El Miedo De Ámbar #1

Da LuAnto321

14.9K 3.6K 2.2K

Un simple apodo puede desestabilizarla. Un nombre tan común puede enloquecerla. Una mínima coincidencia se r... Altro

Prólogo.
Capítulo 1: Dia anormal.
Capítulo 2: El casi beso.
Capítulo 3: Ethan y Cassie.
Capítulo 4: Ya no está.
Capítulo 5: La foto.
Capítulo 6: Cuando sea el momento.
Capítulo 7: Caso cerrado (+18)
Capítulo 8: El pasado y la visita inesperada.
Capítulo 9: El deseo.
Capítulo 10: Espiando.
Capítulo 11: Despejando la mente.
Capítulo 12: ¡¡¡Aaaaah!!!
Capítulo 13: Su cara...
Capítulo 14: Necesito tiempo.
Capítulo 15: Cansada (+18)
Capítulo 16: La historia falsa.
Capítulo 17: Regalo adelantado.
Capítulo 18: Palabras inesperadas.
Capítulo 19: Recordando algunas cosas.
Capítulo 20: Confesando algunas cosas.
Capítulo 21: Dos amando a una.
Capítulo 22: ¡Felíz cumpleaños Ámbar!
Capítulo 23: Planeando.
Capítulo 24: El secreto de Cass.
Capítulo 25: Otro sueño.
Capítulo 26: Confirmación.
Capítulo 27: Mallacan 18 años triple cask.
Capítulo 28: Rompiendo la regla №2
Capitulo 29: ¿Un error? (+18)
Capítulo 30: En otra mente.
Capítulo 31: La Fräulein Sevedo.
Capitulo 32: El alcohol.
Capítulo 33: El primer "Te amo" (+18) [Parte 1]
Capítulo 34: El primer "Te amo" [Parte 2]
Capítulo 35: Tregua.
Capítulo 36: Dudas.
Capítulo 37: Borracheras olvidables.
Capítulo 38: Lauralei Weiβ.
Capítulo 39: Sentimientos agridulces.
Capítulo 40: Tres meses.
Capítulo 41: Etapas difíciles.
Capítulo 42: Terapia.
Capítulo 43: El comienzo.

Capítulo 44: Vodka (+18)

48 6 68
Da LuAnto321

Esta será la primera de algunas veces en las que Liam se asuste.









Narra Ámbar.

Octubre.

—Otro.

—Creo que bebió mucho— el cantinero se preocupa. Ni me interesa.

—Cállate. Tu deber es verderme, no aconsejarme.

—Solo digo.

—Mira— saco un enorme fajo de billetes. Es algo de lo que me quedó del viaje a Alemania —hasta que no se acaben estos billetitos me vas a dar el maldito alcohol. Cuando no alcance más, ahí, recién ahí voy a parar y me iré. Y encima ni que fuera menor de edad. ¿O tengo que darte mi identificación?

—No. Claro que no. Ya la ví— y se creyó lo de la identificación falsa.

—Bien. ¿Algo más para objetar? ¿O me dejará tomar tranquila?

—Como guste.

—Gracias.

Sigo con mi whisky a la roca.

Luego el vodka, el tequila, licor, cerveza, vino, Campari y termino mal. Porque no puedo pararme de la barra ya que siento que me caeré.

—Joder...

Escucho esa voz. Cierro los ojos.

—¿Perdón?— me sale un hipo.

—¿No pudo sacarle el alcohol?

—Casi me mata. Y aún quedan unos miles de euros.

—Dios. Démelos ya.

—Si, lo siento— me río.

—Lim Lim. Yo... Estou... Muito bem...

—Ya lo veo señorita trilingüe.

—Quiero se-seguir tomando.

—¿Con ese pedo? No Hermosa Eli.

—Déjame sufrir tranquila...

—Mmm... No. Lo siento pero odio verte así.

—¿Cómo?

—Destruida.

—Si vas a decirme "te lo dije" solo dilo. Soy muyyyy orgullosa como para aceptarlo.

—Está bien. Te lo dije. Todos nos equivocamos. Pero esta vez tuve razón. Y siempre la tuve. Eso lo sabes.

—¡Genial! Gracias Liam...

—Vamos a casa...

—No quiero. Bebe conmigo. Anda, anda, bebe.

—Eli no...

—¿La estúpida no te deja tomar ahora? ¿Acaso es tu dueña?

—Terminamos.

—¡¿Qué?!— comienzo mi risa incontrolable —No me jodas...

—En serio.

—¡Gracias a Dios!

—Tampoco festejes así.

—Pero hay que celebrar Lim...

—¿Bebiendo?

—Claro— sonrío —por favor una botella de vodka— le digo al cantinero.

Él nos mira a los dos.

