Lauren Pov
¿Que si estoy furiosa? Lo estoy y mucho, la estúpida de Dinah se pasó de dosis y eso ha hecho que mi pequeña durmiera por muchas horas, aunque he podido verla mientras a permanecido dormida, jamás pensé sentirme así y cometer alguna locura como está, es la primera vez que hago algo como esto, y sinceramente no me arrepiento pero tampoco soy una mala persona
El rostro de Camila era uno de terror, su miedo podía verlo en sus ojos marrones y tenía que controlarme, no quería que ella se asustara aún más o peor aún, que ella me viese como una mala persona
- Cristina, lleva comida para Camila, ya despertó y necesita comer - ella me miró y asintió de inmediato
- Ahora mismo
Dejé pasar unos minutos para después nuevamente volver a la habitación y comprobar que estuviera comiendo, y efectivamente estaba comiendo pero su mirada hacia mi era fría y llena de odio, sinceramente la entendía
- Sigue comiendo yo tengo que salir un momento pero volveré tan pronto como pueda - no dijo nada solo siguió comiendo callada y salí
Me lancé al sofá inhalando y exhalando con fuerza sin poder evitar sonreír al tenerla conmigo, después de dos largos años la tenía aquí junto a mí como siempre quise. Dejé el vaso de whisky a un lado y me levanté arreglando mi chaqueta para salir pero Dinah entró mirándome con sus cejas alzadas
- Parece que hice bien mi trabajo, alguien está muy feliz y el otro también - miró mi pene y rió
- Deja de decir estupideces
- No, tú no colaboras
Por más que Dinah se haya pasado de dosis no podría enojarme con ella por qué la quería como una hermana, ella siempre ha estado conmigo en todo momento y en cada caída de algún traicionero
- No sé si hice bien al traerla de esta manera - alzó sus cejas quitándome el vaso de alcohol de mis manos
- ¿Pasó algo? ¿Ya despertó? ¿Te golpeó? ¿Te trató feo?
- No me golpeó, pero no sabes cómo me miró - ella rió haciendo que la mirara molesta
- No creo que te felicite por haberla traído a dar un paseo - se burló y le pegue el brazo haciendo que se callara
Definitivamente no creo que este contenta al estar aquí, y menos cuando sepa que no dejaré que se vaya de mi lado, la quiero para mí, tampoco me he olvidado la cara de ese tal Henry, pero algo me dice que ya tendríamos una oportunidad para vernos y arreglar aquello, lo que si le dejaré bien claro que Camila es mía y solo mía
- ¿Estás segura de seguir con esto? Normani me advirtió que si la lastimas me dejara por un mes y yo no quiero estar sin mí novia durante un mes - realmente se veía preocupada
- ¿Tan mala me crees?
- No lo sé, por algo te conocen como la bestia ¿No? - rodé los ojos al escuchar aquel sobrenombre que mi madre me lo había puesto aquel día que deje inconsciente a dos hombres
- Lo soy pero si Camila sigue así de molesta no podré cogermela como quiero
- ¿Estás segura que solo quieres pasar el rato con ella? - no respondí y escuché como rió
- ¿De que te ríes?
- De ti de quién más
- ¿Acaso tengo la cara pintada de payasa? - pregunté seriamente y negó
- Nunca te quedas pensativa a una pregunta que te hacen Lauren, pero ahora no se qué te está pasando con esa niña
- ¿Tan vieja me ves?
- No eres vieja pero ni siquiera sabes si a ella le gustan las chicas
- ¡A mi no me importa si a ella le gustan o no! ¡Yo solo quiero que ella me quiera! - Dinah me miró sorprendida pero no sé burló
- Lauren, solo no olvides que ella es virgen y no es como aquellas mujeres que pagas para tener sexo ¿Entiendes eso?
