¿Cuánto tiempo llevaba en esta relación? ¿Lo que teníamos podía considerarse una relación? ¿Las relaciones siempre fueron así?, Todas esas preguntas agobiaban mi mente mientras recogía y sacudía los libros de una repisa, tantos libros existentes y ninguno me ayudaba a lo que estaba pasando, me costaba recordarlo pero era necesario si quería entenderlo.
No había pasado mucho desde que había obtenido mi visión y las cosas en Inazuma parecían arreglarse, note que el mayor de los jóvenes Kamisato me veía mientras limpiaba y parecía querer hablarme, supuse que quería algún consejo, a diferencia de mi el joven Ayato no era muy bueno hablando con la gente del pueblo, supuse que alguna de las lindas chicas que lo pretendían le había llamado la atención y quería mi ayuda para hablarle, era normal, todos nos hemos sentido atraídos hacia alguien, pero tal vez al joven le daba vergüenza admitirlo, con esa idea en mi mente esperaba que el se me acercara y yo pudiera ayudarle, pero no sucedió, pasaron días y el seguía viéndome desde lejos, no era incómodo pero era raro, un día no pude evitarlo y le pregunte lo obvio.
- Disculpa Ayato pero eh notado que me haz estado vigilando desde hace unos días, ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? - maldigo el día en que decidí preguntarle.
El inmediatamente me sonrió con malicia y rio un poco mientras subía una de sus piernas a la otra, me miró con burla y me pidió que me acercara más, sin poder negarme y sin sospechar de su petición me acerque, violentamente me tomo del brazo y me jalo hacía el.
- Hay muchas cosas en las que puedes ayudarme, necesito que seas mi pareja y salgas conmigo, necesito que estés conmigo todo el tiempo - me susurro al oido con un tono de voz que no había escuchado antes
Me aleje de él y le dije que no podía, no estaba interesado en salir con alguno de los hermanos Kamisato, mi trato con ellos era más laboral que amistoso, tenía a mi propia persona de interés y entre más excusas, pero no parecía escucharme, solo me seguía sonriendo.
- No Thoma, no te estoy preguntando - dijo mientras se paraba y me tomaba del cuello - te lo estoy ordenando, saldrás conmigo y serás de mi propiedad, no puedes negarte porque correré el rumor por todo Inazuma, diré que me intentaste ligar y que tocaste a Ayaka muestras ella dormía, nadie querrá recibir a un violador, estarás solo si no estás conmigo.
El beso mis labios y soltó mi cuello dejándome respirar de nuevo, me sonrió y salió de la habitación donde se encontraba, me sobe el cuello y preferí pensar que no había pasado nada, deje de limpiar y decidí salir a tomar un paseo, necesitaba despejar mi mente, alimente a un pequeño gato blanco y después de volver a sonreír regresé a la propiedad de los Kamisato, dónde a la entrada me esperaba el hijo mayor, en ese momento entendí que lo que había pasado si era en serio y acaba de condenarme a estar a su lado hasta que el se aburriera.