—Eli...

—Shh... Basta. Y deme la botella porque es mi dinero. No el suyo— le quito mi plata a Liam y se la doy al otro chico.

—Enseguida.

—Ven. Siéntate y cuenta todo.

—Eres tan rara Elizabeth.

—Estoy mal Liam.

—Lo sé. Se nota. Faltaste al instituto hace un mes entero— se sienta a mi lado.

—¿Y? ¿Eso me devolverá a Erick? No.

—Pero el alcohol tampoco.

—El alcohol hace que me olvide de él. O lo intente.

—Cariño...

—Basta. Cuéntame qué pasó con la loca.

—Según ella se cansó de mi. De que no le preste atención. Porque dice que no tengo tiempo para darle amor o cariño.

—¿Es una broma? Liam tienes un trabajo de medio tiempo, estudias para ser uno de los mejores policías del mundo y vas al curso para mejorarte a ti mismo. Ella sabía con lo que se iba a encontrar y aún así quiso estar contigo. Sabiendo que no ibas a estar todo el tiempo para ella porque tenías prioridades, obligaciones. ¿Y ahora dice que está cansada? ¿De ti? Maldita puta.

—Literalmente... Fue algo doloroso. Yo de verdad la amaba Eli. Tal vez no le di la atención que merecía. No lo sé...— apenas llega la botella se toma un trago largo. Bastante largo.

—Esa no se merece nada de atención. Ni un solo minuto. Porque tú eres una gran persona Lim. Super atento, te preocupas al máximo por los demás, desde niño querías ser policía y amas hasta el día de hoy querer convertirte en eso. Por eso te esfuerzas demasiado. Porque es algo que amarás, y será parte de tu vida. Eso es genial. Tú eres genial. No dejes que nadie te arruine tus sueños. Y menos esa loca egoísta.

—Te odio...— empieza a llorar. Y yo también...

—Pero es cierto...

—No quería llorar y tú dices eso. Y encima tienes razón. Joder...

—Lo siento... Pero es lo que nos tocó.

—Tú tampoco merecías eso Lizz. Eres la chica más linda del mundo. Si tú fueras mi novia jamás te abandonaría, jamás. Te cuidaría como un frágil y precioso tesoro.

—Y si tú fueras mi novio nunca me quejaría de ti, ni me cansaría. Porque te entendería siempre...

—Ay te amo...— llora más. Nos abrazamos —eres mi hermanita...

—Y tú mi hermanito...

—Todavía no te vi llorar Hermosa Eli. Eso me extraña. Deberías soltarlo.

—¿Ah si?

—Tal vez llorando te hará mejor.

—Lloré, pero no enfrente de ti.

—¿Quieres llorar? ¿Ahora?

—No... No lo sé. Aún duele. Él... Era mi todo Liam. Yo antes iba al curso porque amaba el lugar pero los últimos años mi objetivo principal era verlo y estar con él. Sea para competir o para simplemente escucharlo reír. Su maldito egocentrismo era increíble. Tiene un magnetismo tan llamativo... Y con eso caí tanto que ahora me cuesta salir adelante.

—No tienes el anillo— observa mis dedos.

—Se lo llevó. No sé si lo venderá o que. Después de todo es oro blanco con diamantes pavé celestes e incoloros en toda la mariposa.

—¿Y si fue un recuerdo?

—¿Qué mierda dices? ¿Me da un regalo hermoso un año y después se va?

—Eli...

—Es absurdo. Todo esto es absurdo. Yo-yo estoy mal. Dios, necesito olvidarlo, seguir, pero no puedo...— comienzo a agitarme —es horrible tener esta sensación.

—¿Qué sensación?

—Darte cuenta que nunca te amaron como pensaste. Que te usaron solo... Para follar, y listo.

—Eli... No digas esas cosas.

—Esperé ese te amo por años... Jamás llegó.

Mi pierna tiembla inconsciente. Pero Liam se da cuenta y la toca con su mano con algo de presión para que intente parar.

Me abraza y ahí me desplomo.

—Está bien. Llora Hermosa Eli...

Me descargo por enésima vez en el mes. Todas las lágrimas que derramé me habrán dejado deshidratada.

—¿Por qué... Por qué se fue...? No hice nada malo. Solo lo amé, me enamoré. ¿Acaso está mal?

—Claro que no... Joder. Yo sabía que tenía que matarlo. Le dije hace unos años que si te ilusionaba no iba a dudar en asesinarlo. Hijo de puta.

—Lo hubieras matado...

—Si... Pero después tú me ibas a matar a mi. Seamos sinceros por favor— me río. Liam seca mis lágrimas y besa mi nariz.

—Es verdad.

—Ven.

—No quiero irme.

