteniendo una mirada de horror.
—Esto no es real.... Necesito dormir.... Si, eso es... Tener sueño te hace pensar tonterías —reflexionó la Uzumaki cerrando sus ojos preparándose para tomar su descanso. Su respiración de volvió más tranquila con una expresión suave en su rostro.
Naruto abrió un ojo y verifico bien que la pelirroja este dormida. Cuando lo hizo, se levantó y se acercó a ella para comenzar a subir su camisa por encima de su estómago.
Naruto colocó su palma en el estómago de la pelirroja mientras un brilló rojizo salía de dicha Kunoichi, para ingresar en su mano, en la cual una pequeña esfera de color negro se creó. Kushina se movió de manera frenética en el suelo con una expresión de dolor, que cambió a pacifismo cuando Naruto coloco su otra mano en su caja torácica mientras un brillo dorado surgía y calmaba el dolor de la pelirroja.
Al terminar todo, Naruto se fue a una distancia segura, solo para arrojar la esfera contra el suelo que causo una pequeña explosión de humo blanco. Naruto agito una mano quitando el humo, que al dispersarse mostró a un diminuto zorro de nueve colas con un pelaje naranja.
—Maldito Naruto, ¿Qué me has hecho? —gruñó el pequeño zorro con molestia.
—Nada, solo te coloque un Fūin que comprimió tu altura —dijo Naruto sentándose en el suelo frente al Kyūbi.
—¿Para qué? —preguntó con molestia el Bijū.
—Oh para nada, solo quería ver si funcionaría. Me alegra decirte que ahora eres un Chibi Kyūbi, ya no eres el poderosísimo Kyūbi No Yōko —respondió con simpleza el rubio.
Kurama gruñó abalanzándose contra el rubio y mordiendo la mano de Naruto.
—¡AY! ¡Estúpido Zorro! —gritó el rubio Ōtsutsuki con enojo agitando su mano en un intento de que Kurama deje de morderlo. Sin embargo Kurama no lo soltó, así que lo sujeto de sus colas y lo mandó a volar contra un árbol.
Kurama gruñó estrellándose contra el árbol—¡Te morderé mucho más fuerte! —exclamó el Bijū de nueve colas mientras volvía a moverse a gran velocidad en dirección del rubio.
—¡Maldito Kurama! ¡Hoy cenó zorro asado después del pescado! —El rubio esquivo la embestida de su hermano, con su mano derecha lo sujeto de la cara con gran fuerza, solo para estrellarlo de frente contra el suelo creando un pequeño cráter.
—¡No me dolió! —El Bijū de nueve colas salió del cráter con más velocidad que antes. Mordió el antebrazo del rubio que solo gruñó y le arañó la cara con sus garras, para la furia del Kyūbi.
Los dos se vieron a los ojos por unos momentos, solo para reanudar su pelea que ahora en realidad parecían dos animales peleando por la forma en que rodaban por el suelo.
-Día Siguiente-
La pelirroja Uzumaki comenzó a despertarse con una suave sonrisa, que se fue atenuando poco a poco al recordar lo que sucedió ayer.
—Espero que ese idiota no haya hecho nada —murmuró la Uzumaki levantándose para empezar por estirarse.
¡PAM!
¡CRASH!
—¡Muerdes como una mujer! —gritó una voz conocida para la pelirroja.
—¡Cierra la boca! —Esa voz inhumanamente profunda también le pareció un poco conocida, pero no recordaba de donde.
Kushina se fue acercando a donde provenía todo ese ruido, pero el crujir de los árboles la detuvo. Momentos después una mancha naranja cayó frente a ella, seguida de un rubio muy conocido por ella.
—¡Esto no ha terminado Naruto! —gritó lo que parecía un zorro... De nueve colas, la pelirroja se alarmó por esto. No podía ser el Kyūbi, ella misma sabía que se encuentra sellado actualmente en ella, además el Kyūbi no podía tener este diminuto tamaño.
—¡Acércate zorro! ¡Acércate! —exclamó el rubio levantándose con un gruñido.
La pelirroja frunció el ceñó—¿Qué está pasando aquí? —fue la pregunta que hizo la Uzumaki atrayendo la atención de los presentes.
