Yo también lo hare
Michell
Como es posible que les haga esto si yo ayer me sometí a el para que no les hiciera nada; Escucho mas gritos y me acerco a Nora.
—¡Quedan ocho horas! ¡A moverse!—le grita a Emma quien esta escalando una pared de madera para caer a la otra parte y seguir con el ejercicio de unos troncos que tienen cuerdas que deben esquivar. Y la furia me toma al escuchar que los tendrán diez horas entrenando sin descanso.
—Nora ¿Qué esta pasando aquí?—le digo y ella voltea al igual que Julián. Los dos andan su traje negro de soldados con sus botas de cuero y llevan gorras que los cubren del pequeño sol que hace ya que es de mañana.
—Michell esto no es de tu incumbencia—me dice con la mirada al suelo.
—Es una orden—comenta Julián a la par de ella. Es un orden ya se de quien es y no es justo que el haga esto.
—De Dominic me imagino—bufo y ellos ni se inmutan pero se con quien tengo que hablar para arreglar esto y siento como mi cabeza arde de enojo.
—Michell no te metas en mas problemas ellos se lo buscaron...—dejo con la palabra a Nora y sigo mi camino, se que este hombre no me hará caso pero debo intentarlo. No dejare que hagan diez horas seguidas de ejercicio en un circuito que los dejara medio muertos, sin derecho a parar ni a beber agua o comer.
Me dirijo al castillo cuando escucho los pasos de los dos soldados que me cuidan y ya se me había olvidado que estos me siguen a cada lado. Después de lo que sucedió ayer era evidente que el tomaría represarías conmigo no con ellos, eso no era parte del trato. Sigo y continuo subiendo las enormes escaleras de este castillo y doblo en el pasillo izquierdo que es la parte donde esta el estudio, la habitación mía y la de el. Las demás habitaciones son el cine, la biblioteca y mas cosas. Llego hasta la imponente puerta del estudio y me volteo para ver los dos soldados.
—Les recomiendo que se queden aquí a fuera—les advierto para que me den un poco de privacidad ya que conociendo a Dominic van a ver gritos de por medio. Toco la puerta y esta se desliza a la izquierda inmediatamente dando paso al estudio, cuando entro mi mirada se va hacia el hombre que esta en el escritorio. Hace un movimiento con su mano bajando un retrato lentamente sin quitarme la vista de encima, el retrato lo tenia en la esquina del escritorio y realmente en este momento el enojo me gana mas que la curiosidad.
—Dominic me puedes explicar, que esta pasando a fuera—se lo suelto acercándome a escritorio sin bajarle la vista y el como siempre me dedica una mirada fría, controladora y intimidante.
—Primero que nada no te debo explicaciones ellos son mis soldados—lo dice mientras entrelaza sus dedos encima del escritorio tratando de intimidarme.
—¡El castigo lo pague yo!—le digo enojada.
—Pero no el de ellos— hace una sonrisa llena de malicia y de nuevo estoy ante el mismo hombre que no se midió para secuestrarme y encerrarme en una isla por meses sin una pizca de remordimiento para declararme suya.
—Dominic yo me sometí por ellos—le mantengo la mirada aunque mi corazón este mas que acelerado ante la reacción tan tranquila que tiene al saber que puede matarlos de agotamiento pero de un momento a otro su rostro demuestra enojo y molestia ante mi intervención.
—¡Ellos tiene que pagar sus actos también!—me grita y yo retrocedo por instinto, sabia que iban a ver gritos de por medio en esta conversación.
—¡Bien!—le grito y el reacciona con una sonrisa de victoria pero no por mucho.
—¡Entonces yo también lo hare!—su rostro se desvanece y puedo ver como la furia vuelve a el.
—¡No tu ya pagaste!—rueda el escritorio hasta que quedamos cara a cara.
—Crees que no lo lograre, ¿verdad?—lo reto con la mirada y el no dice nada mientras yo lo tomo como respuesta.
Me dirijo a la puerta cuando me detengo para decirle con furia...
—El castigo será para todos incluyéndome— le digo y escucho como viene hacia a mi, lo detengo con la mirada y me dispongo a seguir mi camino hacia la puerta, salgo del estudio y bajo rápidamente las escaleras.
Giro mi cabeza hacia arriba del estudio y no hay nadie «Bien Dominic puedo con esto » no detengo mi camino y los soldados vienen detrás mío manteniendo la distancia.