—Sígueme Elizabeth. Hay que cantar.

—¿Hay karaoke?

Me señala la rocola que tiene dos micrófonos a un lado.

Asiento.

Tomamos más botellas de vodka y nos paramos para el público. 

—¡Buenas... Madrugadas señores y señoras!— capto la atención de todos. Me miran sonriendo. Hay bastantes personas de echo.

—Mi nombre es Liam.

—Y yo soy Elizabeth. Y vamos a cantar una canción... ¿Cuál cantamos?

—No sé.

—¿Cantamos "Cherry Bomb" de "The Runaways"?

—¿En serio te la sabes?

—Son clásicos que escuché gracias a ti querido.

Le decimos al cantinero que ponga la canción.

La música comienza y cantamos como dos descerebrados mientras la gente nos aplaude. No sé si es por el ridículo o porque de verdad lo hacemos bien.

Me quedaré con el primer pensamiento.

Literalmente me caigo en el estribillo y en vez de ayudarme, Liam solo se mata de risa.

Me paro solita. Cherry Bomb es un tema movido y rockero que solamente le dice al mundo que tan rebelde puede ser una persona como una bomba de cereza. Perfecta pero un desastre. Sigo cantando y Liam me sigue hasta que la canción termina. Hacemos una reverencia, todos nos aplauden, nos sentamos de nuevo y seguimos tomando más vodka. El efectivo se me acaba y Lim saca su tarjeta de crédito.

—¿Sabes una cosa?— le pregunto.

—Te escucho.

—No lo necesito. Estoy bien. Más que bien. No lo tendré más al tóxico pegado a mí. Podré estar con quien yo quiera.

—Lo sé... Y yo también— me sonríe. Me carcajeo asistiendo.

—¿Quién quiere tener pareja? Es una mierda.

—Carajo, sí.

—Tiene que existir una ley que diga: prohibido tener novio o novia. Esa gente tarde o temprano te va a lastimar.

—Exacto. ¿Somos los desechados acaso?

—Si. Nosotros dos contra en mundo Lim Lim.

—Ya tengo sueño Eli.

—Aburrido.

—Son las 6 de la mañana. El bar está por cerrar.

—Iremos a un bar de veinticuatro horas. Son todos aguafiestas.

—Elizabeth, no duermes hace días. Y el alcohol no ayuda a tus pensamientos raros.

—Ay okey. Nos vamos pero seguimos tomando en tu casa. Porque si mis papis me ven así me matan. Y ellos están pensando que estoy en lo de Kev durmiendo como buena persona santa.

—¿Cómo puedes mentir tanto? Es un don no tan bueno.

—Pero es un don. Así que no me envidies.

Se ríe.

—Ya vamos. Si no gastamos más de $100.000 euros seguro pasamos los $50.000 y más.

—Coincido.

»Bien vamos.

No traje ni teléfono. Solo quise venir aquí porque el lugar tenía pinta de que nadie me iba a conocer. Y era verdad.

Y Liam... Me encontró porque mi cuello tiene un chip.

Todos los del curso lo tienen por si alguno llega a desaparecer en una misión y le pasa algo.

Caminamos por las calles del barrio de Lim tarareando "your my best friend" de "Queen"

—Creo que es una de las mejores bandas del mundo.

—Que digas eso hace que te ame mucho más hermosa Eli.

—Lo sé. Y a esa Rachel no le gustaba. Osea ¿Que mierda tienes en la cabeza? ¿Drogas? Ridícula.

—A Erick si le gustaban esas bandas.

—Pero al final terminó siendo un estúpido.

Pasó un mes desde que Erick se fue, básicamente me abandonó y lo único que he hecho fue ir a bares, a tomar, solo tomar y siempre Liam venía a altas horas de la noche para confirmar si estaba bien y lo estaba, solo que un poco tomada, bastante.

Me llevaba a su casa a la mañana y dormía todo el día porque no quería ir al instituto ya que no tenía ánimos de nada. Los primeros días y la primer semana lloré como una estúpida pensando qué carajos había hecho mal para que él se fuera y después recapacité y me dije no soy yo el problema, es él, siempre fue él. No quiero tener la culpa de nada porque sé que voy a terminar haciendo una locura. Y eso es lo que quiere, volverme loca.

Encima arrebató mi anillo que él mismo me había regalado para mi cumpleaños. ¿Por qué haría eso? ¿Qué necesidad? Ni siquiera una carta, un mensaje, una explicación del motivo de su partida. Nunca lo voy a entender.

Mis papás aún no saben que vivo faltando hace un mes al instituto porque las llamadas que hacen los rectores se desvían hacia el teléfono de Kevin. El mismo les dijo que tuve que irme de viaje a otro país por motivos personales. Y que por un largo tiempo, indeterminado, no iba a volver, pero cuando lo haga me voy a poner al día con todas las tareas.