—Esto continuará —murmuró Naruto viendo fijamente al zorro que le devolvió la mirada, el rubio fijo su vista en la Uzumaki molesta con sus brazos cruzados debajo de sus pechos—. Bueno, lo que pasó es que me encontré este animal molesto, al parecer fue abandonado por su madre en esta peligrosa isla —respondió Naruto con "Lástima", para enojo del Kyūbi.
—Y ¿por qué peleaban?, más importante, ¿Cómo es que el zorro habla? —cuestiono Kushina con su mirada en el zorro recostado en el suelo.
—¿Cómo habla?, quien sabe, a lo mejor es un animal evolutivo, o tal vez una invocación. ¿Por qué peleábamos?, bueno eso se debe a que está molesta bola de pelos me mordió —gruñó el rubio sobándose su antebrazo con marcas de mordidas, Kurama le envió una sonrisa arrogante, la acción del zorro le sacó una vena de enojo a Naruto.
Pero luego sonrió oscuramente poniendo un poco nervioso al pequeño Kyūbi—. Que tal si desayunamos zorro a la parilla. —Naruto miró a Kushina con una media sonrisa.
—¿Estás bien de la cabeza? —preguntó la Uzumaki obteniendo una mirada seca del rubio—. Mejor no me respondas, creo que ya se la respuesta —murmuró mirando la cara sonriente del Ōtsutsuki rubio.
—No se, la última vez que alguien me pregunto eso, le rompí las piernas y le hice ver como me comí a su hermana.... Literalmente —contestó Naruto para incomodidad de la pelirroja que su cara se tornó verde al imaginarse la escena.
—S-si era mejor cuando no sabía eso —dijo Kushina dándose la vuelta para alejarse del rubio.
Naruto la siguió unos pasos por detrás suyo con el zorro naranja que se había subido a la cabeza del rubio—. Dime Kurama, no estás molestó por tener frente tuyo a tu antigua contenedora y no poder matarla —susurró el Bijū rubio de manera divertida a su hermano enojado.
—Si ya sabes la respuesta para que abres el hocico —gruñó Kurama encajando sus garras en la cabeza del rubio.
—Ay baboso, eso es molesto —dijo Naruto agarrando a Kurama por su pelaje y bajarlo de su cabeza hasta tenerlo frente a su cara—. Te comería en una parilla para asarte, pero no lo haré porque se que sabes donde están mis drogas —susurró fulminando al Kyūbi con la mirada, pero solo obtuvo una sonrisa arrogante de este.
—No te diré nada.... Además, solo por eso me sacaste de mi Jinchūriki, para decirte donde oculte esas cosas, eres un bastardo al que no le importo por lo que veo —gruñó el zorro desviando su mirada.
Naruto frunció el ceñó—. No es eso. Es que no sabes lo que esas cosas hacen. —Trató de explicarse recibiendo una pequeña mirada de reojo de su hermano, pero no obstante prestó atención a lo que diría el rubio—. Mira, esas cosa yo mismo las creé en base a mi Chakra oscuro, eso las vuelve adictivas, dañinas y también provoca un aumento significativo en las habilidades tanto físicas como mentales —terminó de hablar mientras Kurama se confundió un poco.
—Y porque carajos las quieres, digo no es como si necesitarás un aumento en tu poder, o ¿si? —preguntó Kurama con una ceja alzada.
Naruto suspiro—. No lo entiendes, para mi esas cosas son como dulces sin ningún efecto. Pero para los humanos, para ellos es como si todo su poder se disparará hacia nuevas alturas —habló con una mirada seria—. Te lo pondré de esta manera. Imagina que un niño civil sin nada en especial obtuviera mis caramelos que te dije, se los come y el dulce hace su efecto. Ahora este niño que consumió eso, tendrá el suficiente poder para plantarle cara a un Shinobi de nivel Kage sin ningún inconveniente, salvo tal vez por la experiencia —explicó obteniendo una mirada inexpresiva del zorro, hasta que abrió sus ojos en shock al darse cuenta.
—Carajo, si un maldito niño sin valor puede tener ese nivel con una de esas cosas, un jodido Jōnin se volvería alguien parecido a una leyenda, y si un Kage lo obtiene... ¡Oh! ¡Esa mierda los volvería dioses entre humanos! —Kurama se puso pálido entendiendo la situación, un escalofrío recorrió su cuerpo pensando en cierto Uchiha consumiendo una de estas cosas, y la sola idea le provoco algo de pánico.
