"red"
Cherry Bomb sonaba a todo volúmen en su reproductor, había estado repitiendo la canción toda la mañana solo por que era realmente buena y le recordaba la conversación que tuvo con Eddie el viernes por la noche en su camioneta.
No había dormido por que no paraba de imaginar escenarios falsos en su cabeza de lo bien que se sentía estar al lado de Eddie, sentir sus brazos rodeandola, sus manos sosteniendo fuertemente su cadera y sus labios simplemente sobre los de ella. Pero estaba bien, nada que una buena taza de café no pudiera arreglar.
Claro sus ojeras y su cabello eran un tema diferente, hoy tuvo que peinarlo un poco y ponerse maquillaje sobre sus ojeras para cubrir los rastros de sus pocas horas de sueño. Pero fantasear con Eddie Munson había valido la pena.
Llegó a la preparatoria, con los cascos de su reproductor sobre sus oídos y a todo volúmen. Llegó a su casillero para tomar un par de cosas, leves murmullos salían de sus labios cuando el coro de la canción se reproducía de nuevo.
A lo lejos una cabellera larga y rizada la observaba, dudando un poco en acercarse por los nervios y con su bolsillo derecho ardiendo metafóricamente por la presencia de la cadena de plata dentro de este.
Suspiro, rezando para que las cosas no fueran incómodas y se acercó a ella con una chispa de falsa confianza.
- Hey - Saludo lo más casual posible, Angie sintió una presencia a su lado y le puso pausa a la canción mientras se quitaba los cascos.
- Hey - Saludo de la misma forma, sonriendole.
- Ayer fui al mercado de pulgas, Gareth dijo que vio una chaqueta fenomenal - Empezó su relato, directo al grano - Y yo vi algo que pensé que te gustaría, así que lo compré - De su bolsillo derecho saco el hermoso collar de plata, una joya redonda y color rojo tinto se encontraba sobre este. Era simplemente hermoso y de el estilo de Angie, Eddie tenía buen gusto.
- Eddie - Dijo enternecida - Es hermoso - Tomo el collar entre sus manos y abrió el pequeño brochesito para dejarlo descansar sobre su cuello. El collar resaltaba sobre su pálida piel, el rojo en definitiva era su color.
- Me alegra que te guste - Dijo más tranquilo y con una sonrisa - Te queda lindo - Respondio señalando el collar y rascando la parte trasera de su cabello.
- Todo lo que tu me regales me quedará lindo, Edds - Respondio aún con una sonrisa, metió un par de libros a su mochila y cerró su casillero.
- Ese apodo es nuevo - Respondió caminando a su lado.
El día transcurrió tranquilo, Eddie se esforzaba por llamar la atención de Angie cada vez más con bromas o pequeños halagos que hacían que sus piernas se pusieran como gelatina. El acercamiento entre ambos era evidente a los ojos de las demás personas.
Todo el círculo social de Eddie había notado el capricho que tenía hacia Angie, como de la anda hablaba de ella o decía en voz alta "a ella le encantaría esto!" cada que miraba algo o viviera una mínima situación que le recordara a la pelinegra.
Inevitablemente se estaba enamorando.
- No te preocupes por mi, papá me recogerá - Le dijo cuando el timbre había sonado y ambos se dirigían hacia la salida. Eddie asintió, un poco decepcionado de no poder pasar más tiempo con ella.
- Entiendo - Ambos pararon frente a la camioneta de Eddie, sintiéndose algo nerviosos y confundidos por la forma en la que deberían de despedirse - Te veo mañana - Hablo Eddie, asegurando que llegaría temprano solo para verla.
- Por haya esta mi papá - Dijo Angie señalando el auto color verde - Hasta mañana, Edds - Se puso de puntitas y beso suavemente la comisura de sus labios, corrió en dirección contraria como una niña pequeña dejando atrás a Eddie con una sonrisa boba. El metalero se llevó ambas manos a los bolsillos de su pantalón, sus mejillas ardían y estaba seguro de que tenía cara de idiota ahora mismo.
Saco las llaves de su pantalón y subió a la camioneta.
Angie abrió la puerta de copiloto y subió rápidamente, saludo a su padre con un beso en la mejilla y comenzó a hablar sobre su día. Hoy era la dichosa cena y Barry Hawks era posiblemente el más nervioso de todos.
Con su corbata floja por que sentía una presión enorme y sus manos sudorosas tomando el volante. Llegaron rápidamente a casa para prepararse antes de la cena.
Angie necesitaba una gran ducha para sacarse el estrés de la escuela, podía manejar tener varios trabajos escolares a la vez y exámenes que se juntaban, pero su poco vida social comenzó a irse a la mierda después de lo que pasó con la horrorosa Margaret en el gimnasio.
