—¡No puedo creer esto! ¡Yuu, ¿Cómo pudiste?!
Uy, dios.
¿A qué venía esa reacción?, sabía que Sabito quería que ella se confesara a Kyojuro pero, en primer lugar estaba malinterpretando las cosas, Tengen y ella no eran nada.
—Sabito, no es lo que tú...
—Kyo me dijo que estabas dejando que alguien se quedara contigo, pero, ¡¿en serio?! —señaló a Tengen—. ¡Nadie nunca me dijo que era un bombón con cara de ángel caído del cielo y material de daddy! ¡digo, vamos! ¡eso cambia TODO!
Se hizo un breve silencio, Giyuu estaba perpleja, no podía ni hablar, Tengen no sabía si reír o llorar y Sabito se limitaba a observar a su amiga con evidente indignación.
—bueno... ella tiene razón —apoyó el albino.
—¡Definitivamente la tengo!
—esperen, ¿QUÉ?
Sabito la agarró por los hombros y la zarandeó levemente
—¡Las mejores amigas se cuentan todo! ¡incluso si tienen a un chico musculoso, exótico y de ensueño en su casa!
—Sabito, yo no...
La susodicha no le permitió terminar, pegó su mejilla contra la de su amiga y siguió en su frenesí:
—¡Déjame te digo! ¡vaya pez has pescado, Yuu! ¡Por favor dime que tiene un hermano! ¡¿o hermana?! ¡incluso un primo segundo!
—cariño, yo soy el primo segundo... lo que sea que signifique eso.
—¡¿de verdad?!
—no, no lo es —suspiró con pesadez—. Sabito, este es Tengen, no lo pesqué, solo es un amigo de mi familia que viene de otro lado.
—hola.
—Tengen, esta es Sabito. Mi mejor amiga y la hermana menor de Kyojuro.
—entonces... ¿está soltero?, porque si a ti no te interesa...
—espera un momento, ¿Qué pasó con tu "corazoncito" con quien has estado un mes?
—oh, rompimos anoche. ¡Por eso vine! —la abrazó con fuerza y Giyuu le palmeó la cabeza—. Tengo el corazón roto, así que necesito mucho amor y atención de mi mejor amiga.
—créeme, no tienes el corazón roto —dijo con simpleza, haciendo alusión a que no había el más mínimo brillo en el pecho de la chica de la cicatriz.
—¡grosero! —le reprochó—. ¡¿Por qué dices algo como eso?!
—así es siempre. Lo que importa es que encuentres a una persona que te respete.
—sí... tienes un buen punto.
—la apariencia no lo es todo —insistió Giyuu con gesto solemne—. Además, no tiene dinero.
—¡Oye!
—no es mi tipo de todos modos. Pero espera... si ustedes dos no están saliendo, ¿Por qué se estaban dando la mano hace un momento?
—no nos estábamos dando la mano, yo solo...
—me ofrecía un trabajo —irrumpió. Giyuu se giró hacia él, bastante sorprendida a decir verdad—. Hicimos un aucerdo de que trabajaríamos juntos mientras me adapto. Incluso si eso significa tener que pasar todo el tiempo en esta patética tienda algunos días.
La de cabellos azabachados torció la boca, aún confundida. ¿Eso significaba que estaba dispuesto a comprometerse para romper la maldición, por lo menos en ambos?
—eso es correcto... —le siguió el juego—. Pero si insultas la tienda otra vez, te sacaré a patadas.
—sí, sí.
Como la maldición los mantenía atrapados a ambos, probablemente tendrían que trabajar juntos les gustase la idea o no.
Aunque Tengen no podía prometer honestidad.
Para salvar su propio pellejo, tendría que ocultarle cierta información a Giyuu.
—ohhh, entonces Kyo ya tiene competencia —su amiga picó su mejilla.
—Kyo lleva trabajando aquí cuatro años, lo dudo...
—no estaba hablando sobre experiencias laborales.
Sin embargo, Giyuu ya no la escuchó, se había girado a ver a Tengen y le había agradecido su disposición a colaborar con el movimiento de sus labios.
Tengen se limitó a desviar la mirada.
Su departamento era bastante pequeño.
Cómodo, pero pequeño.
Una vez se quitó la camisa, la cual había quedado empapada a causa de la pequeña bromita de Tengen, se miró al espejo detenidamente y jugó un poco con su cabello.
Quizás debería hacer algo con el, cortarlo tal vez...
¿A quién estaba engañando....?
Prefirió concentrarse y darse prisa. Se cambió de ropa y salió nuevamente.
Claro que no esperaba encontrarse con Shinobu afuera de su departamento.
—¿Shinobu? —le llamó, sorprendido por su repentina aparición.
—hola, cariño. Estaba pasando por aquí y pensé en venir, pero no me respondías a las llamadas
—oh, mi celular se mojó, lo siento por eso.
—bueno, eso tiene sentido. Bueno, de todos modos... ¿a dónde vas?
—voy con Giyuu. Hoy la voy a ayudar en la florería.
Shinobu se quedó en silencio mirando su ropa. Luego le quitó la camisa de cuadros que llevaba puesta y la ató a su cintura.
—se ve mejor así... —Kyojuro sonrió—. Bueno, ya veo... pasé por ahí ayer y vi a tu amiga con un chico.
—oh, ese es Tengen. Es de otro lugar. Se quedará con Giyuu mientras está aquí.
—¿estás celoso?
Kyojuro la miró fijamente unos segundos y sonrió con resignación.
—no estoy en posición de estarlo... hace mucho tiempo elegí respetar las decisiones de Yuu. Además, la escuche hablando con su tía antes... ella no me ve así. Ella aprecia nuestra amistad... y yo también. Así que no puedo dejar que los celos interfieran en eso.
Se volvió a formar un silencio.
—entiendo —dijo ella—. Piensas qué, si haces algo más con respecto a tu relación con ella, no durará mucho. Quizás serán felices un tiempo... pero al final no podrás cumplirle sus sueños y todo se caerá como sucedió con tus padres... ¿cierto? Yo solía ser muy inocente... me negué a pensar en las consecuencias y pensé que el amor podría con todo... pero fui demasiado temeraria. Terminé lastimándome a mí misma y perdí todo lo que tenía.
—. . .¿lo extrañas?
Ella se giró y lo observó con ojos tristes y una sonrisa lúgubre.
—cada día.
Retornó en sus pasos, acercándose nuevamente a él.
—pero teniéndote a ti... sé que no estoy sola... sé cómo es lo que estás pasando, Kyojuro —él desvió la mirada—. Me tengo que ir, pero... —le extendió su mano—. ¿Puedes sostener mi mano solo un minuto?
No le respondió con palabras, simplemente se limitó a entrelazar sus dedos con los de ella.
—¿puedes decirme que me amas?
—. . .Te amo, Shinobu.
Ella entreabrió los ojos.
Extrañaba eso.
Pero extrañaba más que se lo dijesen de forma honesta. Porque sabía que cuando Kyojuro se lo decía...
Él deseaba dedicarle esas palabras a Giyuu.
Nota de Honoka:
vOLVÍ MADAFACKAS.
Una disculpa, mi escuela ya está en clases presenciales y voy en la tarde así que me pasé a joder jaja.
De hecho, ya hasta terminé el webtoon, así que agarrense porque esto se va a poner bueno.
Por cierto me releí los primeros capítulos ayno- debo corregirlos cuando termine, que horror conmigo y mi dislexia.
En fin, ya sin más que decir, no olviden que pueden leer el cómic original en webtoon, cuídense, tomen agüita, nos leemos luego, bai.