Naruto asintió con una diminuta sonrisa—. Veo que lo entiendes —dijo con calma, que se fue para dejar una expresión de furia total—¡Ahora si maldito pulgoso! ¡Dime donde escondiste mis drogas bastardo! ¡Eso es mi droga! ¡Escuchaste! ¡Mi jodida droga! ¿¡Dónde la escondiste!? ¡En tu culo! ¡Responde antes de que meta la mano por donde no te da el sol! —Naruto sacudió a Kurama como si fuera un muñeco de trapo mareando al Bijū en el proceso que se puso verde por la zarandeada que le dio el rubio.
—¡Deja de sacudirme idiota! ¡Hazlo antes de que decida quemar tus dulces! —exclamó el zorro que fue dejado en el suelo después de su grito.
Naruto se cruzó de brazos —¿Y bien?, ¿Dónde la escondiste? —preguntó mirando con seriedad la cara mareada del pequeño Kyūbi.
Kurama se tomó un momento para respirar y quitarse el mareó—. La escondí en una cueva —respondió con un poco de nervios.
Naruto enarco una ceja—¿De qué país o pueblo? —preguntó con calma.
Kurama murmuró algo que fue inaudible para Naruto, aún con sus sentidos inhumanos.
—¿Kurama? —cuestiono con una mirada calmada.
Kurama suspiro resignado—Konoha. —La respuesta obviamente no le agradó ni un poco al rubio.
—¿Es una jodida broma? —cuestiono mirando a su hermano que negó—. De todos los lugares, en serio Konoha, ¿Por qué? —preguntó con una mirada fría.
—Es obvio que nunca irías a ese lugar, por eso la oculté ahí. —Kurama observó la mirada muerta de su hermano, y vaya que le provocó un pequeño escalofrío.
Naruto suspiro masajeando el puente de su nariz—. Bien.. Tendremos que hacer un viaje a Konoha para recuperar mi droga. —El rubio sujetó a Kurama por su nuca y lo miró de manera seria—. Y cuando eso acabe, tu y yo hablaremos seriamente sobre no tomar mis cosas —gruñó Naruto con sus ojos afilándose de manera animal.
Kurama bufo—. Si, si lo que sea. —El Kyūbi fue jalado por su pelaje, siendo alzado y colocado nuevamente en la cabeza del rubio.
—Ahora... ¿Dónde se metió esa pelirroja sexy? —preguntó observando a su alrededor en busca de la Uzumaki, sin encontrar rastro alguno de ella.
Kurama se recostó en la cabeza del rubio con sus patas cruzadas debajo de su barbilla—. De seguro escapó de ti por decirle eso de comerte a alguien —dijo con diversión destellando en sus ojos rojos.
Naruto se palmeó la cara—. Que molesto... Mejor iré a ver a esa mujer —murmuró comenzando a correr por el bosque.
—Mi querido sueño, al fin vienes a mi —pensó Kurama cerrando los ojos y durmiendo con una pequeña sonrisa.
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Una mujer de cabello negro, figura curvilínea y de expresión molesta. Caminó por el espesó bosque de la isla. Claramente no tenía idea de porque se despertó en este lugar, o si en realidad esto es real o una simple ilusión. Pero parecía que este lugar es muy real.
—¿Dónde estoy?, y ¿Qué le pasó a mi Chakra? —se pregunto la azabache con una mirada molesta clavada en sus manos, que se abría y cerraba en puños.
—Cielos, como pudiste escaparte mujer. No podías esperar un poco más antes de querer salir a explorar la isla. —Esa voz detuvo a la pelinegra, que volteando se encontró con un rubio de curiosas marcas en sus mejillas y un zorro naranja encima de su cabeza, si era honesta consigo misma, el rubio se parecía un poco a cierto amigo rubio suyo.
—¿Quién eres? —preguntó mirando con cautela a él recién llegado.
—Caray, no se supone que se tienen que presentar antes —cuestiono provocando un diminuto rubor de vergüenza en las mejillas de la pelinegra—. Meh, da igual. Soy Ōtsutsuki Naruto, y es un gran placer conocerte Uchiha Mikoto —respondió con un encogimiento de hombros, pero la pelinegra se puso seria porque en ningún momento se presentó y no tenía idea de como sabía su nombre.
—¿Cómo sabes mi nombre?, ¿Dónde estamos?, Y, ¿Por qué no puedo usar mi Chakra? —preguntó Mikoto con una mirada seria, sin su Chakra, el porcentaje de escapar se redujo considerablemente.
