-¡Estás demente!- chilló George soltando una carcajada- ¡¿Cómo se te ocurre correr así de Snape?!
-Primero- Allison hizo con sus dedos el número uno-, no lo llames Snape, yo también soy Snape. Segundo- hizo el número dos con sus dedos-, es fácil, Sev y yo nos tenemos mucha confianza, lo puedo insultar y aún así salir como si nada.
-¿Y tú castigo?- preguntó ahora Fred pasando sus manos por su cabello pelirrojo.
-No lo sé- Allison se encogió de hombros-, a veces solo lo dice para amenazar... ¡More, siéntate aquí!- la castaña corrió hasta donde los tres estaban sentados, en el pasto fuera del castillo.
-¡Hola, chicos!- abrazó a los dos gemelos por el cuello y luego depositó un beso en la mejilla de cada uno- ¡Hola, niña problemática!- Allison soltó una carcajada mientras que Morena se sentaba a su lado y dejaba un beso en su mejilla.
-Hola, niña- respondieron los tres con sonrisas radiantes.
-Acerca de ti...- señaló a Allison- ¡¿Qué demonios pasa por tu cabeza?!
-Ideas...- respondió Allison pensativa- Allí también hay neuronas... ¡Un cerebro! Sí sí, definitivamente también hay un cerebro- soltó una carcajada mientras que los gemelos y Morena la fulminaban con la mirada-. Si las miradas mataran, estaría tres metros bajo tierra- bufó y rodó los ojos, a lo que los tres chicos rieron.
-Pues no pareciera que allí hay un cerebro- George tocó la cabeza de Allison examinándola.
-Dudo de que lo haya- Fred también se acercó, chocando sus nudillos contra la cabeza de una Allison molesta.
-¡En definitiva! Esta hueca- exclamó Morena y estalló en carcajadas.
Morena conocía a los gemelos Weasley del callejón Diagon, de la primera vez que fueron a comprar sus útiles. Ese día que se conocieron causaron caos en el callejón al liberar varias mascotas de la tienda mientras gritaban "¡di sí a la libertad!" y agitaban jaulas vacías.
-Creí que ya serían más maduros ustedes tres- bufó Allison cruzándose de brazos y rodando los ojos.
-¡Lo dice la más madura!- gritó Fred levantándose del pasto.
-¡La que escapa de Snape!- gritó ahora George.
-Chicos...- Morena los fulminó con la mirada al ver como Allison se paraba y caminaba molesta hacia el castillo, ambos chicos se miraron entre sí y salieron corriendo al lado contrario, mientras que Morena corría tras Allison gritando "es su culpa, Alli" y esta última la ignoraba por completo.
Aunque Allison aguantara todas y cada una de las bromas de los gemelos, no soportaba que se metieran con ella, y menos aún que Morena, la chica que parecía convertirse con cada cosa que hacía en su mejor amiga, los ayudara. Entró molesta a la Sala Común de Slytherin con una cansada Morena tras ella, que con las pocas fuerzas que le quedaban le decía a la pelinegra "¡fueron ellos, Allison!", pero Allison seguía haciendo caso omiso hasta que entraron a la habitación, donde Allison explotó, y tras gritar cosas que no se nombraran aquí por su nivel de ofensa y falta de tacto, abrazó a Morena mientras le decía al oído "sí sí, fueron ellos, yo a ti te quiero, More" y esta le respondía cosas como que sus cambios de humor no eran normales.
-Señorita Snape- Severus soltó un suspiro mientras se acercaba a la mesa de la pelinegra-, ¿me podrías explicar por qué tu poción esta negra en vez de rosa?
-Odio el rosa- respondió esta con una sonrisa mientras que los gemelos se partían en una carcajada.
-Cinco puntos menos para Gryffindor por el desorden- Severus volvió a la mesa mientras que todos los estudiantes de Gryffindor de la clase los volteaban a ver con reproche y ellos dos se encogían de hombros y susurraban un "lo siento".
-Cinco puntos menos a Gryffindor por hablar en clase- dijo ahora Allison con una sonrisa maliciosa, no, esta chica no perdonaba fácil.
-Y cinco menos a Gryffindor por mirar mal a un estudiante- dijo Morena soltando una carcajada.
-¡¿Y por qué a ellas no les quita puntos por reírse?!- gritaron los dos gemelos mientras que Morena y Allison se encogían de hombros y respondían a la vez.
-Porque nosotras dos somos las favoritas.
-Eso no es justo...
-Un punto menos a Slytherin- dijo Severus acercándose a revisar las otras pociones.
-¡Pero!
