El sexto integrante

By Ineskyblue

11.3K 1.1K 1.8K

Émile sueña con vivir de su música, se pasa el día y las noches escribiendo canciones y fantaseando con canta... More

Antes de leer
★Sinopsis★
★Capítulo 1★
★Capítulo 2★
★Capítulo 3★
★Capítulo 4★
★Capítulo 5★
★Capítulo 6★
★Capítulo 7★
★Sixthers★
★Capítulo 9★
★Capítulo 10★
★Capítulo 11★
★Capítulo 12★
★Capítulo 13★
★Sixthers★
★Capítulo 14★
★Capítulo 15★
★Capítulo 16★
★Capítulo 17★
★Capítulo 18★
★Capítulo 19★
★Capítulo 20★
★Capítulo 21★
★Capítulo 22★
★Capítulo 23★
★Capítulo 24★

★Capítulo 8★

284 40 89
By Ineskyblue


"Solo entre las luces mira hacia atrás, lleva pocas horas en la ciudad. Su niñez, su mamá, el olor del hogar... Su niñez, ya no está, muere en la terminal"

Vidas comunes - Agarrate Catalina

★★★

Creo que nunca en mi vida me había sentido tan incómodo.

—¿Qué pasa? —pregunta Eliseo con ternura, completamente ajeno al drama que prosigue.

Futuro esposo – en línea

¿Qué pasa ahora?

Es Dylan, y lógicamente él se puso ese nombre cuando registró su número. Debí cambiarlo, sobre todo porque me vi en la necesidad de ocultar la pantalla de mi teléfono en cuanto sonó frente a Eliseo.

Emi – en línea

¿Puedes darme un respiro? Intento terminar con mi no novio.

Futuro esposo – en línea

Respuesta a la primera pregunta: No. Espero el chisme en cuanto termines :P

No sé cómo hizo para caerme bien, porque es bastante intenso. Por lo general una persona así me cohibiría de más, pero me siento a gusto siendo pesadeado por él.

—Necesito hablarte de algo —le respondo a Eliseo después de varios segundos.

Tengo que ir a firmar el contrato en un rato, no tengo más que unos minutos, y ya que él tuvo la consideración de venir hasta mi casa no pretendo hacerlo perder el tiempo.

—Me asustas —Se pone serio por un momento, pero luego su expresión se vuelve a relajar.

Nos sentamos en los escalones de la entrada de mi casa, él suele buscar mucho contacto físico pero ahora no lo está haciendo, cómo si supiera lo que viene.

—No es algo bonito —asumo en voz baja—. ¿Recuerdas el sábado? Cuando dije que alguien dijo que tenía que hablarme de algo...

—Sí, ¿quién era?

—Era un representante de Thunder Music, me vieron cantar y quieren... me ofreció un contrato, para una banda.

—¡Pero eso es buenísimo! ¿No? Es una oportunidad increíble y... —se detiene de pronto— ¿Te vas a ir?

—Sí, probablemente mañana.

—Eso no me gusta tanto, pero no vuelve menos increíble la noticia. Siempre supe que ibas a llegar lejos...

—Gracias, muchas veces me diste seguridad cuando me sentía un idiota —le doy una leve sonrisa, aún no soy capaz de mirarlo a los ojos—. Y todo se siente raro, porque estoy muy acostumbrado a ti... y a correr a tu casa si algo me agobia.

—Bueno, no será lo mismo, pero ahora me puedes llamar.

—Eli, yo te quiero mucho, pero...

—Pero no me amas.

—Yo no estoy listo para enamorarme otra vez, y estoy seguro de que no voy a estar listo en un buen tiempo —explico intentando que la voz no me falle—. Si no puedo con una relación estando cerca, mucho menos voy a poder a la distancia.

—Lo entiendo —intenta que su voz suene firme, pero no lo consigue—, digo, me duele, pero tú nunca me has hecho falsas promesas, yo sabía bien dónde me metía y...

—No significa que no siento nada por ti, tú me hiciste muy bien, el problema soy yo.