—Bien, llegamos hermosa Eli. Por favor necesito que vayas a bañarte y te acuestes rápidamente a dormir porque otra vez te levantarás a las cinco de la tarde y no es la idea.

—Pero quiero seguir bebiendo, quiero seguir olvidando, quiero cantar, quiero bailar, quiero muchas cosas... Lo quiero a él pero no puedo...

—Eli, eres muy bipolar, demasiado, literalmente estás mal, el alcohol hace que digas cosas estúpidas como querer estar con ese idiota que no mereces.

Me tiro en el sofá.

—Bien, está bien, no voy a hablar más de él, pero lo que sí voy a preguntarte es, ¿Cuando llegará tu carta de California? necesito que te acepten.

—¿Porque... quieres que me vaya?

—Claro que no tonto. Te voy a extrañar mucho si es que te aceptan porque sería una hermosa y genial noticia para ti. Se cumpliría tu sueño, serías el mejor policía de todos, serías el único que cumpla todas las leyes al pie de la letra.

—Tienes razón.

—Pues claro que la tengo, siempre la tengo.

—Eso no es cierto.

—Claro que sí.

—Claro que no.

—Ay ya cállate.

—Lo siento— dice con sarcasmo.

Él se sienta a mi lado.

—Deberíamos ir a dormir ¿No lo crees?

—Sí, creo que sí, pero no quiero.

—Ven te voy a llevar— me carga porque no tengo ganas de moverme. El frío de afuera me despertó un poco.

—¿Dormiremos en la misma cama? Tengo miedo de vomitarte la cara.

—No seas asquerosa Elizabeth, no vas a vomitar, resistes un montón.

—Bien, bien, okey.

Llegamos a su habitación, me tira a su cama y me río porque casi me caigo al piso con el rebote.

Él también se empieza a reír y se acuesta al lado mío.

—¿No era que me iba a bañar?

—Si, porque pensé que tenías olor a alcohol en la ropa pero veo que no te volcaste nada así que dormirás y ya.

—Pero tengo un jean bastante incómodo, al igual que esta camisa.

—¿Y tú qué haces con una camisa puesta?

—No lo sé. Siempre cuando salgo a algún lugar tengo que estar linda.

—Está bien, ven aquí.

Me paro y él me saca la camisa y el jean porque yo no puedo ya que mis uñas están muy largas para poder desabrochar los botones. Me deja en ropa interior. La verdad que no me siento incómoda ni nada por el estilo porque cuando tenemos prácticas en el curso y aveces vamos a las duchas, él me vió muchas veces en ropa interior y yo también a él.

Liam se saca su suéter y su jean también quedándose en un calzoncillo.

Nos acostamos y nos miramos de perfil.

—¿Qué piensa esa cabeza tan chiquita?

—No lo sé. Aveces pueden ser muchas cosas y de repente nada.

No decimos nada porque ya hablamos demasiado. En pocos segundos siento que toca mi pelo y parte de mi cara yo también hago lo mismo empiezo tocando sus orejas que están frías pero poco a poco se calientan con mi toque.

—¿Qué haces Hermosa Eli?

—¿Qué dirías si en este momento estoy pensando en que quiero que me beses?— pregunto mirando su boca.

—Que yo también pienso lo mismo.

Sin coherencia de nada y olvidando literalmente que ambos nos sentimos como hermanos lo beso y él hace lo mismo.

Nos besamos y joder. Besa muy bien.

Me separa un instante y me pregunta:

—¿Quieres seguir?

Respondo al instante sí. Y es la única palabra que digo antes de iniciar nuevamente ese beso y Dios, es maravilloso. Se nota que él está igual de quebrado que yo, que le duele perder a alguien que amó y así nos complementamos. Yo estoy rota, él también lo está y tal vez entre esas roturas podemos armar algo por un tiempo limitado.

Las manos de Liam dejan mi cara y aprietan mi cintura, mis piernas y mi culo. Joder, es la sensación más excitante que sentí y yo pensé que iba a ser un chico pasivo y resultó ser todo lo opuesto. Él quiere más, me quiere coger como si se olvidara que me considera parte de su familia.

A la mierda. En este momento yo pienso igual. No es mi hermano, no es mi familia ,no es nadie, solamente es un chico que está súper bueno y que tiene ganas de follarme duro.

Me toma de la cadera y me sienta arriba suyo. Lo vuelvo a besar mientras él me saca el sostén y en un parpadeo me arranca la tanga.

—¿Qué mierda Liam? Acabas de romper mi tanga favorita.

—Solo cállate. Sí voy a cogerte lo haré mi manera.

El calor pasa de mi cuello hacia mi parte interna; siento fuego por todos lados, de repente yo soy la que marca besos en todo su pecho lleno de cuadraditos en su abdomen hasta el elástico de su ropa interior. Se lo bajo y sin pedirle un permiso se la chupo. Él gime y agarra mi pelo guiándome para que vaya más profundo. Ambos jadeamos.

—Escuché tantas veces de lejos tus gemidos y me daban asco porque eran con él pero ahora necesito escucharte como gritas para mí cuando te la meta entera— rodeo los ojos exitada.

Sigo mi labor poniéndolo cada vez más duro hasta que sin decirme nada se viene en mi boca. Trago todo y lo miro.

—Tus ojos son dorados...

—Lo sé.

Lo beso de nuevo pero no dura mucho ya que hace que me separa y me dice que me ponga en cuatro agarrando la cabecera de su cama.

Tres nalgadas seguidas me quitan el aire.

—¿Liam que...?

—Shh... Que seas como una hermana no quiere decir a la hora de coger te considere como tal. Me gusta dar nalgadas Hermosa Eli— me propina otra y gimo.

—Joder, estás loco— me río, por dentro el culo me arde.

—No más que el imbécil de... Ese idiota.

—Cierto. Ya sé porque seguía contigo la puta. Le prendían las nalgadas ¿No?

—Si. Y que la ahorque...

—¿Y a ti que te gustaba de ella?

—Su culo... Pero el tuyo me doy cuenta que es mucho mejor...

—El mío es de verdad corazón.

Dejamos de hablar de nuestros ¿Ex? (yo no tengo ninguno) y Liam reparte besos en mi espalda.

—¿Tienes momentos dulces Jhonson?

—Aveces. Pero normalmente me gusta coger duro y nalguear toda la noche. Y tú... Te mereces momentos dulces y momentos salvajes. Y eso te voy a dar.

—Wao que poeta— me río.

—Siempre. ¿Sigues con los anticonceptivos?

—Todos los días. Es lo único de lo que no me olvido.

—Lista Eli... Muy lista— agarra mi pelo como haciendo una coleta y me penetra de golpe.

—Liam...

—Está mal lo que hacemos. Pero se siente muy bien...

—Dios si.

Sus penetraciones en cierto punto me duelen por lo fuerte que son pero a la vez son placenteras que la molestia ni la siento. Los dos gemimos porque sabíamos que necesitábamos esto.

—Lim... carajo...

—Que bonita te ves en cuatro Eli...

—Ahhh...

Las estocadas solo aumentan cuando ambos nos decimos perversidades y morbosidades que nos vuelven más locos de lo que ya estamos.

Sale de mi y hace que me de vuelta. Se arrodilla y me dice que me ponga arriba suyo para montarlo. Lo hago. Es el jodido paraíso porque no voy a mentir, el maldito si que tiene una gran polla.

Gimo más cuando me chupa las tetas y las muerde mientras me muevo.

—Si sigues saltando así, que no te quepa la menor duda de que me voy a venir dentro tuyo...

—Hazlo...

—¿Quieres que me corra adentro?

Asiento saltando más rápido. Liam agarra mi culo y lo mueve y nalguea a su gusto hasta que ambos nos corremos. El con la espalda arañada y yo con el trasero marcado.

—Joder... joder— trato de hablar —esto fue una puta locura...— me río saliendo de él.  Me acuesto boca arriba agitada y Liam hace lo mismo.

—Pero lo hicimos... y se sintió de puta madre Eli.

—Si...— volteamos al mismo tiempo. Y sin más para hablar me besa y yo lo abrazo. Así mismo ambos nos quedamos dormidos.

***

Abro los ojos. Se sienten pesados y la cabeza me da vueltas. Las cortinas están cerradas y lo agradezco porque sino estaría muerta. Huelo el olor de las sábanas por curiosidad.

Palidezco. No hace falta que las huela porque el ver donde me encuentro me revuelve el estómago. Suelto el aire temblando un poco.

¿El vodka te hace cometer errores?

Si, porque nosotros no deberíamos estar así.

En la misma cama tal vez, pero no sin nada de ropa como ahora.

Giro mi cuerpo con lentitud y lo veo. Ay mierda... ¿Por qué tomaste Ámbar?

—Liam...— susurro. Está bien dormido. Siempre tuvo el sueño más pesado que yo.

»Lim, por favor despierta...

—Uhm... Rachel...— dice abrazándome de las caderas y atrayéndome a su pecho.

—¡No me compares con esa puta!— protesto enojada.

Abre los ojos como en las caricaturas cuando escucha mi voz.

—¡AHHHHHHH!— me sobresalto. Él se cae de la cama.

—¡AHHHHHHH ¿POR QUÉ GRITAS?!

