Nuestro.

By MarStark1

2.1M 146K 34.2K

[LIBRO #1 DE LA SAGA SUEÑOS] [+18] ¿Estarías dispuesto a fingir una relación con el enemigo de tu familia? Ma... More

¡Advertencia Y Personajes!
Prefacio; Nuestro.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Epilogo.
Extra:Mellizos Maxwell.
Especial 100k: Aniversrio.
Extra:Secuelas.
MÍO.
Extra 500k.
Extra: Azules como el mar.
Extra: Christmas.
Extra: San Valentín.
Extra: Beach, drink and love.
Extra: Final alternativo.
Extra: 12 de julio.
NOSOTROS.

Capítulo 19.

31.8K 2.7K 764
By MarStark1


Un couple.

Madison.

Paris, Francia.

Una Range Rover blanca se estaciona en la entrada al hotel, el chofer baja y me abre la puerta.

El vestido dorado reluce en mi cuerpo resaltando mis caderas y con un escote poco pronunciado, es un dorado hermoso porque no es chillón o llamativo, es más delicado.

Tiene uno que otro detalle en oro y llega a rozar un poco el piso por lo largo que es, lo acompañé con tacones negros no tan llamativos, ya que solo se verán por el pequeño abierto en mi pierna derecha y me hice un moño bajo con los mechones de adelante ondulados y sueltos.

Mi maquillaje es hermoso y natural, Cami me ayudo a cambiarme y estaba como si me fuera a casar, es una exagerada.

El hombre conduce deteniéndose en el río Sena, abre la puerta haciendo que mis ojos se deslumbren al instante.

Theo está de pie al lado de un crucero hermosamente decorado, luce un traje perfecto que parece hecho a la medida con chaleco, saco y toda la cosa.

Extiende su mano para que vaya a él y no dudo un instante. Luce tan perfecto con esa sonrisa que alegra mis días.

—Señora Maxwell. —Dice tomando mi mano.

—Señor Maxwell. —Contesto con una sonrisa.

Me guía dentro del crucero y noto que no hay nadie más que nosotros y la persona que lo maneja.

El río Sena es hermoso, tiene una vista perfecta a la torre Eiffel y muchísimos más lugares turísticos, pero mi mirada se pierde en la persona que me acompaña y no en las atracciones del lugar.

Me guía al centro del crucero donde hay una mesa decorada con varios platillos y dos asientos, acomoda la silla para que me siente y luego se sienta frente a mí. Cenamos casi sin hablar, las miradas lo dicen todo y las sonrisas no tienen falsedad o arrogancia, solo parecemos dos personas enamoradas.

Terminamos de cenar y me guía a la parte no techada del crucero, me abraza cubriéndome del viento fresco mientras por primera vez en mucho tiempo me siento plena y tranquila.

Solo los dos siendo nosotros y haciendo el momento... Nuestro.

Estamos pasando por la Torre Eiffel cuando empieza a sonar «Dandelions de Ruth B» y Theo deja de abrazarme.

Me giro para mirarlo, sus manos están tan heladas como en el hotel.

—¿Qué pasa? —Pregunto asustada, acariciando su mejilla. Él toma mis manos mirándome directo a los ojos.

—¿Qué pasa? —Una sonrisa nerviosa se forma en sus labios—. Pasa que estoy locamente enamorado de ti, pasa que te adoro y estoy loco por ti desde antes de volver a Londres... Desde Manchester ya estaba enamorado de ti —mi corazón se acelera—, pasa que me muero por ti, por cada palabra, acción, gesto o cosa que hagas, adoro todo de ti. Dios, estoy loco por ti desde el momento en que se te ocurrió echarme tierra en los ojos a ver si se hacían marrones.

Me hace reír mientras mis ojos se cristalizan presos de las lágrimas que trato de contener y mi barbilla tiembla.

—Estoy harto de fingir que no es así, por eso te pregunto —toma una pausa—. ¿Quieres ser oficialmente mi novia y tal vez algún día casarnos de verdad? —Pregunta cortándome el paso de aire.

