Giants - Jungkook

Od _imsander

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Avery Alcott pasa de vivir una vida tranquila en Canadá a entrar a la universidad y vivir en una residencia e... Více

prólogo
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Especial 1-Sol y Playa
Especial 2-Cosas de Hombres
Especial 3-Haylie y cita
Especial 4-Boda y Tests
Especial 5 - Veinte a que es niño
Especial 6- Arian y Adler
Agradecimientos
¿Regalito de fin de año?

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Od _imsander

Colgué a mi padre en cuanto me deseó un buen día. Me miré al espejo susurrando la canción que sonaba por los altavoces de mi móvil, ese bastante roto de las veces que se me había caído. Había conseguido recoger mi cabello de tal forma que sólo quedaba fuera mis mechas azules de la nuca y un par de mechones cayendo por mi frente.

Me coloqué los pantalones de cuero negros y me puse la camiseta blanca oversize. Salí del baño moviendo la cabeza al ritmo de la canción, no llegué a abrir la nevera cuando llamaron a la puerta. Abrí encontrándome a Nury y Taehyung. El último pasó como si nada, algo que llevaba haciendo desde que lo conocí. Nury hizo una pequeña reverencia antes de adentrarse en mi pequeño hogar.

—¿Qué haces aquí? Me quedan cinco minutos—dije viendo el reloj.

—Me aburría y Jungkook no me abre su puerta—respondió el peliazul abriendo mi nevera y bebiendo de mi zumo de piña.

—Eso es mío —dije dando a la botella para que se le cayera un poco—Y eso lo friegas.

Me di la vuelta yendo a mi habitación con una sonrisa al escuchar sus quejas. Nury me siguió. Se quedó en la puerta observando mi ordenada habitación. La cama estaba hecha, la terraza abierta y todo en su sitio. Agarré la mochila y el cuaderno de Jungkook, ese era el último que me tenía que prestar, pero tenía muchísimas dudas.

—¿Eso es de mi hermano?

—Sí, me está ayudando a ponerme al día —dije moviendo el cuaderno mientras salíamos de mi habitación.

También me está ayudando a masturbarme todos los puñeteros días.

—Por cierto, tu libro está muy bien.

Sí, tan bueno como la imagen de tu hermano sin camiseta con esos aros o como él agitado. En fin.

—¿Ya lo empezaste?

—Ayer me quedé con la intriga de por qué tenía tantas páginas marcadas.

Salí con Nury detrás. Nada más cerrar mi puerta salieron de la de enfrente Taehyung y Jungkook, este último serio como siempre. Me dio un vistazo reparando en su hermano tras de mí, luego se fijó en mi puerta y negó con la cabeza comenzando su andar. Los pantalones azules holgados que llevaban llamaban la atención, pero de alguna forma las miradas nunca estaban en él. Había conseguido desviar las miradas al resto y pasar desapercibido a pesar de su buen aspecto y misteriosa presencia. Me parecía fascinante.

—¡No seas así! Ven hoy.

—No puedo, y tú tampoco Taehyung.

Su voz, era ligera pero de alguna forma varonil. Llamó al ascensor echando su cabellera hacia atrás, ¿Había dicho lo atractivo que estaba de perfil? Tenía un problema muy grande, fantasear con Jungkook era extremadamente negativo. No sólo era el mejor amigo de Taehyung, persona que quiere algo conmigo, sino que también era hermano de Nury, popular y guapo chico que parecía querer ser más cercano a mí; ¿Lo peor? La mala fama de Jungkook. Lo tenían como un marginado social y así vivía, seguramente Noah, la Reina del: "qué dirán" no me dejará acercarme más de lo que ya estoy.

El ascensor fue incómodo. Taehyung me guiñaba el ojo mientras que Nury y Jungkook se miraran de forma amenazante.

—Entonces vienes a lo de hoy—dijo Taehyung relajando el paso al ver que su compañero iba directo a la salida.

Giramos para ir a la cafetería y asentí viendo la figura del castaño alejarse. Taehyung me dio un golpe en el hombro al ver que Nury iba directo a la mesa saludando a Alice. Parecían cercanos, se abrazaban con frecuencia y siempre que miraba estaban hablando.

—Te noto ida.