Cuando llego al campo puedo ver que el reloj que esta ala mitad maca tres horas y veinte minutos. Bien son siete horas y se que puedo hacerlo, no tengo entrenamiento militar pero en la isla y aquí me he mantenido entrenando, tal vez no en un modo tan serio pero si manteniendo el curso de ejercicio para estar en forma.
—¡Nora!—le llamo y ella voltea al igual que Julián - Yo también hare el castigo - les digo decidida y los cruzan mirada de asombro mientras paso por su lado.
—Michell ese entrenamiento es muy pesado—me detiene del hombro Nora, pero me suelto sin tomarle importancia.
Comienzo a calentar mis brazos y piernas, veo como esta Beth y Emma muy sudadas al igual que sucias por arrastrarse por debajo de los troncos y los chicos están peor marcados de los puños debidos a los golpes que les dan al maniquí y sin camisas están con su torso descubiertos. Luis me hace una señal con las manos para que no lo haga pero no quiero que ellos sufran de lo que yo hice ayer así que me dispongo a seguir calentando.
Me agacho para tocar un poco la tierra y volteo a ver el cielo y esta claro que va llover, las nubes que se acercan están mas que oscuras dando aviso que habrá una de esas tormentas clásicas de Londres. Suspiro viendo hacia adelante y comienzo a correr hacia las llantas de tractor que tengo que levantarla dos veces arrastrando hasta la línea amarillo y no puedo al principio ya que son muy pesadas pero al recordar la mirada que puso Dominic cuando le dije que lo haría me hace sacar un grito desde lo mas profundo de mi garganta y...logro darle la primera vuelta y arremeto con la segunda y la coloco en la línea amarilla.
Sigo corriendo hasta los troncos que están como un puente para pasarlos por debajo, son cinco troncos y cada uno esta mas abajo para así arrastrarte mas hasta el ultimo; lo hago enseguida ya que mi cuerpo lo dejo que se lleve aunque siempre me estanco un poco por mi trasero y luego salgo dispara para la sección de la pared de madera que se debe escalar y me sostengo con ambas mano alcanzando a Beth en ella.
—Vamos amiga... que la noche de ayer valió la pena—le comento cuando estoy a su lado y ella me responde con una sonrisa enorme.
—¡Fiesta!—grita y ambas bajamos al mismo tiempo para seguir a la sección donde esta Emma en las cuerdas que debemos saltar en puntillas ya que están muy cerca son como diez por lo menos.
—Nena...coge el ritmo que el tipo de ayer estaba guapo—le digo alcanzándola con Beth a la par mía saltando al mismo tiempo y Emma me responde con una carcajeada.
—Claro—y juntas marcamos un ritmo mas rápido ante el animo que les di.
Seguimos avanzando a la área donde hay muchos troncos de pie amarrados con cuerdas que tienes que evadir pasando por la izquierda o derecha como un laberinto y las chicas salen mientras que yo me encuentro con Luis.
—¡Hey!—le grito—No me digas que no vas a volver a bailar conmigo—me sonríe y me sigue hasta la salida del laberinto veo que las chicas ya están juntas en la área de levantar las llantas de tractor mientras que Luis y yo tenemos que golpear los maniquís con puñetazos o patadas.
—Claro que no—me dice lanzando un puñetazo—Me encanta bailar contigo chaparra—me dice con una sonrisa llena de felicidad. Pasamos a la sección de comenzar de nuevo y puedo ver como se llena de mas soldados que observan el castigo y comienzan a darnos apoyo.
Me encuentro con Damián y Scott en el comienzo—No me digan que ya están asustados—les digo a ambos tomando la llanta para levantarla y ellos cruzan miradas—¡Hey!—me llama Scott.
—¡Jamás oíste!—asiento cuando veo que Scott lanza con fuerza la llanta al igual que Damián y Luis.
—Entonces demuéstrenmelo—les digo a los tres y asienten mientras volvemos a la área de los troncos y juntos los cuatros nos arrastramos y reímos de como estuvimos ayer en una fiesta increíble todos y acabamos en un entrenamiento que ni el mismísimo diablo lo terminaría pero yo no dejare que ninguno se rinda y mucho menos mi persona.
Así seguimos por varias horas y ahora los miro mas animado que cansados, los chicos me superaron y las chicas igual de reojo veo el reloj que marca seis horas y dos minutos, mis piernas están mas que tensa de el ejercicio y mi pecho esta mas que caliente al sentir cada latido con fuerza y los brazos están mas que marcados.
El sudor no cesa pero ya ni le pongo mente en ello, debo decir que pensé que seria mas liviano pero no, a la hora cinco mi cerebro quería explotar y casi me caigo dos veces de la pared de madera pero los chicos me animaron sujetándome por varios minutos mientras seguíamos corriendo para poder continuar. Pude seguir gracias a la ayuda que me dieron y ahora mi cuerpo se esta acostumbrando al sentimiento del dolor y esfuerzo ya que los guerreros no se forjan con un poco de ejercicio y ya esta; un guerrero se forja enfrentando muchos obstáculos y miles de guerras donde no cualquiera volvería.
Sigo así hasta que llego a la zona de los troncos de nuevos arrastrándome. La cabeza me gira y estoy demasiado mareada y la vista se pone en blanco cada vez que sigo con el ejercicio pero sigo manteniéndome hasta que...
"Estoy arrastrándome en nieve y mis manos dejan marcas de sangre en la nieve con mis huellas, el frio es infernal y todo mi cuerpo tiembla debido a este clima y al pánico que tengo al sentir que no tengo escapatoria ni salida de este infierno.
Puedo sentir como mi corazón retumba en mis oídos a lo fuerte que late, al sentir la adrenalina y el miedo, volteo a ver hacia abajo y caen gotas de sangre de mi cabeza pero no detengo.
—¡Malysh...!—grita en ruso —¡No puedo dejar que te vallas!—me grita de nuevo pero mas molesto haciendo que se escapen lagrimas gruesas de mis ojos pero continuo arrastrándome por abajo de unos arboles enormes que me cubren.
(Malysh = Bebe en ruso) (Iyubov' = amor en ruso)
El frio es horrible en mi cuerpo ya que estoy semidesnuda y siento como si fuesen miles de cuchillos que atraviesan al mismo tiempo mi cuerpo.
—Iyubov'... a donde crees que vas—me giro y esta a tres paso de mi y el corazón quiere salirme por la boca—Por favor no...—le suplico y me toma del pie arrastrándome hacia..."
Vuelvo a abrir de prisa mis ojos parpadeando fuertemente y puedo sentir como caen lagrimas por mis mejillas hasta mi boca. Estoy corriendo atreves de las cuerdas con los arboles y giro al reloj donde marca nueve con cincuenta minutos.
«¿Cuanto tiempo estuve en la visión? » si cuando estaba en los troncos faltaba bastante tiempo, mi mente se empieza estabilizar; mierda hace tiempo no tenia una de estas visiones. Comienza a llover fuerte nublando nuestras vistas pero a lo lejos escucho a los soldados que están al rededor del campo.
—¡Vamos!—gritan juntos y metemos presión al ritmo, y continuamos veo que Dominic viene al campo mas que furioso pero Julián lo detiene tomándolo de los hombros. Debo dar gracias que esta lloviendo así tomo agua del cielo mandado por Dios y que refresca mi cuerpo dándole mas fuerza. Las lagrimas se desvanecen con la lluvia en mi rostro, así que continuo y la lluvia para por un momento. Pero puedo ver como esta de oscura la noche y todos nos ponemos en una fila para dar la ultima vuelta juntos; nos arrastramos juntos por debajo de los troncos y estamos mas que ansiosos de terminar, gritamos juntos al pasar por los maniquís lanzando los últimos puñetazos.
—¡Si!—les grito tomando a Beth y a Emma para abrazarlas. Todos los soldados que están al rededor gritan fuerte para celebrar la historia que acabamos de hacer, y los chicos se acercan para acompañar nuestro abrazo grupal. Y juntos nos dejamos caer en el suelo boca arriba riendo con intensidad viendo el hermoso cielo que hay con estrellas por todos lados y la luna llena, escuchamos unos pasos y el silencio que hacen los demás nos advierten quien es.
—La próxima vez no será esto...—reconozco la voz de Dominic.
—Sera un tiro en la sien—nos incorporamos y el esta de pie enfrente de nosotros con la mirada fría hacia todos mientras tiene a Nora, Julián y Daniel a su espaldas.
Nos da la espalda y se va hacia el castillo—La verdad soldados creí que no lo harían—comenta Julián dándome la mano para que me ponga de pie y Nora ayuda a las chicas con cuidado.
—Debo darle las gracias a Michell—volteo a ver a Luis con mis ojos cristalizados.
—Si no fuera por ti, no hubiésemos continuado—dice Scott con una sonrisa enorme.
—Claro, gracias de verdad—Damián me palmea el hombro suavemente.
—Si, Michell gracias por hacerlo no debías—hacen una pequeña celebración las chicas y me suelto de Julián para poder abrazar de nuevo a estas mujeres que se han ganado mi cariño.
—De nada chicos... no los dejaría solos nunca—cojeo un poco de mi pie izquierdo y hago un pequeño gesto de dolor.
—Ven te ayudo—me dice Daniel para que me apoye en su hombro y nos vamos hacia el castillo juntos.
—Gracias, nos vemos chicos—les digo a todos y ellos me despiden con las manos cansados y destrozados pero felices que se acabara esta tortura y Daniel continua ayudándome.
—Podrás subir—me dice y yo niego ya que el tobillo me duele demasiado y las escaleras son enormes.
—Te cargare—intenta tomarme de las piernas cuando escucho unas pisadas fuertes.
—¡NO!—un grito fuerte hace que Daniel se incorpore de inmediato, volteo arriba de las escaleras y ahí esta Dominic enojado y furioso viendo como Daniel retrocede.
—No la toques y lárgate—le ordena y el asiente mientras se retira. Baja rápidamente las escaleras y se agacha a tomarme las piernas para cargarme. Sube las escaleras sin decir nada mientras yo solo dejo caer mi peso en sus manos ya que el cansancio me ha dejado casi muerta y la maldita visión me dejo con el cerebro en otra parte del universo con miles de preguntas que se que nadie me responderá.
Llegamos a mi habitación y Dominic me acuesta suavemente en la cama como si fuese de cristal y no quiere romperme. De verdad no entiendo este hombre un día es mas que frio y todo un sádico enfermo conmigo para follar a cada nada y al otro me quiere tratar con dulzura y no dejar que nadie me toque. Los recuerdos me vienen a la cabeza como cuando desayunamos juntos por primera vez, cuando me dijo que nunca podría dejar ir aunque su voz mostraba miedo, cuando me dijo diosa del olimpo y cuando vimos mi película favorita en la isla.
Se que es malo que tenga pensamiento así, pero comienzo a creer que Dominic no es tan malo como aparenta, tiene un corazón que necesita ser amado tal y como el es. No puedo dejar de verlo, me desviste y me ducha suavemente pero mi mente esta llena de pensamientos donde el me ha demostrado que solo conmigo es así, es duro y muy frio pero en ciertos momentos me muestra esa sonrisa hermosa que no se la muestra a nadie mas. Me seca cuando me termina de duchar y sigue en total silencio; me recuesta en la cama totalmente desnuda y llama por el teléfono de la servidumbre para que traigan una pomada para la inflamación de mi tobillo.
Se desviste quedando en bóxer, tocan la puerta y le entregan la pomada también le dan una bandeja con comida y agua; me pone la bandeja enfrente y me da de comer en la boca poco a poco ya que no puedo ni con mis propias manos. Termina de darme de comer y me da de beber mientras que en mi cabeza solo piensa que jamás había echo esto por mi.
Debería estar enojada por no creer que yo lo lograría pero no puedo estar así con el, mi corazón sensible no me deja y eso que este hombre me secuestro, pero después de ver como esta tratándome como si fuese una rosa me pone nostálgica. Se acerca a mi y se agacha ante mis pies y me echa la pomada.
—Auch...—me duele un poco que me la ponga—Ya casi—susurra y continua. Se levanta y guarda la medicina, luego el se recuesta a la par mía.
—Sabia que lo harías—me dice y me lleva a su pecho para que descanse en el.
—Michell...—me susurra acariciándome el cabello y se queda en silencio mientras que a mi ya la duda me mata.
—¿Qué pasa?—le pregunto y no dice nada, al menos reconoció que sabría que lo haría.
—¿Dominic que pasa?—le insisto pero sigue en silencio.
—Descansa para que te recuperes...—me susurra sin dejar de acariciarme el cabello y apaga la luz de la lámpara pequeña que esta encima de la mesa de noche.
Este hombres es un misterio total no se lo que piensa y no se por que a veces cambia de actitud como si le costara demasiado hablar conmigo. Pero lo único que se, es que no quiero apartarme de sus brazos por mas enfermo que se escuche ya me he acostumbrado a su presencia...
Saluditos no olviden comentar y dejar su estrellita los quiero mucho
Besos
Dayana C. ♡