KHAKED
La rata no corrió con tanta suerte...sobrevivió. Y además se volvió el nuevo crush de Cameron.
Quedo ridículamente flechado por la "belleza" instantánea del niño rata luego de conocer las reservas sanguíneas del banco de sangre de la ciudad—considero insultante a verme involucrado en el robo del vital líquido para alimentar a un neófito del infierno—no quiero ni imaginar lo que deben estar pensando los arcángeles allá arriba.
El agua, el jabón y la ropa que Cameron le consiguió, también favorecieron su aspecto, y ahora la vanidad vampírica ya salta a la vista.
—entonces logre escapar de puro milagro—nos cuenta—no pude volver al departamento y termine tomando prestado ese teléfono cuando me quede sin batería.
Según la poca atención que puse a la historia del niño rata, se presentó en el bar por una cita. La supuesta persona si se presentó y lo siguiente que supo es que estaba encadenado con una mordida en el cuello negándose alimentarse del cuerpo de una de sus alumnas.
Ha estado bagando desde que logro escapar, haciendo todo a su alcance para contactarse con Cameron para que viniera en su auxilio.
—ajá—responde el guardián embelesado— cuéntame más.
—¿en serio?—protesto—es la tercera vez que te lo repite, deja de verle los labios y presta atención.
No puedo más con esto. El estado de Cameron me esta sacando de quicio y el hecho de que el tal Kurt siga mirándose en el espejo comprobando su cambio físico, tampoco ayuda.
Abro el minibar buscando comida o alcohol, pero este hotel de mala muerte en el que nos metimos, no tiene más que botellas de agua y una gaseosa de uva que parece tener años ahí dentro.
—es que hace unos movimientos muy bonitos cuando habla, y ni que decir del resto de su cara—le toca la mejilla—tiene la piel tan tersa que parece un durazno.
—porque esta actuando tan raro—me pregunta—él nunca me hace ningún tipo de cumplido...me esta asustando.
—está hechizado, acostúmbrate que ahora eres su amante....ya te escogió.
—¿que?—se aparta de él, preocupado—es un chiste ¿verdad?
—nop.
Me dejo caer en la cama que rechina, viendo a la parejita feliz teniendo problemas de comunicación.—Cameron parece que lo quiere violar, mientras que el vampiro no sabe ni dónde meterse— es una escena ridícula, pero es mejor que lo acose a él en lugar de seguir enfadándome a mi.
—en la escala del 1 al 10, tienes un 9 en atractivo.
—¿en serio?
—yo le doy un 6
—oh—se desilusiona
—no le hagas caso, está celoso de que ahora seas más guapo que él.
—ya quisieras que sienta celos de un de las mascotas del infierno.
—no soy la mascota de nadie.
—lo eres de Caili, pero deja que te vea y la dejaras sin habla.
—¿tú crees?—vuelve a verse en el espejo—¿no creen que se asuste si me ve y descubra lo que soy ahora?
—por supuesto que no.
—es probable que te arranque la cabeza o el corazón—doy mi humilde opinión—ya sabes, en sus ratos libres le da por matar criaturas y expulsa demonios por diversión.
La cara que pone compensa el hecho de haber tenido que robar sangre para alimentarlo.
—oh probablemente se enamore de ti, porque o sea, quien no lo consideraría siendo tan atractivo.
Que al enclenque le brillen los ojos esperanzados, me da flojera. A este paso, la sobrina de Samuel tendrá mas seguidores que un político en campaña electoral.
Parlotean estupideces a las que dejo de prestar atención cerrando los ojos, queriendo comunicar con los seres que me mantienen aquí, pero de nuevo mi conexión falla, no hay noticias por parte de ellos, ni acceso que me devuelva a casa.
—creí que moriría—sigue con lo mismo—nunca esperé que hacerle caso a Bruce me haría terminar de esta forma.
Abro los ojos al instante fulminando al vampiro. <<¿acaba de mencionar a Bruce?>>
Antes de que pueda darse cuenta ya me tiene encima—con mi mano apretando su cuello—alzándolo y quizá disfrutando un poco de lo bien que se siente hacerle daño.