—Joder, joder, joder. Me van a meter a la cárcel...— me saca la sábana para cubrirse.

—¡Liam!— agarro la almohada para taparme porque me deja desnuda. Maldito egoísta.

—Ay no Dios... ¿Por qué con ella?— empieza a sudar.

—¿Qué?

—Voy a morir. Kev me va a matar. Ya estoy muerto. Ya estoy muerto.

—¿Kev? ¡Por dios Liam cálmate!

—¡¿En qué diablos estábamos pensando?!— empieza a perder el control —tus padres me van a matar, me van a meter a la cárcel por coger con una menor...

—Liam por favor. No pierdas la maldita cabeza, ambos estábamos borrachos e hicimos lo que hicimos porque queríamos.

—No, no, no, no...

—Deja de decir que no. Y encima me comparas con esa maldita de tu ex. ¿En serio ella coge como yo?

—Mierda Eli no se trata de eso.

—¿Y entonces de qué?

—De que me acosté contigo, de que me acosté y tuve sexo con una menor, una menor de edad que es prácticamente una hermana para mí. ¿Acaso no te das cuenta de eso?

—No dijiste eso hace pocas horas. Dijiste que olvidaste completamente que soy tu hermana y me cogiste como si te dependiera la puta vida.

—Mierda, mierda, mierda, mierda, me van a matar, me van a meter a la cárcel, voy a morir ¿Quién diablos me mandó a tomar vodka? Ay dios mío, se me sube la presión— se abanica.

Me paro de la cama con la almohada en mi cuerpo y le doy una cachetada.

—¡Reacciona!

—Eli...

—¡No le vamos a decir nada a nadie ¿Oíste!?

Su celular suena y él grita asustado tomándolo.

—¡Mierda, es Kevin! ¡Seguro debe saber lo que hicimos!— lanza el teléfono por la ventana.

—¡Liam! ¡Lo compraste hace una semana!

—No importa, en prisión no lo voy a usar— su dramatismo me hace rodar los ojos.

La llamada ahora es de mi celular. Lo tomo antes de que Liam me lo agarre y lo tire. Atiendo y él sale corriendo al baño.

—¿Hola?

—Hola Ámbar ¿Sabes si Liam está en su casa?

—Eh... No...

—¿Por qué dudaste?

—Porque anoche bebimos. Me acompañó a mi casa y luego creo que él se fue a la suya...

—Okey. Si logras contactarlo dile que en dos horas iré para allá. Tengo que darles unos archivos del FBI que me llegaron hoy a mi casa Tiene la respuesta de California.

Mierda...

—Okey, tal vez vaya a su casa ahora. Así te ahorras el viaje. Estoy más cerca.

—Me harías un gran favor. Estoy muy atareado con mis alumnos.

—Si, no hay problema. Ya salgo para allá. ¿Dices que lo van a aceptar?

—Si... Es uno de mis mejores chicos, yo lo eduqué...— me río. Es verdad —Ven y Joyce te dará el sobre.

—Claro... Paso rápido para tu casa y luego voy para lo de Lim.

—Gracias.

—Bays. Te quiero Kev.

—Profesionalismo Sevedo, no cursilerías— me corta. Sonrío. Es un falso cascarrabias lo cual me divierte más.

Camino hacia el vestidor donde hay un espejo.

Mis mejillas están rojas y casi no tengo ojeras. Pero lo que noto son mis ojos. Pensé que iban a estar tristes como ayer. Pero no. Hay brillo y una pequeña dilatación.

Ese brillo del buen sexo que tuve anoche. Un brillo que sé que no va a durar mucho pero el tiempo que dure lo voy a aprovechar al máximo. Porque necesito olvidar. Lo necesito.

Ambos lo necesitamos.

Voy hacia el baño. Que me condenen si está mal. Pero ya no hay vuelta atrás. Ya lo hicimos, ya está echo.

Oigo la regadera abierta. Bien... Entro sin hacer ruido.

La ducha tiene los vidrios empapados. Abro la puerta y entro. Liam se asusta.

—¿Qué haces Elizabeth?

—Solo me quiero bañar...

—¿No puedes esperar a-afuera?— su erección comienza a notarse cuando me acerco más a él.

—No...— levanto la cabeza porque es alto. Todos los chicos del curso lo son. Hasta las chicas, menos yo, claro está.

—Nos van a matar...

—No si no se enteran— susurro.

—Eli...— roza sus labios con los míos. Mis pechos se yerguen.

—Olvida que soy tu hermanita y cógeme como anoche. Por favor— no digo más porque me da vuelta estampándome contra la cerámica de la ducha y me besa.

Me encanta lo posesivo que puede llegar a ser. Quiere tener el control de todo. Es alucinante.

