Parte 9 Rubias escurridizas

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CAILI

—tienes dos segundos para soltarla.

Creo que el fuerte golpe en la cabeza me esta haciendo alucinar, me parece estar escuchado la voz de Khaled. Abro los ojos tratando de ubicarme, sigo aprisionada entre el suelo y el bruto que tengo encima.

El desconocido se incorpora permaneciendo a horcadas sobre mi espalda, no me libera, pero aprovecho su descuido para girar y cerciorarme que definitivamente es un hombre. Desde mi posición en el suelo puedo notar que es alto, tes clara, trae puesta un pañuelo que le cubre media cara y una sudadera negra con capucha que le cubre la cabeza.

—ahí estás—susurra

Su voz me saca del aturdimiento y vuelvo a forcejear para quitármelo de encima, pero como dije antes, es muy pesado, y lo único que logro es que aprisione las manos y me mire....sus ojos....

—uno—advierte Cameron— Dos...

Todo mi entorno se mueve en cámaras lenta a partir de que veo sus ojos. Ese azul intenso me hechiza, lo he visto antes, lo he visto muchas veces porque me ha perseguido en mis sueños noche tras noche, pero hasta hace unos segundos creí que le pertenecían a....

Volteo a la izquierda buscando al dueño de la voz que escuche antes, y no era una alucinación. Ahí está...el otro dueño del mismo color de ojos.

<<quien es este desconocido>> no logro percibir nada especial en él y aun así ha logrado lo que ningún demonio, brujo o criatura ha podido hacer en todos estos años. Hay algo en él que me hace querer mirarlo en lugar de atacarlo como se supone debo hacer.

—quien eres...

Me vibra el pecho con la mirada que me dedica y en menos de nada ya no está sobre mi. Cameron se ha lanzado sobre él dándole puñetazos que el chico esquiva con mucha facilidad.

—arriba.

Dice Khaled poniéndome de pie en menos de nada, se asegura que esté bien, pero yo soy incapaz de dejar de ver al chico que le está dando batalla a mi mejor amigo.

—hey...mírame—chasquea los dedos— ¿estás bien?¿te hizo algo?¿te....
—CUIDADO.

CAMERON

El maldito sujeto no pelea, no me toca, ni me regresa ningún golpe, pero vaya que sabe esquivar los míos. Su risita burlona me provoca y ya no solo quiero matarlo por atacar a Caili, sino por pretencioso.

Logro tomarlo de la sudadera bajándole la capucha, su cabello negro azabache contrarrestar con el azul intenso de sus ojos. Su apariencia me aturde por un par de segundos, ya que toda mi existencia, jamás había visto una mirada tan impactante como la de él.

—CUIDADO.

La advertencia de Caili me saca de la impresión para notar que el reloj en su muñeca está emitiendo una alarma. Libera mi hombro llevado su mano al bolsillo del pantalón. Alcanzo a ver un destello rojo antes de que Caili se me venga encima apartándome de él, y de la nada Khaled aparece tomando mi lugar, estrellándolo contra el suelo.

—Quien eres...

Lo encuella quitándole el pañuelo que le cubre la mitad del rostro. Me pongo de pie para verle la cara, pero mas tardo en escuchar su carcajada, que él en desaparecer delante de nosotros.

La impresión de Khaled lo hace buscarlo por todas partes como si el chico se le hubiera escurrido entre las manos y no halla desaparecido.

—¿donde...a donde esta?
—se fue.
—pero como—se levanta a buscarlo—yo lo tenia y luego ya no.
—desapareció—dice Caili—...uso esa luz roja que guardaba en su mano.
—¿lograste ver que era?
—me temo que logre algo más que eso— frunce el ceño— reconocí el tipo de energía que desprendía....una energía que hasta el día hoy creí que solo podía pertenecerle a un ser en particular...
—a quien.

La rebelión de los caídos 2  El ángel de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora