TAEHYUNG
Suelto un suspiro prolongado mientras planchaba cuidadosamente la camisa blanca que usaría mañana para trabajar. Sí, trabajar. Y decir que no estaba nervioso sería la mentira más grande que podría decir en mi vida.
Sentía que las tripas dentro de mí se retorcían bruscamente entre ellas, las manos me temblaban, el corazón se me aceleraba e incluso en algunas ocasiones me costaba respirar.
Miro hacia la ventana. Mañana sería el primer día de enero y no sabía qué sentir. Había celebrado Navidad, mi cumpleaños y año nuevo con Yoongi, Jeongguk, Jimin y mi madre, a través de videollamada. Y no voy a mentir. Admito que cada vez que pasaban cinco minutos revisaba el teléfono con la esperanza de recibir un mensaje suyo al menos.
Sin embargo sólo recibí felicitaciones de Namjoon, Daehyun, e incluso de Seokjin. Pero no de él. El pecho se me apretó en ese momento y me obligué a no llorar. ¿Se habrá cansado de esperar? ¿Conoció a alguien más?
Sacudo la cabeza. De sólo pensarlo el pecho se me apretaba y mi boca sufría un mal sabor. Mis ojos se cristalizaron. Sorbo mi nariz
-No llores, no llores por favor.... -me exijo y miro al techo pestañeando un par de veces evitando que mis lágrimas se derramaran por mis mejillas. Respiro profundamente un par de veces, logrando estabilizarme
Esto es un martirio constante
Cuando el timbre del departamento suena, desconecté la plancha y fuí a la entrada. Abrí la puerta sorprendiéndome al encontrarme a Daehyun detrás de ella. Trago saliva quedándome en shock por un momento
-D-Daehyun ahjussi... -susurro. Cuando ella me sonríe maternalmente, con suavidad, me obligué a salir de mi trance. Daehyun estaba aquí. La madre de Jungkook estaba aquí, en mi departamento, delante de mi puerta. Y aunque me alegraba verla, también me preocupé ¿Le habrá pasado algo a Jungkook?
-Taehyung-ssi, buenos días. Perdón por venir así, sin avisar- se disculpa y me apresuré a negar con la cabeza. Hago una reverencia de noventa grados
-N-No, no ahjussi. Para nada. Por favor, pase- me hago a un lado. Ella se interna en el departamento, quitándose los zapatos en el tataki. Vestía ropa casual y abrigada. Y entre sus manos sostenía un par de bolsas- ¿Desea algo? Hay chocolate caliente
-Me encantaría Tae, gracias
Corro hacia la cocina y vuelvo con dos tazas para cada uno. Me siento frente a ella
-¿Cómo ha estado ahjussi?- fuí el primero el hablar, sin saber qué más decir. No sabía cómo comportarme después de saberlo todo. Ahora miro a Daehyun y automáticamente pensaba en Jungkook
-Tae por favor, tuteame. Puedes dejar los honoríficos conmigo- da el permiso tomando un sorbo de su taza- Yo estoy.... Bien
Sabía que mentía. Daehyun se veía... Demacrada, cansada, como si no hubiera dormido bien últimamente. Pero a pesar de eso, su aura elegante y delicada no se iba
-¿Y tú cómo estás?- pregunta- ¿Estás comiendo bien? Estás más delgado desde la última vez que te ví- observa con preocupación sincera
Intento sonreír pero me sale una mueca
-Daehyun-ssi...Si te digo que estoy bien, estoy mintiendo. Así que... No, no estoy bien- le digo abiertamente y rodeo la taza con mis manos. Bajo la mirada- Lo extraño mucho...
-Oh Tae... Créeme que él también lo hace- dice inclinándose hacia mí- De hecho estoy aquí por ambos
-¿C-Cómo...?- subo la cabeza. La mujer sonríe con suavidad y me tiende las bolsas que traía consigo. Confundido las agarro entre mis manos lanzandole una mirada interrogante
-La rosa es mía. La negra es de Jungkook- informa y mis ojos se llenan de lágrimas- Feliz cumpleaños atrasado Tae...