—Tu nombre lo mencionaron unos hombres que te trajeron, estamos en una isla al otro lado del mundo, esté lugar tiene una barrera muy poderosa que impide el uso de Chakra y esa es la razón del porque no puedes usar tu Chakra. —Naruto de forma aburrida se recargó en un árbol con los brazos cruzados.
Mikoto alzó una ceja—¿Unos hombres me trajeron a este lugar? —cuestiono recibiendo un asentimiento de parte del rubio—¿Cómo eran ellos? —preguntó con curiosidad pero sin bajar su guardia.
Naruto colocó una mano en su mentón en una pose pensativa—. Pues tu amiga pelirroja me dijo que este hombre es un tal Danzō Shimura —mencionó el rubio observando la cara conflictiva de la pelinegra.
—¿Kushina también está aquí? —murmuró Kushina con una mirada confusa.
—Si, al parecer también fue dejada en esté lugar por los mismos hombres —respondió acercándose a la azabache, quedando frente a ella sonrío un poco—. Que tal si me ayudas a buscarla —dijo mirando los ojos ónix de Mikoto.
La Uchiha se quedó pensativa, y asintió un poco—. Bien, te ayudaré a encontrar a Kushina, pero luego de esto me ayudarás a encontrar la forma de escapar de este lugar, ¿trato? —Estiró su mano derecha que fue tomada por el rubio, quien beso el dorso de su mano con una media sonrisa.
—Claro como el día, My ~ Lady —dijo Naruto con una voz seductora, ganando un pequeño rubor de parte de Mikoto.
La azabache retrajo su mano cuando fue soltada—. Si b-bueno hay que encontrar a mi amiga —respondió tosiendo un poco para calmar sus nervios.
Naruto comenzó a caminar, ingresando al bosque—. Sígueme, tenemos una tomate que encontrar —habló con diversión.
Mikoto se rio ligeramente—. No dejes que te escuche decir eso, o te matará a golpes —comentó con una sonrisa.
Naruto soltó una pequeña carcajada—. Bueno, tu amiga me quiso castrar, así que no creo que añadirle un poco de tomate a la mezcla le haga daño —dijo caminando con sus brazos cruzados detrás de su cabeza mientras observaba el cielo.
La Uchiha abrió la boca en señal de sorpresa—¿Q-Qué?, y sigues con vida —cuestiono con sus ojos bien abiertos.
—Claro, soy duro de matar —dijo Naruto con una pequeña sonrisa.
—Necesito tomarme un respiro —respondió Mikoto recargándose en un árbol.
Naruto se detuvo—. Si no puedes seguir, te ayudo —comentó sujetando a la pelinegra para cargarla de forma nupcial, ganándose un chillido de sorpresa de la pelinegra.
—¿Q-Qué haces? —preguntó con sus mejillas rojas.
Naruto sonrío—. No tenemos tiempo que perder —comentó comenzando a correr.
—Bájame, solo fue un decir, no necesitaba un descanso —dijo la pelinegra un poco molesta por ser cargada de esta forma.
—Que tal... No —respondió el rubio con una expresión divertida.
Mikoto lo fulminó con la mirada, luego se cruzó de brazos e hizo un puchero.
-10 Minutos Después-
—Kurama.... ¿Estamos perdidos? —fue la pregunta que salió de los labios del rubio.
—La verdad... Si, estamos perdidos —dijo Kurama desde la cabeza de Naruto mientras sus ojos seguían cerrados.
—Como es que nos perdimos —cuestiono la Uchiha siendo cargada todavía por el rubio.
—No se, creí que este era el camino correcto —respondió el Ōtsutsuki rubio.
—Tsk, para ti todos los caminos son el correcto, imbécil —comentó el zorro con un poco de molestia.
—Oye, eso es ofensivo —murmuró Naruto con un pequeño ceñó fruncido.
—Bien que te lo mereces idiota —comentó la azabache con una pequeña sonrisa.
—Lo que sea —respondió el rubio encogiéndose de hombros sin darle importancia al insulto.
Mikoto abrió la boca para decir algo, sin embargo una persona habló antes de que ella pudiera decir una sola oración.
—¡TÚ! ¡SUCIO PERVERTIDO! ¡SUELTA A MIKOTO-CHAN! —gritó una pelirroja conocida por el rubio y la pelinegra.
