BOXEA COMO PUEDAS (Completa)

By maitt99

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Ryan se encuentra en una encrucijada al dejar entrar en su vida a una boxeadora que le tiene loco. Su forma... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4 - Mala idea.
Capitulo 5 - Palabras ocultas.
Capitulo 6 - Sorpresa inesperada.
Capitulo 7 - Can't hold us
AVISO 囧
Capítulo 8 - Un pedacito de cielo.
Capítulo 9- Mal vamos.
Capítulo 10 - Presentaciones.
Capitulo 11- Conversación extraña.
Capítulo 12- AY.MADRE.MIA
Capitulo 13- Extraño a Ryan.
Capítulo 14- Ya está, decidido. La beso.
Capítulo 15- Quiero que lo hagas.
Capítulo 16- Estás preciosa.
Capítulo 17- Esto... escucha Ray-Ray.
Capítulo 18- Más fuerte... por favor.
Capítulo 19- Yo nunca podría odiarte...
Capítulo 20- Tío, cállate ya...
Capítulo 21- Carretera Ryan, carretera.
Capítulo 22 - Tengo mucho sueño.
Capítulo 23- De ti nunca tendré suficiente.
No ilusiones por favor.
Capítulo 24 - ¿Y esto?
Capítulo 25- ¿Te estás divirtiendo ya?
Capítulo 26- ¡Pero qué me está pasando!
Capitulo 1- ¿Qué os parece?
Capítulo 27- ¿Puedes besarme?
Capítulo 28 - ¡JODER!
Capítulo 29- No entiendo de qué estás hablando.
Capítulo 30- ¿Quieres que mienta?
Capítulo 31- Oblígame
Capítulo 33 - ¿Tú estás mejor?
Capítulo 34 - Ya es hora.
Capítulo 35 - No sé, no sé.
Capítulo 36 - Asaltacunas.
Capítulo 37 - Calzonazos.
Capítulo 38 - ¿No crees?
CAPÍTULO 39 - Sayonara Baby
Capítulo 40 - EH!.
Capítulo 41 - Cuarenta y ocho horas.
Capítulo 42 - Le he fallado.
Capítulo 43 - Holly...
Capítulo 44 - ¿Estás loca?
Capitulo 45- ¿Qué cojones...?
Capitulo 46 - Esta preciosidad...
Capitulo 44 - Tampoco...
Capítulo 45 - Estoy aquí pequeña (parte 1)
Capítulo 45 - (parte 2)
EPILOGO
Nota: ¿Qué os parece?
ATENCION
Bullying Stops Here

Capítulo 32 - ...eso es lo que pasa.

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By maitt99

CAPITULO 32

Sus palabras me dejan realmente asombrada. No puedo creer que haya dicho eso. Quiero decir ahora, tan pronto. No me esperaba para nada que tuviera esos sentimientos tan profundos hacia mí, mucho menos siendo un hombre.

Ahora sí que se ha vuelto una escena vergonzosa. Yo aquí completamente desnuda, mientras él está esperando algún movimiento por mi parte. Está claro que ha movido ficha, ¡y tanto!

Entonces ahora me toca a mí.

-Ryan... - no me salen las palabras, no sé cómo explicarle mis sentimientos, cómo decirle todo lo que siento por él sin parecer una cursi redomada.

-Mierda. - niega con la cabeza y da un paso hacia atrás pasando su mirada por cualquier lado de la habitación.

-Ey. - me acerco a él y le acarro del cuello para que me mire. Me parece a mí que no lo ha entendido todavía.

-¿Qué?

-Te quiero. - y con esas dos palabras, siento como un enorme tonel se soltara de mi pecho y me sintiera mucho más ligera. Y creo que él tiene esa misma sensación pues su cara vuelve a coger color y sus ojos brillan con la misma intensidad que lo hacían antes.

-Joder nena, me habías asustado. - vuelve a acercarse y me abraza a la vez que me besa. No es un beso largo, pero sé lo que quiere transmitirme con él.

-¿Podemos volver al tema en cuestión? -pregunto con la cabeza agachada pero mirándole a los ojos a través de mis largas pestañas. Es una mirada que nunca falla con él, como bien dijo Donny, no puede negarme nada cuando le miro así y ahora mismo esto es algo que no puedo permitir que me niegue, que nos niegue.

-¡Vaya! Me parece a mí que te estás volviendo una pervertida. Solo quieres corromperme y yo soy una persona muy pura Mia, no juegues conmigo a estas cosas porque... -no le dejo terminar y comienzo a quitarle la camiseta por la cabeza. Veo que capta la indirecta y se calla al momento ayudándome.

Una vez la camiseta está fuera, vuelve a cogerme en brazos y yo enrollo mis piernas en su cintura, esta vez no me sujeta como antes, pero no descarto esa caricia para después. Me tumba en la cama con él encima y junta sus labios con los míos. No puedo evitar bajar la mano por su pecho, igual que él no puede evitar subir la mano desde mi rodilla hasta el lugar que yo quería.

Corto el beso para seguir por su cuello y noto que él se deja hacer mientras poco a poco pierde el control aferrándose más fuerte a mi cuerpo. Mi mano tímida baja hasta la cinturilla de su pantalón y tras unos segundos jugueteando con el botón y la cremallera, lo bajo y mi mano sigue su camino dentro, curiosa por lo que se puede encontrar.

-Mia... - oigo quejarse a Ryan, pero no le escucho. Sigo mi tortura con los labios en su cuello y mi mano adentrándose en la tierra prometida.