Creo que está llorando, no puedo ser tan malo como para ni siquiera mirarlo. Aunque me haga sentir incómodo y culpable, se lo debo por todas las veces en las que me hizo entender que yo no era el problema.

Levanto mis ojos hacia él y estiro mi mano a la suya, sus ojos lagrimean pero su rostro se mantiene neutro.

—Lo siento, te juro que te merecías más.

Él niega de inmediato, limpiando sus ojos rápido.

—Fue lindo, nos divertimos, nos apoyamos, está bien si termina de una forma bonita. No quiero que te lleves ninguna culpa, vete libre, disfruta de lo que vas a vivir porque te lo mereces.

De verdad se merece a alguien que lo ame, ojalá yo hubiera podido porque es una buena persona. Si hubiera podido amarlo, hubiésemos sido felices, no tengo ninguna duda.

—Gracias, de verdad.

—Deja de agradecer y dame un abrazo —Me jala por la mano que acabo de extenderle y yo dejo que lo haga.

Un último abrazo, la primera despedida de las que me quedan por delante.

★★★

Despedirme de mi mamá y mis amigos fue extremadamente difícil, no dejé de llorar y ellos tampoco. No sabía qué decir, sentía un vacío muy feo, ni siquiera tenía idea de cuánto tiempo pasaría hasta que pudiera verlos otra vez.

Casi no hablamos en el aeropuerto, solo lloramos y nos abrazamos tantas veces como pudimos.

En cuanto mi mano temblorosa tomó la valija para alejarme definitivamente, supe que ahora tenía la presión de transformarme en un adulto.

Me sentí solo, sin respaldo, sentí que no estaba listo.

—¿Necesitas dinero? —me pregunta Guillermo cuando vamos a subir al avión.

—¿Qué?

—Eres una estrella ahora, no puedes andar contando monedas para comprar una botella de agua.

El poco dinero que tenía se lo dejé a mi mamá, una de sus amigas la va a recibir en su casa mientras se recupera de su brazo para que no esté sola. Eso resuelve lo de la casa por un tiempo, pero en algún momento tendré que resolverlo de verdad.

—Le dejé el dinero a mi madre —respondo con sinceridad—. Usted me dijo que dónde vamos a vivir tenemos todo lo necesario.

—Sí, Emi, pero igual necesitas tener dinero siempre, te conseguiré una tarjeta al llegar.

—Pero si aún no hago nada, luego no la voy a poder pagar.

—La empresa la paga, así funciona con los demás también.

—Bueno, gracias —acepto, tímidamente.

Emi – en línea

Me estoy subiendo al avión, no te voy a responder por un rato.

Futuro esposo – en línea

Ok. Lúa y yo te esperamos para cenar.

Emi – en línea

¿Algo vegano?

Futuro esposo – en línea

No me digas que también eres vegano porque me tiro abajo de un tren, te juro.

Emi – en línea

No, relax, te preguntaba porque ella come con nosotros, puedes conservar tu vida.

El viaje no fue muy largo, estaba cansado pero no pude dormir, solo pensar y pensar en círculos sin respuesta.

Hay muchas cosas en el contrato que no terminan de convencerme, por ejemplo la cláusula de moralidad. Según lo que el abogado me explicó, si hago algo moralmente cuestionable bajo el ojo público, la discográfica puede cancelar el contrato sin ningún tipo de consecuencia.

El problema es que no hay especificaciones, ¿cuál es su moral? ¿Qué entra dentro de esa categoría? Cuando pedí explicaciones Guillermo me dijo que es una forma de cubrirse en caso de que haya un escándalo de sobredimensión, cómo alguna situación de violencia con una chica, un abuso, que me involucren con menores, etc. Cosas que obviamente jamás haría y no me preocupan, lo que me preocupa es que el contrato no lo aclara, y que puedan excusarse en la "moralidad" para otras cosas.

Otra cosa que me tiene inseguro es que el managment va a tener acceso a todas mis redes sociales. Me sentí invadido, pero según ellos ahora serán perfiles laborales y, aunque también puedo usarlos para interactuar con los fans, necesito asesoría del equipo de marketing.

