Un Príncipe De Cuento ©

By yong7ho

3.5K 441 3K

Zean está obsesionado con el príncipe de su nación, lo adula desde que es un niño y desea poder ser su novio... More

Sinopsis.
Capítulo uno: Príncipe sexy.
Capítulo dos: Fiesta secreta no tan secreta.
Capítulo cuatro: Afeminado.
Capítulo cinco: Visita real.
Capítulo seis: Beso.
Capítulo siete: ¿Qué somos?
Capítulo ocho: Revelaciones.
Capítulo nueve: Un 17 de sep traumático.
Capítulo díez: La verdadera cara del Príncipe.
Capítulo once: Un beso que dice "te extrañé".
Capítulo doce: Graduación y un alfa en celo.
Final

Capítulo tres: El gay sin final feliz.

283 38 426
By yong7ho


No, definitivamente él no me miró.

👑

Despertar está sobrevalorado.

La alarma hoy me martilla los cesos, más que eso, me siento tan cansado y asqueado de la vida que necesito dormirme para siempre.

Dormir hasta que todo salga como quiero de nuevo. O hasta que el resfriado que tengo por culpa del agua fría pase.

¿Por qué existir? No entiendo, osea, mi mamá pudo haber elegido otro día para procrear con papá y entonces quizá yo no hubiese sido el espermatozoide que ganó la carrera y no estuviera aquí pasando estos jodidos problemas adolescentes.

Pero no, ¡Claro que no! Ella tenía que meterse en ese matrimonio. Hablando de eso, mis papás al principio ni se querían, pero mis abuelos los juntaron sin permiso para que eligieran, sí, cómo en las novelas antiguas, pero luego, ¡Pum! Ambos totalmente locos y enamorados.

¡Esperen! Quizá a mi también me toque mi historia, quizá sea como Orgullo y Prejuicio, ¡Claro! ¿Cómo no lo pensé antes? Quizá Arthur sea como el Sr. Darcy y esté fingiendo que no le gusté desde la primera vez que me vió.

Casi podía oírlo decir: Usted me ha hechizado en cuerpo y alma, y yo, yo lo amo...

—¡No!— grito sentándome en la cama.

Tengo que dejar de ser tan iluso, ¿Qué me pasa? Esto es culpa de haber puesto música tan temprano, y de Louis, su canción "Habit" es la que me está haciendo sentir sensible y pendejo. Ya, estoy en la vida real. Estoy en la vida real.

Ya no me complicaré tanto, no entiendo que me sucede, apenas e intercambié un par de palabras con Arthur y creía que él se iba a enamorar o prestarme atención así de fácil. No, las cosas no funcionan así, y ya lo había aceptado. Nada funcionaba así con él.

Como antes dije: esto apenas comienza.

—¡Zean!— grita Iván del otro lado de la puerta como todas las mañanas —¿Puedo pasar?— pregunta.

Restregó mis ojos saliendo de la cama, apenas me pongo las pantuflas sé que fue un error empezar mi día, están más frías que él corazón de cierto príncipe.

—¿Qué pasa?— pregunto abriendo, luce muy pálido y ojeroso. Resaca.

—Mierda— entra, ya está listo y con el bolso en su hombro, su olor a loción me hace sonreír inconscientemente —El director acaba de convocar reunión de todos los chicos de natación, me lo encontré hace un segundo, me pidió que te dijera.

—La fiesta...

—¡Sí!— exclama —Mierda, si pasa a mayores mamá va a matarme, seguramente me quite mi auto. O peor...

—Joder— rasco mi nuca, esto era lo que faltaba.

