STRANGER THINGS FANFIC || 🕹️
❝ oh baby, I can feel the rush of adrenaline ❞
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▋⌕ capítulo diecisiete ˚ 。🪓
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【 primer final 】
UN MES DESPUÉS ...
MAX MIRABA A RACHEL A TRAVÉS DEL ESPEJO donde su madre estaba terminando de peinarla para el baile de invierno.
—Estás perfecta pelirroja —sonrió y Max lo hizo también.
Billy se quedó en la puerta mirándolas y luego siguió de largo hacia su habitación.
—Ve... —le dijo Max asintiendo con la cabeza.
—Yo te llevaré —le recordó mientras la señalaba.
Fue hacia la habitación de su hermano y para su sorpresa estaba la puerta abierta. Pero aún al estarlo tocó y Billy se dio vuelta para verla.
— ¿Qué pasa? —el tono de voz de su hermano había cambiado el último mes.
—Nada —negó y entró a la habitación cerrando la puerta detrás de ella.
—Si vienes a pedir mí auto para llevar a Max ya le dije a papá que si.
Rachel rió pero también negó —Si, lo sé pero no es eso.
— ¿Entonces qué?
—Quiero mostrarte algo —Billy frunció el ceño pero dejó que su hermana se acercase hacia él.
Rachel se dio la vuelta y corrió su cabello hacia un lado para bajar un poco su camiseta y dejar al descubierto su hombro izquierdo.
17:52.
La hora en la que Billy había nacido.
Su hermano pasó la yema de sus dedos sobre el tatuaje y sonrió de lado.
— ¿Feliz navidad? —se dio la vuelta y rió con la cara de su hermano.
Billy soltó una risa y dio unos pasos hacia atrás.
— ¿De que te ríes? —Rachel frunció el ceño cuando Billy abrió su camisa y señaló su pecho a la izquierda también.
Morti.
— ¿Es enserio? —alzó sus cejas y entendió porque su hermano reía también. Ambos se habían tatuado algo del otro— ¿La telepatía de mellizos existe? —bromeó ella.
—No imbécil —se burló Billy y volvió a prenderse la camisa—. Escuché cuando llamaste para un turno y lo que pedías así que pensé... ¿por qué no hacerlo también? Sería de mal hermano que tu tuvieras y yo no —se encogió de hombros.
—Eres tan especial Billy, y no de la buena forma —su hermano abrió la boca indignado pero correspondió el abrazo de Rachel. Besó su cabeza antes que el grito de Max se escuchara por toda la casa.
— ¡Rachel vamos!
La rubia rió y miró a Billy — ¿Estás seguro de que puedo llevarme tu auto? ¿No saldrás?
—Tranquila, ve —asintió. Rachel abrió la puerta—. Disfruta cenar con tus suegros —dijo antes de que ella se vaya.
—Oye que me caen bien —lo señaló acusadoramente, el chico alzó sus brazos con inocencia y le lanzó las llaves de su auto.
Max y Rachel estaban de camino al baile de invierno. Ya era el final de la escuela, a Rachel solo le quedaba graduarse y a Max pasar a preparatoria.
En un mes había pasado absolutamente de todo.
Steve y Rachel no habían oficializado su relación como tal pero ya todos sabían que estaban juntos, al igual que Nancy con Jonathan.
Rachel se había quedado en casa de Steve unas cuantas veces en lo que fue ese mes y en una de esas le tocó conocer a los padres de él. A ella le habían caído bien a pesar de todas las protestas de Steve sobre que eran unos malos padres que no estaban nunca y todo lo que seguía después.
Pero incluso él mismo dijo que a su madre le había caído mejor ella que Nancy.
La relación de Max con Billy no mejoró ni empeoró, al menos ahora no se gritaban cada vez que compartían un mismo espacio.
Por su lado Billy tuvo que acostumbrarse a tener a Steve desayunando algunas veces junto a él y Max o querer hablar con Rachel y que Steve esté en su casa.
Mientras más se acercaba el cumpleaños de los mellizos más se replanteaba la vuelta a California. Estaba cómoda en Hawkins, si, no era un lugar muy seguro luego de todo lo que supo sobre el pueblo pero tampoco era lo peor.
Tal vez iría en vacaciones de verano algunas semanas, pero el volver a vivir allí ya no estaba dentro de sus opciones en un futuro cercano. Tal vez en un futuro lejano si, pero justo en ese momento, estaba perfecto el punto en donde se encontraba su vida allí.
—Diviértete —le dijo a Max antes de que ella bajase del auto.
Rachel se puso en marcha hacia la casa de los Harrington.
No recordaba cómo es que terminó invitada a la cena con los padres de Steve y parte de la familia de él pero allí estaba, entre medio de todos los tíos y primos del chico.
— ¿De dónde eres querida? —una de las tantas tías de Steve le preguntó a ella.
—California —respondió con una sonrisa.
—Ay, hermoso lugar, fui de vacaciones una vez —asintió con la mirada perdida mientras parecía recordar esas vacaciones—. Lindas playas.