Sé y soy consciente de que esas cosas traerán problemas más adelante, pero en la situación en la que me encuentro no tenía muchas más opciones.

A todo esto se le suma un contrato de confidencialidad que es incluso más largo que el contrato laboral. No puedo hablar de ninguna gestión interna, absolutamente nada.

Cinco años de trabajo, diez de silencio.

Supongo que si quieres triunfar, debes aceptar el precio.

De todos modos, por más vueltas que le dé al asunto, el contrato ya está firmado y acabo de dejar atrás mi vida para perseguir mi sueño.

Desearía que me invada la euforia y no la nostalgia, pero soy así de llorón, nunca hice nada solo y no sé cómo ser una persona independiente.

Maia, mi ex, estuvo llamándome todo el día. Rechacé cada una de sus llamadas, no sé qué quiere y tampoco me interesa. Ha estado insistiendo desde que la vi en la fiesta: me habló en WhatsApp, la bloqueé, intentó por Instagram, también la bloqueé, hasta me envió mensajes de texto, ¿quién demonios usa los mensajes de texto hoy en día? Esos simplemente los ignoré.

El día de hoy se decidió por las llamadas, y está empezando a saturar mi paciencia.

¿Se pueden bloquear las llamadas? Necesito averiguarlo.

—...por ahora van a compartir la casa, tienes tu propia habitación, pero si necesitas un espacio más personal me lo puedes decir y... —las palabras de Guillermo cuando llegamos intentan sacarme de mis pensamientos.

La verdad es que hace rato que me explica cosas, pero la mitad no fui capaz de retenerlas. Habla muchísimo, y siempre se esfuerza por ser demasiado amable, eso me hace sentir incómodo porque se nota que no es natural.

—Está bien, no te preocupes —respondo mirando por la ventana del auto la casa en la que nos detuvimos.

—El personal te va a mostrar la casa ahora, para que sepas dónde está todo y...

—Si me disculpas, estoy un poco cansado —lo interrumpo de forma sutil—. Los chicos pueden mostrarme mañana.

—Como tu prefieras —asiente y sonríe justo cuando alguien abre mi puerta—. Bienvenido entonces, te dejo tranquilo, mañana empezamos a las ocho.

Lo bueno es que él no vive aquí, solo los chicos y yo, eso me hace sentir más cómodo. Me despido amablemente y bajo del auto, hago el intento de ir por mi maleta, pero alguien más ya lo hizo.

Antes de que pueda abrir la puerta, Dylan y Lúa lo hacen por mí. Se ven emocionados de verme, los dos me abrazan al mismo tiempo y Freya intenta sumarse, Dylan las empuja a ambas para abrazarme solo él.

—Dylan, por Dios, solo pasaron dos días —se burla Lúa con una risa.

—No es por los días, es porque ya es uno de nosotros.

Luego de lo que pareció una eternidad me suelta, pero a Freya ya le dio pena tener que abrazarme ella sola así que solo me saluda con un beso en la mejilla.

Indra está varios pasos más atrás, y solo me saluda con un movimiento de su cabeza.

Es fría y bastante mala onda, pero me agrada igual, sé que no es personal, ella simplemente es así y está perfecto.

En un ranking de efusividad y extroversión yo estaría solo un puesto por delante de ella. Obviamente Dylan sería el líder, seguido por Lúa, luego viene Freya, yo, y por último Indra.

Me agrada que exista ese contraste, me hace sentir menos raro.

Mi teléfono vuelve a sonar, solo le puse sonido para escuchar cuando Dylan me enviaba un mensaje, volverá a su silencio característico en este mismo momento.

Lo saco de mi bolsillo y veo el número ya eliminado de mi ex en la pantalla, obviamente solo fui capaz de eliminarlo de mi teléfono, pero no de mi memoria.

Me debato por varios segundos si responder y pedirle que ya no llame, o simplemente buscar la forma de bloquear sus llamadas.

Sé que no dejará de insistir, buscará llamar de otros teléfonos y no va a parar hasta poder hablar conmigo. Tal vez lo mejor sea atender y terminar con el asunto.

