Fue exactamente una semana y media desde el desliz, días que se hacían muy largos, aquellos en los que Jisung tenía ganas de que se abra un hueco en la tierra y se lo llevara pronto.
Esa misma noche lloró hasta quedarse dormido en su propio nido, resignado a no lavar la cobija y la almohada.
Fueron días en los que no vio por ningún lado a Minho, tampoco algún mensaje y asustado de que su contrato como vientre de alquiler se vea eliminado. Su única esperanza era la comida que llegaba por delivery todas las tardes y noches.
Felix le preguntó en dos ocasiones si algo estaba mal con él pero el rubio prefirió no decir la verdad, atribuyo que solo estaba cansado y hormonal.
Sin embargo no se podía desentender del todo y ahora apoyando en la cabeza en el taxi, movía sus pies nerviosos para ir a su cita de revisión.
La penúltima cita donde iban a ver algunas cosas generales y recomendaciones, ese día fue la primera vez en días que se comunicó con Minho via mensaje y ahora debían verse las caras. El rubio deseaba ahora que el auto terminara por saltar al río.
Se llevó una mano al abdomen sintiendo como sus nervios quizás estaban manteniendo intranquila a la niña que comenzaba a moverse, respiró hondo unas cuantas veces hasta que por fin estaba cerca de la clínica, tenía que pensar en la actitud que debía tener y las palabras que tenía que decir si es que lo pedía e incluso pensar en posibles escenarios terribles.
Cuando bajo del taxi podía sentir que el corazón le estaba latiendo de forma acelerada y estaba nervioso de ingresar pero ya estaba afuera, había una cita de por medio y mucho dinero. Se pellizco la mejilla para después caminar dentro hablando con la recepcionista y pasando por el pasillo de siempre.
En uno de los asientos, mirando el celular, Minho se veía tan tranquilo, vestido con una camisa blanca, sin corbata y con un pantalón de vestir, el color rojo de su cabello se veía un poco más intenso. Jisung se mordió el labio inferior sintiendo un repentino calor en sus mejillas.
El menor parecía haber sentido la presencia del omega rubio por lo que volteó para observarlo y dar una sonrisa de saludo desde donde estaba. Jisung dio pasos hasta el lugar sentándose al lado bastante incómodo, solo se saludaron y después de eso un silencio de minutos los invadió.
-Ahmm... ¿cómo has estado?- Minho rompió el silencio.
-Bueno, pues bien ¿y tu?.
-Bien, tuve que hacer un viaje, disculpa por no visitarte estos días.
Jisung pensó que era un alivio, había supuesto que el menor estaba avergonzado al igual que él pero no podía entender mucho cómo Minho se veía normal, manteniendo el mismo contacto como si nada hubiera pasado.
-No tienes que disculparte, no es como si te lo hubiera prohibido- Jisung sonrió ligeramente para mantener el buen humor.
-Solo que pensé que quizás algo podría haberte pasado...yo- hubo una pausa antes que el pelirrojo volviera a hablar -He estado percibiendo tus emociones, supongo que a través de ella. El rubio observó a Minho con la boca abierta.
-Pense que eso solo era posible cuando se emparejaban pero mi madre me dijo que es normal.
El médico en esos momentos salió del consultorio para despedir a una pareja y luego saludó a los futuros padres.
-Que alegría tenerlo otra vez, pasen por favor.
La cita médica resultó como siempre, con la revisión, explicación y recomendaciones que debían tener para que la llegada de la niña nazca sin peligro alguno. Jisung ya sabía exactamente qué es lo que tenía que hacer pero también anticipaba el escenario de volver a vivir todo ello de nuevo.
-No puedo creer que solo falten semanas para poder verla- Minho dijo con las imágenes de la ecografía en sus manos al salir del consultorio.
Jisung asintió un poco ido y siguiendo a Minho hasta el estacionamiento porque sabía que era el menor no lo iba a dejar irse en taxi. Estaba pensando bien en algunas cosas durante el camino, sin hablar nuevamente para poder concentrarse, quizás tanto que no escucho al pelirrojo hablarle.
-¿estás bien?-
El rubio sintió una mano en su hombro y pegó un ligero brinco de susto sonriendo mientras asentía.
-Te preguntaba si deseas algo antes de dejarte en tu departamento.
-No, está bien.