Tomo una corta ducha pensando en todas las posibilidades de aquella reunión, en los tres años que tengo jamás me han llamado la atención, y ser reprendido en este internado me traería tremendas consecuencias, tanto académicas cómo familiares. Mis padres siempre han sido muy estrictos conmigo, al igual que los de la mayoría aquí, mi teléfono se dañó e incluso así no les diría nada, usaría mi computador mientras que lo arreglaba con los chicos de tecnología o conseguiría otro, seguramente mis padres me dejarían sin uno por años si se enteraban cómo se dañó. Sé que lo hacen por mi futuro, me esperan grandes responsabilidades, más de las que tengo ahora, y es su deber reprender todas las fallas, y sin dudas una fiesta con chicas, alcohol y demás es un gran motivo para hacerlo.

—¿Ya?— pregunta Iván apenas salgo del baño ya vestido, con el uniforme perfectamente perfumado y mi cabello peinado, afortunadamente hoy es uno de los días en los que se vé mejor. Algo menos de que preocuparme.

—Listo para un posible colapso y ataque de ansiedad— digo tomando una pastilla para combatir la gripe y salgo junto a él de la habitación.

—Yo también, mi mamá la última vez que le cause una molestia me dejó de hablar por tres meses, ¡Y solo fué porque salí mal en dos exámenes!— exasperó.

—Te entiendo— suspiro, apenas bajamos las escaleras entre todos los estudiantes veo a Victorio con Elliot esperándonos, se ven cansados y con resaca, recordé lo de anoche, pudiera contárselo a Iván, pero prefería no.

Caminé hasta ellos tratando de lucir normal, tratando, porque no podía dejar de oír ese "Nunca se enamoraría de mí" ¿Cómo podía pensar eso? Él es uno de los hombres más hermosos que he visto, es educado, amable, serio también, sexy, muy sexy, y tan romántico, además, tiene ese acento francés que te hace suspirar, y de premio tiene el apellido de Timotheé Chalamet, es perfecto, ¡Cualquier persona podría enamorarse de él! Pero yo no lo haría, yo ya lo estaba, y esa era la única razón por la que no estaría con Victorio, porque quiero a Arthur. Y porque quiero demasiado a Victorio como para poder perderlo.

—Hola, Mon Amour— dice sonriendo de lado.

—Hola— respondo bajando la mirada. Tenía un sentimiento extraño dentro de mí, como si él ya no fuese mi amigo, o el mismo de ayer en la tarde.

—Hola infiel— suelta Elliot a Iván, luciendo enojado.

—¿¡Qué!?— el castaño frunce el ceño, indignado.

—No me hables hoy, Iván de los campos— dice el ojigris dándose la vuelta y camina hasta el salón.
Iván lo sigue.

—Bueno— suspira Victorio —J'aimerais pouvoir exprimer ma jalousie... [T: Desearía poder expresar mis celos]

—¿Qué?— pregunto, su voz en francés me pone los pelos de punta, suena tan imponente —¿Algo sobre celos?

—¿Estás aprendiendo francés?— pregunta alzando una ceja.

—No, sólo adiviné la palabra...

—Bien— suspira aliviado —Vamos— dice empezando a caminar hacía el salón, suspiro mirando al rededor, los chicos comienzan a perderse entre los salones, y tengo miedo de lo que pasará en el gran salón —Yo te cuido— murmuró Victorio, le miré, pareció leer mis pensamientos. Sonreí, porque sabía que así sería, siempre, aunque ahora me sintiera así de raro.

Entramos, todos los chicos de natación ya estan ahí, también los de la clase de español, incluso Zacharías, quien me mira serio, ¿Tiene algún problema conmigo? Definitivamente se lo preguntaré. Desde hace un mes ha estado actuando extraño.

—Aquí... — dice Victorio, y nos sentamos junto a Elliot, quien tiene a un Iván diciéndole cosas al oído, esto sí que es nuevo. Casi siempre es al revés.