—¿Dónde mierda estabas? —preguntó Naruto con una mirada confusa.
—¡En algún lugar que no te interesa! ¡AHORA SUELTA A MI AMIGA! —exclamó la Uzumaki desenfundando su espada.
—Esto es molesto —murmuró Naruto bajando a la Uchiha de manera lenta—. Mira, ya estoy un poco aburrido y tengo algo que hacer —dijo dándose la vuelta para caminar, su camino se vio obstruido por cierta Uzumaki que lo miró seriamente.
—Está vez no escaparás —declaró Kushina con sus ojos brillando un poco.
—Ya te lo dije mujer, tengo algo que hacer —respondió el rubio de manera cortante. En serio necesitaba recuperar su droga, no quería que un loco se pusiera a experimentar con sus dulces para intentar replicarlos.
—Sufre tu castigo vil basura —exclamó la Uzumaki moviéndose frente al rubio, y con una velocidad sorprendente bajo su espada en un swing descendente que cortaría su hombro izquierdo.
Naruto suspiro de forma cansada—. Aburrido —respondió deteniendo el tajo con su mano derecha para sorpresa de la pelirroja, que vio como el rubio apretó su mano rompiendo en miles de pedazos la espada—. Ya te dije, tengo algo importante que hacer —habló calmadamente con sus ojos fríos mirando directamente a los violetas de Kushina, quien se paralizó un poco mientras sudor bajó por su mejilla.
Volviendo a suspirar, Naruto se alejó con pasos firmes—. Nos vemos luego —se despidió agitando su mano en señal de adiós.
La pelirroja tembló un poco—. E-esos ojos —murmuró sintiendo la presión fantasmal que se creó cuando observó esos ojos que parecían dos témpanos de hielo.
Mikoto le toco el hombro con suavidad—. Vamos Kushina, necesito que te calmes y me digas lo que sabes de esté lugar y el porque estamos aquí —habló con su voz amable y suave.
Kushina asintió todavía con los ojos abiertos hasta el borde.
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—¡Odio este jodido lugar y a sus habitantes!... ¡Odio tener que venir a está basura de aldea!.... ¡Pero sobre todo!... ¡ODIO CUANDO AGARRAN MIS COSAS SIN MI PERMISO! —gritó Naruto muy encolerizado mientras veía la oscura cueva vacía, sin ningún solo pedazo de sus dulces.
Kurama sudó nerviosamente—. Bu-bueno, tal vez alguien de está aldea se los llevó —comentó escondiéndose en una roca.
Naruto lo fulmino con la mirada—¡TÚ! —exclamó señalándolo con su uña alargada pareciendo una garra—. Hablaremos de esto cuando me calme... Por ahora lárgate y has lo que quieras.... Ahora necesito desahogarme —declaró mientras un aura oscura se comenzó a filtrar a su alrededor, las rocas levitaron, la cueva tembló violentamente.
El Kyūbi no necesito que se lo dijeran dos veces, despegó más rápido que el rayo alejándose lo más que pudo de su hermano. Sabía que cuando se enojaba las cosas se pondrían muy feas, pero cuando se encolerizaba de puro odio como lo es ahora..... Bueno, que dios tenga piedad del que provoco este nivel de enojo en Naruto. Una vez lo vio de ese modo, y fue cuando aprendió que su hermano podía llegar a disfrutar de hacer las cosas más oscuras que te puedas imaginar. Y su hermano nunca se cansó de hacerlos sufrir, incluso cuando los dejo al borde de la muerte los curaba, solo para volver a romper cada parte de su cuerpo. No sabía que un humano podía tratar de gritar aún cuando sus cuerdas vocales ya no existían, o que un mudo podía volver a hablar y lo único que podía hacer era pedir perdón.
—Nos vemos en unos 20 años —pensó el Kyūbi con su cara un poco pálida por la gran acumulación de Chakra en la cueva. No se detuvo por nada del mundo, aceleró lo más que pudo hasta que fue tan rápido como la luz y viajo hasta el otro lado del mundo en la isla con aquella barrera.
Si tan solo hubiera volteado por un nanosegundo, hubiera visto como un enorme rayo oscuro de Chakra se disparó contra los cielos creando una explosión inmensa en aquel lugar.
¡BOOOOOMMMM!
¡BOOOOOMMMM!
