Mi amor prohibido

由 julia_lmao_

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Enemies to lovers Relación falsa Fanfic con Pablo Gavi Laia decide pasar un verano en Barcelona, donde no con... 更多

Capítulo 1- Putos sueños de mierda
Capítulo 2- La fiesta
Capítulo 3- Día nuevo, vida nueva
Capítulo 4- El trato
Capítulo 5- El trato: Parte 2
Capítulo 6- El antes y el después
Capítulo 7- El contrato
Capítulo 8- Primeros problemas
Capítulo 9- La primera noche
Capítulo 10- Yo solo quería dormir
Capítulo 11- Rizos
Capítulo 12- Ni gucci ni Prada
Capítulo 13- Nuevo comienzo
Capítulo 14- Fiesta
Capítulo 15- Moscow Mule
Capítulo 16- Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.
Capítulo 17- Celos
Capítulo 18- Llegada al aeropuerto
Capítulo 19- La curiosidad mató al gato
Capítulo 20- Volver a caer
Capítulo 21- ¿Verdad o reto?
Capítulo 22- GAVI "30"
Capítulo 23- je t'aime🤍🔞
Capítulo 24- "Reencuentro"
Capítulo 25- Déjate llevar
Capítulo 26- ¿Qué somos?🔞
Capítulo 27- Belleza natural
Capítulo 28- Portaventura
Capítulo 29- Hay mucho de mí que te faltó conocer
Epílogo: Un verano sin ti
Epílogo prt.2: Mi amor prohibido
Fin🍾
IMPORTANTE

Capítulo 30-Ahora me ves, ahora no me ves🎭🔞

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由 julia_lmao_

5 días para la vuelta a Jaén
GAVI

Iba a matar a Ferran y a Sira en cuanto los viera. Ya llevaba el traje puesto y temía el empaparlo en sudor.

Un coche negro vino a recogernos a Ansu y a mí, ambos trajeados. El aire acondicionado estaba puesto al máximo, tanto que incluso llegué a agradecer el llevar puesto el traje.

-¿Estás preparado?- preguntó mi amigo después de un largo rato en silencio- ya sabes que en cuanto lleguemos tienes que ponerte la máscara, es una obligación.

-Ya...¿no podríais hacer una excepción por ser el cumpleañero? 18 no se cumplen todos los días.

-Aquí no se hace ninguna excepción y menos para ti- bromeó- tranquilo, el aire va a estar a tope, por lo que calor no vas a pasar, hazme caso.

-¿Podría saber al menos a dónde nos dirigimos?- pregunté.

-Sí, la fiesta se celebra en un castillo que hemos alquilado durante toda la noche. La gente ya está allí preparada esperándote- tragué saliva- te va a encantar, en serio, confía en mí. Ya visité el castillo y es una locura. La noche va a ser una pasada, eso sí, solo si todo el mundo sigue las indicaciones dadas.

-Hemos llegado- anunció el conductor, interrumpiendo a mi amigo.

-Gracias- dijimos Ansu y yo al unísono, mientras nos colocábamos las máscaras. Realmente era difícil reconocer qué persona se escondía debajo de la máscara.

Bajamos del coche para dirigirnos hacia un gran jardín que llevaba hasta la gran puerta del castillo, hecha de madera. Mi acompañante empujó la puerta, abriéndola, y pasamos adentro.

En el vestíbulo se encontraban dos mayordomos, los cuales nos guiaron a una gran escalera que bajaba hasta una sala repleta de gente. La sala estaba iluminada por pequeños candelabros repartidos por el lugar.

-Ya pueden bajar las escaleras- nos indicó uno de los mayordomos.

En el momento en el que pisamos el primer escalón, se hizo el silencio en la sala, pero acto seguido todo el mundo empezó a vitorear y aplaudir, dejándome sorprendido. Había muchísimas personas, todas vestidas con trajes de época, ¿de dónde los habrían sacado? Parecía un cuento. Había tanta gente que me recorrió la mente un pensamiento de que no conocía ni a la mitad. ¿Dónde estaría Laia? Quería verla.

