Omnisciente.
-Sofia, ¿De verdad no puedo consumir coca cola?.- Lauren anunciaba en la recepción del hospital, con seria preocupación.
Era la peor noticia que le podían haber dado en ese día, más todo el malestar que sentía en el cuerpo, sus piernas dolían, sus brazos, tenía ojeras y era lo más parecido a un zombie en esos momentos, caminaba lento, y aún tenía puesta la cosa del algodón en su brazo.
En simples palabras, nunca más comía mariscos, aún sentía el asqueroso sabor en su boca cada vez que vomito, y odiaba vomitar porque todo en ella se desgastaba. Si su mamá o su papá estuvieran cerca la hubieran sacado con silla de ruedas, pero eso era antes de que ella por fin lograra su propia independencia y comenzara a ella ver sus situaciones cada vez que se enfermaba por comer algo que no debía.
-No, no puedes te llenaras de gas y te hará peor para el dolor de estómago.- le comentó su ex cuñada riéndose. -Pero si quieres me compras a mi y yo me la tomo por ti.-
-Que tragedia más grande.- murmuró.
Camila rodeó los ojos.
-¿Puedes retirar tus papeles?.- cuestionó.
-Si, aunque yo no necesito nada de nada, estoy como nueva.- aseguro.
Sofia solo río mirando a su hermana, el ser que más paciencia tenía en el mundo pero sabía que había una persona que era capaz de hacerla perder la cordura, más cuando salía con cada cosa incoherente, y esa persona solo era Lauren Jáuregui.
-Sigue el tratamiento de la manera más diligente posible, y toma harta agua.-
-Esta bien.- murmuró Lauren, recibiendo los papeles. -Dile a tu hermana que me debe tratar con cariño.-
Sofía río, mirando a Camila que solo negó con la cabeza para ambas salir del hospital, Lauren obligada tuvo que sacar una botella de agua de las máquinas dispensadoras antes de llegar al estacionamiento, entregándole las llaves a la morena subiéndose en el asiento de copiloto.
-¿Como te sientes?.- cuestionó Camila poniendo en marcha el Jeep.
-Como si me hubieran apaleado, pero mejor a cómo llegue.- confesó. -Tenemos que pasar a la farmacia y si puedes comprar por mi te lo agradezco.-
-Esta bien Lauren.- Camila soltó un suspiro. -Pero la próxima vez si estás aquí y te pasa algo así por irresponsable no vendré a verte.-
-Yo nunca te lo pedí y en más tú te ofreciste a llevarme.- le señala. -No seas orgullosa y di la verdad, te preocupaste por mi.- la miro.
-Ya te dije cuáles fueron los motivos para venir, así que no empieces con esos comentarios.-
-¿Decir la verdad es empezar con esos comentarios?.-
-No, solo no es apropiado... te he dicho que todo es por cordialidad y en parte cuando Sofia me llamo estabas desmayada Lauren, y sabes que antes sabía todo lo que tomabas, y las cosas que te podían suceder.-
-Pero he mejorado, si me desmayé fue porque había sido mucho vomito y desgaste, aún así agradezco que hayas venido.- la miro.
Camila asintió, conduciendo creando el silencio entre ellas en ese vehículo, y se sentía incómodo, por toda la historia que tenían, porque en el fondo la morena sabía que Lauren podía ser lo más insistente pero al mismo tiempo hacer como si nada hubiera pasado entre ellas en esos ochos años.
Muchas veces molestaron con ¿Que pasaría si terminamos? Y en parte las dos sabían sus posiciones y muchas de las cosas que habían hablado en el momento que estaban juntas se habían cumplido, incluso con si se llegaran a reencontrar en algún momento.
Lauren con su irreverencia intentando acercarse a ella, molestándola e incluso persuadiéndola en el caso de que ella estuviera soltera, entendía que el hecho de que Lauren no supiera esa información provocaba que la mujer mantuviera un poco más de distancia con ella, porque si supiera que ella estaba sola, de seguro sería como una pulga en el oído.
Más si Sofia le había dicho que su ex seguía estando soltera, y sobre todo cuando ella no había podido dejar de pensar si realmente esa situación era así. ¿Por que Sofia tenía que ser tan curiosa?, solo había provocado que ella pensara si era verdad o no.
Aún así, ¿Debía cambiar algo si Lauren estaba sola? No, no debía hacerlo no cuando las decisiones que tomo no iban a verse vulneradas por una situación diferente, no cuando no había marcha atrás entre ellas y era lo mejor para las dos, más cuando había sufrido lo suficiente al momento que todo se acabó con Lauren.