Naruto observó su alrededor con sus ojos fríos—. Sucia basura —murmuró viendo como casi una tercera parte de Konoha era un cráter humeante.
—No se quien se llevo mis dulces.... Pero lo buscaré, lo encontraré, haré que me ruegue por la muerte, y despedazaré su alma en simples pedacitos. —Naruto sonrío de manera oscura y con sus ojos azules brillando de una manera muy amenazante.
En un segundo fue rodeado por varios Shinobis de Konoha, que lo miraron con enojo y odio.
Naruto se rio—. Esas emociones negativas son tan.... Deliciosas —murmuró pasando su lengua por sus labios, su sonrisa se volvió más torcida y sus ojos ganaron un brillo carmesí con su pupila afilada, algo parecida a los ojos de Kurama.
Un Jōnin frunció el ceñó—¡Guarda silencio escoria! ¡Entrégate de manera pacífica o sufre las consecuencias! —exclamó sacando un Kunai que brilló tenuemente de un color azul.
Naruto sonrió—. Déjame lo pienso... No —declaró desapareciendo de su ubicación, sorprendiendo a los presentes.
¡SLASH!
El sonido de la carne siendo cortada atrajo la atención de todos, que vieron con incredulidad como el Jōnin que le había gritado al rubio, ahora se encontraba con una gran cortada desde su hombro izquierdo hasta su cadera. Poco a poco la herida se fue abriendo mostrando a todos el hueso, tejido muscular, algunas venas y su caja torácica.
Un Chūnin no soportó la vista y vomito su desayuno.
—No se distraigan —comentó Naruto sujetando por la nuca al Chūnin que estaba vaciando su almuerzo. Con una sonrisa demente, estrelló varias veces la cara del Shinobi contra el suelo, la sangre comenzó a salpicar, pedazos de hueso comenzaron a volar, dientes comenzaron a desprenderse hasta que solo quedó una simple mancha roja sin rostro.
—Este tipo está loco —dijo un Chūnin con sudor bajando por su frente.
Naruto sonrió en su dirección paralizando al hombre—. No estoy tan loco, y la cordura es para los débiles que no soportan la realidad —respondió volviendo a desaparecer con una velocidad abrumadora. El Chūnin abrió su boca y ojos hasta el borde mientras un puño se encontró incrustado en su estómago y se veía por su espalda como el puño parecía querer atravesarlo.
—Y tu eres demasiado débil —susurró Naruto justo al lado de su cara mientras retraía su puño, para volver a golpearlo esta vez en la cara con un crujido enfermizo, dando a entender que su cuello se había roto.
Un Jōnin se enojo—¡Que esperan! ¡Ataquen! —ordenó moviéndose frente al rubio mientras preparó su Kunai para cortar la cabeza del rubio, este último sonrío tétricamente, y con una mano detuvo la estocada, apretando ligeramente su puño, el Kunai se hizo pedazos y la mano del Jōnin de fracturó provocando un gruñido de dolor en el Shinobi.
Todos los Ninjas se lanzaron al ataque con una velocidad sorprendente, pero para Naruto fue todo lo contrario, parecían unas simples tortugas de lo lento que se movían.
Naruto detuvo un puño a centímetros de su rostro, doblando la mano de su atacante le rompió el brazo, y uso el cuerpo del Shinobi para detener una lluvia de Kunais, que se clavaron en el Konoha Nin. Saltando evitó una patada, pero una bola de fuego junto a un rayo fueron en su dirección, con una sonrisa Naruto inclinó su cuerpo en el aire evitando el ataque elemental. Un ANBU apareció a su espalda con una Tantō brillando en Chakra, Naruto detuvo el tajo sujetando la muñeca del Shinobi y la dobló quebrándola como ramita seca.
El Shinobi soltó su arma por el dolor, el rubio la tomó en el aire y clavó el arma en el cuello de aquel ANBU, girando el arma cortó profundamente causando que la cabeza se despegue del cuerpo del Ninja agresor. Sangre mancho su cara, pero no le importó y esquivo una andanada de Shurikens al colocar sus pies en la pared y comenzar a correr en ella, un Jōnin apareció delante suyo con una Katana preparada para rebanar su cabeza, el rubio se deslizó en la pared pasando debajo del corte, y alzó el arma que le quito a su enemigo para cortarle la entrepierna a el Konoha Nin, que solo gritó y derramó lágrimas por el dolor.