Giro el rostro al ver que algunos chicos lo hacen, y sonrío inconscientemente, ahí viene Arthur, lleva uniforme, y su cabello alborotado, se ve hermoso, parece enojado como siempre, se sienta al final de una fila, junto a algunos chicos quienes susurran pero a él no parece importarle cómo siempre. Mi corazón late rápido y mis manos tiemblan levemente, parece que mi cerebro ha olvidado a la rubia de anoche, o bueno, un poco, muy poco.

—Chalamet— dice Zach sacándome de mi trance, se ha acercado a nuestros asientos para hablarle —¿Quieres sentarte conmigo?

—¿Me está hablando a mí?— pregunta Victorio extrañado.

—Sí— Zach traga saliva asintiendo. Miro a Victorio quien me vé, me encojo de hombros. Ahora que miro a Zach más de cerca es un chico muy apuesto, blanco, sus ojos marrones y dulces, su cabello marrón ondulado, un poco largo y algunos lunares decoran su rostro. Sin contar su cuerpo fornido y compacto. Además, es un increíble nadador, a pesar de su manera grosera de tratarme ahora, antes era un buen compañero.

—Si necesita decirme algo podemos sentarnos en otra ocasión menos importante—dice el pelinegro —¿Qué le parece en matemáticas al rato?— propone.

—Oh, s-si— ríe Zach evidentemente nervioso, su voz es suave y gruesa —Claro, sería un placer, Victorio no responde, así que se marcha.

—¿Qué ha pasado?— pregunta Iván, parece que ya ha terminado de contentarse con Elliot, pues el ojigris sonríe como si se hubiese sacado la lotería. Extraño.

—No tengo idea— responde —No hemos hablado mucho antes.

Los alumnos se ponen de pie tomándonos de imprevisto, así que hacemos lo mismo de inmediato, el director ha ingresado al lugar, muy serio para calmarnos. Ok, definitivamente tendré dos ataques de ansiedad y diez de pánico. Puedo ver algunos chicos mordiéndose las uñas cuando el director se pone frente al estrado.

¡Hable ya! Dios mío bendito, este viejo me va a matar.

—Me parece de mal gusto tener que hacer esta reunión cuando apenas estamos a comienzos de año escolar — suspira —Primero que todo, tengo que admitir que fui un poco culpable al aceptar la propuesta del joven Zacharías, pero fui engañado, él dijo que sería una reunión por el comienzo de año, dónde compartirían un buen tiempo, pero en ningún momento dijo que sería una fiesta con alcohol, y chicas— negó —Saben que todas esas cosas están terminantemente prohibidas, y más aún, que el Principe, con todo respeto— mira a Arthur — haya asistido cuando no es parte del equipo, y además de eso, ahora tenemos un intenso problema, porque fué fotógrafiado anoche, si usted no lo sabía, príncipe... Tenemos las noticias encima, padres llamando y personas enojadas por la falta de disciplina.

—Sí, lo sabía— respondió Arthur, grosero —Esa era la intención. Entre más rápido salga de este lugar, mejor.— dijo poniéndose de pie.

—Pues discúlpeme— dijo el director obligándolo a mantenerse ahí —Pero sus padres lo han dejado a cargo de la institución por un año, y así será, haga lo que haga. Y como todos tendrá el mismo castigo, aquí los actos se pagan sin contar las clases o lo que sea, su majestad. Ahora le pido que tome asiento— alcé las cejas asombrado, Arthur se vió indignado, creí que haría caso, pero simplemente se fué como un rebelde, el director suspiró —Todos a partir de hoy por dos semanas tendrán que hacer labor social en parejas, yo mismo las he escogido.

—¿Qué tipo de labor social?— pregunta un chico.

—Limpiar y aparte tendrán que hacer exposiciones sobre la responsabilidad, deberán ser muy creativos pues ahora su año dependerá el 50% de estos trabajos. A ver si así les quedan ganas de volver a cometer fallos.

—¡Qué!— exclama Elliot entre todos —¿¡Y los del equipo que no asistieron también?!

