Giants - Jungkook

By _imsander

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Avery Alcott pasa de vivir una vida tranquila en Canadรก a entrar a la universidad y vivir en una residencia e... More

prรณlogo
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Especial 1-Sol y Playa
Especial 2-Cosas de Hombres
Especial 3-Haylie y cita
Especial 4-Boda y Tests
Especial 5 - Veinte a que es niรฑo
Especial 6- Arian y Adler
Agradecimientos
ยฟRegalito de fin de aรฑo?

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By _imsander

Me cambié a la ropa que me traje de mi apartamento. Mientras Jungkook se abotonaba la camisa blanca de manga corta, yo me recogía el cabello en una coleta alta.

—Tengo un regalo para ti—dije con una pequeña sonrisa.

Me miró sorprendido. Sonrió antes de volverse a su habitación. Volvió con dos cajitas pequeñas. Las miré analizándolas, ¿De verdad me compró algo?Abrí la primera sentándome en la silla de la isla. Un collar, era un pequeño rectángulo que conocía, tenía una canción grabada, si escaneaba esta sonaría la canción. Miré sonriente a Jungkook, ambos sabíamos cual estaba grabada. Él me enseñó que tenía el mismo también. Lo abracé como estúpida tarareando Giants. Después abrí el otro, era un pequeño anillo negro con una luna plata.

—También te compré una planta—dijo sonrojado—Está en mi habitación, la escondí en la terraza ayer.

Salí corriendo encontrándola sobre su mesita. Era una palmerita relativamente pequeña. Me llegaría por la cintura.

—Jungkook, esto es...—señalé la planta maravillada—es perfecto.

—Sé que te gustan las plantas, por alguna razón que no entiendo.

Me colgué de su cuello besando sus dulces labios. Le di un beso esquimal antes de agarrar la planta y pedir ir a mi apartamento urgentemente. Necesitaba ponerla en el salón ya.

Toqué la puerta y abrí con mi llave, había que avisar de nuestra llegada ya que había gente dentro. Mi padre nos recibió con una leve sonrisa.

—¿Y esa cosa?

—¡Mi regalo de Navidad!—dije ilsuionada—¿Has visto que bonita?

Jungkook rió tapando su boca con el dorso de su mano. Me quedé absorta con su angelical rostro levemente sonrojado y con esa amplia sonrisa.

—Yo también tengo un regalo para ti.

Mi padre se acercó a su maleta en mi habitación. En la casa sólo estaba él, ¿Y los otros dos?

Me extendió algo envuelto, lo abrí viendo un libro de portada azul clara.

—Las últimas veces que hablamos me dijiste que te aficionaste a la lectura.

—Gracias—abracé a mi padre.

—¿Y la arpía?—preguntó Jungkook acercándose a mi cama.

Sonrió viendo el corazón de la pared y me miró guiándome el ojo.

—Mi mujer se fue con Oru, no quería comer aquí y se lo llevo con sus abuelos.

—Oh—dije algo incómoda por la información.

Dejé el libro en el escritorio y abrí un cajón. En él había dos regalos envueltos. Le di uno a mi padre y otro a Jungkook.

El de mi padre era unos auriculares para que dejara de dar la bara a sus compañeros con la música que me enseñaba. A Jungkook le hice un álbum. Había fotos de todo tipo que le pedí a Alice, Harper...a todos. Había frases de canciones que él mismo me había enseñado por todas partes. Las seleccioné para que encajaran con la situación.

—Eres fascinante, Avery—dijo pasando un par de fotos—Ven.

Me acerqué a él, a la cama, y me sentó sobre su rodilla antes de dejar un beso casto en mis labios.

—Los usaré—dijo mi padre moviendo los cascos en sus manos.

—¿Queréis comer en la cafetería o salimos?

—¿Hay cafetería?—preguntó mi padre asombrado.