Sí, Taehyung, estoy perdida en mis pensamientos donde tu amigo estaba pegado con celo en cada rincón. Bufé asintiendo, simplemente le eché la culpa a todo lo que debía estudiar para ponerme al día cuanto antes.

—Debe ser complicado—dijo bufando—En inglés irás sobrada.

Asentí mirando el menú de ese día. Pedí mis galletas y mi café para ir directa a la mesa. Nury me sugirió sentarme con él y Alice y no se lo negué.

—¿Vas a venir?

—¿A la discoteca? Sí —dije antes de dar un sorbo a mi café.

Noah apareció sonriente sentándose frente a mí con esa sonrisa traviesa. Se señaló el cuello y entendí al instante la indirecta, se había trincado al Daraen sin duda. Reí negando con la taza en mis labios. Esa chica siempre era así y al parecer no cambiaría nunca. Hablamos con la mirada, sólo tuve que levantar las cejas a la vez que la señalaba con la barbilla para que entendiera un: "¿Qué tal fue?" Ella simplemente con poner los ojos en blanco y morderse el labio mientras asentía me transmitió literalmente: "Folla de puta madre debes probar". Negué metiéndome una galleta en la boca. No estaba para ningún peliblanco. Tenía un castaño en mente, uno inaccesible, la definición de crush. Pero no se lo iba a decir a nadie, sería un secreto para mi misma.

—Me fascina que os entendáis con lenguaje corporal—comentó Alice mirándonos a ambas.

—Podemos adivinar en qué piensa la otra también —afirmó Noah.

Suspiré, siempre enseñaba ese truco. Me aparté el cabello de la cara y fijé mis ojos a los suyos. Me guiñó el ojo y los cerró.

—Eres una...

—¿Qué pensaba?

Nos miramos y respondimos al unísono.

—Que quiere follar de nuevo con Daraen.

Alice abrió la boca asombrada. Nury también parecía sorprendido. Miramos alrededor por si el chico estaba cerca, casualmente acababa de entrar a la cafetería, pero no nos habría escuchado a tanta distancia.

—¿Enserio?—preguntó Alice casi en un susurro.

—¿Tu no te tiras a nadie?

—De aquí no, prefiero gente de fuera de la residencia. Encontrarlos por el camino es incómodo —murmuró viendo acercarse al peliblamco.

Se dio la vuelta estupefacta.

—¿Eres un vampiro?

Noah rió negando. Verdaderamente lo del cuello de Daraen era preocupante. Era un lateral completo rojizo, algo morado e incluso azul en algunos puntos. El chico se sentó al lado de Noah y me agarró una galleta guiñándome el ojo, miré a Noah esperando que me sacara de la incómoda tensión. Los ojos azules del peliblanco estaban en mis ojos ambar, muy fijos.

—¿Por dónde vas del libro?

Oh, gracias, Nury. Qué haría sin ti.

—Oh, pues cuando pelea con su padre por teléfono —dije tratando de recordar con exactitud dónde me quedé anoche.

—Llevas bastante, ¿A qué hora dormiste?—preguntó con cierta burla.

Rodé los ojos. Me había acostado en la madrugada sólo por ese bendito libro. Estaba jodidamente interesante y no podía esperar a seguir leyendo.

Cerré el libro de la penúltima clase del día. Todos se levantaban para estirar las patas mientras yo miré fijamente al chico a mi izquierda. Jungkook estaba apoyado en la mesa, más bien en sus brazos mirando a la ventana. Quería hablar con él, la curiosidad por su verdadero ser me estaba consumiendo.

—Jungkook.

Este se dio la vuelta colocándose las gafas. ¿Las necesitaría de verdad?

—¿Por qué no vas a la discoteca?

Este casi esbozó una sonrisa en su rostro. Miró al frente antes de ignorarme y volver a la ventana. Bufé frustrada, no podía ser tan complicado conversar con él. Copié su postura y miré como su sudadera azul se arrugaba cerca de su cabeza.

—Alcott, ¿Tienes apuntes de-?

—No presto apuntes—dije sin dejarla terminar.