Las cosas no habían sido fáciles para ella, no cuando miles de planes, de sueños habían sido destruidos por las decisiones que tomaron en conjunto, y cuando las ilusiones que habían proyectados se fueron. Los sueños y metas, incluso cuando todo parecía ir bien, que lo estaban logrando, simplemente se terminó entre ellas, dejándolas a ambas con un corazón roto.
Camila también espero por Lauren, que volviera, pensando que quizás todo había sido un impulso por parte de la abogada, pero a medida que las semanas pasaban y la mujer no la buscó supo que la decisión era definitiva, no había nada más que hacer, que entender la realidad. Su relación había terminado y no había vuelta atrás.
-La clave es 1910.- anunció Lauren entregándole la tarjeta de crédito. -Y cómprame una agua azul por favor, si no puedo tomar Coca Cola no quiero tomar solo agua.-
-Esta bien.- Camila la miro, viendo el rostro macabro de Lauren en esos momentos.
Se bajó del vehículo entrando a la farmacia comprando lo necesario, y sabía que la clave tenía que ver con sus fechas, era increíble como Lauren no había cambiado los dígitos que siempre usaba para su celular, para sus cuentas bancarias.
¿Por que simplemente no podían ser como otras relaciones que se terminan y nunca más se involucran o algo? ¿por que tenían que volver a verse? ¿por que Lauren la hacía sentir como si las cosas nunca hubieran sido diferentes?
-Gracias Camila.- Murmuró Lauren, soltando un leve suspiro.
-Se responsable con las horas de los remedios.
-Lo haré.-
Camila volvió a conducir, llegando al hotel unos minutos más tardes. Sin preguntarle mucho, la acompañó hasta su habitación viendo el estado de enfermedad que tenía la mujer, pero le pasaba por irresponsable y en parte era lo que más le molestaba.
Lauren no cambiaba.
-¿Serás mi enfermera personal?.- la molesto entrando a la habitación.
-Te gustaría, pero no, solo estoy asegurándome que llegues bien acá.-
-Que aburrida te has puesto Camila.- Anuncio Lauren, tiro el blazer sobre un sofá.
Camila rodeó los ojos.
-Y tú sigues siendo igual de desordenada.-
-Pero no aburrida.- anunció, sintiendo la náusea golpear su cuerpo.
Su mirada fue a la morena, para correr al baño, vomitando prácticamente agua, porque no había comido nada más.
Camila la iba a seguir, pero sabía que no era prudente hacerlo. Tan solo la espero afuera del baño escuchando cómo Lauren tiraba la cadena y se lavaba los dientes.
-Me voy a morir.- anunció saliendo del baño con el rostro más pálido aún.
-Déjame ayudarte.- la tomó con cuidado de un lado llevándola a la cama haciendo que se recostara en ella.
Lauren la miro en señal de agradecimiento.
-No estoy embarazada por si acaso.- intentó bromear.
-No es algo que se me haya pasado por la mente, pero me da rabia que seas irresponsable contigo misma Lauren.- soltó un suspiro. -Si sabes que esas cosas te hacen mal.-
-Lo se, no debí comer pero ya paso, ya estoy así y ya lo vomite.- pasó las manos por la cara soltando un suspiro.
-No te desmayes.- le pidió.
-No lo haré.- aseguro Lauren, cerrando sus ojos por un momento. -En más si quieres puedes irte, ya has hecho mucho por mi.-
-Lo se, pero también me da miedo que te pase algo a solas.- tomo asiento en la orilla, mirándola de frente.
-Te molestaría, pero no tengo ganas.- murmuro. -Solo creo que no es necesario, ya es tarde, mañana trabajas y debes descansar también Camila, además no tienes ningún compromiso conmigo como para estar aquí.-
Camila hizo una mueca, soltando un suspiro.
-Solo quiero asegurarme que estés estable.-
-Puedo decirle a Lily mi asistente que este atenta a cualquier cosa, aunque creo que no me sucederá nada más.- comentó Lauren. -Ademas eres tú la que ha insisto con que somos cordiales... creo que es lo mejor.-
-¿Estarás bien?.-
-Estaré bien, igual mañana debo ir a trabajar Camila.-
Camila negó.
-Estás súper convaleciente.-
-Si, pero no puedo parar, no cuando no deseo que esto se dilate tanto... ¿Removiste a tu hermana?.