Levantándose de un salto, cayó nuevamente en el suelo y con el arma ensangrentada detuvo unos Kunais que venían a su espalda. Su mano izquierda se movió para detener la patada de un Jōnin, la aplastó reventando los huesos y dejándola como carne molida, no obstante se alejó de un saltó evitando una bola de fuego potenciada por una de viento, que se estrelló donde anteriormente estaba y carbonizo al Jōnin que le dejó destrozado el pie.
—Este tipo —gruñó un ANBU desplazándose por el suelo con una velocidad vertiginosa, pero se detuvo para esquivar una patada del rubio que destruyo el suelo, debajo de su máscara una pequeña pero arrogante sonrisa se formó—¿Eso es todo? —preguntó con burla, que más adelante desearía no haber hecho.
Naruto sonrió diabólicamente—. No, pero me divertiré mucho —declaró sujetando al ANBU del cuello, para después estrellarlo contra la pared cientos de veces en menos de un segundo, el pobre Shinobi no fue convertido en más que una mancha de sangre en la pared.
Con una velocidad cegadora, Naruto se movió por una buena cantidad de Shinobis hasta quedar detrás de ellos con una aterradora sonrisa. Agitó un poco la Tantō quitando la sangre, que cuando la última gota de sangre abandono el arma, los Shinobis por los que pasó fueron partidos en pedazos. Algunos a la mitad, otros se le fueron rebanadas sus extremidades y unos simplemente se les fue cortada la cabeza.
—Mon-monstruo —dijo un Chūnin con miedo palpable en sus ojos.
—No idiota, soy algo mucho peor —respondió Naruto colocándose detrás del Chūnin, que gritó del miedo por ser sujetado de la cabeza por el rubio—. Y quiero tu cabeza —murmuró tirando de dicho lugar con fuerza mientras el Shinobi solo grito de dolor y miedo, que se calló cuando su cabeza se desprendió de su cuerpo derramando sangre como una fuente.
El rubio giro un poco evadiendo un swing de una Katana, para seguidamente sujetar del antebrazo a su agresor y romperlo como si nada obteniendo un grito de dolor, el arma fue soltada y Naruto aprovechó está oportunidad para sujetarla con su mano libre. Teniendo dos armas en sus manos, el rubio cortó las piernas del hombre que anteriormente tenía la Katana, y luego con su otra arma lo partió por la mitad de forma vertical.
—No lloren mucho —dijo Naruto con burla desapareciendo con una velocidad abrumadora, apareciendo frente a un Chūnin que trató de detener el ataque interponiendo un Kunai, que fue cortado como si fuera mantequilla, seguido de eso Naruto lo corto por la mitad de forma horizontal por las caderas.
Estiró su mano atrás en una forma de lanzamiento, con fuerza titánica mando a volar la Tantō como si fuera una lanza. El arma viajó con velocidad extrema, para terminar incrustada en la caja torácica de un Jōnin.
Naruto lanzó la Katana de la misma forma mientras dicha arma atravesó las cabezas de algunos Shinobis que no fueron lo suficientemente rápidos como para evitar el ataque.
—¡Vengan! ¡Pero a puños como los hombres! —gritó el rubio Ōtsutsuki corriendo contra los Shinobis de Konoha que se pusieron en guardia o prepararon un Jutsu elemental.
El rubio se inclinó a un lado evadiendo un puñetazo, de forma rápida sujeto el antebrazo de su agresor para que lo jalará con fuerza desequilibrándolo, solo para poner su otra mano en la espalda del Ninja y con fuerza extrema empujarlo contra el suelo, creando un cráter de un buen tamaño. Naruto saltó y dejó caer una patada de talón que aumentó el tamaño del cráter mientras el Konoha Nin gritó del dolor por su columna rota.
Naruto uso la espalda del Shinobi como si fuera el suelo, brincando dejó atrás un cráter más grande por su saltó. Cayendo desde los cielos, el rubio golpeó con un potente puñetazo el cráneo de un ANBU, destruyendo su máscara y matándolo en el proceso.
—No puedo creer que las paredes de está cueva resistieran aquella explosión —pensó el Bijū rubio sujetando un puño y doblándole la mano a el Shinobi agresor, para que de una forma brusca arrancará dicha extremidad de un jalón. Con una patada de talón arrancó la cabeza del Konoha Nin, y sujetando el cuerpo sin cabeza, Naruto lo uso para evitar un tajo de una Katana que partió el cuerpo en forma diagonal.
