STAY | ATEEZ

By inthestar1117

7.1K 1K 330

Hongjoong, capitán del Aurora, continúa navegando por los mares como si fuera el rey, pero ya no es el mismo... More

WELCOME
CHAPTER 1
CHAPTER 2
Chapter 3
CHAPTER 5
CHAPTER 6

CHAPTER 4

929 125 33
By inthestar1117

Tal vez sea necesario leer el capítulo anterior para recordar algunas cosas, pido perdón :D



Seonghwa...

Al escuchar ese suave llamado, el peligris intentó abrir los ojos, pero los sentía demasiado pesados como para hacerlo.

Seonghwa...

Volvió a escuchar ese suave susurro y volvió a intentarlo. Está vez tuvo un éxito parcial cuando logró separar sus párpados un poquito, pero de todas maneras no pudo distinguir demasiado porque veía borroso y había una fuerte luz que lo estaba cegando. Lo único que pudo discernir fue unas siluetas oscuras mirándolo desde arriba.

Seonghwa...

Seonghwa...

—-¡Seonghwa!

Abrió los ojos de golpe al escuchar el llamado que ya no era solo un susurro, era la voz de Hongjoong. Estaba desorientado y con lo primero que se encontró fue con el rostro preocupado de Hongjoong de un lado y el de la pequeña niña del otro.

—-¿Estás bien? —-preguntó su pareja acariciando su hombro.

—-¿Qué ha pasado? —- dijo aún confundido y medio dormido.

—-Parece que tenías una pesadilla. Balbuceabas y habías comenzado a temblar.

—-Si... fue un sueño... raro.

Seonghwa se incorporó en la cama y escaneó la habitación. Todo estaba como la noche anterior, así que un sentimiento de calma lo invadió. La pequeña a su lado tocó su mano con ojos curiosos. Él acarició sus cabellos y le sonrió para demostrarle que todo estaba bien.

—¿Dormiste bien? —-preguntó a la pequeña mientras se levantaba y se ponía las botas.

—-¡s-si!

—-Iremos a buscar algo de comer para empezar con el día —-avisó Hongjoong mientras se veía en el espejo y escogía que collar de su preciada colección ponerse ese día.

—-Adelántense, iré al baño primero.

Seonghwa quería lavarse el rostro pues podía sentir el sudor frío que quedaba gracias a su sueño. Intentó no darle demasiadas vueltas al asunto, después de todo no había sido nada demasiado raro, pero tenía la sensación de que había algo que se le estaba escapando.

Cuando se sintió más refrescado y tranquilo, subió a la cubierta. Hongjoong ya había dado las primeras órdenes del día. Los hombres desfilaban haciendo sus respectivas tareas. La pequeña estaba sentada más allá junto a Wooyoung mientras comía una manzana de lo más entretenida y el pelinegro le hablaba sin fin.

Se acercó a ellos y le robó el plátano que tenía Wooyoung en la mano sin darle chances de reclamarle cuando le dio un gran mordisco.

—¿Y tú no estás haciendo nada? —le preguntó a la sirena.

—yo estoy cuidando a esta niñita porque Hongjoong me lo pidió —respondió el pelinegro mientras le apretaba la mejilla a la niña y esta se quejaba.

—¿Dónde está San?

Seonghwa supo que tal vez no tuvo que haber preguntado eso cuando vio a Wooyoung hacer una mueca antes de mirar hacia un costado. Cuando siguió la dirección hacia donde miraba, vio a San de espaldas amarrando unas cuerdas unos metros más allá.

—¿Siguen divorciados?

La sirena bufó y miró mal al peligris.

—San es el que se enojó primero.

Seonghwa suspiró, ya había pasado casi una semana desde el incidente y esos dos seguían enojados. Incluso Mingi y San ya se habían perdonado.

Recapituló los hechos. Según le habían dicho, luego de que aquel día tuvieron una linda y pequeña aventura en el agua, Wooyoung fue a la habitación para cambiarse por algo un poco más abrigado. Mientras lo hacía, se puso a cantar en voz más o menos bajita. No contaba con que Mingi justo entraría al cuarto también y se vería encantado por su voz. Wooyoung no lo había hecho con intención pero su naturaleza lo traicionó. Mingi sin saber qué pasaba realmente, besó a la sirena, y para mala suerte de ambos San entró a la habitación en ese momento.