—Sí, y hacen buena comida—comentó Jungkook aún mirando su nuevo álbum de fotos.

Me dio un golpe en la pierna y señaló una foto. Era una de él durmiendo en mi cama.

—Esto es traición.

—No tanto—dije sonriendo viendo su espalda en la foto.

Mi padre no decía nada, nos veía pelearnos por las fotos en silencio. Jungkook bromeaba con denunciarme por hacer fotos sin consentimiento, sobretodo por una que hice cuando él me cocinaba el desayuno y estaba en bóxer. Me gustaba fastidiarlo todo lo que podía, era divertido ver sus expresiones; la peor parte era cuando contraatacaba y lamentablemente me dejaba sin palabras.

Acabamos bajando a la cafetería, no había muchas personas allí. La mayoría se habría ido a casa de sus padres o familiares. Lo que me sorprendió fue ver a Alice y Harper allí. Mi padre comentaba el ambiente con Jungkook mientras hacíamos la cola de la comida, decidí ausentarme un segundo para saludar a esos dos. Me adelanté un poco en la cola y los asusté.

—¿Qué hacéis aquí?—pregunté—pensé que iríais con vuestros padres.

—Volví a las once, nosotros sólo cenamos juntos—dijo Alice colocándose las gafas.

—Los míos no hacen nada en Navidad, sólo en año nuevo.

Eso me parecía curioso. Yo les conté que vine con mi padre y lo señalé, estaba seguramente en plena discusión con Jungkook. Ambos estaban serios y de brazos cruzados.

—¿Se llevan bien?

—No sabría decirte—murmuré—Jungkook no es muy social.

Nos sentamos en una mesa algo apartada. Jungkook estaba a mi lado mirando como Harper hacía señas raras desde la otra mesa. Mi padre miraba confuso a Jungkook, este también respondía con señas.

—Ahora vuelvo.

Jungkook se levantó chasqueando la lengua. Observé sonriente como comenzaba a gritar a Harper que qué quería.

—¿De verdad estás bien con él?

—Estoy perfectamente —dije con una tonta sonrisa en el rostro.

—Es que, siento que no te conozco.

Levanté la vista de mi merluza de pescado. Mi padre parecía preocupado viendo a Jungkook agarrando la camiseta de Harper y agitándolo como hacía normalmente para que le dijera algo que se estaba guardando.

—Te imaginé con el típico chico tímido y estudioso que le daría vergüenza hasta agarrarte de la mano. Tampoco te imaginé en un grupo grande de amigos.

—Antes sí que era así—dije viendo a Alice reír y señalar a mi novio—Pero cambié en Canadá y reflejé los cambios aquí. Sé que Jungkook aparenta ser el típico chico que juega con las chicas o golpea a quien se atreva a mirarlo; incluso que es un pésimo estudiante. Pero no es así, no habla mucho, no tiene más amigos que nuestro grupo y eso recientemente, antes tenía sólo un amigo. Además es un genio, me ayuda a estudiar y con mis dudas—bufé cruzándome de brazos—Estoy perfectamente con mi vida actual, tengo lo que necesito. Unos amigos de verdad y bueno, tengo a Jungkook.

—Supongo que me frustra saber que otro hombre te hace feliz, a pesar de que yo no estuve mucho en tu vida.

—Eres mi padre, trataste de estar lo que pudiste. Podrías haber hecho más, pero actualmente no me importa. Te quiero igual.

Mi padre sonrió y siguió comiendo mientras observaba la mesa de Alice, Harper y Jungkook peleando. Minutos después de ver a Alice levantarse a por un postre vi entrar a la persona que menos quería ver en esos momento: Noah. Venía junto al hermano de Jungkook. Cuando vio a mi padre sentado frente a mí sonrió y caminó hacia nosotros a paso rápido. Quería largarme de allí cuanto antes.

—¡Alcott!

Mi padre se dio la vuelta viendo a la persona que casi consideraba una hija. Sonrió ligeramente y besó la mejilla de Noah. Ella se sentó sin quitar la sonrisa de su cara.

—¡Veryvery por qué no me avisaste que venía tu padre?

Chasqueé la lengua y me limpié los labios con la servilleta. Tenía la cara de fingir estar bien conmigo, ¿realmente creía que mi padre no sabría lo ocurrido? Sin duda no me conocía para nada.

—¿Qué tal el curso, Noah?

Nury se acercó algo incómodo e hizo una reverencia.

—Muy bien—agarró la muñeca de Nury y sonrió aún más —Este es Nury, es mi novio.

Casi me atraganté con mi saliva al tragar. Abrí los ojos como platos. Mi vista fue directa al hermano de mi pareja, este estaba serio mirándome. Hizo una mueca y asintió con una leve sonrisa a Noah. Mi padre me miró encontrándome temblando. Esa situación era demasiado para mí. Mi antigua mejor amiga trataba de ganarse a mi padre para que le siguiera pagando la residencia y encima, Nury...era mi amigo, joder. Era un buen amigo, el cual me jodió tener que dejar atrás y la cara dura de Noah lo llamaba novio. Noah no era capaz de tener de eso, ella no podía satisfacerse con tener un chico. Quería desaparecer. Miré hacia abajo tensando mis brazos, mis manos estaban sobre la mesa; me iba a ir en breves, pero alguien puso su mano sobre la mía.

—¿Qué cojones hacéis aquí?

La voz de Jungkook era oscura, amenazante y escalofriante; se estaba conteniendo para no soltar un golpe a su hermano allí mismo. Levanté la vista viendo las venas de su cuello bien marcadas, estaba furioso.

—Oh—Noah señaló a Jungkook viendo a mi padre—¿Sabes que es el novio de Avery? No te imaginas lo agresivo que es, se ha pegado con Nury—señaló a este—¡Y son hermanos!

Mi padre abrió los ojos como platos mirándome a mí. Bufé molesta, Noah me estaba tocando los ovarios.

—Cierra tu sucia boca, zorra—dijo Jungkook ahora desviando la vista a Noah—Ya te avisé de que me daba igual si eras mujer o la examiga de Avery, si tengo que romperte la nariz te la parto.

Agarré la mano de Jungkook con la mía libre: un sándwich de manos. Bajó la mirada viéndome sorprendida por lo que había dicho. Mi padre estaba en frente, no quería que se comportara como alguien que no era, pero eso era demasiado.

—¿Ve?—dijo Noah entrecortado y temblando.

—Mala impresión estás dando, hermanito.

—Cuando puedas ver la moto sin echarte a llorar me avisas.

Jungkook sonrió levemente tras decir aquello y ver la cara de enojo de su hermano.

—Iros—dije manteniendo la calma—No os quiero cerca.

—Pero veryvery...

—Interesada de mierda —me levanté del asiento y golpeé la mesa—Lárgate, ni veryvery ni mierdas. Búscate a otra persona que quiera pagarte la residencia.

—Te está influenciando...mi Avery no es tan agresiva—murmuró cerca de mi padre.

—Noah, me han contado lo que ocurrió entre vosotras—dijo mi padre junto a un suspiro.

Noah se quedó blanca, se le fue el color del rostro. Mi padre señaló a Jungkook.

—Sé que este chico es algo...impulsivo, pero mi hija está bien con él. Así que, Noah, hablemos en privado sin actuaciones innecesarias.

Jungkook se sentó a mi lado y comenzó a comer sin soltar mi mano. La apretaba con fuerza mientras mi padre se iba con Noah y Nury se sentaba en una mesa apartada.

—Debes controlarte un poco—dije viendo su perfil mientras bebía agua.

—Estaba haciéndose la víctimas frente a tu padre.

—Pero...

—Avery, creo que es más que claro que no dejaré que te hagan daño frente a mí; menos ellos. No me importa lo que piense tu padre, me importa lo que pienses tú.

