Prólogo
Muchas cosas pasaron después del primero de septiembre:
La electricidad cesó.
Los relojes de cuerda se detuvieron.
El musgo comenzó a crecer por todas partes.
La oscuridad se apoderó del mundo.
Y la historia del hombre quedó en el pasado.
Pero, ¿qué sucedió ese día? Nadie lo supo.
En realidad, nunca hubo una alerta. Nadie dijo: «Los humanos se extinguirán hoy», así que sólo pasó como sucede cualquier cosa. ¿Qué si lo esperamos? Jamás. Despertamos pensando que sería un día normal, y para cuando dio la tarde ya todos se habían asfixiado sin razón aparente.
Sí, como si de repente todo el aire del mundo desapareciera...