-Cinco menos a Gryffindor por reclamar.
-Yo ustedes me quedo callada- les dijo otra chica de Slytherin en un susurro mientras pasaba por al lado de su mesa.
Aunque al final Severus no les quitaba puntos a Gryffindor, le hacía gracia ver como los chicos se esforzaban por mantenerse callados y quietos, lo cual nunca lograban, para que no les quitaran puntos, la mayoría de las veces por culpa de las dos chicas junto a ellos.
-Nos vemos en el comedor en cinco minutos- les dijo George a las dos chicas cuando la clase terminó.
-¿Y qué pasa si no queremos ir?- gritó Morena cuando los gemelos estaban saliendo, pero ellos hicieron caso omiso a la pregunta y salieron.
Las dos chicas se miraron entre ellas y bajaron de los taburetes, tomaron sus libros y caminaron hacia la puerta para seguir a los dos pelirrojos, pero antes de poder salir un grito que decía "Allison, respecto a tu castigo" retumbó por el salón. Allison intentó caminar más rápido, pero antes de salir del salón una mano se puso sobre su hombro.
-¿Si, Severus?- Allison se dio la vuelta con una sonrisa en el rostro, y al voltear hacia Morena para pedirle ayuda descubrió que esta ya se había ido, estaba sola en una situación de vida o muerte- Entonces... No era una amenaza...- Severus negó con la cabeza mientras la arrastraba hasta un taburete y la sentaba en él.
-No quise que Dumbledore y Mcgonagall se enteraran de todo- respondió Severus y se cruzó de brazos-, así que el castigo viene como de un padre a una hija, sin tener que pasar por otros entes.
-¿Y el castigo es...?
-Deberás cuidar de todos los Weasley- Allison abrió los ojos como platos esperando que Severus prosiguiera-, desde Bill hasta Ginny.
-¡Pero hay dos que ni siquiera están en la escuela!- reclamó Allison batiendo los brazos.
-Vale...- Severus cerró los ojos pensativo y luego los volvió a abrir de un golpe- Solo los que están en Hogwarts, si alguno queda castigado, tú también lo estarás.
-Pero...- a la pequeña no le dio tiempo de reclamar cuando Morena asomó la cabeza por la puerta llamándola- Traidora- le susurró cuando paso a su lado, y esta solo soltó una carcajada.
Aunque Allison y Morena no compartieran demasiado, Morena era de ese tipo de chica que te agradaba al instante, era una chica que estaba contigo en los peores momentos- menos cuando se trataba de un castigo- y que nunca te defraudaría cuando la necesites- vuelvo a repetir, menos cuando se trata de un castigo, cuando eso pasa es más veloz que la luz-, pero aún así, Allison la quería, y mucho, casi como una hermana.
-¿Qué te dijo Severus?
-Me castigó- Allison soltó un puchero-, soy la niñera de los Weasley. Si les pasa algo yo lo pago, todo lo que hagan, yo lo pago.
-Eso es algo difícil hablando de Fred y George...
-¡¿En serio, Morena?!- Allison frenó en seco y se volteó hacia su amiga- ¡No me había dado ni cuenta!- Morena soltó una carcajada y le dio un empujón para que continuara caminando hacia el Comedor donde los gemelos las esperaban.
-¡¿Cómo que el pequeño Weasley está vomitando babosas?!- gritó Allison caminando hacia los pelirrojos en el campo de Quidditch.
-Su varita está rota...- respondió Morena bajando de su escoba, ella pertenecía al equipo de Slytherin.
-El hechizo era para Malfoy, pero algo ha salido mal- dijo ahora George mirando el camino de babosas que su hermano había dejado.
-Me resulta repugnante ese pequeño platinado- Allison rodó los ojos mientras pateaba una de las babosas que intentaba seguir el camino de las otras.
-Él es mi amigo, Allison- contraatacó Morena parándose frente a Allison.
-Llamó Sangre Sucia a Hermione Granger- saltó a decir Fred posicionándose entre Morena y Allison.
-Él suele ser así...- Morena rodó los ojos recordando todas las veces que le habían dicho ese insulto- Pero no hay que hacerle caso.
-De igual manera, el rubio es un idiota- Allison levantó la cabeza viendo como el recién nombrado pasaba sobre ella exhibiendo su nueva escoba-, iré a ver cómo está tu hermano- se dio media vuelta y salió del campo.
Estaba molesta, en realidad furiosa, ¡¿quién se creía ese rubiecito qué era?! Alguien lo tendría que bajar de esa nube, y ese alguien sería ella, nadie, ¡pero nadie! Se metía con los niños que ella cuidaba.