—suéltalo Khaled, ya te dije que no podemos matarlo, a Caili....
—CÁLLATE—le ladro—de que Bruce estas hablando.
—¿que?.
Cameron reacciona poniéndose de pie y el chico pone resistencia. Ya no está débil y con su nueva fuerza bien podría zafarse, pero no tiene idea de como hacerlo. Se nota que nunca en su vida se ha enfrentado a nadie, ademas tampoco es tan fuerte como para enfrentarse a mi.
—te hice una pregunta imbecil....mencionaste a un Bruce...¿es un compañero tuyo, algún amigo, alumno, vecino?...¿QUIEN?
—¿estuviste con Bruce, Kurt?..¿estuvo aquí? ¿Te dijo algo? ¿Cuando fue la última vez que hablaron?
Sus colmillos saltan, la fuerza de sus manos apenas me hacen cosquillas, sus pupilas se tornan de un rojo intenso al querer liberarse, pero aprieto más impidiéndole el paso del aire—si aprieto un poco más, le desprendo la cabeza del cuerpo— Cameron sigue haciendo preguntas, pero el chico ni siquiera lo mira, me mira a mi.
—RESPONDE.
Con dificultad suelta un gruñido que difícilmente se puede considerar como una respuesta.
—si quieres que hable, suéltalo, lo estás asfixiado.
Reduzco el agarre pero no lo libero, me resulta gratificante tenerlo por el cuello.
—ahora habla—dice Cameron
El enfado que me demuestra me causa el mismo pavor que ver a un infante sacar la lengua.
—cuando te reuniste con Bruce.
—hace cuatro meses vino a buscarme—confiesa—me pidió ayuda para buscar partidas de...
—partidas de nacimiento y defunción—completamos—las vimos.
—me pidió buscar esa información y ubicar a los niños que lograron sobrevivir. Le entregue todo lo que me pedía y hace dos semanas me pregunto si me gustaría renunciar a mi trabajo para matricularme en una absurda academia del otro lado del mundo.
—¿academia?
—si, es una academia clasista para niños ricos—lo libero y continúa explicando—hacen "excepciones" con aquellos menos afortunados que en verdad desean entrar, te ofrecen una beca completa si puedes demostrar que tienes las aptitudes para ser miembro. Pero para aplicar a eso debes pasar por una especie de selección en donde investigan tu historial, y si logras impresionarlos, entonces te conceden una entrevista.
—¿y aceptaste?...creí que te gustaba dar clases.
—me gusta mi empleo, de hecho estoy a punto de resolver la....
—lo importante aquí—lo corto—es, saber para que quería Bruce que te matricularas en una academia. Que tiene eso que ver con las partidas de nacimiento de todos esos niños.
Trato de unir las piezas en mi cabeza pero la información a medias que está soltando el vampiro no me hacen llegar a nada.
—descubrí que algunos de los chicos que sobrevivieron, forman parte de esa academia, lo curioso es que no todos tiene un historial intachable, algunos ni siquiera terminaron la secundaria, viven en situaciones de calle o han tenido serios cargos en su contra.
—como sabes tanto de esa academia—lo cuestiona— no estarás pensando en unirte ¿o si?
—de hecho, hace un año me llegó la invitación para formar parte del equipo de profesores.
—¿en serio?..y porque nunca nos lo dijiste.
—bueno pues porque me gusta donde vivo...o bueno, me gustaba cuando podía entrar en mi apartamento.
Algo no me cuadra. Algo me dice que Bruce no era de los caídos que perdían su tiempo investigando escuelitas y cosas sin importancia como la tasa de mortalidad de los humanos.
—toda la información que reuniste para Bruce ¿aun la tienes?
—si—me mira mal—está en mi estudio.
—quiero verla.
—si bueno, no se si estuviste poniendo atención a lo he estado diciendo desde hace una hora, pero ¡NO PUEDO ENTRAR A MI PROPIA CASA!
—es por los escudos y las runas—dice Cameron— los pusimos cuando te mudaste.