—¡Obvio que sí! —Grito, emocionada envolviendo mis brazos en su cuello en un abrazo mientras él me toma de la cintura—. Dios, yo también estoy loca por ti, adoro cada cosa de ti. Amo tu humor retorcido, la pasión que pones en las cosas, como prestas atención a cada mínimo detalle, tus ojos, tu boca, te adoro a ti por completo.

Exhala el aire que contenía rozando sus labios en los míos.

—Te quiero. —Susurra antes de besarme.

Un beso nada parecido a los demás. Este es tierno, paciente y cálido. Deja de lado toda la lujuria y abre paso al romance.

Pega su frente a la mía.

—Yo también te quiero. —Susurro descansado mi cabeza en su pecho, puedo sentir los latidos acelerados de su corazón.

Me abraza dando besos en mi cabeza. Así vamos todo el tour, con él esparciendo besos en todo mi cuerpo y yo más enamorada que no sé qué.

El tour termina y volvemos a la Range Rover donde tampoco nos apartamos, tanto que me burle de mi mejor amiga y ahora estoy igual que ella, como una enamorada empedernida.

—¿A dónde vamos? —Pregunto.

—Iremos a un lugar donde ambos nos sentiremos felices —dice, con una sonrisa entre divertida y burlesca—. ¿Trajiste lo que te pedí? —Le pregunta al hombre que conduce.

—Sí, señor, está en el baúl.

¿De qué hablan?

Al menos una hora después nos detenemos frente a El Grand Palais des Glaces. El hombre le pasa una pequeña maleta de mano y se va.

—¿Qué hacemos aquí?

—Haremos lo que mejor sabemos hacer, tu patinar y yo tocar.

Entramos encaminándonos a la gran pista de hielo, es un paraíso para cualquier patinador artístico. Es amplia, hermosa y tiene una iluminación magnífica.

Theo abre la maleta dejándome anonadada

—No te creo. —Digo tomando el traje en mis manos.

—Créelo. —Es que lo adoro, ¿cómo se puede ser tan perfecto?

Es un hermoso traje negro con piedras plateadas, perfecto para patinar. Y unos patines en conjunto.

—Anda a cambiarte, voy a tocar para ti —dice con una sonrisa.

Me quito el vestido colocándome el traje y los patines que quedan perfectos en mí, él empieza a tocar «The story of my life» en el piano del palacio y esa es mi señal para salir.

La melodía empieza rápida y yo entro a la pista deslizándome por el hielo dejando que me guíe como siempre lo hago, lo mejor es dejar que tu cuerpo conecte con el patinaje. Que sea libre y deje salir tu aura.

Mi novio es perfecto tocando la melodía que guía mis giros, saltos y deslices en el hielo.

Esto somos, este es nuestro sueño.

El hielo y yo somos uno, y lo dejo que me lleve con saltos bruscos y con una pasión que siempre llevo dentro de mí.

Él cierra sus ojos disfrutando de la música que toca mientras yo hago lo mismo haciendo un paso que es complicado y me atrevería a decir que el más complicado para muchos patinadores; es el salto Axel.

Lo logro ganándome el aplauso de mi novio que para de tocar para aplaudirme, me saca una sonrisa.

Me deslizo para salir de la pista, donde debe darme la mano para caminar hasta el vestíbulo. Espera afuera mientras me vuelvo a poner el vestido.

—Valió la pena cada centavo por este vestido, te ves como una deidad tentadora. —Me eleva el ego y la autoestima.

—¿Si? Pues tú te ves como un perfecto afrodisiaco —una risa ronca sale de él.

—¿En serio? —Me pega a él—. Me gustaría... —somos interrumpidos por la voz de un guardia que se oye a lo lejos—. Mierda —masculla.

—¿Qué...? —Pregunto cuando me toma de la mano escondiéndonos.

—No me quisieron apartar o alquilar el lugar, así que entre sin permiso. —Susurra, está loco. Si me ven aquí me descalifican.

—¡Estás loco! —Cubre mi boca. Empieza a correr y se me dificulta con los tacones.

—¡Alto ahí! —Grita el guardia corriendo tras nosotros.

¿Si recuerdan que mi novio es jugador de fútbol? Corre como una maldita fiera mientras yo voy atrás de él.

Sí, soy deportista, pero su entrenamiento es diez veces más fuerte.