El de ojos gatunos había ido de buena gana a buscar a su pareja para ir a comer algo, pero se encontró con una situación sorpresiva. Ni siquiera les dio tiempo a los otros dos para que se explicaran cuando tomó al más alto de la camisa y lo llevó a cubierta hecho una furia.

Mingi estaba bastante confundido, pero aún así reaccionó para intentar defenderse cuando San se puso agresivo. Wooyoung intentaba que su pareja lo escuchara mas este no lo hizo. Al contrario, solo empeoraba la situación pues San creía que solo le estaba dando excusas baratas. Yunho y los demás también intentaban separarlos entendiendo poco de los gritos enfadados.

Cuando Hongjoong llegó, se calmaron un poco, lo suficiente para que San comenzara a decir lo que vio y atacar al capitán cuando este intentó calmarlo. El rubio sabía que había sido su error comenzar con un "fue solo un beso", pues enfureció más al otro. La única solución que se le ocurrió fue hacerlos besarse para que se dieran cuenta de que un beso no siempre era significativo.

Después de ese efímero toque de labios, San partió hecho una furia hacia el camarote con Wooyoung y la otra pareja del cuarto pisándole los talones. Todos supieron después que, a lo mejor, tuvieron que esperar a que se calmara antes de hablar porque con el enojo uno puede decir cualquier cosa.

Ese día San dijo algunas palabras hirientes que no le gustaron nada a Wooyoung, quién terminó durmiendo en el cuarto del frente con Yunho como consuelo. Desde entonces la sirena no pisaba su habitación más que para buscar una muda de ropa.

Los mayores en el Aurora habían intentando tocar el tema, pero siempre lo cortaban cuando las cosas se comenzaban a poner hostiles.

—Le expliqué y le dije más de cincuenta veces que había sido un error y un malentendido, pero el muy estúpido no me quiso escuchar y lo único que hizo fue echarme la culpa y tratarme de un cualquiera.

Wooyoung hizo una pausa de sus quejas y le quitó con un brusco movimiento lo poco de banana que le quedaba al mayor para metérsela en la boca y masticarla con rabia.

—Después, cuando se dio cuenta de su error, llegó arrastrándose como un perro en busca de mi perdón, pero yo no soy ningún fácil. Tendrá que darse cuenta de que no puede tratarme así y esperar que lo perdone con sus dulces falacias.

Seonghwa suspiró resignado, siempre que esos dos peleaban ninguno quería dar el brazo a torcer. Wooyoung era demasiado orgulloso y San más terco que una mula.

Wooyoung pareció darse cuenta de lo que pensaba, pues se cruzó de brazos mientras lo miraba con ofensa.

–No vengas a poner esa cara porque, cuando tú y Hongjoong pelean nadie les dice nada

El más alto frunció el ceño. Estuvo apunto de reclamar, pero alguien lo hizo antes.

–¡No! –exclamó la pequeña que había mantenido un oído en la conversación.

Pensar en el hecho de que los dos hombres con los que más convivía se pelearan no le gustaba para nada.

Los adultos la miraron con sorpresa, en especial Wooyoung. Hasta ahora, solamente había hablado (muy poco en realidad) con los mayores del Aurora.

–¿Habló? –preguntó un incrédulo Wooyoung a Seonghwa, luego miró a la niña–¿hablaste?

La infante se sonrojó y miró hacia abajo al verse descubierta. No esperaba que Wooyoung soltara un exclamación y la abrazara contra su pecho alegando que era demasiado tierna. Sé sintió algo cohibida al recibir ese tipo de afecto, no recordaba la última vez que la habían abrazado (si es que alguna vez lo hicieron).

Seonghwa rió divertido al ver a la pequeña sonrojada hasta las orejas. Wooyoung seguía zarandeándola de allá para acá mientras le apretaba las mejillas.

—Déjala en paz bonito, ve a ayudar a Jongho en la cocina —le dijo el capitán cuando se acercó al ver la escena desde lejos.

Wooyoung puso un puchero inconforme y obedeció. Apenas la pequeña se vio libre, frunció el ceño y se acercó al capitán. Hongjoong le acarició el cabello con una sonrisa antes de mirar con seriedad a Wooyoung para que se moviera.

La sirena se paró y le sacó la lengua antes de irse. Cuando estaba a punto de llegar a las escaleras que lo llevarían a la cocina, se topó con San. Este lo miró con tristeza, abrió la boca para hablarle, pero él fue más rápido y siguió de largo.

Desde lejos, la pareja mayor del Aurora vio toda la escena.

