Después del pequeño incidente con las ranas, Anya se quedó toda la jornada escolar en la enfermería. Finney la fue a ver a la hora del receso, ella ya había despertado cuando fue pero aun seguía medio adormilada.
La enfermera le aseguró que la cuidaría hasta que su madre venga por ella, no pasó mucho. Anya despertó mejor pero aún un poco shockeada. Finney pasó por ella con sus cosas y se las entregó.
—Te acompañare con tu mamá. —dijo el mientras se colgaba ambas mochilas en los hombros. Le extendió la mano a la niña para que bajara de la camilla. Anya sonrió y acepto la ayuda. —Dijo la enfermera que tuviste un shock. Por lo qué pasó con Robin.
Ella hizo una mueca. —Me lo imagine. —rió con amargura. —No pensé que me afectaría tanto.
—Era tu mejor amigo, es normal que te afectara. Aún tengo la esperanza de encontrarlo. —dijo Finney.
—Yo también... —suspiro ella. —Tal vez con el sea diferente, a lo mejor aparece. —dijo con un poco de esperanza en la voz.
—Lo encontraremos Any. —a ella le dio seguridad el tono con el que Finney dijo aquello. En verdad ambos creían que algunos de esos chicos regresaría con vida.
Ambos caminaron hacía donde ya estaba la madre de Anya, aún no sabía nada entonces la niña tendría una larga charla con ella.
—¿No quieres que te llevemos? —preguntó Anya.
—Mi casa queda del otro lado, pero gracias.
—Bien, entonces deséame suerte. —ella cruzó los dedos y se acercó al carro. —Adiós Finn. —se despidió de el.
El se despidió con la mano y una sonrisa. Hace un tiempo, Robin habló con el y le empezó a contar de Anya. Una vez, a Robin se le salió decirle a Finney que la chica tenía un pequeño enamoramiento con Blake. Desde ese momento empezó a prestarle más atención a Anya y no pudo negar que ella era linda e inteligente. Era algo pronto para decirlo pero el estaba empezando a ver con otro ojos a la chica.
Vio cómo se subió al auto y arrancaron, Finney se fue para encontrarse con su hermana.
"Por que no te fuiste con Anya..."
(...)
Finney caminaba solo por la vereda, ya no quedaba nadie en la calle.
Frente a él había una camioneta negra, un hombre de pelo largo con sombrero negro salió de atrás de esta con dos bolsas de papel repletas de comida, sus pies tropezaron con la banqueta y tiro las cosas que había en las bolsas. Finney miró con extrañeza, se acercó al señor.
—No soy muy coordinado. —reía el payaso.
—¿Quiere que le ayude? —preguntó el menor.
El señor reía y agarraba los huevos rotos que estaban tirados en el suelo.
—Me pasas mi sombrero por favor. —señaló la prenda.
Finney lo recogió, el payaso se levantó del suelo.
—Yo soy mago de medio tiempo, ¿quieres ver un truco de magia? —preguntó mientras sacaba un spray.
Finney rió con nerviosismo. —Si. —asintió, su mirada de posó en la parte trasera de la camioneta. —¿Son globos negros?
—Si. —el mago abrió la puerta y sacó los globos negros, con estos enredó a Finney y lo atrapó en sus brazos intentaba subirlo a la camioneta pero con algo rasguñó su brazo.
El mago se quejó y roció el spray en la boca del niño, lo metió a la camioneta y soltó los globos.
La vista del chico se volvió oscura...
La madre de Anya la estaba obligando a descansar, después de contarlo lo sucedido en la escuela se preocupó demasiado y al día siguiente la llevaría con un médico.
La chica estaba recostada en el sillón de la sala, veía las películas malas que pasaban por el cable. Su madre estaba sentaba en el comedor revisando unos papeles. Las cosas estaban menos tensas, ya hablaban pero no del todo. Anya seguía en shock pero podía con ello.
El teléfono sonó, la mayor al estar cerca de este lo contesto.
—Es para ti. —le dijo a la chica. Anya se levantó confundida y fue hacia el teléfono.
—Gracias. —le dijo a su mamá. —Hola?
—Anya. —dijo alguien a través del teléfono, la respiración entrecortada se oía. —Soy Gwen, Gwen Blake.
—Oh, hola Gwen ¿qué pasó? —escuchó como la niña lloraba. —¿Gwen?
—Finney...mi hermano. —sollozó.
—¿Que pasó con Finney, Gwen? —Anya estaba empezando a alterarse.
—Se lo llevó, se llevaron a Finney.
Ahí estaba otra vez...la mente desconectada, el pitido en los oídos, el miedo, los piquetes en el pecho.
La chica soltó el teléfono de golpe.
—Anya! —gritó su madre. Ella salió de su casa corriendo, estaba yendo a la casa de los Blake.
Corrió hasta que sus pies dolieron, llegó y vio a la policía con el señor Blake. Gwen estaba sentada en las escaleras enrolla en una sábana. Anya se acercó a ella, la niña se levantó de inmediato y abrazo a la mayor.
—Se lo llevaron. —lloro la niña en los brazos de Anya. La chica lloró con ella. —Antes de irme me estaba contando que estuvieron juntos en ciencias. —sollozó. —Estaba emocionado...
El corazón de Anya se estrujó. —Vamos a encontrarlo Gwen, te lo prometo.
N/A:
Me bloquee en este capítulo y no sabía que escribir pero aquí está, corto pero trabajo honesto.
Ahora si viene lo bueno!!!
Lxs quiero!