—Aquí en Goldenberg, si paga uno, pagan todos, o díganme si prefieren que llame a sus representantes y los cite físicamente— respondió, todos, incluyendome, suplicamos que no, sin más empezó a nombrar las parejas, mordí mis uñas, esto no podía ser verdad.

La puta madre.

No, es que mi vida está condenada, tengo una especie de maldición gitana como un Peaky Blinder... Hablando de eso, Cillian Murphy; cógeme.

—Arthur de Julié— habla, mis ojos se abren como platos esperando que nombre a su compañero...

Que sea yo, que sea yo.

Diosito, te amo, juro que seré un buen hombre de ahora en adelante si me ayudas con esto, te prometo que no comeré carne los fines de semana y aparte de eso nunca, pero nunca dormiré sin antes regalarte una oración en tu honor...

—Y Zean Danés.

¡Aleluya! ¡Gracias dios por dejarme vivir! Mi vida es magnífica, joder, que día más alegre hoy. ¡Dios está aquí, está aquí, tan fuerte como el aire que, respiro! Se me quitó hasta el resfriado.

Era obvio que cómo soy el mejor estudiante del grado lo pondrían conmigo, pero bueno, seguiré fingiendo que Dios nos quiere juntos.

Seguramente cuando Arthur se entere de su pareja ni sabrá que soy yo, no sabe mi nombre, por ahora, cuando nos estemos casando seguro se dará cuenta de lo bien que suenan nuestros apellidos juntos.

—Iván Benson y Elliot Doherty, Zacharías Bonsai y Pol Anders...

—¡Pol no director!— grita Zacharías deteniendo la lista —¡Siempre peleamos!— Pol bufa y entonces el director ojea antes de seguir de acuerdo.

—Zacharias y... Victorio Chalamet.

Ok, ahora que veo a Zach hacer un baile de la victoria creo que ya lo estoy entendiendo todo, es obvio, y bueno, no lo culpo, cómo ya lo dije antes, Victorio es un tremendo partido.

—Amigue, tienes un admirador— dice Elliot a Victorio.

—No me digas así— suelta el pelinegro al parecer incómodo, río.

•••

—Es la camisa número treinta que te pruebas— bufa Iván.

Sí, seguro es la treinta y cinco, no tengo idea, pero debo estar perfecto, hoy se suponía que teníamos libre la tarde/ noche, pero como ahora haremos labor social tenemos en media hora que ir con nuestros compañeros y limpiar juntos la piscina, gracias al universo, porque no pensaba hacerlo yo. Pero si saben lo que significa eso, ¿no? ¡¡¡Follada con el príncipe en los vestidores!!! *cara sexual* no, es broma, pero bueno, ojalá no lo fuera.

—No entiendo porque no llamaste a Victorio, estoy seguro que él estaría más que complacido de verte cambiándote— ríe Iván.

—Ya— digo dejando la otra camisa que iba a ponerme —¿Por qué dices eso?— pregunto.

—No— se acomoda en la cama —Sólo bromeaba.

—Hablo en serio— me rasco la nuca —¿Por qué siempre juegan con eso Elliot y tú?

—Bueno— alza una ceja— supongo que... — tose —Sólo bromeamos.

—Ya lo sé— bufo — tomo la camisa poniéndomela y lo miro —Sé que victorio me ama.

—Oh... ¿Y tú?— pregunta.

—No— respondo de inmediato.

Me miro en el espejo, y wow, definitivamente cuando muera llegaré al cielo y seré el ángel más guapo, me darán un trono para ser exhibido para las almas puras cuando recorran el paraíso, hasta que un dios griego escuche de mí, y me mande a llevar con él, y entonces, resultará que el Dios es Arthur reencarnado y nos casaremos de inmediato, juntos para toda la eternidad y...

—Creo que Victorio si te gusta pero lo reprimes porque estás obsesionado con Arthur de Julié.