–¿Siguen peleados? –preguntó el capitán. La pequeña niña había vuelto a sentarse a disfrutar de su manzana.

–Si... no sé qué tan pronto se arreglarán. Wooyoung se ve muy decidido a no hablar.

La pareja se miró, ambos pensando en una solución. No era bonito ver como aquella pareja tan especial ni siquiera se hablaba.

–¿Deberíamos hacer algo al respecto?

–¿Cómo?

Seonghwa fue testigo de cómo la expresión pensativa que adquirió su pareja se convirtió en una de entendimiento. Sin explicarle demasiado, solo bastó que dirigiera su mirada a la niña entretenida con su manzana para que el mayor entendiera en qué estaba pensando.

Si bien el peligris no estaba demasiado convencido, no creyó que fuera una mala idea intentar ayudar a sus amigos. Así que, durante el resto de la mañana, juntos planearon algo que pudiera funcionar para reconciliar a la pareja casada.

Le explicaron con cuidado y detalle a la pequeña lo que tenía que hacer. Al principio se mostró reacia e insegura, pero con el tiempo se convenció de intentarlo. Si con ello podía ayudar a los hombres que la cuidaban, podía hacer el intento.

Fue durante la tarde que comenzaron con su plan. Ya casi todos habían terminado con su parte, por lo que rondaban por ahí. Wooyoung estaba junto a Yeosang y Mingi hablando sobre cualquier cosa. Más allá, Hongjoong le dijo a la niña que ya era hora de hacer lo suyo, así que la pequeña se armó de valor y caminó hasta los tres hombres de allá.

–¿Qué pasa pequeña? – le preguntó Wooyoung cuando la vio acercarse a ellos con prisa.

–¡Ven! ¡Ven! –exclamó la pequeña mientras lo tomaba de la mano y comenzó a arrastrarlo escaleras abajo.

Wooyoung no entendía qué quería e intentó preguntárselo en múltiples ocasiones, pero la niña solo seguía intentando que se moviera. Llegaron al almacén y la niña empujó la puerta, en ese momento el hombre creyó entender que pasaba.

–¿Tienes hambre? ¿Es eso?

La infante asintió, a lo que Wooyoung sonrió con ternura.

—Entonces veamos si hay algo aquí para ti.

Wooyoung se dispuso a buscar en los cajones de madera con una sonrisa traviesa en los labios. Se sentía orgulloso de que la pequeña esté tomando por fin confianza con él, no le molestaba para nada ser su compañero de travesuras.

Fue mientras buscaba algo más además de fruta y pensaba en ideas para sus siguientes travesuras juntos que su sonrisa se borró al ver a San mirándolo con incomodidad.

–¿Qué haces aquí? –le preguntó la sirena mientras se enderezaba y se cruzaba de brazos.

–y-yo... Seonghwa me pidió que viniera.

Era la verdad. San estaba de lo más tranquilo listo para pasar esa tarde en soledad pensando en Wooyoung cuando Seonghwa se le acercó y le pidió con ceños fruncidos y muecas frustradas si podía organizar el almacén pues no le gustó como lo había hecho Ravn. No le quedó de otra que aceptar.

–¿Qué haces tú aquí? –le preguntó el más alto.

–Ella me trajo hasta aquí para... –se detuvo al ver que el lugar que apuntaba estaba vacío. Al buscarla por los alrededores, se dio cuenta de que la puerta ahora estaba cerrada. Maldijo en voz baja y se apresuró a la salida para intentar abrirla.

En el exterior, Seonghwa y la pequeña pudieron escuchar los reclamos de Wooyoung. El mayor de todos fue el responsable de sacar a la pequeña del almacén y cerrar la puerta con seguro.

Seonghwa juraba que no se matarían ahí dentro (al menos eso esperaba), en algún momento esos dos tendrían que hablar y arreglar sus problemas.

Wooyoung se rindió después de un rato. Volteó con una mueca molesta cuando San se le acercó y le pidió que hablaran.

No quería hacerlo en ese momento, aún estaba muy dolido por todo lo que había pasado. Se sentía mal cada vez que pensaba en ello. Tenía que admitir que si había sido su culpa (aún si no fue para nada intencional), pero era distinto saberlo y aceptarlo a escuchar como su propia pareja ni siquiera quiso escuchar sus explicaciones y solo comenzó a soltar palabras hirientes.

—Woo... Sé que lo que hice estuvo mal. No sabes cuánto lo lamento. Sé que no es una justificación, pero simplemente estaba furioso por verte con Mingi.