Naruto de forma inmediata pateó la mano del Shinobi haciendo que suelte su Katana por la fuerza detrás del golpe, el rubio se acercó y en un veloz movimiento atravesó el cuerpo del Ninja con su mano, que al salir por su espalda mostró el corazón del Konoha Nin, Naruto aplastó dicho órgano haciendo que estallará en una pequeña lluvia de sangre.
Todavía sin sacar su mano, Naruto uso el cuerpo de escudo para bloquear una lluvia de Kunais, que se encajaron en el cuerpo del Shinobi. Cuando los Kunais se detuvieron, el rubio soltó el cuerpo y se inclinó hacia su lado derecho para evitar una patada de talón, y con su velocidad extrema le propino una patada giratoria a su agresor, quien abrió los ojos con sorpresa por la explosión de sus órganos.
Naruto sacudió su mano quitando la sangre de ella—. Son demasiado débiles para siquiera hacerme un rasguño —declaró sujetando a un Jōnin por la cara, para después golpearlo con un rodillazo y una potente patada que lo elevó cientos de metros, ante la mirada incrédula y sorprendida de los Konoha Nin.
Antes de que Naruto siguiera con su masacre, un destelló amarillo se hizo presente en el cual cierto rubio apareció con una expresión seria mientras observó los alrededores. Eso fue hasta que fijo su vista en un rubio de marcas en sus mejillas.
—¿Quién eres? —preguntó el rubio con frialdad.
Naruto alzó una ceja—. Yo soy el guapísimo y sexy Naruto —respondió con una sonrisa suave, que cambió a una fría poco después—. Y estoy buscando al hijo de su puta madre que me robo mis drogas —gruñó con sus caninos mostrándose.
El rubio de Konoha frunció el ceñó—. No se de que estás hablando, pero te sugiero que te rindas pacíficamente o usaré la fuerza para detenerte —dijo sacando un Kunai de tres puntas.
—Namikaze Minato —habló el rubio sorprendiendo a el llamado Minato—. SI, se tu nombre. O sea, como no conocer al famosísimo Kiiroi Senkō de Konoha —comentó con una sonrisa un poco oscura.
Minato lo miró fríamente—. Entonces sabes de lo que soy capaz —cuestiono de manera calmada.
—Claro. Pero no sabía que eras un cobarde, mira que solo quedarte a ver como tus camaradas morían para ver si encontrabas alguna clase de debilidad en mi. Y por lo que veo te cansaste de ver que solo use Taijutsu y ninguna clase de Ninjutsu —dijo Naruto con una mirada divertida por la cara sorprendida del rubio Jōnin, quien apretó sus dientes un poco molestó por ser llamado cobarde.
—Esto terminará en un instante —declaró Minato arrojando Kunais de tres puntas por todo el campo de batalla.
—No lo creo —respondió el Bijū rubio con una sonrisa oscura.
Ambos rubios se vieron fijamente en un momento tensó. Que fue roto por la pequeña risa del rubio Ōtsutsuki.
—¿Algo gracioso? —preguntó el Namikaze con una mirada seria.
—¿Puedes proteger a tus camaradas de esto? —cuestiono el rubio Ōtsutsuki estirando sus manos a los lados mientras cerraba sus ojos—. Shinra Tensei —murmuró con una pequeña sonrisa mientras todo el lugar se destruía por el poderoso empuje de las fuerzas gravitatorias del camino Deva.
Minato apenas tuvo tiempo de desaparecer en un destelló amarillo para evitar el ataque, sin embargo sus camaradas Shinobi no tuvieron tanta suerte, y sus cuerpos fueron destrozados y despedazados hasta quedar irreconocibles.
—Predecible —dijo Naruto mirando la destrucción del lugar sin rastro alguno del Jōnin Namikaze.
El Bijū rubio suspiro—. Tengo que buscar a ese pedazo de mierda que se llevó mis drogas —habló para si mismo desapareciendo con una velocidad cegadora, perdiéndose entre los frondosos bosques.
Unos momentos después Minato reapareció en un destello amarillo—. Necesito decirle al Sandaime-Sama —murmuró volviendo a desaparecer en un destello amarillo, pero con un sabor amargo por lo sucedido.