- ¡Solo quiero llevármela a la cama y ya! - Dinah rió nuevamente, si no fuese mi mejor amiga la hubiese matado a golpes
- Si, espero que sigas diciendo lo mismo cuando entres en ella y a lolito le encante aquello - Dinah golpeó mi mejilla suavemente y salió soltando carcajadas
Solté un suspiro y mi celular sonó al recibir un mensaje de Dinah, la nueva mercancía llega en unas horas y tenemos que irnos ya. Salí del despacho y nuevamente entré con cuidado a su habitación, Camila dormía a un lado de la cama y sonreí, acerqué mi mano para acariciarla pero no pude, me detuve al temer que se despertara y me mirara mal
Tragué saliva al ver sus piernas, su abdomen y sus pechos, relamí mis labios al desearla
- ¿Como puedes ponerme tan mal Camila? - me levanté con la mirada hacia mi enorme erección, suspirando frustrada caminé hacia el baño para calmar esto antes de salir, no quería otra bromita de Dinah
Camila Pov
Al despertar lo primero que se me viene a la mente son Sofi y mi abuela, no me imagino lo preocupadas que deben de estar, ¿Por qué ella está haciendo todo esto? ¿Que quiere conmigo? La sirvienta me dijo que ella no es mala persona con las personas buenas, pero que se convertía en una bestia cuando le hacían enojar. Su consejo fue llevarme bien con ella y no llevarle la contraria, quizás no por ahora
Me importa una mierda quien sea esa estúpida mujer ella no sabe con quién se ha metido, si ella es una bestia cuando se enoja yo soy aún más bestia que ella, nadie hace enojar a Camila cabello
- Ya despertaste - Jesús y la virgen María, la mujer mayor estaba totalmente bañada y en boxer
Todos dicen que la perfección existe y yo justamente estoy viendo una delante de mi
- Que es lo que quieres conmigo, por qué me has traído aquí, quiero ir a casa, mi abuela y mi hermana están solas, déjame ir yo...
- ¡No! ¡Tú no te vas!
- ¡Entonces explicame por qué me has traído aquí por qué no entiendo nada! - su rostro se tornó rojo - ¡Mira, no se quién eres! ¡No se por que estás haciendo todo esto!
La muy desgraciada se quitó todo y quedó como niño pequeño, desvíe la mirada al sentir mis mejillas totalmente calientes, ¿es normal tener un pene tan grande?
Se metió a la cama e intenté alejarme pero me agarró con fuerza, intenté quitarla de encima pero ella tenía mucha más fuerza que yo, sus ojos me miraron tan lujuriosos como si de algún animal se tratase. Entonces fue ahí que reí al darme cuenta lo que ella verdaderamente quería, su rostro se tornó molestó y confundida
- Ahora entiendo por qué me has traído aquí - su mirada estaba en mis tetas. A quién engaño, esta chica es muy bonita pero es tan extraña
- ¿Y según tu a que te he traído? - maldita mujer su respiración lo podía sentir en mi oído - por qué te quedas callada pequeña - me apretó hacia ella sacando de mi un jadeo
- Quieres tenerme ¿no es así?
- ¿Y que si es así? - reí colocándome encima de ella, santo cielo, su enorme amigo estaba totalmente parado, en sus ojos verdes pude ver fuego
- Jamás me tendrás como tú quieres - mordí su oreja y me quite de ella
- ¡Tú no estás aquí para poner condiciones! - su mano apretó la mía con fuerza, estaba segura que mañana tendría marcas allí
- ¡Suéltame me estás haciendo daño! - bufó molesta y me soltó - tápate y déjame dormir tranquila - me volteé para dormir pero estaba segura que no podría, no podía dejar de pensar en mí abuela y en Sofi
- ¿No quieres tocar? - fruncí el ceño y rodó los ojos
- ¿Tan desesperada estás? Por qué no sales y te coges a una puta y así me dejas en paz, además me das asco
- ¿Te doy asco? - me agarró de las manos - veremos si sigues diciendo lo mismo después
- Suéltame
- ¡No!
- ¡Entiende que no te quiero! ¡Quiero ir a casa con las personas que si quiero!
- ¿Quieres verlo a el también? - ¿De quién estaba hablando?
- ¿Estás loca? No se que de hablas
- No vas a irte de aquí, este será tú nuevo hogar, junto a mí - mis ojos comenzaron a humedecerse, no quería estar lejos de las personas que quiero
- ¿Ah sí? Quién lo dice ¿tu?
- Lauren Jauregui te lo dice - me quedé en silencio, por primera vez me decía su nombre
- Pues nunca seré tuya Lauren Jauregui
- Pues tú nunca te irás de mi lado Camila cabello, no hasta que yo así lo decida
- ¿Tú no tienes familia? ¿Como estarías tú si alguien de tu familia estuviera desaparecida? Tengo familia que me estan esperando en casa, mi abuela y mi hermana pequeña, por favor, al menos déjame hablar con ellas y...
- No - dijo rápidamente - yo sabré cuando hablarás con ellas
- ¡Eres una estúpida asquerosa! ¡Y déjame sola! ¡No quiero verte!
- Tu te lo pierdes - salió de la cama y se cambió
No pude quitar a mis traicioneros ojos de ella mientras se cambiaba, la ropa negra le caía muy bien. Se echó perfume y salió de la habitación dejándome completamente sola, seguramente se iría a revolcar con alguna puta de la calle, pues le deseaba buen provecho, por qué a mí nunca me tendría..