-Oh dios- se me escapan un par de lágrimas. Pero no eran lágrimas de tristeza, sino de alivio y nostalgia- P-Por un momento yo creí que él...
-Al contrario, se acordaba desde incluso el día anterior- informa alzando su mano para acariciar mis rizos largos y enmarañados- Sino te avisó por mensaje fué porque... Bueno, se ha mantenido fielmente lejos del teléfono. Para evitar tentaciones
Sorbo mi nariz y le sonrío. Esta vez de verdad, antes de hacer una pequeña reverencia con mi cabeza
-Gracias Daehyun-ssi... -susurro abrazando las bolsas suavemente contra mi pecho. Hago una pausa y eligo cuidadosamente mis siguientes palabras- ¿C-Cómo está él?
Daehyun se pone seria y da otro pequeño sorbo de su taza
-Se podría decir que bien, dentro de lo que cabe- se sincera- Antes no quería salir del despacho. Sin embargo ahora... Está llendo a terapia e hipnosis. Aún es muy pronto para decir que está mejorando pero... Se esfuerza, por tí y por él. Por ambos...
Mi corazón sufrió un salto de felicidad y orgullo dentro de mi pecho. Estaba llendo a terapia, estaba cumpliendo su promesa, pero... ¿Hipnosis?
Daehyun debió ver mi cara de confusión porque se apresuró a darme una explicación
-Taehyung... Yo sé que mi hijo te contó todo. Así que seré directa contigo- hace una pausa- Tengo el presentimiento de que Jungkook no fué el causante de todo esto. Algo me dice que no fué él...
Pestañeo un par de veces procesando sus palabras. Dejo las bolsas con cuidado en el suelo me inclino hacia adelante
-¿Q-Qué...? ¿Qué quieres decir?
-Sé que pensarás que estoy loca, que intento defenderlo o justificarlo pero...Me parece extraño que ni yo, ni Jungkook nos acordemos de nada. ¿No es mucha casualidad?
-¿No recuerdas nada, nada?- le pregunto. Ella niega con la cabeza y frunzo el ceño recordando las palabras de Jungkook
"... A partir de ahí, todo es borroso. Y cuando desperté..."
Borroso. Despertó. No recuerda nada, Daehyun tampoco. Y ahora que lo veo de una forma menos juiciosa me doy cuenta de que sí, es demasiada coincidencia. Y algo muy extraño
-¿Y has intentado ir tú a hipnosis?- le pregunto a la mujer rompiendo el silencio que se había formando entre ambos. Daehyun asiente
-Anteayer empecé a ir- informa- Es un proceso lento, pero seguro. Los primeros días son preguntas básicas y ejercicios básicos. A partir de hoy mi terapeuta empezará a hipnotizarme
Aprieto los labios entre sí, y me acomodo mejor en el sofá
-¿Y cómo te sientes...? Respecto a eso, quiero decir
-Ansiosa y asustada. Ansiosa porque quiero demostrar la inocencia de mi hijo para poder abrazarlo y tocarlo libremente... Y asustada porque de alguna forma temo equivocarme y... Que al final J-Jungkook si...
Su voz tiembla levemente y con precaución me levanto antes de sentarme a su lado y sostener suavemente sus hombros.
-Daehyun... Pase lo que pase, sea cual sea la respuesta. No dudes que amo a tu hijo más que a nada en el mundo, y si él... Lo hizo, no fué culpa suya, fué por... Ese señor
-Ese viejo asqueroso- me corta- Puedes decirlo libremente Tae
-Bien... -aprieto la mandíbula- Ese viejo enfermo y retorcido que le arruinó la vida siendo tan sólo un niño. Por su culpa Jungkook tiene problemas y... -respiro hondo cuando sentí la sangre de mis venas calentarse. Intenté calmarme
Daehyun alza la mano y la apoya suavemente sobre mi mejilla. Inconscientemente me recuesto sobre su toque cariñoso y maternal
-Ahora entiendo por qué Jungkook se enamoró de tí- susurra y mis mejillas se calentaron de la vergüenza- Eres un chico de oro Tae
-Yah, Daehyun-ssi- le digo avergonzado haciendo desaparecer su mano cuando apoyé la mía sobre la suya. Le planto un beso en sus nudillos- Si no es mucha molestia... ¿Le podría llevar algo a Jungkook? Yo también le guardé un regalo por Navidad. No es gran cosa pero...