—¿que cosa?
—Emma y Caili estaban preocupada por ti, así que ella, Harold y yo no encargamos de mantenerte a salvo, pero nunca contamos conque te metieras a un bar repleto de vampiros y te dejarías convertir.
—ya te dije que no fue idea mía—le suelta—fue Bruce quien me obligo acepta la estupida entrevista a la coordinadora de la academia.
—¿como?...
CAMERON
Encargarnos de borrar todas las marcas de protección que hicimos para que Kurt nos mostrará la información, resultaba más tardado que demoler el edificio entero.—eso quería hacer Khaled— podré estar hechizado, pero hasta en mi estado, puedo entender que demoler un edificio con decenas de humanos dentro no es una buena idea.
Por lo que terminamos volviendo —nosotros— al departamento a sacar todo lo que "según" Kurt, era la información que reunió para Bruce. —Tres pendrives y su laptop—
El pequeñín aprovecho para pedirnos algunas de sus cosas, como las anotaciones de sus investigaciones académicas, artículos personales, sus documentos y la fotografía que mantiene junto a su cama. Reuní tres maletas y una mochila.
Regrese al auto con la mochila cuando recibí la llamada de Harold, creyendo que Khaled se encargaría del resto, pero el muy cabrón bajo sin nada diciendo que Kurt prácticamente está muerto, por lo que ya no necesitará nada de lo que dejo arriba.
—pero son mis cosas—le replica—las necesito.
—¿para volver a dar clases y seguir investigando uno de esos misterio universales que los humanos instenten en resolver?
—pues si, prácticamente si, para eso lo necesito.
—que parte de ERES UN ASQUEROSO VAMPIRO, todavía no entiendes mocoso.
Es obvio que al ángel no le agrada nada nuestro chico, no ha parado de criticarlo, indultarlo y tratarlo con la puerta del pie desde que apareció.
—ya estoy bien—le refuta—puedo conseguir otro departamento y recuperar mi trabajo mañana mismo, ya me he ausentado suficiente.
—ya claro—se burla—¿y que se supone que harás cuando vuelvas a tener hambre?...cuando tengas en frente a decenas de estudiantes con sus venas repletas de nutritiva y deliciosa sangre, y tu sed sea tanta que no puedas controlar tus nuevos instintos...¿que harás niño rata? Saldrás corriendo para no lastimar a nadie, te esconderás hasta que Cameron vuelva a robar sangre para ti, o sucumbirás a tus instintos devorando a todos para no dejar testigos ni evidencias de tu crimen...porque ten en cuenta que eso es lo que pasará ahora que has probado el néctar que te mantiene fuerte y con vida.
Rayos, no había pensando en eso. ¿Que se supone que haremos ahora con Kurt? No puede quedarse aquí, ni volver a Midnight Valley, o quedarse sin supervisión ya que un neófito es una criatura insaciable los primeros meses. Dejarlo por su cuenta, sería dejarles un monstruo suelto a los humanos que viven aquí.
—él tiene razón Kurt—no me molesto en guardar su mochila en el maletero—lo mejor será que vengas con nosotros en lo que resolvemos que hacer contigo.
—¿ir a donde?
—como que a donde, pues con nosotros tarado...debemos ir a Varsoviana, Caili y los demás nos están esperando allá.
—¿Cc?—palidece y eso ya es mucho que decir—no puedo ir con ustedes, ella no puede enterarse de esto...no quiero...no estoy listo.
—pues ni modo—lo empuja de vuelta al auto—madura o lloriquea en otro lado que nosotros tenemos cosas más importantes que hacer, que estar ocupándonos de tus problemas.
Conduzco un par de cuadras antes de desviarme del camino para abandonar el auto. No me voy arriesgar a meter a Kurt en aun avión repleto de pasajeros, ni tampoco puedo llegar a Varsovia cargando una mochila con bolsas de sangre. Solo espero que el sexy vampiro pueda con el salto entre planos o toda la sangre que se bebió volverá a salir por donde entro.