Por segunda vez olvidamos todos nuestros problemas. Y yo los olvido más cuando se agacha y me hace cosas que no creo olvidar en mucho tiempo.

Es increíble como una persona acoplandose a otra puede resolver conflictos con sexo. O así somos nosotros.

Estará bien. Estará mal. La gente suele juzgar siempre sin conocer. Creo que supieran nuestra vida nos entenderían, o al menos lo intentarían.

Con eso me refiero al que dirán de la diferencia de edad, o el que varias personas nos ven como hermanos y no como dos personas que pueden intimar para olvidar. Aunque sea unos minutos.

Luego de los orgasmos nos bañamos de lo más bien entre chistes y anécdotas. Hasta que salgo y me voy un rato para buscar el sobre en el curso y volver.

—¿Crees en mi?

—Nunca dudé de ti— le doy un beso y salgo de su casa —enseguida vuelvo.

Haré el almuerzo...

Le guiño un ojo y voy al curso con la moto de Liam. Recojo el sobre rápidamente que me da Joyce, saludo a Kev, Ger y Tom y sin que vean que vine en la moto, vuelvo a lo de Liam.

***

—¿Así que sabías cocinar y no lo supe hasta ahora?— me ato el pelo en un rodete desprolijo por el pelo mojado.

—Tengo mis secretos Hermosa Eli. Come— le doy un pico cuando me sirve el plato. Sonríe algo avergonzado.

Cuando recién me daba duro contra la pared del baño.

No hay nada extravagante como cuando Kev hace sus almuerzos de la realeza. Solo unas ensaladas, jugos y carne al horno.

—Está riquísimo Lim— pruebo la carne. Se sienta a mi lado.

—Casi siempre cocino— comemos en silencio. El ambiente está algo tenso. Los dos caemos en cuenta de lo que hicimos anoche y recién.

»Estuvo mal ¿Cierto?— pregunta después de un tiempo indefinido en silencio.

—No. Porque yo quise hacerlo. ¿Tú no?

—Cuando desperté supe que no estaba bien, no solo por las edades. Sino por el echo de que somos como hermanos. Eres mi hermanita Eli— acaricia mi labio inferior dándole toda su atención.

»Pero me olvidé de eso cuando nos besamos anoche. Y también me olvidé cuando lo hicimos otra vez en la ducha.

—¿Ahora ya lo recordaste?

—No— su boca roza la mía —todavía no eres mi hermanita. Solo eres una chica bonita y triste que quiere consuelo. Igual que yo.

Lo beso agarrándolo de la remera y lo atraigo hacia mi.

—Espera ¿Por cuánto tiempo haremos esto?

—Hasta que sanemos.

De acuerdo.

Solamente me dice esto, yo me río un poco, y nuevamente nos besamos.

Aún puedo recordar que esos besos me encantaron, literalmente.

Saca todo de la mesa, me acuesta en ella, abre mis piernas y no tengo nada puesto, solo una remera de él qué hace que tenga acceso fácilmente que me la puse cuando llegué.

No se olvidó que me cuido así que sin preámbulos se baja el pantalón y me penetra. Los gemimos, es una satisfacción que necesitamos como una droga.

—Liam...

—Eres hermosa sonrojada.

—Tengo el so-sobre...— gimo sin poder modular bien.

—El rapidito y lo abrimos juntos ¿Si?

—Okey...— me besa mientras me folla sobre su maldita mesa. Osea, este chico está loco. Por coger supongo. Y yo no me quedo atrás por supuesto.

—Lim...— me agarro de su espalda marcando nuevamente su piel.

Córrete para mi Eli...

—Ahhh... estás mal— me río al borde de venirme. Él acelera las estocadas y muerde mis labios como lo hacia Erick. Fuerte a tal punto que se hinchen y salga sangre. Tal vez por eso me fascinó su manera de follar.

—Ambos estamos mal Hermosa Eli... que jodida mierda tan perfecta...— y con sus insultos llego al clímax.

Lo beso riéndome pero no me quiere soltar. Me alza separándome de la mesa y dice que agarre el sobre para leerlo en la cama.

Llegamos a su habitación dejando el camino que recorrimos con pequeñas mordidas en el cuerpo y besos morbosos.

Me baja y nos sentamos en el colchón. El silencio nos trae a la realidad.  Sobretodo a Liam cuando tengo el sobre de su destino básicamente, en mis manos.

Deberías abrirlo tú.  Porque es tuyo Liam.

—No me animo, ábrelo tú— suspira.

—Hey. Todos te dijeron que eres el mejor Liam. Y que esta profesión es la tuya. Solo confía.

—Okey, okey...— respira a medio sonreír.

Aquí vamos...— abro el sobre y saco la carta.