—Sobretodo para el surf —comentó Steve a su lado. Ella lo miró asintió.
— ¿Surfeas? —le preguntó la mujer con curiosidad.
Rachel asintió —Lo hacia hasta antes de venir a Hawkins —apretó sus labios en una pequeña sonrisa.
—Increíble, ¿tienes pensado volver?
—Lo pensé ni bien llegue a Hawkins, más que nada cuando cumpliera los dieciocho pero en este momento no volvería, al menos no a vivir permanentemente —se encogió de hombros.
Y así más y más preguntas que respondió con la total sinceridad del mundo y sacando paciencia que no sabía que tenía guardada.
—No doy más —se dejó caer en la cama mientras que Steve cerraba la puerta de su habitación. Se levantó y se sentó en el borde de ésta— ¿Cuánta más familia tienes? Eran como veinte.
—Y ni siquiera son el cincuenta por ciento cariño —se rió cuando Rachel alzó sus cejas con incredulidad.
—Dios —se tapó su cara con sus manos y volvió a acostarse en la cama—. Steve —soltó una risa cuando él se acostó sobre ella escondiendo su rostro en el cuello de ella.
—Déjame, estoy muerto —murmuró sin levantar la cabeza.
—Levántate así nos cambiamos —pidió ella entre medio de las risas. Apoyó su mano en el cabello de él y enredó sus dedos en éste.
—Tengo una duda —alzó su cabeza de golpe. Rachel alzó sus cejas—. Bueno más bien es algo que Ruby cree y yo no.
— ¿Ruby? ¿Hablas con Ruby?
—Pues claro, es lo más cercano a tu mejor amiga, tengo que —se encogió de hombros.
—Okay —se rió y le dijo que continuara.
—Ella dice que Max y Lucas terminan juntos y yo digo que no —la rubia frunció el ceño ¿por qué hablaban de Max y Lucas?— ¿Tú qué crees?
— ¿Yo qué creo?
—Ajá.
—Que estan demasiado aburridos como para pensar en esas cosas.
—Oye, es una pregunta seria, Lucas pasaría a ser mí... —hizo una pausa sin saber que decir— ¿Qué sería lucas de mí?
—Nada porque Max no es mí hermana de sangre, tarado...
Steve bufó y volvió a acostarse como antes.
—Le sacas lo divertido a todo Morticia —se burló del apodo que escuchó a Billy decirle una vez.
— ¿No pararás con eso cierto?
—Fue el mejor apodo que escuché, claramente no voy a parar de decirlo.
—Voy a matar a Billy.
—Porfavor, no es un buen cuñado —negó con la cabeza y dejó un beso en los labios de Rachel.
—Por poco y es buen hermano, no pidas mucho —lo miró a los ojos y Steve pareció acordarse de algo.
— ¿Te mostró el tatuaje? —preguntó ladeando su cabeza.
— ¿Cómo sabes de eso?
— ¿Quién crees que le dijo el día y la hora en la que ibas? Creo que fue la única vez que Billy habló conmigo para algo más que insultarme por salir con su hermanita —los dos rieron.
—Eres increíble —acarició el cuello de él.
—Obvio que lo soy Rachel.
Estuvieron un rato más en aquella posición hasta que ambos decidieron cambiarse para ya acostarse a dormir de una vez por todas.
Rachel no planeaba quedarse pero al terminar tan tarde la cena la madre de Steve insistió que se quedase porque no sería muy conveniente volver a altas horas de la noche y por esto mismo estaba acostada en la cama de él con una de sus camisetas.
— ¿Enserio no volverías a California? Nunca me lo dijiste —sus brazos rodeaban los hombros de ella mientras la rubia estaba recostada en su pecho.
Pensó la respuesta y habló: —No volvería a vivir, o bueno, no en un futuro cercano a decir verdad —alzó su cabeza para encontrarlo viéndola.
— ¿Por qué el cambio de opinión? Hace menos de tres meses querías volver a toda costa, si fuera por ti te escapabas —bromeó.
—Supongo que mí vida aquí está bastante más estable de lo que estaría estando en California —se encogió de hombros acomodando su pierna entre las de él— Y me gusta la aventura de este pueblo.
—Eres la primera y única persona que dirá eso —soltó con gracia—. Todos quieren irse, los chicos están hartos del otro lado.
—No si, yo también lo estoy y eso que solo viví un día de todos los que ustedes ya vivieron pero... me hacía falta un poco de diversión interdimensional.
—Ereas rara Morti.
—Las mejores personas lo son.
— ¿De dónde sacaste esa frase? ¿De un comercial de cereales? —ella pateó su pie haciendo que él riera.
—De leche —le siguió la broma riéndose ambos del mal chiste que habían hecho.
Era el comienzo del invierno y tan solo faltaba la graduación para que pudieran librarse completamente de la preparatoria de Hawkins.
¿Qué pasaría el próximo verano dónde ya no tendrían un nuevo año escolar?
ST FANFICTION!
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