El hospital donde se supone que están, esta siendo evacuado, hay policías asegurando el area, personal médico resguardando a los enfermos en el patio y montones de reporteros londinense transmitiendo en vivo para las noticias locales.
—que pasó aquí.
—algo malo, eso es lo qué pasa, será mejor que busquemos a los demás.
Entre tanta prensa bloqueando la entrada, es fácil colarse sin llamar la atención de los medidos y policías—el lugar es un desastre— no me explico como hay tantos daños si se supone que es un hospital.
Recorremos todo el interior y no están, volvemos afuera—no puedo dejar de ver los daños—pero me olvido de ellos cuando Khaled y Kurt se adelantan dejándome atrás, lo que probablemente signifique que ya vieron a nuestros amigos.
Los veo del otro lado de la calle cerca de una ambulancia, Harold ayudando a mantener en pie a un herido, y a Samuel socorriendo a un empleados del hospital.
—Harold—les grito—Samuel.
Empujo a los humanos que se me atraviesan con Khaled y Kurt siguiéndome—No la veo a ella—cruzo la calle y me tranquilizo al sentirla. La ubico sentada en un rincón, sucia y con raspones en la cara dejando que un paramédico le pongan una venda al rededor de la cabeza.
—Caili.
En un segundo Khaled y yo ya estamos a su lado, tirando al suelo al sujeto que la esta atendiendo.
—estoy bien—explica al verme—aturdida pero bien.
Pongo en pie al paramédico ofreciéndole una disculpa, en lo que ella le agradece y le pide que siga atendiendo a los demás. El hombre hace caso y ella se levanta del suelo negándose a recibir ayuda por parte del Ángel.
—¿nos puedes decir que pasó aquí?
—terremoto.
—¿terremoto?
—si.
Pasa de él y viene a refugiarse en mis brazos. El olor de su cabello me atonta y no hago más que acariciárselo, lo tiene tan suave y sedoso, que resulta relajante pasar las manos sobre el.
—que bueno que llegaste.
—hueles bien.
—¿he?—se aparta a verme
—toda tú eres tan suave y bonita que algunas veces no me creo que seas real.
—Cameron...¿te pasa algo?
—está hechizado—le cuenta Khaled—lleva así un buen rato.
—¿como que hechizado—me aparta molesta—¿a quien hiciste enojar esta vez tonto?
—no lo sabemos.
—y se puede saber porque no has hecho lo tuyo—le replica—pon tus manos de ángel en acción y arréglalo.
—en primera lugar, su estupidez no tiene arreglo—vuelven a discutir—y en segundo, los hechizos de íncubos suelen tratarlos los nephilims, así como tú. Por lo que prácticamente es tu responsabilidad, no mía.
—créeme que si pudiera no te lo estaría pidiendo.
—lo harías si lo intentaras.
—sabes que no puedo...no tengo magia, ni dones, ni nada que me sirvan en este momento.
—pretextos.
Ambos son tan, tal para cual, que me provoca cierta paz verlos juntos nuevamente. La sonrisa de felicidad se me extiende en el rostro, y me les voy encima abrazándolos con fuerza.
—los amo chicos
—¿abrazo grupal?—se une Harold—me gusta.
—pero que molestos son todos ustedes—se queja Khaled—y a ti, te dije que no volvieras a tocarme.
Es el primero en romper el abrazo acomodándose la ropa y el cabello. Caili hace lo mismo quitándose la venda que le acaban de poner—trae una herida no muy profunda— Harold se carcajea y yo reparo en que volvimos a perder al vampiríto.
—oye—palmeo al ángel buscando a nuestro acompañante —¿y nuestro amigo?.
—a quien le importa, probablemente ya se murió o está vomitando sangre en algún rincón.
—¿cual amigo?.
Me aparto buscándolo entre el gentío que nos rodea, pero al único que veo es a Samuel acercándose. Los heridos tratan de alcanzarlo—suele pasar lo mismo cuando Caili visita un hospital—su sangre Uring es especial, por lo que resulta imposible para los humanos resistirse a ellos. Pero estos parecen querer comérselo.