—¿Qué dijiste?— frunzo el ceño tomando mi bolso con mis libros. ¿Cómo se atrevía a cuestionar mi amor por Arthur de nuevo?

—Lo que escuchaste.

—Es una vil mentira tu suposición, ¿pero sabes qué? También tengo algo para tí. ¡Tú estás enamorado de Elliot! e invéntaste una novia porque es lo único que puedes tener de excusa para alejar a Elliot sentimentalmente, ¡Porque tienes miedo de enfrentar que no eres heterosexual!— le grité yéndome aunque sabía que él también iría a labor social.

Ok, de verdad fué un idiota, ¿Yo enamorado de Victorio? No, él no es en lo que pienso y nunca lo ha sido. Que tonto, definitivamente muy tonto.

No, no voy a llegar enojado a mi momento, es mi momento, al fin podré hablar con Arthur, al fin podré, es mi día, mi hora, mi segundo, y estaba más que listo. Jeans grandes claros, una camisa blanca ajustada con una flor amarilla en la mitad y unas converse negras. Accesorios color plata, lentes blancos y por supuesto un bolso beige, estoy más aesthetic que la palabra, listo para enamorarlo.

Pero cuando llegué a la piscina supe que fue un error haber ido aesthetic y de color blanco. Todos estaban como en un festival brasileño, en boxers o pantalones muy cortos, sin camisetas y llenos de jabón, jugaban como niños mientras hacían el pequeño intento de no ensuciar más el lugar de lo que estaba. Sentí que comenzaba a desarrollar un trastorno obsesivo-compulsivo.

Dios, tragame tierra o tragatelos a ellos, no elegí estos compañeros de clase.

Firmo una hoja en una esquina que avisa que llegué a la labor social y participé, y estoy quitándome los lentes cuando me exalto.

—¡Llegó Narciso!— grita Elliot cómo loco encima de una baranda, y unos diez chicos corren a mí.

Es en ese momento en el que toda mi existencia pasa por mis ojos, mi vida entera se reproduce como un casette, sé que ha llegado mi fin, mi vida se ha terminado y sólo me espera detenerme a esperar que una luz salga del cielo y unas escaleras (espero eléctricas porque qué pereza subirlas) bajen por mí y mi estadía en el mundo termine.

O también que un montón de universitarios me quiten mi bolso y mis lentes, y me carguen entre ellos para luego tirarme en la piscina sucia por la fiesta que de seguro fue usada como cama de hotel una doscientas veces la noche anterior y que aparte tiene un líquido azul para piscinas sucias que manchará mi ropa de por vida y mi cuero cabelludo.

Hubiese preferido morir, pero bueno, supongo que seguiré siendo el mejor guerrero de Dios.

—¡Los odio!— grito cuando logro salir de la putrefacta piscina.

—Toma— dice Victorio, quien no participo en eso, dándome una toalla.

—Toma tu toalla— digo tirándosela, me doy la vuelta y tomo mi bolso literalmente saliendo del lugar.

No sé porque reaccioné así, pero ya no puedo voltear y decirle "fué de chill" porque no, él sabe que yo no bromeó nunca.

—Qué estúpido— susurro a mí mismo.

Ya, definitivamente terminaré sin amigos.

Seguramente Vic se estará preguntando que hizo, y por eso no me siguió, y es que no hizo nada, nada, no es mi culpa ser lindo y que se haya enamorado de mí. No, estoy siendo un tonto, él, mierda no puedo ni pensar en eso. Supongo que no escogemos de quien enamorarnos, justo ahora no quisiera amar a Arthur, no cuando lo estoy viendo junto a su novia.

No debería quedarme aquí en medio del pasillo, inmóvil, goteando el agua de la piscina para mirarlos sin pudor, pero lo hago, no quiero hacer otra cosa, quizá quiero que mi mente entienda que yo no soy ella.