Carta de Admisión

Este día nos dirigimos a usted, joven Liam Roger Johnson, para hacerle saber que tras meses de ser evaluado tanto física como psicologicamente, hemos decidido con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos de que logró la suficiencia necesaria en el examen de admisión que presentó el 13 de febrero de 2020, la cual le va a permitir ingresar al Buró Federal de Investigaciones (FBI) con los honores que merece. Desde ya esperamos su respuesta al siguiente número y algunos requisitos para finalizar la admisión.

Teléfono: 855-835-5324

Atentamente:

Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

—Liam...

—Entré...

—Entraste...

—Carajo. Entré— me quita la carta de la mano y vuelve a leerla confirmando que realmente lo aceptaron.

—Lim...

Se le caen sus primeras lágrimas. Sonríe a más no poder y me mira feliz.

—¡Entré Hermosa Eli!— lo abrazo emocionada y super contenta por él . Porque Kev, yo, todos los del curso y hasta el estúpido de Erick sabíamos que iba a entrar sin problemas al FBI.

Él realmente desea com todo el alma ser policía, y tan grande fue el deseo que se hizo realidad. Y ahí lo veo. Con una sonrisa enorme. Sin un destello de tristeza como lo tenía ayer. De verdad se merece todo en esta vida porque no creo que haya persona más buena que él.

—Yo sabía Lim. Lo sabía— acaricio sus mejillas y él me da un beso suave que nos calma a ambos de la euforia.

—Eli... gracias cariño. Por confiar en mi. Más que todos...

—Gracias a ti. Por dejarme entrar a tu vida... yo se que te ira más que bien en Estados Unidos...

—Aún no iré. Hablaré con el Departamento, yo... yo necesito cuidarte Elizabeth.

—¿De qué hablas Liam?

—No estás bien. Y todos los sabemos.

—No-no es tu deber. Kev estará al tanto de mi. Yo... no puedo impedir que no hagas lo que tanto amas hasta que mejore.

—No discutas Eli... te amo mucho y no puedes despejarte con alcohol y sexo solamente.

—Es que tienes que ir ahora. Ya Liam.

—Shhh, shhh. No discutas.

—Lim...

—Por favor. Estoy muy feliz y me hará más feliz si te cuido hasta que tú brilles como hoy pero que no te dure un día. Sino todos los días del año, y el siguiente y siguiente.

Suspiro. Sé que no puedo ganarle nunca una discusión a Liam.

—De acuerdo. Intentaré mejorar lo más rápido posible. Porque quiero que vayas a Estados Unidos lo antes posible.

—Mejoras de a poco. No lo antes posible Eli.

—Si...— sus brazos me rodean en un cálido abrazo —¿Vamos al curso a decirles a todos la noticia? Y jugamos a "Oídos Sordos" de paso.

Liam se ríe.

—A la tarde. Ahora... quiero dormir un rato Eli. Estoy muy cansado.

—Oh. Okey. Voy yo entonces y en la tarde jugamos.

—Ven aquí Hermosa Eli— nos tira en la cama y me río —dormirás conmigo. Solo un par de horas, para recuperarnos. Y luego vamos. ¿Quieres?

—Liam...— gimoteo porque no me quiere  soltar.

—Eli...

—Bien pero no me aprietes tanto— lo miro. Los ojos de Liam son ese verde musgo cautivador en el cual tú los ves y te tranquilizas. Así estoy yo. En paz. Y tal vez, solo tal vez, si él se queda yo pueda volver a la normalidad.

—No lo haré.

—Okey.

—Te amo...— me acurruco en su cuello.

—Te amo...

Ambos sabemos que ese te amo no va más allá del sexo o lo que habremos echo.

Es el sentimiento de una amistad y amor duradero entre los dos.

------------------------------------------------------------
Buenas tardes gente hermosa.

Tanto pero tanto tiempo.

Digo lo mismo. Muy pero muy ocupada porque las clases terminan este mes así que los profesores explotan mi pobre persona jsjsj.

Pero bueno. No hay otra.

Preguntas. Porque los extrañé mal:

♥︎ ¿Estará bien lo que pasó entre Liam y Ámbar?

♥︎ ¿Cómo se tomaron la noticia de Liam?

♥︎ ¿Creen que acá se termina lo de los dos?

♥︎ ¿Liam se quedará hasta que Eli mejore?

Respondan, comenten, y voten...

Lxs quiero y nos leemos luego ❤️

Continua a leggere

Ti piacerà anche

70.1K 6K 27
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...
920K 55.8K 44
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
65.1K 1.9K 50
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
40.3K 2.3K 19
La vida universitaria no es buena para todos, he oído, pero para mí es perfecta, te preguntarás por qué, y es fácil. Estoy descubriendo la carrera de...