Y después de eso comenzaron a pasar más cosas, la gente temía de hacerla enojar por que no tenía mucho "control". El pánico solo se esparció más cuando en clase de Español hicieron un debate sobre los derechos de las mujeres, algo absolutamente ridículo a los ojos de Angie por que los derechos de las mujeres no son debatibles.
- Solo digo que el aborto no es una solución - Dijo James, moviendo sus papeles nerviosamente.
- Perdona - Hablo Angie - No sabía que un hombre podría opinar acerca de lo que es mejor para una mujer - Se llevo una mano al pecho - Te daré un recorrido por los efectos de un embarazo y el parto, Jason - Todos en el salón miraban la escena con interés, apenas tenían 20 minutos de debate - Alta mortalidad de la madre, es una de las principales. Riesgo de preeclampsia y eclampsia, Fistula obstétrica, complicaciones debido a abortos clandestinos, malformaciones de el feto, muerte de el clitoris, estrés y depresión postparto - Siguió leyendo - Puedo proporcionarte imágenes, Jason - Abrio su carpeta y saco una par de hojas - Así es como se mira la vagina de una mujer en el parto - Puso la imágen frente a sus ojos - ¿Enserio crees que una mujer que ha pasado por abuso sexual o simplemente no se siente lista para tener hijos quiere pasar por esto y todos sus efectos? - Pregunto, más para los demás que para el mismo Jason.
- Si, pero - Interrumpió.
- No - Lo miro mal - Es ridículo que quieras meter a dios en esto, revisa tus privilegios como hombre antes de abrir tu estupida boca llena de mierda -
- ¡Señorita Hawks! - Jason se llevó una mano a la boca sintiendo asco al recordar la imágenes que Angie le había enseñado, corrió hasta el bote de basura en el salón y vomitó. Angie desvió la mirada asqueada pensado en lo ridículo y patético que se miraba ahora - Alguien por favor lleve a Jason a la enfermería - Hablo la profesora Marta, sintiéndose indispuesta de cargar con el niño recién vomitado - Y usted, señorita Hawks - La señalo - A consejería, ahora - Y no tuvo más remedio que escucha hablar a la consejera de la escuela por una hora acerca de lo había hecho.
No le atribuía que hizo algo mal, pero le recalcó que tenía que evitarse los problemas.
Salió de la ducha y se coloca un vestido de flores sobre su cuerpo una vez que su cuerpo estuvo seco. Se colocó el collar que Eddie le había regalado, se sonrió en el espejo y salió de su habitación en busca de su papá que la esperaba en la puerta.
El caminó estuvo lleno de cosas que deberían hacer y que no, modales y todas esas mierdas que Angie aborrecía por que lo recordaban a su traumática infancia.
El padre de Angie abrió la puerta con un ramo de rosas sobre su mano derecha, Angie cargaba con un pay de queso que había preparado antes de darse una ducha. Un chico casi de la misma estatura que Angie y rizos cafés claros sobre su cabeza abrió la puerta, su sonrisa era muy tierna y también tenía ojos de cachorrito.
- ¿Dustin? - Pregunto Angie ligeramente sorprendida.
- ¡Hola, Angie! - La saludó - Oh, el es tu papá -
- ¿Se conocen? - Pregunto confundido el señor Hawks.
- Es amigo de Eddie, va conmigo en el Hellfire Club - Su papá resoplo.
- ¿Que acaso todos conocen a Van Halen menos yo? - Padre e hija pasaron a la casa por insistencia de Henderson, Angie sentía un ambiente muy hogareño.
Conoció a Claudia, la mamá de Dustin, una señora regordeta, amable, con el cabello mucho más claro que el de Dustin y un talento nato para cocinar. Angie se encontró elogiando rápidamente su comida, algo que la señora Henderson inmediatamente copió al probar el pay de la menor de los Henderson.
- Tu padre me dijo que eras muy buena haciendo postres - Elogio llevándose otra cucharada a la boca.
- El siempre suele decir cosas buenas de mi - Bromeo.
La cena transcurrió de una forma muy natural, Angie no se sentía agobiada por las preguntas de la Señora Henderson y fue algo que agradeció en silencio.
- Dustin, deberías de acompañar a Angie a la escuela - Hablo Barry - Nuestras casas no están tan lejos una de otra - Dustin asintió energéticamente, la idea de tener algo así como una hermana lo emocionaba. En especial si era Angie, una chica a la que consideraba muy cool.
Angie miro a Dustin y le envió una pequeña sonrisa.
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el privilegio de estar en el grupo es que pasan memes de la historia,doy pequeños adelantos de los capítulos y aviso cada vez que publicaré uno
PARANOID |OHSHITIAMGAY