Odiaba hacerlo, más a gente como ella. Después del primer día que se presentó no la había visto más que en dos asignaturas en la semana entera. Se había ausentado y no por algo urgente, la había visto después de clase por los alrededores con un café del Starbucks o incluso con bolsas de ropa. No iba a prestar mi trabajo a gente que no hacía nada, a mí también me gustaría tocarme las bolas en vez de trabajar y que me lo den hecho; pero la vida no funciona así. Una cosa era completar y contrastar y otra no hacer ni el puto huevo.

—Pero-

—No haber faltado.

—¡Pensé que éramos amigas!

Me incorporé ligeramente. Eso era lo más gracioso que me había pasado en días.

—¿Amigas? Ni me sé tu nombre. Que me hablaras dos minutos cuando llegué no te hace cercana a mí, bonita.

La clase entera estaba al pendiente de nosotras. La chica de pelo afro dio un golpe en mi mesa tratando de intimidarme pero así no conseguiría nada. Hice lo mismo que ella disfrutando de ver como su cuerpo se encogía por el sonido.

—¿Qué?

Miró a sus amigas tras ella y se mordió el labio nerviosa.

—¿Y la faceta de superior?

Miró a mi izquierda, Jungkook miraba divertido la escena.

—¿Te juntas con el nerd? ¿No tienes mejor compañía?

Así que por ahí iban los tiros... Eché un vistazo a Jungkook, su sonrisa se había esfumado, de hecho estaba recogiendo sus cosas con una mueca en la boca. Seguramente esos comentarios no le agradarían del todo; a nadie le haría gracias que por estudiar le despreciaran.

—¿Tienes envidia de sus notas? Deberías aprender de él y hacer algo con tu vida, no podrás pedir el dinero como los apuntes.

La clase entera estaba fascinada por la pelea. La chica me miró desesperada, estaba a punto de levantar su mano o incluso tirarme su bolsito de Versace.

—¿Hay algún problema con Jungkook?

Me subí a la silla y señalé a todos los del salón.

—¡Va para todos!

Ninguno se atrevió a responder. Asentí con una sonrisa leve en el rostro.

—No quiero escuchar nada de que sea un marginado, que no tiene amigos o que no sale de su habitación. Es mi amigo y a veces viene a mi piso a jugar a videojuegos como una persona normal; así que cuidado con lo que decís de mis amigos. No soy agradable en esas situaciones.

Me senté bufando a gusto de mi momento triunfal. Todos se sentaron en su sitio al entrar la profesora. Saqué lo que necesitaría orgullosa de mi escena. Estaba harta de la gente así, ¿Qué les importaba la vida de los demás? Que se centraran en la suya.

—No hacía falta, te vas a enemistar con muchos.

Jungkook parecía tranquilo sacando sus apuntes. Echó su cabellera hacia atrás mientras buscaba un bolígrafo en su verde estuche.

—¿Te preocupas por mí?

Miré de reojo, su maldito perfil...

—No realmente, veo que te apañas bien.

—¿En qué sentido?

Suspiró negando con la cabeza. Sacó un post-it y me lo pegó en la mesa. Literalmente era un cuadrado amarillo donde había un listado de nombres de los cuales sólo conocía a tres de los ocho escritos: Taehyung, Daraen y Nury. Luego escribió abajo: "todos estos están coladitos por ti"

—¿Qué dices?—pregunté en un susurro.

Si la mayoría no sabía ni quienes eran.

—Tú sabrás qué haces con tus...—me señaló con una mueca, una muy sensual a mi parecer—dotes de seducción.

—No tengo de eso.

—Pues guarda en el cajón tu atractivo.

—¿Como haces tú?

Se quedó bloqueado. Me miró sorprendido sin decir nada. Volvió a sus apuntes y comenzó a apuntar la clase dejando la conversación a medias. Esa fue la más larga que tuve con él, y esperaba conseguir alargarlas más.

Estaba durmiendo, tenía un sueño impresionante. El día se me había hecho largo y el haber estado en llamada con mis amigos me había matado mentalmente, procesar todo en inglés me había dejado sin energías. La alarma sonó por toda mi habitación obligándome a rodar para apagarla. Miré el techo, o cualquier lugar. Era de noche y no distinguía nada entre las sombras. Me levanté y a base de golpe de ciego llegué a la terraza abriendo la pequeña persiana. Abrí la puerta y cerré los ojos al sentir la brisa chocar con mi rostro. Ahora sí estaba despierta. Me apoyé en la barra mirando el cielo, estaba estrellado. Bajé la mirada reparando en la habitación de Nury, estaba moviéndose de lado a lado, parecía apresurado. No tardé en caer en la cuenta en que había quedado para la discoteca. Cuando quise correr a mi armario sonó la puerta. Fui a abrir viendo a Noah impresionante. Tenía un maquillaje de naranjas preciosos que brillaban con purpurina, igual que el vestido plateado de lentejuelas. Hasta llevaba tacones.