Abrió la puerta de copiloto sentándose mientras esperaba que Minho lo haga, el viaje iba a ser muy horrible si no hablaba ahora. Por lo menos si algo malo pasara podía pedir el taxi y no verlo hasta el día del parto.
El menor se sentó colocándose el cinturón de seguridad.
-Minho lo siento- Jisung mencionó sin mirarlo.
Ni siquiera pudo terminar de abrochar el cinturón cuando escuchó eso y se quedó congelado.
-Por lo de aquella vez, lo siento, no debí hacerlo, es cierto que he estado muy nervioso toda esta semana. He estado muy hormonal estos días y...
‐No tienes que disculparte Ji, yo entiendo, no estoy molesto contigo.
-Sí pero hice algo que no debía, tú eres muy bueno y yo me dejé llevar porque me sentía solo, esto no es profesional de mi parte.
Minho terminó de abrochar el cinturón y llevó una mano al timón sin mirar al rubio mientras escuchaba todas las palabras e intentaba formular sus propias oraciones.
-Esta bien, dije que iba a cuidarte- hablo mirándolo.
-Debimos marcar un espacio entre nosotros desde el comienzo, es la primera vez que mantengo tanto contacto presencial con el padre del bebé- Jisung bajó la cabeza.
Minho solo lo observo un instante antes de poder hablar de nuevo, había algo que estaba dando vueltas en su cabeza por demasiado tiempo que tenía miedo de decirlo y tampoco sabía si hacerlo ahora significaba algo peligroso.
-A mi no me molestó en lo absoluto Jisung, creo que cuidar de ti y de la niña fue una de las mejores cosas que hice durante estos meses.
-Pero no debió ser así- el rubio estaba haciendo puño en una de sus manos mientras se controlaba -Y los últimos meses siempre son peores, yo realmente pensé que con este embarazo podía superar el hecho de sentirme solo, al igual que los anteriores, pero solo lo empeoró.
-¿Quieres que no nos veamos hasta el día del parto?.
Jisung asintió sintiendo un nudo en la garganta y Minho solo suspiró apretando esta vez sus dos manos sobre el volante.
-Lamento mucho no haber considerado tus sentimientos primero- dijo sin mirarlo esta vez -Probablemente yo tampoco medí mi soledad y terminaste por ser mi prioridad.
-Hablas demasiado.
-Hablo enserio- el menor lo observó nuevamente -Siento que me gusta.
Jisung lo observó sorprendido - Minho no puedes.
-Sí, yo también pensé lo mismo pero es inevitable. Y no solo por qué seas quien lleva a mi hija, hay cosas en ti que son muy hermosas Jisung.
-Tú aún estás casado, nuestra cercanía solo era algo profesional.
-Yo no lo vi así después- el menor colocó un semblante serio -Me gustas y sí, quizás me equivoque al sentir esto pero era algo que tenía que decir, aún sabiendo que quizás no quieras volver a verme.
Confusión y sensaciones fue lo que sentía Jisung en ese instante mientras se mordía el labio inferior, no había experimentado todo estos en años. El amor para él no era su prioridad pero venir en una situación como esto no era algo que se lo esperaba.
-Supongo que tu no sientes lo mismo.
La oración se adentró en cabeza mientras terminaba de intentar dar una respuesta genuina.
-Estoy confundido... lo siento- Jisung tomó la manija de la puerta abriendolo cuando sintió que su mano era tomada.
-¿Puedes darme una oportunidad?.
Oportunidad, la pregunta lo llevó a recuerdos pasados, misma pregunta, diferentes personas y situación. El omega retiró su mano.
-Necesito caminar- mencionó cerrando la puerta del auto y caminando lejos. Lo hizo de forma rápida, con la sensación de abandonar el lugar y levantando la mano para tomar un taxi.
Tenía miedo de que Minho lo siguiera y no quería tener una conversación ahora.
Abrió la ventana del taxi para que su aroma no perturbara al taxista pero el hombre muy amable solo le dijo que era un beta y que no siente todo ello así que no debería preocuparse.
Jisung se recostó en el asiento con todo lo que acaba de escuchar pegándole en su interior. No necesitaba hacer las cosas ahora, él sabe que solo podía traerle problemas así que simplemente iba a llegar a su departamento y descansar antes de poder volver a pensar en todo y controlar su corazón que solo mostraba ganas de querer ser feliz por primera vez en mucho tiempo junto a un compañero.