—¡Espera, llevo tacones! —Grito y se detiene un segundo tras una pared sin soltarme la mano, el guardia se acerca y debo sostener mi vestido con una mano para no tropezar y con la otra tomar la mano de Theo cuando volvemos a correr.

Al fin salimos del palacio y ambos estallamos en risas buscando el aire, esta noche no puede ser más loca. El guardia sale del palacio y por suerte no ve mi cara, ese hombre no se cansa. Ya salimos, ¿qué más quiere?

—¡Monsieur! —Theo para un taxi, apenas me entero de que habla francés—. Emmène nous à la tour eiffel s'il te plait.

Le pasa un billete de cien dólares que el taxista acepta alegre, nos subimos rápido al taxi dejando detrás al guardia.

—¡Te voy a matar! —Amenazo tocando mi abdomen que duele por la risa—. ¡¿Cómo me vas a meter ahí ilegalmente?! —Le reprocho.

—Bueno, solo se vive una vez. —Se justifica. Esa es la típica frase que dice alguien antes de hacer algo que pone en peligro su vida.

—Estás loco. —Mascullo por lo bajo tratando de acomodar los mechones que tengo esparcidos en el rostro por la brisa.

Los truenos resuenan en el nublado cielo francés, solo falta que llueva para completar. Llegamos a la torre Eiffel que luce hermosa con las luces encendidas.

Todos aquí lucen bien vestidos y luego estamos nosotros que parece que acabamos de salir de una Met gala. Ganamos una que otra mirada en nuestro recorrido por la torre. Hay muchos franceses y francesas guapos.

—Vamos por helado. —Propongo al ver a un chico que vende cerca de donde estamos.

Yo pido de chocolate y dulce de leche. Mi novio pide chocolate y vainilla. Le pasa el de Theo y luego el mío.

—Pour toi, belle dame —me da el mío—, vous êtes une très belle femme —me da una sonrisa.

—Merci beaucoup, tu es aussi très mignon. —Le contesto en su idioma. Tengo la bendición de hablar; inglés, español, italiano, alemán y francés.

Mi novio enarca una ceja observando la situación.

—Est ton frère? —señala a Theo—. Vous êtes célibataire?.

—Non, elle n'est pas célibataire. Elle a un petit ami, et pas seulement ça, elle est aussi fiancée. —Mi novio se apodera de la situación tomándome de la mano, sus celos me hacen reír.

—Merci. —Me despido del chico mientras Theo me lleva de la mano alejándome de él.

—Estos franceses están locos, ¿cuál hermano? Ni nos parecemos —rezonga comiéndose el helado—. No respetan relaciones.

Me hace reír, parece un señor.

—Calma, lo importante es que a mí solo me gustas tú —detenemos el paso frente a la torre—, ¿entiendes? Solo tú —lo miro a los ojos perdiéndome en ese mar azul que carga en la mirada.

—Más les vale que entiendan —me toma de la cintura—. Ahora si puedo celarte —sonríe mirándome a los ojos.

—Omg, no lo creo —finjo sorpresa—. Theo Maxwell admitiendo estar celoso.

—Sí, lo estoy, y mucho.

Admite. Me besa con el sabor a chocolate del helado, esta vez sí es un beso fuerte y demandante. Los celos lo vuelven más hábil.

Continue Reading

You'll Also Like

39.4K 5.7K 21
Despertar después de un largo sueño resultaba por mucho ser la mejor sensación en la vida... a excepción de que al hacerlo, Izuku se da cuenta de que...
14.3K 1.2K 28
la verdad no siempre es esperada, suele ser una bomba en este caso para Elena fue una noticia que la dejó en shock, durante años vivió una vida que r...
92.2K 8.6K 23
Hyunjin es el chico más guapo y coqueto de la preparatoria, Felix es un chico estudioso y el líder del club estudiantil. ¿Podrá Hyunjin lograr que Fé...
25.3K 2.9K 20
⎾╲____________⏌ 🍎 ⎿____________╱⏋ . . . . . . . . . . . . . . . . ╰ ✧ ❝En su abrazo, el éxtasis y el calor eran un pecado irresistible, un juego de...