—Ya vine a arreglarte. No te preocupes, ven—me empujó a mi baño mientras yo asimilaba aún estar despierta.

Me dejó un vestido en el lavabo. Uno morado oscuro parecido al suyo, tenía lentejuelas pero era algo más suelto que el suyo.

Acabé poniéndomelo por obligación. Me dejé el cabello suelto y dejé que me echara toda esa sombra de ojos de colores oscuros como azules y morados. Me miré en el espejo sorprendida por el resultado.

—Pienso llevar botas —dije sin rodeos.

Ella asintió saliendo del baño tras hacernos un par de fotos. No tardé en notar vibrar mi teléfono, me acababa de mencionar en su historia de Instagram. Resubí la foto y sonreí, echaba de menos a Noah. Me senté en el sofá colocándome las botas mientras ella me comentaba que había unos chicos muy guapos del departamento de Nury que vendrían también. Ella, cómo siempre, atenta a lo que le interesaba. Mientras ella se centraba en explicarme al detalle su alocada noche con el peliblanco, yo pensaba en la conversación que tuve con Jungkook. Escondía algo y estaba ansiosa de saber qué era.

—¿Vamos?

Asentí levantándome del sofá. Metí mi celular junto a mis tarjetas y unas tiritas en las botas y salí tras mi amiga. Siempre guardaba ahí las cosas, eran un lugar seguro y relativamente a mano. Miré la hora en su móvil al esperar el ascensor, eran las nueve.

—¿Tú te traes algo entre manos?

Me señalé confusa.

—Hablas mucho con Taehyung y Nury.

—Son agradables.

—Y cogibles.

—Tú sólo piensas en eso—dije dándole un pequeño golpe en el hombro.

—Tú sólo piensas en estudiar, seguro que aceptaste ir a la fiesta porque te presionaron.

Asentí lentamente, por parte tenía razón. Me apetecía más quedarme a ver una serie que salir a una discoteca a ver como mi amiga se ponía como una cuba y yo trataba de dar buena impresión. Con mis amigos de Canadá eso era irrelevante, simplemente era volverse locos y ser uno mismo, pero con Noah delante no podía ser así. Algo me ataba a la persona que era antes y no podía escapar de ella.

Abajo estaban todos los de la mañana menos Taehyung. Nury estaba hablando con Alice mientras esta se colocaba bien unos colgantes.

—Ya estamos todos—dijo el castaño al contar.

Una chica con la que no había hablado aún preguntó por Taehyung. Era bajita y de cara redonda, tenía unos ojos enormes y unos labios pomposos de un rojo fuerte. Su cabellera lacia negra me recordaba un poco a la mía, sólo que yo sí constaba de algo de volumen.

—Taehyung está con Jungkook—respondí mandando un mensaje al mencionado.

"Diviértete con Jungkook, idiota"

No tardó en responderme con un: "siempre lo hago". Eso me dio más intriga, ¿Jeon Jungkook era capaz de entretener a un ser tan extraterrestre como lo era Taehyung?  No le di más vueltas, me despedí de Pablo antes de salir junto a los demás. Ese hombre era muy agradable.

Caminábamos por la calle entre risas, nada nuevo. Yo iba atrás junto a Nury, ninguno decía nada. Me distraje viendo el pequeño paisaje que recorríamos y miraba de vez en cuando al cielo despejado. Él hacía lo mismo, tenía las manos en su espalda caminando a mi paso.