-Oh. Por supuesto que sí Tae. Mi hijo se pondrá contento sea cual sea. Cualquier cosa que venga de tí lo hará feliz- asegura con entusiasmo
Sonrío tímidamente
Cuando estuve en la soledad de mi habitación, me siento en la cama y me apresuré a abrir la bolsa de regalo de Jungkook. Daehyun se había ido hace unos minutos con el mío para él. No es gran cosa pero espero que le guste.
Me siento en la cama. La bolsa era pequeña y pesaba ligeramente. Nervioso pero emocionado la abro
Saco lo que parece ser una bola de cristal. Dentro de ella habían dos osos blancos y gorditos. Y el escenario donde descansaban era dorado con dos palabras grabadas
"Winter bear"
Sonrío al mismo tiempo que mis ojos se llenaban de lágrimas y agitaba la bola cuidadosamente, haciendo que la nieve dentro de ella se esparciera y cayera etéreamente alrededor de los osos.
-Cursi... -le hablo a la nada y vuelvo a revisar la bolsa encontrándome una carta, con la bonita caligrafía de Jungkook. Suelto un sollozo y comienzo a leer
¿Cómo hace un oso? ¡V-daa! TaeTae es un bonito y tierno oso de invierno. Abrazable, dormilón y con la pancita más adorable y suave que he podido apreciar.
Rizitos... Sé que no te gustan los regalos caros, por eso... Intenté hacer algo más personal con mi propia temática. Hice a mano esa bola de cristal. Me esforcé mucho y me fijé en cada detalle. Espero que te guste.
Siempre te he visto como un osito de invierno, y cuando era pequeño, me tranquilizaba mirar la nieve caer dentro de las bolas de cristal. Espero que a tí te despierte el mismo sentimiento. Por favor, mírala antes de dormir para que así sueñes conmigo
-Siempre sueño contigo Kookie tonto... -limpio las lágrimas que caían sobre mis mejillas y continué leyendo
Sé que mi madre te lo habrá dicho pero, estoy yendo a terapia. Estoy intentando ser un mejor hombre para tí Rizitos. Porque quiero ser digno de tí, quiero merecerte y hacerte el amor como se debe.
Feliz Navidad y Feliz Cumpleaños Taehyung. Siempre te tengo y te tendré en mi mente. Eres el sinónimo de todo lo especial para mí. No sabes cuánto te extraño. Antes me parecía molesto que durmieras pegado a mí como pegatina. Sin embargo ahora... La cama se siente muy vacía sin tí, y aveces siento frío.
Te amo infinitamente
J. Jungkook ♡
Suelto un suspiro prolongado y acerco la carta a mi nariz, oliendo intensamente. Cierro los ojos
-Yo también te amo infinitamente Kookie... No sabes cuanto- susurro antes de alcanzar la bola de cristal y agitarla para admirarla una vez más. Me encantaba. Dejo el regalo en la mesita de noche e indago otra vez en la bolsa al sentir otro peso leve
Se trataba de una caja pequeña, donde dentro, descansaba una pequeña cámara instantánea morada FujiFilm. Sonrío tomándola entre mis manos. Eran las más compradas en el mercado
Silbo un par de veces hasta que Bokshil apareció y saltó a la cama
-Bebé... Quédate justo ahí- le hablo al conejito acercando mi ojo derecho al lente de la cámara. Lo enfoco y rápidamente capto la imagen
La foto rápidamente se imprimió en la parte baja del aparato y esperé un poco hasta que la misma se reveló. Sonrío
-Bokshil... Pero mira que guapo estás- el conejito movió su cola esponjosa y brincó hasta mi regazo. Le acaricio las orejas y me dejé caer en la cama con una sonrisa, abrazando la cámara suavemente contra mi pecho
La emoción y felicidad que sentía justo ahora, abarcaba todo de mí
[....]