El interior del castillo no era para nada como me lo imaginaba. Era blanco con decoraciones azules. Se notaba que todo estaba muy limpio ya que tanto las paredes como el suelo brillaban y daban la sensación de que en cualquier momento me podía resbalar de lo limpio que estaba. Ansu Fati tenía razón, el aire estaba al máximo, por lo que no hacía calor con los trajes que llevábamos puestos.

Cuando terminé de bajar las escaleras una masa de gente se acercó para saludarme. No lograba reconocer a muchas de las personas debido a las máscaras que llevaban, pero fingía como si los hubiera conocido desde los tres años.

Una pareja se me acercó lentamente, la chica agarraba del brazo a su acompañante, quien se acercaba a mi con paso decidido. Me tensé.

-¿Qué tal, cumpleañero?- era Ferran, por lo que deduje que su acompañante era Sira- ¿te está gustando tu fiesta de cumpleaños?- cómo les explicaba que iba a matarlos por:

1. Haber invitado a media ciudad.
2. Haberme obligado a trajearme en pleno agosto con 40° a la sombra y 50° al sol.

-Es una pasada- les dije. No era mentira, la fiesta estaba de p*ta madre, pero hubiera estado mejor una fiesta que no implicase el morirse de calor en el trayecto, pero no quería ser desagradecido- por cierto Sira, vas guapísima- llevaba un vestido azul y rosa, adornado con un estampado dorado que recorría todo el vestido.

-Muchas gracias- hizo una reverencia a modo de broma- siento que no todo el mundo haya podido venir con trajes de época, pero la tienda que nos los alquiló no disponía de tantos- Era verdad, no todo el mundo llevaba trajes de época, había gente que llevaba trajes de hoy en día, pero más o menos siguiendo con la temática. Eso sí, todos llevaban la maldita máscara.

-No te preocupes, ni me había dado cuenta- Intenté que se relajasen y hacerles ver que todo había salido según lo habían planeado, ya que a ambos se les notaba tensos e incluso angustiados.

-¡Gavi!- reconocí la voz de Pedri detrás de mí- ¿has visto quién está aquí?- tenía a una chica al lado. Me llamó la atención su vestido, era aún más bonito que el de Sira, y eso que era difícil. Era amarillo, me recordó al de Bella de "La Bella y la Bestia".

-Hola cumpleañero- pronunció la chica.

-AURORA- corrí rápidamente a abrazar a mi hermana- Dios cuánto te he echado de menos.

-Yo también a ti, te quiero- me dijo.

-¿Cómo es que has venido? Pensaba que estabas trabajando.

-Y lo estaba, pero al final conseguí pedirme el día. Papá y mamá no han podido venir, pero ya sabes que dentro de poco vendrán a pasar aquí unos días.

-Ya los hecho de menos, llevo bastante sin verlos.

-¿Qué tal tu último día siendo menor de edad, eh?- me dio un pequeño puñetazo en el hombro a modo de broma.

-Bastante bien, sobretodo gracias a tu aparición estelar- le sonreí.

Tras un rato charlando con mi hermana, me dispuse a cotillear un poco el lugar. Al meterme entre la multitud, dudaba que la gente me reconociese ya que los hombres íbamos más o menos vestidos igual. Había muchos pasillos un poco más oscuros donde había gente hablando, teniendo así más tranquilidad y privacidad, ya que en la sala principal la música no dejaba apenas hablar.

-¿Un cóctel?- se me acercó un camarero que también llevaba máscara con una bandeja llena de ellos.

-Sí, gracias- cogí uno, me lo bebí del tirón y se lo devolví, ya que no quería después estar cargando con el vaso.

El camarero se retiró y seguí con mi visita por el castillo, esperaba no perderme.

Entré en uno de esos pasillos y por fin vi a Laia al fondo de este. Llevaba un vestido azul oscuro, que conjuntaba con un lazo que llevaba en el pelo. Me acerqué casi corriendo a ella, la cual me hacía gestos para que me diera prisa.

-Por fin te veo- le dije- tenemos que hablar, le dije mientras me acercaba a ella. La máscara que llevaba estaba llena de brillitos, que hacían que su mirada se viera aún más impresionante. Me di cuenta de que se había alisado su pelo rizado y se había hecho ondas, le quedaba súper bien ese peinado.