Llegamos a un club, tuvimos que bajar unas escaleras y mostrar nuestro DNI para demostrar que éramos mayores de edad. La música de dentro inundó mis oídos obligando a mi corazón a ir al ritmo de los bajos de la canción. Las luces de colores apuntaban a la pista de baile, Noah no tardó en correr allí con un chico que creía recordar que se llamaba Hoseok. Comenzaron a bailar asombrando a todos los presentes, estaban viviendo la música. Sonreí al ver aquello, mi amiga estaba hecha para la fiesta. Nury dio dos golpes a mi hombro y señaló la barra donde el resto se dirigía. Seguí a la multitud y pedí un vodka. Esperé mirando el ambiente, no era del todo de mi agrado pero por un día no pasaría nada. Nury pidió vino, sofisticado como él. Caminamos hacia unas mesas donde el resto se había sentado.

—¡Cómo extrañaba esto!—gritó Alice tras un trago a su bebida alcohólica.

—¡Mira a Noah, lo está viviendo!—gritó Daraen señalando la pista.

En efecto, lo estaba viviendo. Di un sorbo a mi vodka mirando las luces moverse por la pista, se veían muy bonitas. Nury dio dos golpecitos en mi hombro. Me atrajo a él y sacó una foto. Él salía sonriendo levantando su vino y yo con el vaso en los labios y los ojos bien abiertos por lo repentino que fue. Nos daba una luz morada tenue, me gustaba la foto.

—Pásamela.

—Dame tu número entonces.

Buen punto, no lo tenía. Acabé cediendo y dictando mi número. Nury bebió de su vino con la mirada fija en el grupo. Alice se levantó con su vaso vacío y me ofreció la mano. Bebí lo que me quedaba del mío y acepté. No tenía ni la menor idea de dónde me estaba llevando. Cuando quise darme cuenta estaba en la pista.

—Oh, no—dije tratando de darme la vuelta y volver.

—Oh, sí—me agarró y tiró hacia mí —Se tú misma, no te vamos a juzgar, Alcott.

Era lo que necesitaba oír de la persona incorrecta. Suspiré mirando alrededor, no veía a Noah cerca. Supuestamente yo era tranquila y odiaba las fiestas, ¿Cómo se tomaría que de pronto no lo fuera? Sería chocante, a lo mejor dudaría de lo mucho que me conoce; yo lo haría.

La canción de Mr.Saxobeat sonaba a todo volumen por los altavoces. Alice asintió ilusionada. En cualquier caso le podía echar la culpa al alcohol. Bailar, saltar y gritar como una loca, hacía meses que no lo hacía. Alice me copiaba dando vueltas a mi alrededor. Me la pasaba bien, sólo necesitaba soltarme un poco. Pasados unos minutos noté unas manos en mi cintura, al darme la vuelta vi a Daraen.

—Ni lo pienses—dije con una sonrisa traviesa.

El alcohol me estaba afectando poco a poco. El vaso de vodka era demasiado grande y yo bebía realmente poco.

—Oh, vamos...

—Vete con Noah, yo no soy una presa para ti.

—¿Me estás retando?

Acercó su rostro peligrosamente, eché mi cabeza hacia atrás y negué con la cabeza.

—Daraen, déjala.

Nury se acercó a paso rápido. Me agarró de la mano y me puso tras él. No me había fijado en que tenía la espalda tan ancha. La toqué inconscientemente. Daraen se fue bufando dejándome con el mayor de los Jeon; qué lástima que no fuera el menor.

—¿Estás bien?

Asentí algo mareada. Señalé las mesas y sin pensárselo me llevó allí con el resto. Estaba como una cuba. Había dicho guapo a la mitad de los de allí y había besado en los labios a Alice sin pensármelo siquiera. Comencé a reírme sola un rato, al final me dio un bajón importante en el que estuve gritando que extrañaba mis amigos de Canadá y a mi padre, al menos supe contenerme y no gritar nada sobre mis pensamientos sobre Jungkook.

Ya estaba medianamente bien cuando me llamó Noah. Me alejé de los altavoces y atendí la llamada. Me dijo algo de una pelea de boxeo ilegal que fue muy divertida y que me llevaría. Fue ahí donde caí que la chica había desaparecido por completo hacía unas horas. Me colgó sin dejarme responder. Me quedé mirando mi pantalla algo confusa por la información, ¿Boxeo ilegal? ¿Callejero? Esos eran los peores, acabarían muertos a cuchillazos. Eran la una y cinco, quería volverme ya a la residencia además de que a las dos debíamos estar allí. Anduve hacia los demás, me senté al lado de Nury y le pregunté si me acompañaría ya. Se levantó sin dudarlo y avisó al resto de que nos íbamos ya.