Sonreí ligeramente viendo su mano aún sobre la mía. Me gané la lotería sin duda.

Me despedí de mi padre tras una larga conversación. No seguiría pagando la residencia a Noah, así que sería probable que dejara de verla por ahí, volvería con sus padres a cuarenta minutos en coche de la universidad. Ellos creían que ella trabajaba para pagarlo, pero no era así.

Cerré el libro y miré hacia arriba viendo el rostro de Jungkook completamente sereno, se había quedado dormido. Estábamos en su terraza, en un sofá algo gastado. Íbamos a ir al mío, pero la fiesta la estaban montando en la zona de la piscina y ya había música que impedía leer con tranquilidad.

—Jungkook.

Este seguía completamente quieto en el sofá. Estrujé sus mofletes haciendo que este gruñera y abriera los ojos. Quitó mis manos bruscamente y de un movimiento me dejó bocarriba en el sofá con él serio sobre mí. Sonreí traviesa cuando vi su oscura mirada, no iba a permitir otra ronda de sexo en la terraza; con una vez me bastó como experiencia. Besó mi cuello y subió por mi mandíbula hasta depositar unos castos besos en mis labios. En el cuarto mordí su labio inferior, un quejido salió de sus labios.

—¿Vamos?

—Me quiero cambiar—dije empujando su pecho hacia atrás.

—¿Te ayudo a quitarte la ropa?

Reí negando. Me levanté del sofá y bostecé. Jungkook me abrazó por la cintura y me llevó tambaleándonos dentro.

—Te espero abajo.

Bajé con unos pantalones vaqueros anchos azules y un top negro. Mientras bajaba las escaleras silbando me até la cabellera dejando mechones caer por mi rostro. Seguí a la multitud hasta llegar a la fiesta, había altavoces enormes alrededor de la piscina y a pesar del frío, había más personas dentro de la piscina de las que podía contar con mis dedos.

—¡Avery!

Harper se me tiró encima literalmente.

—¿Ya está ebrio?

—No, está sobrio e igual de idiota.

Liv sonrió mientras venía junto a Yael y Justin.

—Tu primera fiesta aquí—dijo Yael sonriendo—¿Te gusta el ambiente?

Sí, me gustaba bastante. La gente gritando con bebidas en la mano la canción que sonaba y otros en la piscina salpicando. Estaba anocheciendo, había unas luces de colores colgadas en las terrazas que iluminaban la zona.

Liv me agarró de la mano y mientras susurraba lo guapo que eran algunos de otros cursos me acercaba a la zona de bebidas.

—¡Dos preciosidades!

—Cállate Hollow y pásanos dos vodkas.

Antes de decir que yo no quería nada ya me habían entregado un enorme vaso a rebosar. Lo miré fascinada, con eso estaría como una cuba en minutos.

—¡Avery!

Alice se me tiró a la espalda casi tirándome el vaso.

—Dame un sorbito—dijo agarrando mi taza.

¿Todos estaban así de locos hoy?

—Jungkook está por allí.

Seguí su dedo encontrando al chico en una hamaca tumbado con el brazo por la cara y rodeado de chicas que le hacían o fotos o simplemente le miraban fijamente. Bufé negando, él siempre destacando aunque fuera por accidente.

—Te roban al novio—dijo Liv empujándome levemente.

—Nadie lo aguantaría—contesté dando un sorbo a mi bebida.

—¿Segura?

Pensé un segundo su drama familiar, su actitud algo explosiva y su indiferencia respecto a todo. Incluso sus contestaciones a veces sacadoras de quicio.

—Segurísima.

—Yo me lié con Justin.

—¿Qué?

Miré a Alice con los ojos disparados. Lo había soltado como si fuera algo insignificante, incluso Liv tenía la boca abierta. La agarró de la muñeca y se la llevó furiosa; sabía que entre esas dos había algo. Pero igualmente quería enterarme de lo de Justin, ya me estaba imaginando el drama.