—otra vez no—dice Harold yendo por él—los locos se volvieron a escapar, cuiden que ninguno se acerque a Caili otra vez.
El Ángel se nos planta enfrente con los brazos cruzados dándonos la espalda. Y yo la tomo a ella cuando veo a una desquicia mujer venir corriendo con dos enfermeros siguiéndola atrás.
—la rata está por allá—dice Khaled—vayan con él, los alcanzaremos en un momento.
Se va en dirección a la loca que calma con solo tocarla, los enfermeros se le unen y no me fijo en nada mas, que no sea llevar a Caili en la dirección que me indico Khaled.
—guapo—lo llamo silbando—sal de donde quieras que estes bonito bonito, ven aquí precioso.
—deja de hablarle como si fuera un perro.
—obviamente no lo es—se me suelta la risa tonta—es algo más interesante.
—recuérdame pedirle a mi tío que te prepare un antídoto. No creo poder lidiar con tu locura el día de hoy.
—tu también me rechazas porque soy feo ¿verdad?— siento un vacío en el pecho— sabía que esto pasaría...
—de que rayos hablas— me hace mirarla—¿quien te dijo que eres feo?
—la cosa horrorosa que veo cuando me miro al espejo.
Suelta una risa cuando lloriqueo volteándole la cara para que no me vea—sabía que se iba a burlar de mi—pone las manos en mis hombros, e intenta decir algo pero la risa la toma de nuevo.
—sabía que harías eso— le reprocho—por eso no vine antes.
—es que...es que—se traba de la risa—perdón perdón...
Me abraza riéndose sin poder parar, haciendo un esfuerzo por controlarse.
—perdón—repite tomando aire— es que—tose— lo que quiero decir, es que no eres feo Cam...todo está en tu imaginación.
—dices eso porque no me has visto bien—me cruzo de brazos—todo esto es culpa de Khaled por meterse a ese bar.
—¿de que hablas?...¿estuvieron de fiesta cuando se supone que iban a buscar a Kurt?
—si, bueno,no—le doy la espalda y sigo alzando la voz— KURT...MAS TE VALE SALIR DE DONDE QUIERA QUE TE ESCONDAS O IRÉ POR KAHLED PARA QUE TE PATEÉ EL HERMOSO CULO QUE TIENES.
—¿lo encontraron?
—si fuera tú, no me emocionaría tanto.
—¿porque?..¿que tiene? ¿Que le hicieron?...KURT—le grita—KURT...
—aquí estoy Cc—responde sin salir—pero por favor no se acerquen más.
—¿Kurt?—ignora el aviso—¿te encueras bien? ¿Estás herido?...¿y que rayos le pasa a tu voz?
La detengo cuando ubico al neófito—ella trae una herida abierta en la cabeza— en este momento Kurt no es una criatura de fiar. Lo ultimo que necesito es que trate de morderla, porque voy a tener que matarlo y será una verdadera pena.
—espera Caili, deja que lo tome con calma.
—¿calma?—se me suelta— deja la payasada que probablemente está herido...Kurt.
—Cameron por favor— me pide él.
—será mejor que salgas chico...está bien, yo te detendré si algo sale mal.
—que diablos está pasando aquí— se altera— Kurt, será mejor que salgas ahora mismo o te juro que voy a...
—aquí estoy— sale detrás del un auto—aquí estoy Cc....soy yo, no te asuste por favor.
Sale lo suficiente para que la luz de la luna revele su presencia. Ella lo mira y se tensa quedándose quieta cuando nota el cambio.
—pero...
—no hay nada que hacer Caili, ya estaba así, y a punto de morir cuando lo encontramos.
—No..—aprieta los puños— No...tú no.
—lo siento.
—No— se le acerca y él retrocede— ni se te ocurra pedir perdón, esto no es tu culpa.
—por favor apártate.
—y no me pidas eso, que me no pienso alejar de ti jamás...somos familia ¿lo recuerdas?—se cerca más— te juro, que haré que el responsable de esto pague por lo que te ha hecho.