-Si lo hice, apenas me dijiste destituí a Sofía y nombramos a otra enfermera.-
-Por lo menos, no me gustaría tener que ponerte trabas.- confesó. -O sea creo que si eres la directora es porque lo quisiste.-
-Más que quererlo, creo que era una forma de poder lograr un poco de lo que alguna vez quise, mis planes cambiaron con el tiempo tambien... y tú sabes que una psicóloga es muy complicado que llegue a ese puesto.- Le señala.
-Pero lo has hecho de maravilla, siempre crei que ya tendrías tu propia consulta privada.-
-Decidí entregarle mi vida al servicio público.- se encogió de hombros. -Pero volviendo al tema de mi hermana, si eso te trae problemas a ti, y debes ponerme una sanción hazlo.-
-No me traerá problemas, no cuando soy yo quien toma las decisiones.-
-De todas formas, no creo que hablar de trabajo ahora mismo sea lo mejor para ti, debes descansar Lauren.-
Lauren asintió soltando un suspiro.
-¿Quieres que me ponga el pijama delante tuyo para que me cuartees?.- bromeó.
-No seas tonta.- Camila rodeó los ojos.
Lauren río levemente, sentándose en la cama, para desabrochar su blusa molestando a la morena, viendo su rostro de sorpresa.
-Te encantaría.- anunció poniéndose de pie, caminando al baño para ponerse su pijama.
Camila pasó la mano por su cabello aprovechando esos minutos para preguntarle a su mamá por su hijo, quedándose tranquila cuando la mujer le había dicho que aún dormía. Su mamá le pregunto por Lauren, diciéndole que se asegurara que la mujer estuviera bien, porque también sabía lo buena que era para enfermarse en el pasado.
-Como que me maree.- anunció Lauren volviendo solo con una camiseta larga, odiaba los pijamas.
-¿Mucho?.- pregunto con preocupación.
-No tanto, solo un poco, creo que mucho vomito.- abrió las tapas para meterse dentro de la cama.
-Creo lo mismo.- Camila camino por la habitación mirando de reojo a su ex. -Me iré cuando te duermas, de todas formas puedes llamar a mi hermana para que me avise.-
-Podría llamarte directamente a ti.-
-Si, pero no es bueno que tengamos vinculaciones cuando tú estás fiscalizando este sector.- le recuerda.
-Tengo un número privado Camila.-
-Pero prefiero que no, por las razones que te di.-
-Esta bien.- dijo sin querer debatirle mas. -¿Ahora me pedirás que te trate como directora Cabello?.- ironizó.
Camila supo que la mujer se había molestado y que iba a empezar a decirles cosas por impulso, como cada vez que se molestaba con ella por algo. Y en cualquier momento le diría "Bueno Camila".
-Lauren no te pongas así tampoco.- señaló.
-Es que no te entiendo Camila.- respondió.-Te haces la amable, luego no quieres almorzar conmigo, luego vas al hospital y ahora no puedo tener tu número.-
-Porque se que no tienes a nadie más en este lugar en el cual confiar para tu estado de salud, pero eso no significa que las cosas sean diferentes o que seamos amigas... no quiero que nos involucremos más de la cuenta, tenemos un trato Lauren, y sabes que ser amigas no estaba dentro de ese trato, menos hacer como si nada pasara.- le responde.
-Bueno Camila, está bien.- dijo molesta cruzándose de brazos.
Camila solo gruñó sin decirle nada más, no iba a someterse a una discusión más larga con su ex, no cuando aún veía ciertos rasgos de su personalidad que seguían latentes, y llegar a una discusión no iba a ser bueno para la salud de Lauren en esos momentos y porque realmente no valía la pena, no después de tantos años.
-¿Te vas a quedar todo el rato parada hasta que me duerma?.- cuestionó.
-¿Te molesta?.-
-Me perturba.- le responde Lauren, abriendo su celular para jugar un juego que tenía.
Camila tomó asiento en uno de los sillones, mirando a Lauren desde unos metros.
-Me perturba que ahora estés ahí mirándome como psicopata.-
-¿Que quieres entonces?.-
Camila intentaba tener la mayor paciencia con la mujer.
-Estírate acá en la cama, debes estar cansada también, además no te tocaré, ni te haré nada.-
-Estoy comoda aquí.-
-No me dormiré si siento que alguien está en un sillón.- anunció.
-¿Te da miedo?.-
-No, solo me perturba.- se encogió de hombros sin quitar la vista de su celular.
Camila río levemente, negando con la cabeza para ponerse de pie, sentándose en el lado vacío de la cama donde Lauren estaba. Observó cómo Lauren ponía una película en el televisor, que salía Adam Sandler sin decirle mucho más.