Anduve dando sorbos a mi bebida hacia Jungkook. Cuando alcancé el círculo de chicas estas me miraron confusas, me adentré entre ellas y miré divertida al chico dormido. Preparé mis dedos para darle un pequeño golpe en la frente; se incorporó de inmediato.

—Hija de...

Me miró con odio, pero se le pasó al ver mi vaso en su mano. Se lo alejé negando.

—Tienes que conducir.

Se le había olvidado la carrera que tenía pendiente después.

—Me estás poniendo de mal humor.

Echó un vistazo alrededor, la mueca de su rostro demostraba su incomodidad por las miradas femeninas. Levantó una ceja observando fijamente a cada una, las señaló rápidamente y les enseñó un punto de la piscina; les estaba echando. Ellas chasquearon su lengua y se fueron de allí entre susurros.

—Voy a beber algo—me miró con una leve sonrisa—sin alcohol.

Me senté en la hamaca y asentí lentamente. Su ancha espalda se perdió entre la gente mientras una animada canción hacía a muchos lanzarse a la piscina. Bebí un sorbo de mi vaso y eché un vistazo a la zona, la gente de la pasaba bien.

—¿Tu Romeo?

Era Taehyung. Seguí mirando hacia el camino por donde Jungkook se había ido.

—Oh, vamos, fui tu primer amigo aquí; al menos no me ignores.

—Lárgate.

Me levanté de la hamaca dispuesta a huir del peliazul. Me agarró la mano echándome hacia atrás en el acto, casi se me desborda mi bebida.

—¿Qué quieres ahora?

—Quiero pedirte perdón.

—Vale, no te perdono, feliz Navidad.

—Avery...

Sonreí molesta, me estaba sacando de quicio.

—¿Quieres más problemas?—preguntó Jungkook con su vaso de, posiblemente, Coca-Cola.

—Claro que no, vine a disculparme por-

—Ya, claro. Hablemos antes de la carrera, pero aquí no.

Taehyung maldijo en bajo antes de soltarme. Me dio una última mirada antes de irse. Bufé aliviada y bebí de mi vaso. Jungkook dejó un casto beso sorpresa en mis labios.

—Al menos saboreo el alcohol de tus labios—murmuró.

—Alcohólico.

—No, adicto a ti, querida.

Eso no me lo esperaba, golpeé su hombro sonrojándome por completo. Besó de nuevo mis labios esta vez apegándome a él por completo. Rodeé su cuello con cuidado de no tirar el vaso. Sus labios eran una adicción preocupante, no podía parar. Mordió mi labio inferior y sonrió con esa mirada que conocía bien.

—Par de calenturientos.

Harper sonrió viéndonos fijamente mientras daba un sorbo a su vaso. Alice venía con Yael y Justin. Jungkook chasqueó la lengua separándose de mí.

—Ni liarme con mi novia me dejas.

Harper sonrió.

—No me gusta compartir—dijo abrazando a Jungkook.

La mueca de asco de mi novio era fascinante, digna de apreciar.

—Búscate un ligue y déjame en paz.

—Ya lo encontré—dijo señalando a una pelirroja que no paraba de mirarlo.

Harper tenía un encanto indescriptible, simplemente atraía con una sonrisa a cualquiera. Este se dirigió a la chica dejándonos en silencio. Jungkook miró la hora antes de mirarme fijamente, ¿Eso qué significa?

Agarró mi vaso y se lo dio a Justin, su vaso de Coca cola acabó en la mano de Yael. En menos de dos segundos me agarró de la cintura y me lanzó con él a la piscina.

—¡Me cago en tu puta madre, Jungkook!

Me abracé a él mientras echaba los mechones de pelo de mi rostro hacia atrás. Sonrió levemente. Movió bruscamente la cabeza para secar su cabellera. Sí que estaba larga...