Instintivamente me acerca junto con ella, el olor a sangre debe estar volviéndolo loco, Caili está torturándolo sin darse cuenta.
—Caili espera— vuelvo a detenerla—estas herida...no lo estas haciendo fácil para él, es un neófito.
—mierda.
Con las manos se limpia la herida y comiza cubrirse la cabeza con la venda que ya se había quitado.
—espera un momento Kurt—le pide—no entres en pánico cariño, solo dame un segundo.
Se quita la chaqueta y con ella limpia cualquier raspón y rastro de sangre que pueda tener en el cuerpo—todavía tiene hematomas en los brazos—se acomoda la ropa y repara su aspecto en la ventanilla del auto que está a su derecha.
—puedo olerte—la voz de Kurt me pone alerta—hueles exquisito.
—Kurt— le advierto—traes comida en la mochila....busca en la mochila.
El se vuelve a ocultar y yo aseguro a Caili poniéndola a salvo detrás de mi. La primera bolsa de sangre vacía sale volando, luego otra y otra más. El ruido que hace Kurt al beber hace que a Caili se le pongan los ojos llorosos.
—esto no esta bien—susurra enojada—no está bien Cameron.
—fue un accidente, no hay culpables aquí.
—yo soy la culpable, era mi responsabilidad cuidar de él...se lo prometí a los ancianos de su tribu cuando lo traje conmigo, y míralo ahora....esto es mi culpa.
—eso no es cierto.
—¿un Vampiro Cam?—susurra apenas audible—¿como se supone que vamos a solucionarlo?..no hay cura para eso. Es un neófito y ellos son inestables, por lo que necesitará de la ayuda de un clan para poder controlar su sed y eso le tomará años.
—lo sé.
—¡yo no puedo dejar que se una a un clan de vampiros!...es solo un Niño.
Los ruidos de Kurt cesan, hay muchas bolsas vacías en la acera—debió acabar con todas—vuelve a ponerse de pie, limpiándose la boca con el dorso de la mano. Saliendo lentamente de su escondite.
—¿te sientes satisfecho?
—me siento un poco mejor.
Avanza dos pasos revelando su alta figura y ese drástico cambio físico ante nosotros. Caili contiene la respiración sosteniéndose de mi brazo.
—¿Kurt?
—hola Cc—avanza otro paso—aquí estoy.
Me suelta para acercarse a él con extrema cautela, lo ve contener la respiración y frena. Pasa un largo minuto para que él asienta y ella vuelve acercarse.
—hasta ahí...por favor.
—no tengas miedo, no me harás daño.
Estoy alerta y preparando para someterlo por muy drogado que me siento. Me hace tragar grueso cuando la veo abrir los brazos ofreciéndoselos. Él duda, pero al final termina acortando la distancia, envolviéndola entre sus brazos.
—lo siento tanto Kurt, todo esto es mi culpa.
—no es verdad...no es verdad.
Le huele el cabello y por instinto termino acercándome <<¿como que ya fue mucho experimento, no?>> siento llegar a los demás y ellos aún no se sueltan.
—¿y ese quien es?—pregunta Harold—¿otro tonto con el corazón roto?
—es Kurt.
—¿Kurt?—cuestiona Samuel
—si claro—se ríe Harold—ya en serio ¿quien es?
Salen a la vista los colmillos cuando se inclina hablarle al oído, y el apuro me toma al igual que a los otros, yéndonos sobre ellos para separarlos.
—suficiente por hoy—se la doy a Samuel— un paso a la vez chico...lo más difícil ya paso.
—está bien Cameron—dice ella— no me hará daño, lo sé.
—jamás lastimaría a Cc.
—lo sé—responde el ángel—porque primero te rompo el cuello antes de que si quiera lo pienses, ahora retrae esos colmillos o estarás tentando a tu suerte.
—no se como hacerlo, saltan y se ocultan por sí solos.
—mierda, si eres Kurt—se le acerca Harold revisándolo—¿como paso esto?.
—mejor que alguien nos explique que fue lo que le paso—pide Samuel—porque sospecho que Emma no se va a tomar esto muy bien que digamos.