La sirena no respondió, simplemente se cruzó de brazos y lo miró de soslayo.

San suspiró con frustración.

—De verdad Wooyo, lo lamento tanto.

Esperando que con ello Wooyoung se ablandara, San se acercó y lo rodeó con sus brazos.

—Wooyo, habla conmigo ¿si? Dime lo que puedo hacer para que estemos bien.

Wooyoung suspiró con resignación. Odiaba lo mucho que amaba a ese hombre, a pesar de que muchas veces lo sacara de quicio, sabía que no podrían separarse jamás por más que quisieran. Simplemente se necesitaban.

Así que decidiendo que era suficiente de esa ley del hielo, se dio la vuelta y lo enfrentó directamente.

—San, sabes que te amo. Me duele que puedas pensar que yo podría engañarte de esa manera. Mingi y Yunho son nuestros amigos, nuestra familia, así que en un principio no entendía porque te sentías tan ofendido. Aunque después lo pensé y sé que si la situación hubiera sido al revés, hubiera reaccionado igual o peor.

Wooyoung se tomó un descanso para poder respirar. San en todo momento lo escuchó con atención.

—Solo espero que si vuelve a pasar una situación así, confiemos en nosotros. Te prometí que estaría contigo para toda la vida, así que simplemente escucha lo que tengo que decir antes de intentar atacarme. Lo que menos quiero es hacerte daño, y estoy seguro que tu sientes lo mismo.

San asintió sintiendo como sus ojos se humedecían. Al ver que Wooyoung parecía no rechazar su contacto, unió sus frentes.

—Te lo prometo Amor, sabes que te amo y no pienso nada de lo que dije. Desde ahora escucharé todo lo que tengas que decirme.

Wooyoung miró los ojos de su pareja por un largo tiempo antes de regalarle una sonrisa. Cuando San vio los perlados dientes, él también sonrió brillantemente. Sus brazos se apretaron más en el cuerpo contrario.

—¡Te extrañé tanto! De verdad que estos días no pude dormir tranquilo.

Al escucharlo, Wooyoung acarició las mejillas de su novio y dejó un pequeño beso en su nariz.

—Yo también te extrañé. Yeosang ya me estaba mirando feo porque dice que por las noches lloraba entre sueños.

Al escuchar eso el corazón de San se encogió. Había sido su culpa y de su estúpida bocota que su esposo sufriera de esa manera. Al ver el arrepentimiento en aquellos ojos felinos, Wooyoung comenzó a dejar pequeños besitos en los labios contrarios. Había extrañado tanto esos pequeños momentos.

San no tardó en corresponder las muestras de afecto, y cuando las cosas se comenzaron a poner más intensas, cargó a Wooyoung para ir al fondo del almacén.

—¿Crees que ya se mataron?

Entre tanto, el resto de piratas estaba en cubierta descansando de sus deberes.

Yunho, quién había hecho la pregunta, estaba genuinamente curioso por el destino de la pareja. Los demás por su parte, estaban igual de expectantes.

Las parejas involucradas en el problema inicialmente ya no tenían ningún tipo de rencor. Yunho solo se había sorprendido con el incidente, sin embargo entendió que nadie tenía la culpa.

—La verdad creo que tendremos que dejarlos ahí por una hora más —dijo el capitán —excepto que alguno quiera encontrarse con una escenita.

Los 7 pares de ojos se miraron entre sí y tuvieron un acuerdo silencioso de que era lo mejor. Todos sabían los intensos que podían ser la pareja, en especial después de una discusión.

—No sé si encerrarlos en el almacén fue la mejor opción, pero por lo menos me deja tranquilo que volvemos a tener nuestra privacidad. Wooyoung ya me estaba sacando de mis casillas.

Yeosang dijo aquello con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Extrabaña su tiempo a solas con Jongho.

Hongjoong dejó de prestarle atención a los demás cuando comenzaron a bromear entre ellos y le prestó atención a la pequeña sentada a su lado. Ella veía atentamente las interacciones entre los hombres mayores.

—¿Tienes hambre?

Le preguntó a la pequeña, ella dirigió inmediatamente sus ojitos al capitán y sonrió.

—¡No!

Al escuchar la suave voz, los hombres dejaron de hablar entre ellos y dirigieron su atención a ella.

—Aún no puedo creer que hable. Tardó más de lo que esperábamos.