Laia no me respondió, sin embargo me cogió de la camisa de mi traje y me acercó a ella, quedando a centímetros de su boca, entreabrí los labios esperando a que se lanzara, pero viendo que no lo hacía, la pegué a la pared y pegué mi boca a la suya. Su sabor había cambiado, sabía a alcohol, a uno de esos cócteles que me habían servido hacía unos minutos. Sumergí mi lengua dentro de su boca, jugueteando con la suya. Su vestido me dificultaba que me pegara a ella como yo quería, habiendo así un pequeño espacio entre nuestras caderas. La había echado de menos, tanto que estaba disfrutando demasiado este beso. Ojalá que no fuera el último, no sabía qué iba a hacer cuando se fuera a Jaén.

La cogí del cuello y pegué aún más mis labios a los suyos, notaba como había cambiado su forma de besar.

-Te quiero- susurré contra su boca.

Enterré mi cara en su cuello, succionándole con cuidado creándole así un chupetón en él.

-Lo que daría por quitarte ese vestido y follarte aquí mismo- le dije, sin preámbulos. La sujeté de las caderas y la acerqué a mi lo máximo posible. Sus manos acariciaban mi cuello con ansia, deseando llegar a más, cosa que yo también deseaba. Me jodió el hecho de que mis amigos no me hubieran dicho en qué habitación iba a pasar la noche, ya que mis amigos más cercanos y yo íbamos a dormir en el castillo; si me lo hubieran dicho no hubiera tardado en llevarla a mi cuarto y hacerle las cosas que tanto estaba deseando hacer. Estos dos últimos días la había necesitado como nunca, pero mi ego no me permitió verla.

-¿Pablo?- me giré de golpe. Una chica con un vestido rojo y un antifaz negro me miraba fijamente. Noté el temblor en su boca al pronunciar mi nombre. Llevaba unos guantes negros que le llagaban hasta su antebrazo. Su melena rizada caía sobre sus hombros. Hostia puta, la acababa de liar.

-¿Laia?- miré rápidamente a la chica que tenía delante- ¿qué cojones? ¿Quién mierda eres tú?

Cuando volví a girarme hacia la verdadera Laia, solamente pude ver como se alejaba corriendo entre la multitud de gente con dificultad, agarrando con ambas manos su vestido, el cual no la ayudaba a moverse entre tanta gente.

Me enfadé tanto, ¿cómo cojones me habían podido engañar de manera tan fácil? ¿Por qué no sospeché? Mierda. Con furia le quité el antifaz a la persona que tenía delante, la mujer que me había engañado por completo y yo había caído en su trampa sin ningún problema.

¿QUÉ?

¿Cómo ha podido pasar esto?

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LAIA

Corrí con furia entre la gente. Lo que faltaba para rematar mis últimos días aquí. Sabía que esto iba a acabar pasando, iba a ser engañada como había sido siempre. De buena soy tan tonta... ¿Por qué me había hecho esto? ¿Era una especie de venganza por no haberle avisado con tiempo de mi vuelta a Jaén? ¿Era una manera de olvidarme y de pasar pagina? No lo sabía. No lo entendía. Todo a mi al rededor daba vueltas, como si fuera una terrible pesadilla de la que necesitaba escapar lo antes posible.

Esta mañana, en cuanto había llegado Sira a mi casa con el vestido que ahora llevaba puesto, lo había visto como una manera de poder intentar resolver mis problemas con Gavi. Me había preparado tanto para él... qué ingenua. Nuestra historia de "amor" estaba destinada a fracasar, ya habían sido muchas veces en las que Pablo se había aprovechado de mí y yo le había perdonado que esto se había vuelto un círculo vicioso, pero hasta aquí. No iba a permitir que esto volviera a pasar nunca más.

Agradecí llevar puesta la máscara ya que así podía disimular un poco mi cara de mierda, las lágrimas no ayudaban para nada. Menos mal que no me había maquillado, Sira se había ofrecido a maquillarme, pero yo me había negado porque no era una cosa que me gustase mucho. Punto para mí, al menos así solamente tendría que secarme las lágrimas.