Los minutos pasaron y Lauren aún no se dormía, ella sentía que el sueño en cualquier momento se hacía presente. Si hace unas semanas le decían que iba a estar en la misma habitación pero más aún en la misma cama que su ex no le hubiera creído. Pero allí estaba intentando no dormirse, más cuando Lauren a veces la miraba de reojo.
-¿Te sientes bien?.- pregunto con cuidado.
-Me sigue molestando el estómago pero estoy mejor.- murmuro. -Si deseas irte puedes hacerlo.-
-Ya te dije que lo haré cuando te duermas, así me quedo tranquila sobre qué no te sucederá nada.-
-Esta bien.- murmuró.
Lauren se acurrucó hacia su lado, cerrando sus ojos por un momento, intentando dormir. Pero le era difícil hacerlo cuando la mujer que tanto deseo volver a tener cerca estaba ahí, a su lado, pero al mismo tiempo se sentía como si estuviera a kilómetros de distancia. De algún modo su mente no dejaba de fantasear en las cosas que podría haber hecho con la morena en una habitación de hotel, a pesar de que estuviera convaleciente, porque la necesidad de abrazarla, de robarle un beso, de acariciarla se hacían intensas.
Era difícil, más cuando tú eras quien había perdido ese privilegio.
-Gracias por acompañarme.- susurró con los ojos cerrados.
-De nada no podía dejarte a la deriva.-
-No tenías porque hacerlo de todas formas, así que gracias por eso Camila.-
Camila sonrió levemente, para mirar las facciones de la mujer por algunos segundos. Se acomodó mejor en la cama quedando frente a ella, observando esas pestañas largas, la forma de su nariz, lo suave que seguía viéndose su piel, y como habían tantas cosas que habían cambiado en ella pero la esencia seguía siendo la misma.
Su cabello negro, con algunos rizos, corte melena caía por su rostro, viendo cómo la respiración se hacía cada vez más suave, provocando esa calma y tranquilidad en ella, la misma que siempre sintió cuando estuvo a su lado, perdiéndose en el rostro de la mujer. En lo que era Lauren Jáuregui, y como ha pesar de los años habían cosas que nunca iban a cambiar.
No se dio cuenta cuando sus ojos se cerraron sintiendo el sueño profundo acompañarla en la misma cama que su ex. Menos cuando alguien la había tapado, menos cuando Lauren se había levantado al baño esa noche por la cantidad de líquido que había tomado, solo se dedicó a dormir a su lado de manera profunda.
Despertó cuando el reloj de Lauren comenzó a sonar con la alarma, escuchando cómo se quejaba la mujer a su lado apagándola, para darse vuelta y seguir durmiendo.
Tomó su propio celular mirando la hora, fijándose que era las seis y media de la mañana, de inmediato se destapó para ponerse de pie sabiendo que debía irse, a ver a Mat, más si tenía que prepararlo para llevarlo al jardín y ella a su trabajo.
-¿Te estás yendo?.- cuestionó Lauren con su voz ronca recién despertando.
-Me quede dormida.- anunció. -Y debo irme, es tarde además.-
-No es tarde...- Lauren se giró para mirarla. -Me acuerdo esas veces que te quedaste en mi casa y me cambiaba en la mañana a dormir contigo.-
-Mira tú las cosas que te acuerdas.- comentó. -¿Como te sientes?.-
-Mejor, créeme que despertar a tu lado fue algo que pensé que nunca más sucedería.-
Camila ignoro lo último.
-Deberías tomarte las gotas ahora, y luego los otros remedios pero después del desayuno.- anunció.
-Esta bien, ¿No quieres tomar desayuno conmigo?.-
-Debo irme Lauren, estoy súper atrasada, solo espero que te cuides e intenta no esforzarte tanto el día de hoy.- se puso de pie por fin, mirando cómo Lauren asentía.
-Esta bien, gracias por acompañarme Camila.-
-De nada, solo cuídate.-
-Tú también, te diría que me avisaras cuando llegues a tu casa pero tú no quieres que hablemos por celular, así confío que llegarás bien.-
-Llegaré bien no te preocupes.- tomo sus cosas.
Lauren la miro por unos segundos, para escuchar un último "Adiós" de parte de la morena, viéndola salir de la habitación.
Era difícil saber que la mujer que tanto amo, ya no eran nada más que dos personas cordiales.
"¿De verdad nos casaremos?"
"De verdad, no ves nuestros anillos"
"Te amo mi amor"
"Yo te amo a ti Camila"
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Comenten.
Espero leerlas y saber que piensan.
¿Quien creen que decidió acabar?