El Omega miraba en silencio sus manos, frotando despacio estas quitando aquella sangre de sus manos mirando al frente un poco mordiendo sus labios despacio soltando un suspiro lento. Recorrió despacio sus uñas sintiendo como ese aroma a metálico irse finalmente, recargandose un poco.
—¿Jas? - escucha y solo miró a su amiga en una pequeña sonrisa. — Se que no se si hablarte de esto pero.. ¿Estas bien?
—Claro, ¿por qué no lo estaría? - dice en un leve murmullo mientras secaba sus manos despacio.
El silencio se hizo presente en ambos mientras apartaron sus miradas, el omega soltó un pequeño suspiro dándole una pequeña mirada para finalmente salir del baño, sentándose con cuidado en la cama.
El cansancio era notorio en su rostro por aquella noche que había pasado por los nervios, sin embargo ya se veía calmado. Haciendo que sus ojos se cerrasen despacio.
—Por que eres abogado, Jasper. - Aurora susurra en respuesta — Hay abogados que..
—Cualquier abogado no tiene su ética perfectamente correcta - respondió el Omega —¿En serio vamos hablar de eso?
—No- Respondió calmada, sentándose a su lado. — No hablaremos de eso, Jas, desde el primer momento sabíamos todo esto pero ¿que harás?
Y el Omega miró por la ventana, después a su amiga, finalmente sus ojos aterrizando sobre su vientre, donde recibió una pequeña patada.
Dejó su mano en aquella zona, tomando una pequeña bocanada de aire.
—Solamente voy a desaparecer, - musitó— no hay nada que me haga querer estar en ese lugar, las chicas entenderán, y-.. Yo.. - soltó bajo mirándo sus manos — Aurora, encontré mi hogar - le miró después.
Su amiga miró sus ojos de igual forma, y una muy pequeña sonrisa salió de sus labios.
—Sabes que a donde tu vayas, yo iré - y el Omega sonrió abrazándose a ella, aferrándose sintiendo su ansiedad disminuir —Que más da abandonar Nueva York — y el Omega soltó una risita — Estamos en Italia, nos tenemos sin importar cualquier cosa.
Jasper dejó un beso en su mejilla sintiendo tranquilo.
—¿Qué le diremos a las chicas?
—Ya sabes, un abogado no es correcto éticamente en su vida alguna vez - menciona —Ellas te aman tanto que actuaran como si nada.
Y el Omega solo la abrazó con calma, dándose cuenta de todo lo que había hecho en los últimos meses.
Era como si solo mirase sobre su hombro y viese su otra vida, esa vida que tuvo una vez, una vida que le hacia sentir infeliz, cerró sus ojos con fuerza, no tenía padres, no tenía hermanos, solo Aurora y al hermano de esta, pero no era tan cercano a ellos dos.
Finalmente cayó rendido, durmiendo en su pecho mientras recibía pequeñas caricias en sus cabellos rojizos.
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—Hola - el Omega susurra y el Alfa lo miró en una pequeña sonrisa.
—Hola manzanita - susurra de vuelta, sintiendo ese pequeño movimiento del colchón mientras le miraba.
—Te extrañé - Jasper abraza con delicadeza su cuerpo, acostándose a su lado cuidado de aquella herida en su abdomen y sintió una pequeña patada en su estómago y ríe — te extrañamos.
Y el Alfa bajó su mano en su estómago, dejando caricias en aquella redondez tan bonita que le parecía, abrazando con cuidado su cuerpo, sintiendo a su pequeña familia cerca de el, sintiendo su corazón calmarse.
Dejó un pequeño beso en su sien.
Y el Omega sonrió acostado en su pecho, sintiendo aquellos latidos del Alfa.
—¿Te gusta estar aquí? - el Alfa susurra en medio de aquel silencio.
Y el Omega alzó la mirada.
—¿Te sientes seguro aquí? - y el Omega asintió un poco —¿Quieres seguir aquí?
—Quiero que nuestra cachorrita crezca donde creciste - murmura — además por que se que estamos seguros aquí y nada nos sucederá.
El hombre siguió dejando pequeñas caricias en su estómago y cintura.
—Esta bien cariño- le susurra bajo y sonrió calmado, sabiendo que aquel Omega confiaba en el, cosa que le hacia sentirse más protector.
Aquel Omega permanecía descansando con tranquilidad en su pecho.
El Alfa dejó suaves caricias en su cabello. Mirando un poco su rostro. Y pudo volver a ver que el Omega era sin dudas hermoso.
Y suyo.
—Deja de verme y dame un beso- Jasper abrió sus ojos y el Alfa fue dejando un beso en sus labios.