Salí a un pequeño balcón que vi en el cual podía estar sola. No quería tener ningún tipo de compañía en ese momento, estar sola me reconfortaba.

(Balcón donde está Laia)

Sabía que Pablo no tardaría en venir a buscarme para darme sus magníficas "explicaciones", si es que no lo estaba haciendo ya, pero me negaba a darle más segundos de mi vida a ese inútil. No sabía qué estaba haciendo en esos momentos en su fiesta de cumpleaños, no me merecía, al igual que yo no lo merecía a él, merecía a alguien muchísimo mejor.

Necesitaba largarme de esa puta fiesta en cuanto pudiese. No voy a mentir, no me largué en ese mismo instante solo porque habría tarta, pero en cuanto cogiese mi trozo me iría.

——————————————————————————

GAVI

-¿Pero qué cojones? PUTA PSICÓPATA- me podía esperar que cualquier persona estuviese debajo de ese antifaz, pero ¿QUÉ HACÍA AHÍ LA COMPAÑERA DE PISO DE LAIA?

No me acordaba ni de su nombre, pero tampoco me hacía falta para reconocerla a la perfección. La vi el día que fui con Laia a su antiguo piso para recoger sus cosas y noté como me tiraba la caña, ¿pero cómo se había colado? No entendía nada.

Salí corriendo, necesitaba alejarme de esa arpía, ya vería después lo que haría con ella. Tenía que explicárselo a Laia, ¿dónde podría haberse escondido? Pensé en el salón donde estaba todo el mundo, pero dudé de que quisiera estar rodeada de gente. Me acordé de uno de esos pasillos que estaba prácticamente en la oscuridad en los que no había apenas gente. Bingo.

Fui corriendo a buscar el pasillo que había visto nada más llegar, pero en el pasillo encontré lo que menos me esperaba encontrar: a dos personas enrollándose como si no hubiera un mañana.

Y no era Laia, no, era mil veces peor.

Mi hermana y Pedri estaban besándose como si en eso se les fuera la vida. ¿Pero qué? Pedri me había dicho que se había enrollado con su masajista o no sé qué. Ahora entiendo que todo era una farsa y que con la verdadera persona que estaba enrollado era con Aurora, mi hermana y no con su masajista. Por eso se lo contó a Ferran antes que a mí, y yo, muy iluso, pensé que se lo había contado a él primero porque yo estaba muy ocupado con Laia.

-¿Pedri? ¿Aurora?- los llamé. Había logrado reconocerlos gracias a la ropa que llevaban puesta, me había gustado tanto el vestido que llevaba Aurora que dudaba que se me fuera a olvidar de lo bonito que era, pero después de ver esta imagen, si que no se me iba a olvidar jamás del trauma que me iba a quedar, eso estaba claro.

Ambos se sobresaltaron al oír mi voz y se giraron en mi dirección.

-Gavi- fue lo único que dijo Aurora.

-Te prometo que te lo puedo explicar- contestó Pedri.

No podía más, me giré y me fui sin dejar lugar a réplicas.

Aurora días antes había estado regañándome por no haberle dicho nada sobre mi relación con Laia y haberse tenido que enterar por la prensa, ¿pero ella acaso me dijo algo de esto?

Y mejor no hablar de Pedri, mi supuesto "mejor amigo", prefirió engañarme contándome un drama de que estaba enrollado con su masajista y yo el muy imbécil, me lo creí sin dudar de su palabra. Me tragué todas sus mentiras como si de un vaso de agua se tratase.

——————————————————————————
LAIA

-Señoras y señores, son las 23:56 de la noche, acudan todos a la sala principal para cantarle el cumpleaños feliz a Pablo- anunciaron por un altavoz- después de cantarle el cumpleaños feliz, repartiremos la tarta.

Vi a Pablo encima de una tarima, rodeado de gente. Se había quitado el antifaz, por lo que ahora eran visibles sus expresiones. Tenía una sonrisa en la cara, pero sabía que era una sonrisa falsa. Se le notaba inquieto y no paraba de jugar con las manos.

-QUEDA UN MINUTO- volvieron a anunciar por los altavoces.

Se inició la cuenta atrás y cuando por fin dieron las 0:00 todo el mundo empezó a aplaudir. Me sobresalté al notar justo detrás de mí a alguien tirando un cañón de confeti mientras todo el mundo le cantaba a Pablo, quedando así llena de este.

Cogí mi trozo de tarta y me dirigí hacia la salida del castillo, desde el balcón había visto que disponía de un enorme jardín muy bonito.

La tarta estaba buenísima, era de tres chocolates. Me atrevería a decir que era de las tartas más buenas que he probado en mi vida, pero no me sorprendió ya que, según lo que me había contado Sira, la habían encargado en la mejor pastelería de toda Barcelona.

Salí del castillo y entré en el jardín, noté como el calor se apoderaba de mí ya que el vestido que llevaba puesto aunque fuese de manga corta daba muchísimo calor.

Vi que no estaba sola, había alguien en el jardín aparte de mí. La reconocí.

(Jardín del castillo)

Un sentimiento de furia me recorrió por dentro. Reconocí el vestido, era la mujer con la que Gavi se había besado. Estaba de espaldas, mirando fijamente hacia delante. No voy a mentir, me dio mal rollo, pero me armé de valor para plantarle cara.

-¡Eh, tú!- la llamé. Ipso facto, la mujer se dio la vuelta- ¿Pero qué cojones? ¿Marta?- noté como se sorprendió al verme, pero acto seguido cambió su expresión a una de tristeza.

-Lo siento, Laia- me dijo.

-Qué hija de p*ta, ¡qué hija de p*ta!- chillé. Quería que le quedase bien claro- nunca me caíste bien, pero esto- hice una pausa- esto es otro nivel. Puta loca.

-Laia- se derrumbó y noté como le empezaron a salir las lágrimas de los ojos.

-Ni Laia ni nada- la corté.

-Te lo puedo explicar de verdad- sollozó- entiendo que te enfades conmigo, pero por favor, no te enfades con Gavi, él no tiene la culpa.

-No, claro que la tiene. Imbécil- No me transmitía ningún tipo de pena-Nuestra "amistad", si es que se puede llamar así, se ha acabado. Al igual que mi relación con Gavi, ahora ya tienes un camino libre para salir con él.

Me giré dispuesta a salir de allí lo antes posible, pero ella corrió detrás de mí y me agarró el brazo con fuerza.

-Déjame que te lo explique- me suplicó. Con el brazo que tenía libre, reuní toda la fuerza que disponía para darle la hostia de su vida.

-Suéltame- decreté- No me vuelvas a hablar en tu vida.

Salí de ese sitio lo antes posible. Saqué mi móvil y marqué el número de un taxi, el cual no tardó apenas en venir a por mí.

Subí rápidamente al coche y cerré la puerta de un portazo.

-¿Otra vez tú?- el hombre me sonrió. Aún lo recordaba, era el mismo taxista que me había recogido en aquella fiesta en la playa  en la que Marta me había abandonado por un tío. Gracias a esa fiesta había empezado todo y gracias a esta otra, se había acabado.

El coche arrancó y fue avanzando lentamente, vi como Gavi corría hacia la salida del castillo, pero ya era tarde. El daño estaba hecho y no iba a ser fácil curarlo.
——————————————————————————

GAVI

La había visto irse, ya no había marcha atrás.

Por los altavoces empezó a sonar "Let her go".  Ahí fue cuando me di cuenta de que no estábamos destinados, simplemente tuve el placer de haber coincidido con ella en esta vida, pero solo fue eso, una coincidencia. Ella no vino a mi vida para quedarse, al igual que yo no me iba a quedar en la suya.

Tenía que dejarla marchar, que continuara su vida, aunque eso significase olvidarse de mí y pasar página.

Y era así como mi vida se empezó a derrumbar pedazo a pedazo.

Se me iba a ir la vida deseando una con ella.
——————————————————————————

🏰🌄ONLY KNOW YOU LOVE HER WHEN YOU LET HER GO🌄🏰
🤍🤍
Dadle una ⭐️ al capítulo y seguidme porfa
~
I think I'll miss you 4ever

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