Ella está abrazándolo, él está de lado, con rostro serio, tiene ropa casual, parece que irá a limpiar la piscina después de eso, aunque no entiendo porque ella está aquí, no hay visitas entre semana, o quizá es porque él es el príncipe. Ella se aleja del abrazo para darle un beso en los labios, siento algo en mi pecho, es un dolor leve, pero sé lo que es, se me ha roto el corazón de nuevo.

•••

Creo que ahora lo entiendo, ahora sé que es verdad, tienen razón la mayoría de las películas homosexuales, siempre estaba enojado porque terminaban mal, el chico moría, o era asesinado o simplemente no era gay. Y es que tienen toda la razón, nosotros no tenemos nuestro final feliz en la mayoría de las veces. Y yo era parte de esa mayoría.

Se suponía que en este punto de la historia yo debería estar siendo brutalmente follado por Arthur, y me debería estar diciendo que me ama y que daría todo por mí con tal de que mantuviera el secreto, entonces yo le diría que no quiero ser el secreto de nadie, pero él me diría "Sabes que sí lo harías" y es que sí, no soy como Simón, yo sí hubiese sido el secreto de Wilhelm. Estoy viviendo mi momento Young Royals, en carne y hueso, tienen que entenderlo.

Sí, quizá estoy obsesionado con Arthur, lo sé mientras estoy en pijama, comiendo helado aunque tenga un resfriado que mantiene mi nariz rosa, y estoy viendo las fotos de Arthur en mi pared, además de que ya me duelen los ojos de tanto llorar mientras escucho Lana del Rey.

Estoy más que obsesionado, me gusta, no me importa lo que diga Iván, yo lo sé porque lo siento, y sufro cuando está con otra, siento por él, y eso es lo que lo demuestra. La gente no llora por alguien que no le gusta mínimo.

Revisé mi laptop viendo un mensaje de Instagram de Vic de hace tres horas, preguntaba que me pasaba. Todavía a pesar de haber sido malo con él preguntaba sobre mí, Victorio es tan bueno que no pude responder, debía decírselo en persona.

Dejo el helado en mi mesita de noche y me pongo mis pantuflas saliendo de la cama, son las diez de la noche, sí, es tarde pero quiero hablar con alguien. Así que me pongo un abrigo y salgo de la habitación, cómo predigo no hay nadie por ahí, bajo las escaleras al piso de Victorio y camino abrazándome por el leve frío, me detengo frente a su habitación, y estoy por tocar hasta que lo escucho.

—Mierda— jadea alguien —Más... Sí, más fuerte.

Escucho algo chocar contra la pared, sé que es el sofá de Victorio porque suena así cuando nos sentamos, un nudo se forma en mi garganta.

—¡Sí, mierda, ahí!

—Joder, Zacharias...— gruñe Victorio.

Me alejo de la habitación de inmediato, alzó las cejas sin créemelo, ¿De verdad? ¿Cómo es posible? Apenas y sé que hablaron en clase está tarde y... Ya se estaban acostando.

Me regreso por mi camino sintiéndome extraño, no son celos, es más el saber que según estaba enamorado de mí y ahora estaba teniendo sexo con alguien que acababa de conocer, ahora me siento más alejado de él, porque puedo saber que yo no, no conozco a Victorio.

Nunca conocí a mi mejor amigo.

Continue Reading

You'll Also Like

55.4M 3M 26
TERCER LIBRO Jack Ross y el compromiso nunca se habían llevado bien. Cosa que, siendo sinceros, le había facilitado muchas situaciones en la vida. Si...
674K 29.2K 46
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
451 83 7
El amor es una de las únicas cosas que los humanos no pueden suprimir ni ignorar. Una vez que lo sientes, es tan inevitable como la muerte. ____ #72...
64.5K 12.1K 27
Hyunjin es el chico más guapo y coqueto de la preparatoria, Felix es un chico estudioso y el líder del club estudiantil. ¿Podrá Hyunjin lograr que Fé...