Me alejo solo unos pasos dentro de la casa que no he tenido tiempo de admirar, y por fin respondo.

—Basta, por favor —pido sin ningún tipo de saludo. 

—De verdad necesito hablar contigo, ¿por qué me haces esto?

—¿Estás embarazada? —pregunto con ironía.

Uno creería que es matemáticamente imposible haber terminado hace un año y que esté embarazada de mí, pero tal vez hubo un desliz hace algunos meses. Tomé mucho y apenas lo recuerdo, pero sí, estoy seguro de que pasó.

Sin embargo la vi el fin de semana, sé que no está embarazada, solo le estoy tomando el pelo.

—No, obviamente no, aunque tener un pequeñito terco de ojos diferentes sería hermoso.

—Ay, valórate un poco, no seas ridícula —respondo con sequedad.

—¿Podemos hablar bien? Sin tratarnos mal, porfa.

—No, solo te atendí porque estoy harto de que lo intentes, así que di lo que tengas que decir y ya no me molestes.

—Quería pedirte perdón —murmura, seguido de un suspiro que pude escuchar con claridad—. Sé que probablemente es muy tarde, y que mi reacción fue estúpida, pero por mucho que intento seguir adelante no lo consigo. No puedo vivir pensando que me odias, ni que tú vivas pensando que me das asco...

Sí, esas palabras salieron de su boca cuando peleamos, que le doy asco y que soy anormal.

—No vivo pensando nada, no me importa.

—Hablé con una amiga... que es como tú, y ella me hizo entender muchas cosas. Fui una estúpida, lo arruiné, de verdad necesito que me perdones.

—Maia, esto es completamente innecesario —suelto con frustración.

—Sé que no vas a querer que regresemos, hice cosas que no tienen solución, pero...

—Como acostarte conmigo cuando había tomado de más, sí.

—Yo también había tomado, Emi, no lo pintes así —dice en voz muy baja, sé que la avergüenza mucho hablar de esa noche, pero eso no me va a detener.

—Sí, la diferencia es que antes de tomar te dije muy claramente que no, y tú sabías que sobrio no cedería.

—También había tomado, perdóname, ya me disculpé por eso. No es por lo que me estoy disculpando ahora...

—¿Entonces te estás disculpando por todas las burlas y chistes homofóbicos que tuve que escuchar de ti y los que eran mis amigos? —vuelvo a hablar con ironía, la verdad es que no sé de dónde saco fuerzas para enfrentar estas situaciones cuando por dentro solo quiero ponerme a llorar.

Ella me hizo mucho daño, demasiado, y no hay forma de arreglarlo.

—Sí, Emi, te estoy pidiendo perdón por todo. Fui una mierda muchas veces, tú no te lo merecías, de verdad yo...

—No, no te perdono. No quiero que me llames más, ni que intentes hablarme de algún modo, si lo haces voy a tener que conseguir una restricción.

—¡Ay, por Dios, Emi! ¿Es en serio? Solo estoy intentando ser...

—Chau, Maia, no me jodas más.

Termino la llamada y solo entonces tomo conciencia de que los demás estaban escuchando. Por un segundo pienso que nadie va a decir nada, y creo que sería lo mejor, pero Indra, que nunca habla, elige el peor momento para hacerlo.

—¿La denunciaste?

—No.

—¿Por qué?

—Porque soy un idiota.

—No eres un idiota —me contradice, su expresión se mantiene seria pero sus ojitos se pusieron más brillosos—. Ella es una idiota, si la vuelvo a ver te juro que la dejo sin pelo.

—Por favor... —murmura Dylan igual de serio.

Lúa se acerca para abrazarme, quiero llorar pero no voy a hacerlo con tantos ojos sobre mí.

¿Qué acabo de hacer? ¿Por qué tuve esta conversación aquí, frente a todos ellos, cuando llevaba el día entero ignorando sus llamadas?

Mi mente traidora solo me quiere hacer sentir que estaba buscando atención, pero una parte pequeña de mí sabe que solo quería sentirme acompañado para poder enfrentarla.

Linda forma de llegar a la casa, desnudando mis traumas más profundos, solo me falta ponerme a llorar porque una de mis madres me abandonó y tendríamos el show completo.

Y por Kevin, no puede faltar Kevin.

—¿Saben cómo bloquear llamadas? —pregunto tragando el nudo en mi garganta.

—Sí, déjame —responde Dylan extendiendo su mano.

Le doy mi celular sin pensarlo demasiado, y unos segundos después suelta una carcajada.

—¿Mimi? ¿Tu mamá te llama Mimi?

—¿Qué estás viendo? —me quejo quitándole el teléfono.

—Nada, justo te llegó un mensaje para ver si llegaste.

Es verdad, en cuanto recupero mi teléfono el mensaje aún está en la barra de notificaciones.

—Sí, es algo tonto, pero así son las mamás... —le quito importancia con un encogimiento de hombros.

—Lo amo, ahora ya no lo podré borrar de mi mente, ya no te llamas Émile para mí.

—No, por favor...

—Lo siento, Mimi.

Quisiera molestarme, pero me hace reír la forma en la que lo dice, y considerando que hace un segundo quería llorar, creo que es algo bueno.

—¿Podemos comer, por favor? —pide Indra, que ya se aburrió de escucharnos.

Le responden que sí y caminan hacia el que supongo es el comedor, pero yo me quedo un momento atrás para responderle a mi mamá.

En cuanto termino y levanto la mirada me doy cuenta de que Freya también se quedó.

—¿Estás bien? —su mirada se ve muy preocupada, estira su mano y toma la mía con cuidado.

—Sí, no te preocupes.

—Lo que dijiste... todo eso... no es una tontería, no lo vuelvas menos.

—No lo hice —respondo con sinceridad—. Es algo que pasó hace mucho tiempo, y en su momento me afectó muchísimo, pero por suerte no estoy solo, y tuve a personas bonitas que me contuvieron y me ayudaron a estar mejor. Es más, me alegro de que ella sepa que estuvo mal y se disculpe, pero no siento la obligación de perdonarla.

—No la tienes, claro que no. Solo... también estamos nosotros, si necesitas hablar de lo que sea. Aquí tampoco estás solo.

—Gracias —le sonreí—, y perdón por la llegada dramática, lo siento, soy de Leo.

—No te disculpes por ser del mejor signo del mundo.

—¿También eres de Leo?

—No, pero me gustan los chicos de Leo.

¿Eso fue una indirecta? Juraría que sí, pero soy medio tonto para esas cosas.

—Ah, pues lo siento, Dylan ya me pidió matrimonio, tendrás que batirte a duelo con él si quieres mi mano.

Me decido a responder con una broma, porque estaba a dos segundos de ponerme nervioso y tartamudear.

—Te ofrecería una relación poliamorosa, pero Dylan no es mi tipo y creo que tampoco soy el suyo —se suma a la broma arrugando su nariz—. Mejor dejemos las cosas como están, pero tal vez algún día tengas que elegir... 

—Seguramente me case con el que me ofrezca más camellos, pero ya veremos.

Ella se ríe y yo también, y entonces de un momento a otro me invade la sensación de que caí en un buen lugar. En otras circunstancias estaría llorando mucho por lo que acaba de pasar con Maia, pero ellos fueron capaces de hacer que pase rápido y a solo unos segundos me esté riendo.

Por ahora iré a cenar con ellos, y ya mañana a las ocho todo comenzará a rodar.

________

Hola Pollitos 🐣

A partir de ahora las actualizaciones son los miércoles, ¿por qué? Porque sí.

Los quiero mucho, hasta el miércoles que viene :)

Continue Reading

You'll Also Like

180K 6.8K 54
Thiago es un chico de 22 años que vive solo con su hermana pequeña. Sus padres lo abandonaron y él tuvo que cuidar de su hermana, se convirtió en un...
23.8K 796 39
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
1.1M 96.6K 45
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
73.1K 2.4K 42
en esta historia seras Mia 🔞