JUNGKOOK
-Bien... ¿Preparado?
Lleno mis pulmones de aire y miro a Hyejin sin esforzarme en ocultar mi nerviosismo
-Lo estoy- aseguro antes de obvervar el hermoso entorno que nos rodeaba. Ahora estábamos en el balcón de aquella casa, lo que permitía ver el paisaje verde y pintoresco de los árboles, las plantas y la puesta del sol en un bonito atardecer. El crepúsculo se extendía por todo el cielo, en matizes morados y rojos que rayaban la superficie de forma imperfecta y desordenada.
Mis dedos picaron por pintar el escenario
-Bien. Respira profundo y recuestate- pide la mujer al mismo tiempo que apoyaba en la mesita auxiliar un cronómetro. Hago lo dicho y relajo los músculos de mi cuerpo- Jungkook-ssi... Recuerda que tú tienes el control. Tú eres el protagonista de tu vida y de este momento. Sólo tú- recalca mirándome fijamente- ¿Lo entiendes?
-Lo entiendo... -susurro. La doctora Ahn pone en marcha el cronómetro antes de sentarse en la silla que había en el espacio. Lo suficientemente lejos para respetar mi espacio, pero también lo suficientemente cerca como para poder escuchar su voz y notar su presencia
-Bien... Quiero que mires un punto fijo que te haga sentir bien. Concéntrate en el aire que corre a tu alrededor, en el sonido de las bizarras de los árboles. Respira suavemente... Y escucha mi voz...
La voz de la doctora Ahn se vuelve repentinamente hipnótica y todo mi cuerpo se relajó. Miré fijamente el cronómetro y la sangre de mis venas corrió con más lentitud por mi cuerpo. Me entró somnolencia de repente
-Con cada segundo que pasa sientes tu cuerpo pesado... Cada más cansado. Tus músculos pesan y te relajas lentamente...
Suspiro sintiéndome agotado dejando que todo el peso de mis manos cayeran sobre mis muslos
-Voy a contar hasta diez... Cuando llegue al final del conteo... Cerrarás tus ojos... Y estarás ahí... En ese momento
Suspiro nuevamente sin quitarle la vista de encima al cronómetro
-Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Seis. Siete. Ocho... Nueve... Diez...
Cuando escucho el número diez, mis ojos se cierran de forma automática. Mi mente comenzó a trabajar rápidamente y en cuestión de segundos visualicé a un yo de trece años. Corriendo de la mano de alguien
-¿Qué ves Jungkook-ssi?- la voz de la doctora penetra mi mente como si fuera un eco
-Estoy en un parque- informo. Miro el rostro de la persona que sostenía mi mano y sonrío sin poder evitarlo- Estoy con mi madre..
Los recuerdos llegan a mi mente como la cinta de una película antigua. Veo a mi madre sosteniendo mi mano con una sonrisa maternal intentando seguirme el paso. Se le veía feliz. Yo me sentía bien
-¡No tan rápido Kookie!- la escucho decir mientras reía a carcajadas- ¿Quieres un hotteok?
-¿Cómo te sientes?- continúa preguntando la doctora
-Estoy feliz... -susurro. Mi mente salta a otro escenario y mi sonrisa se va de golpe cuando sentí un sentimiento completamente contradictorio de la felicidad- Ya no...
Ví la sala de estar, el televisor, la cocina pequeña y las escaleras que conducían al los dormitorios del segundo piso. Estaba en casa... Pero no me sentía seguro aquí. Los músculos se me apretaron y mi corazón comenzó a acelerarse
-E-Estoy en casa...
-¿Hay alguien más contigo? ¿Qué ves?
-Está lloviendo afuera...Justo ahora... Estoy subiendo las escaleras
Observé mi pequeña mano aferrarse a la barandilla de la escalera. Con cada escalón que subía mis piernas temblaban, la madera del suelo crujía y podía escuchar los golpeteos constantes. Comencé a temblar.
-T-Tengo miedo...
-¿Por qué sientes miedo?
-M-Mama... Mamá está sufriendo...
-¿Puedes verla?
-N-No... Puedo oírla...
Los recuerdos me golpearon como un balón de hierro y mi pecho sufrió una corriente eléctrica de escalofríos haciéndome tiritar de la desesperación. Era como si algo me estuviese ardiendo en el cuerpo y no me dejase respirar correctamente. A pesar de que inhalaba e inhalaba, el aire simplemente no me llegaba a los pulmones, el pecho de me apretó e intenté calmarme. No lo logré
-¡Mh, Mh... Mh!- logré escuchar. Era un sonido repetitivo. Era la voz de mi madre, era un quejido de sufrimiento. Mis ojos se llenan de lágrimas
Visualice nuevamente mi mano tocando el picaporte de la puerta. Pude notar cómo mis pequeños dedos temblaban y resbalaban contra el metal por el sudor. La abrí con lentitud
Y lo que ví dentro de la habitación me hizo casi hiperventilar. Sufrí un espasmo que me hizo arquear la espalda
-Jungkook-ssi...
A diferencia de antes, la voz de la doctora Ahn se escuchaba distorsionada, lejana, muy baja, casi no la podía escuchar
Los músculos vibraron alrededor de mis huesos e intenté recuperar mi respiración intentando asimilira nuevamente el escenario que se extendía frente a mí. Sentía la boca seca y los golpeteos de mi corazón saltaban con brusquedad contra mis costillas, casi sintiéndolo sobre mí garganta como si una mano enorme me estuviera agarrando del cuello y apretara sobre mí manzana de Adam. No creía poder soportarlo más, pero tenía que hacerlo, o al menos intentarlo. Por mí, por Taehyung. Tenía que soportarlo, tenía que llevarlo hasta el final.
Frente a mí... Estaba mi madre en la cama, con sus extremidades sujetadas con cuerda para evitar movimientos, con una mordaza negra en su boca, con sus ojos llenos de lágrimas. Desnuda. Y encima de ella, entre sus piernas, Iksoo, embistiendola con fuerza
Recuerdo quedarme estático, completamente paralizado, en shock.
Solté un sollozo mientras mi pecho subía y bajaba con brusquedad
-Mami... M-Mamá...
-Jungkook-ssi... ¿Qué está sucediendo?
-Ella... E-Ella...
De repente, la mirada vulnerable y asustada de mi progenitora se cruzó con la mía. Ella se quedó estática por un momento y sus ojos se abrieron en grande antes de removerse con más fuerza que antes. Intentando emitir palabras
-¡Mh, Mh... MH!- ella intentaba apartarse. Iksoo no se daba cuenta de mi presencia, pues estaba demasiado ocupado pensando en su propio placer, con su rostro enterrado en el cuello de mi madre sin dejar de moverse
Los ojos de progenitora expresaban algo obvio: "Vete de aquí. Corre". Pero... También expresaban un mensaje claro de auxilio: "Ayúdame"
-L-La está lastimando. Ella... -sollozo con fuerza
-¿Quién?
Mis recuerdos pasan como una diapositiva en cámara rápida y de repente me ví a mí mismo, sosteniendo un bate de béisbol, manchado de sangre. El cuerpo de Iksoo estaba a mis pies, sin reaccionar, completamente quieto mientras un charco de sangre manchaba mis pies desnudos.
Miré a mi madre completamente desnuda en la cama, y su mirada se perdió por encima de mi hombro.
-¡DESPIERTA!
Como un rayo me levanto del lugar donde estaba recostado y abrí los ojos de golpe. Las lágrimas corrían sobre mis mejillas sin poder detenerlas y mi corazón iba a mil.
Por un momento no supe qué estaba pasando, pero cuando volví a reaccionar, sollozaba bruscamente sobre el pecho de Namjoon, mientras este acariciaba mi cabello.
-Shhh, Shhh. Tranquilo Jungkookie... Todo está bien. No estás solo...
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Está fuerte el asunto.
Todo esto valdrá la pena. Lo prometo...
Finalmente estoy de vacaciones. Ahora sí podré desvelarme todo lo que quiera.
¿Nuevas teorías? Espero que les haya gustado el capítulo
Cuídense mucho (°▽°)/
Nos leemos.
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