Hongjoong dirigió su mirada a Yunho y se encogió de hombros.

—Si yo fuera ella tampoco querría hablar con un montón de idiotas como ustedes.

En ese momento comenzaron a estallar un montón de reclamos en su contra. Él solo sonrió con gracia y comenzó a hacerle a la pequeña muecas graciosas para que riera con más ganas.

Sin embargo las risas se detuvieron cuando uno de los tripulantes se acercó a ellos.

—¡Capitán! Estimamos que deberíamos estar llegando a tierra firme en dos días.

Una vez terminó de reportar y recibió una afirmación de su capitán, el hombre se retiró.

—¿Iremos a Utopia?

—Si, tenemos que comprar algunas cosas y buscar el Queendom.

Nadie preguntó nada más, sabían que el plan inicial siempre fue buscar el barco de mujeres para entregar a la niña. No podía vivir con un montón de hombres que tenían nulo conocimiento de cuidados infantiles.

Aquella noche después de cenar, la pareja se acostó con normalidad. Después de desearle buenas noches a la niña, esperaron hasta escuchar su respiración acompasarse para ellos relajarse. Estaba durmiendo en el colchón del piso pero sabían que a la mañana siguiente la encontrarían en la cama con ellos.

—¿Crees que encontremos al Queendom rápido?

Preguntó Hongjoong entre susurros en la oscuridad.

—No lo sé, sabes que es muy difícil seguirles el rastro.

Se quedaron en silencio un buen rato, ambos reflexionando. Sabían que el Queendom era la mejor opción para la pequeña, y que mientras más rápido lo encontraran mejor.

Fue cuando estaban ya cerrando los ojos que Seonghwa lo recordó.

—Amor

—¿Si?

—Wooyoung y San siguen encerrados en el almacén.

Hubo un largo silencio entre medio de eso, hasta que Hongjoong lo rompió.

—Mierda.

Lo siguiente que se escuchó fueron las sábanas removerse cuando el capitán salió de la cama. A pesar de querer hacerlo, no podía dejar a la pareja en el almacén.

Solo esperaba no encontrarse con nada demasiado raro al abrir la puerta.



Holaaaa

He vuelto, tarde sí. Pido perdón.

Algunas actualizaciones que nadie pidió:

-Si, este año entré a la Universidad. Tuve que mudarme a otra ciudad completamente sola así que ha sido un proceso medio duro, pero aquí estoy.

-Por si alguien se preguntaba que estoy estudiando (probably no ksksk) es Obstetricia.

-Desde el principio tuve muchas dudas si era lo que de verdad quería, así que de verdad estos meses han sido duros, pero de a poco me voy convenciendo de que puedo hacerlo (aunque igual tengo mis recaídas por ahí).

Así que, a pesar de que se que este semestre será horriblemente pesado, decidí volver porque CÓMO EXTRAÑABA ESCRIBIR TT. 

Tengo un par de ideas que nunca llegue a concretar del todo y algunas nuevas, así que intentaré ponerme al día de a poquito.

¿Y ustedes?¿Qué tal les trata la vida? Siéntanse libres de escribir aquí lo que deseen. A veces solo necesitamos un lugarcito para desahogarnos ^^

En otras noticias, ATEEZ VIENE A MI PAÍS. De verdad que no puedo con la emoción, solo espero alcanzar a comprar una entradita y poder demostrarles todo el amorcito que se merecen los chicos <3 (y obvio que a representar a todxs lxs latinxs para que vuelvan muchas veces más).

En fin, les doy la bienvenida a las nuevas personitas que han estado leyendo mis historias y agradecer a las personitas antiguas que decidieron esperar y darle una segunda oportunidad a mis desastres <3

Espero que nos estemos leyendo muy muy pronto y que estén bien.

Chauuu~

(Y si, este es un borrador que tengo desde marzo hecho skksks)

Continue Reading

You'll Also Like

69.2K 3.3K 28
la vida de Brenda en el orfanato le va muy mal, ella desea ser adoptada, tener una familia, pero en el orfanato la mayoria que adoptan son de 1 a 10...
8.8K 973 44
Un humano reencarnado en my little pony Esta historia le pertenece a Blacklares de Different Royal Pony. que está en inglés y la intento traer en esp...
5.5K 648 4
𝐍𝐄𝐖 𝐆𝐄𝐍𝐄𝐑𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 | "- 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐁𝐀 𝐄𝐍 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀 mía y aún así gane, yo siempre gano. ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎...