En cuanto terminó la clase se acercó su amigo Yubin
Yubin—¡Hey te estoy hablando!,—¿Que vamos a comer
Otro chico también se acercó con ellos a él lo llamaron Haikuan, esté quería comer pero por lo que escuche no tenía dinero, en eso Yubin le dijo señor hielo a Yibo, me quería reír pero no lo hice ya que noté que no le agrado que le dijeran así, Haikuan me empezó a molestar, por eso cuando Yibo me preguntó si iba a comer le dije que no, en verdad su amigo no me agradó y menos por lo que después hizo.
Se me acercó tanto a la cara que me sorprendió, empezó a decirme lo bien que yo me veía, esto no me agradó en absoluto, y creó que Yibo se dió cuenta.
Yibo—¡Déjalo!,—No empieces de fastidioso.
Haikuan —De cerca eres aún más apuesto, y esas largas pestañas tuyas son muy lindas, apuesto a que por eso Yibo no te quitaba la vista en toda la clase.
Vaya creó que no había sido el único que se dió cuenta de que él me miraba, por una extraña razón me emocioné, Yibo se molestó por lo que decía Haikuan, la verdad no recuerdo toda la plática de ellos, solo estaba pensando el porque me había mirado en toda la clase, cuando sentí de repente la cara de Haikuan tan cerca y no sólo eso de repente me dió un beso en la mejilla, quien diablos se creí, porque había hecho eso y aún peor enfrente de Yibo.
Yibo puso una cara que hasta a mí me dió miedo, le dió de mala gana dinero a Yubin para que comprara comida y así llevarse a Haikuan, la verdad nunca le agradecí ese gesto, desde ese día Yibo y yo nos volvimos inseparables, platicábamos de muchas cosas, compartíamos muchos gustos en música y libros, él siempre se preocupaba por qué yo comiera, no había día en que él no me complaciera en la comida, le gustaba hacerme bromas, y siempre me defendía sobre todo de Haikuan.
Para mí Yibo se convirtió en alguien muy importante en mi vida, para ser honestos yo empecé a sentir cosas por él, amaba su mirada cuando estaba atento a clase, la forma en que mordía sus uñas cuando estaba tensó, su cabello alborotado, sus hermosos y grandes ojos, pero más esa mueca que hacía o sigue haciendo cuando logra lo que quiere, como ya se habrán dado cuenta el me gustaba y no sólo como amigo.