De nuevo un camino silencioso, sólo me preguntó si me lo había pasado bien a lo que respondí de forma afirmativa. Había sido entretenido el bailar allí en medio con Alice. La rubia me había caído extremadamente bien, era alguien en quien podía confiar sin duda.

—No bebes con frecuencia, ¿Cierto?

—No soy buena bebedora—admití visualizando el edificio.

—Pues tu mejor amiga es casi alcohólica.

Asentí aguantando la risa. Era consciente de ello. Noah y la bebida eran un peligro para aquel que estuviera cerca. Al menos no bebió mucho antes de desaparecer esa noche.

—Buenas noches, Pablo.

—¿ya estás aquí? ¿Qué tal tu primera fiesta?

—Me divertí, aunque dudo repetir.

—No tenías cara de fiestera, ¿Y tú Nury?

—Bien, como siempre.

—Seguro ni saliste de la zona de mesas.

Había dado en el clavo. El moreno negó con la cabeza y me empujó para irnos. Llamó al ascensor contándome su nueva adquisición, un libro de gran grosor que trataba de la búsqueda de un tesoro. Llevaba unos cuantos capítulos y estaba fascinado por la historia y la narrativa. Era de esos libros que te echaban para atrás y luego volvían al presente constantemente, de los que a mí no me gustaban pero me llamaban la atención.

—Perdón, estoy hablando de más —murmuró al abrirse el ascensor.

Negué restándole importancia, me entretenía escuchando. Le dije que siguiera contándome en lo que llegábamos a mi puerta. Nury también era un misterio, pero no como su hermano.

—Un placer—dijo viendo como abría la puerta.

Me di la vuelta para agradecer que me acompañara, pero no pude decir nada. Justo cuando sus labios estaban al borde de tocar los míos escuché el sonido de unas botas metálicas acercarse y por alguna razón sabía que era Jeon Jungkook. Una risa escandalosa que reconocí como la de Taehyung retumbó por el pasillo. Nury también se tensó, se separó segundos antes de que los dos aparecieran frente a nosotros. Taehyung iba de negro con cubrebocas mientras que Jungkook iba en un mono de cuero negro, ropa de motero completamente. En su mano izquierda estaba el casco que confirmaba mi teoría. La sonrisa del castaño desapareció al instante al vernos ahí. Mi vista fue directa a sus aros, los dos pendientes y ese que rodeaba su labio inferior. Me quedé prendada de nuevo, ese chico me tenía mal y al parecer a quien tenía comiendo de la palma de mi mano era a su hermano; qué injusta la vida.

—Kook, quería hablar contigo—dijo Nury en un tono bastante frío.

El castaño rió negando.

—¿Te haces el machito delante de tu novia?—sonrió de una forma provocadora.

Taehyung puso la mano en su hombro llamando la atención del castaño.

—¿No te haces el niño bueno delante de ella?

Wow, eso había sido un golpe bajo. Jungkook pasó su lengua por dentro de su boca, la imagen se me quedó grabada.  Taehyung agarró las llaves de la habitación de Jungkook y abrió esta sugiriendo que pasaran. Nury bufó, me pidió perdón antes de entrar seguido de su hermano a la casa de enfrente. Taehyung bufó revolviendo su cabello sin apartar la vista de la puerta.

—Es complicado—dijo señalando la puerta cerrada—¿Qué hacías con Nury?

—Me trajo de la discoteca—dije algo confusa por la situación—¿Tú?

—Vengo de dar una vuelta con Jungkook.

Asentí poco confiada, esos dos se guardaban algo. El estilo de Taehyung no se correspondía a lo que llevaba, vendría de algún sitio específico.

—Bueno, ten buena noche.

Se fue disparado de allí dejándome completamente bloqueada en mi puerta. Esos tres estaban guardando algo y yo era lo suficientemente curiosa como para, literalmente, pegarme a la puerta de Jungkook a escuchar de qué hablaban. De hecho lo hice. Sólo logré diferenciar algo de que acabaría en la cárcel si seguía así, pero no me aclararon nada.

—Bueno, otro día preguntaré. Debería dormir, mañana me tocará estudiar.

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