—Está muy largo—dije estirando un mechón.

—¿No te gusta?

Sonreí agarrando la cabellera de arriba y haciendo una coletita. Realmente se vería bien con ese peinado...

—Vale, sí te gusta.

—Ahora debo cambiarme por tu gracia—dije pegándome a su pecho.

Los labios de Jungkook subieron por mi cuello, no pude resistir algunos suspiros. Cerré los ojos cuando noté la pared de la piscina en mi espalda. Sus labios acabaron sobre los míos en un lento y profundo beso. Su lengua no tardó en adentrarse en mi boca para jugar con la mía. Jadeé un par de veces, más aún cuando me pegó a su ya erecto miembro.

—Subamos a cambiarte, Avery.

Abrió su puerta quitándome el top negro. Atacó mi escote sin dejarme casi tiempo a salir de la entrada. Me acorraló contra la primera pared que vio. Llevé mis manos a su cabellera mientras que las suyas estaban en mi cintura. Subió sus besos por mi cuello, gemí cuando comenzó a morder y chupar esa zona sensible. Desabrochó mi sujetador y mis pantalones, bajó estos últimos junto a mis bragas mientras jugaba con mis pezones.

—Joder, Jungkook...

—Nada de abrir la boca, Avery.

—¿Qué?

—Ni mi nombre, ni gemidos, ni jadeos...nada.

Tragué en seco, eso sería complicado. Me subió aún estando contra la pared. Me besó con rureza, casi se me hacía imposible no gemir sobre sus labios. Cuando abrí los ojos me había llevado a su habitación. Me dejó en la cama y sonrió poniendo las luces esta vez rojas.

—¿Quieres música?

Se escuchaba la música de la fiesta a pesar de estar al lado contrario. Asentí observando su figura, no era justo que el estuviera vestido. Me levanté y le quité la camiseta, besé su espalda. Negó con una sonrisa, mientras sonaba una música muy cuestionable, me obligó a tumbarme en la cama. Bajó sus besos por mi torso hasta comenzar a besar el interior de mis muslos. Se hundió en mi zona íntima, tuve que taparme la boca con las manos para no gemir como una degenerada. Me encorvé de placer, Jungkook hacía unos orales que me llevaban al mismísimo cielo sólo con unos segundos.

Se separó de mi intimidad con una sonrisa.

—No me cansaré de ver tu expresión cuando te corres en mi boca.

Se quitó los pantalones silbando la canción que sonaba por toda su habitación. Se colocó un condón y me agarró del tobillo para acercarme al borde. Se despeinó su larga cabellera y la echó hacia atrás antes de penetrarme. Llevó su mano a mi cuello y comenzó a embestirme. Mis gemidos ahogados no llegaban a salir, Jungkook estaba siendo una completa bestia. Salió de mí cuando ambos llegamos al orgasmo y se apoyó en su mesa sin dejar de mirarme.

—No me gusta—susurré.

—¿No poder gemir?

Asentí cerrando los ojos.

—Lo apuntaré en castigos efectivos.

Sonreí ligeramente. Me encogí en la cama y cerré los ojos. Cuando desperté Jungkook se estaba cambiando a toda ropa oscura. Miré sus abdominales antes de que fueran tapados por una camiseta negra.

—Deja de acosarme.

—No te acoso—dije sonriente—Te aprecio discretamente mientras no miras.

—Lo dicho.

Me levanté de la cama y me puse una camiseta suya.

—Me dan ganas de hacer una segunda ronda, pero me espera un dineral.

Besó mi frente y señaló su escritorio, había unas llaves.

—Son tuyas. Puedes cotillear lo que quieras, volveré tarde.

Besó mi nariz y se fue de su apartamento dejándome allí sola en su habitación. Sonreí viendo las llaves, ahora podría venir a toquetear sus instrumentos.

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