Por más segura que parezca, no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo. Simplemente me dejo llevar y hago lo que quiero hacer. Y ahora mismo quiero tocarle, por todas partes si es posible y como parece que mando yo en estos momentos, no creo que dure mucho pues Ryan parece estar a punto de perder la compostura otra vez, voy a hacer lo que me plazca.

Lo que siento en mi mano es sin duda alguna mucho más grande de lo que esperaba. Y no solo grande en el sentido de largo, sino grande en el sentido de GRANDE por completo.

Saco la mano rápidamente y me quedo helada.

Oh no, eso no ayuda.

Ryan lo nota y se aparta un poco de mí impulsándose con los brazos. Su respiración es profunda y veo una levísima capa de sudor en su frente. Dios cómo me pone verle así, pero ahora mismo estoy algo cortada y muy nerviosa.

-¿Qué pasa?

No contesto, solo trago saliva y después de mirarle a los ojos miro hacia otro lado de la habitación. ¿Por qué no puedo seguir con esto y ya está?

-Mia... ¿Qué pasa? - me acaricia el óvalo de la cara y por más que lo intente ignorar, no puedo evitar serenarme un poco.

Le miro a los ojos y veo su ceño fruncido. No quiero que esto acabe mal por mi culpa.

-Nada, perdona sigue. - carraspeo y me coloco mejor debajo suyo pero él no se mueve.

-En serio, no pasa nada sigue.

-Para empezar, no era yo el que estaba haciendo algo, así que la que tendría que seguir eres tú - lo dice con un tono de burla y una sonrisa en la cara que no hace más que divertirme - y para acabar, creo que nos vamos conociendo y sé que te pasa algo así que por favor, ¿puedes decírmelo para que así pueda volver a perder la cabeza como lo estaba haciendo minutos antes?

Me río y él parece agradecerlo. Pero ahora me da vergüenza decírselo.

-Vamos nena, no te vuelvas tímida ahora, no es el momento. - me susurra acercándose a mi boca.

Vale, respiro hondo y señalo con el dedo hacia abajo.

-Bien, eso de ahí abajo es el problema. ¿Contento?

Sigue mi la dirección de mi dedo y se queda ahí mirando unos segundos. Después de lo que parecen años, vuelve a subir la mirada y tiene una sonrisa de idiota dibujada en la cara.

-Yo lo veo todo perfecto por ahí abajo.

Tardo una decima de segundo en comprenderlo. No estaba mirando hacia abajo para mirarse a él, sino a mí que como esta ya claro, estoy desnuda.

-¡Mierda! - Bajo las manos y me tapo como puedo de una manera inútil. Él solo se ríe y agarra mis manos por encima de mi cabeza.

-Sigo sin entender el problema.

Quiere que se lo diga, es un capullo y está obligándome a decírselo para que me muera de vergüenza.

¡Pues no lo voy a decir!

-Vamos nena, dímelo. - baja la cabeza y juguetea con el lóbulo de mi oreja, lo masajea con su lengua y después de un tirón, lo muerde y yo me derrito. Me derrito y claudico.

-Eres muy grande Ray, ese es el problema.

Levanta la cabeza y me mira, pero para mi sorpresa no con una sonrisa arrogante, sino con una comprensiva.

-No todo es lo que parece.

-¡Oh vamos! Me vas a decir que entonces llevas relleno en los calzoncillos.

Se echa a reír y no puedo evitar hacerlo yo también.

-No, no llevo relleno. Solo quiero que entiendas que ni yo soy tan grande ni tú tan...

-¿Tan qué?

Se lame los labios y me susurra al oído.

-Ni tú tan cerrada.

Trago saliva.

-Entiendo.

-Ahora, si no quieres seguir lo entiendo, pero entonces tendré que irme porque necesito descargar tensiones.

-¡No! No te vayas, yo puedo hacerlo. - le suplico como una estúpida. Quiero hacerlo, pero me pongo nerviosa. Supongo que es algo normal en toda mujer.

-No iba a irme Mia - me sonríe de lado - era una broma. Pero lo digo en serio, no tiene que ser hoy.

-Quiero hacerlo - vuelvo a colocarme debajo de él y le empujo del cuello para que se acerque a mi boca - es solo que no tuve una buena experiencia y tengo miedo de que se repita lo mismo.

Ya está, ya se lo he soltado y espero que ahora lo comprenda. Nunca hablo de ello, porque para mí es como si no hubiera pasado, pero necesitaba saberlo para entenderme.

Frunce el ceño y me mira a los ojos pidiéndome que me explique.

-No me gusta hablar de ello Ryan, simplemente fue un error y para no ocurrió así que no hay más que contar.

-Te hizo daño y piensas que conmigo te pasará lo mismo.

Afirma lo que no le he dicho, pero está claro que me conoce mejor a yo misma.

Asiento y se agacha para darme un beso.

-Entonces... ¿qué quieres hacer?

-Quiero seguir por dónde íbamos, pero quiero que me guíes tú. No tengo mucha experiencia.

-¿Y qué te hace pensar que yo sí? - abre los ojos haciéndome reír.

-La tienes.

-Bien, pues empezaremos por quitarme los pantalones. - hace ademán de levantarse, pero le paro y bajo las manos para quitárselo yo. Esta vez meto las manos por detrás y le bajo el pantalón aprovechando la oportunidad de tocar un poco, ahora entiendo esa manía que tienen los hombres por los culos, en serio tiene uno increíble. Cuando el pantalón le llega por las rodillas, sigo bajándoselos con los pies y mientras tanto, mi boca juega con la suya provocándole un poco.

-¿Estás segura de no tener experiencia? - me susurra a centímetros de la boca. Sube la mano y con delicadeza la pasa por el valle que forman mis pechos, no me mira, pero sé lo que quiere.

-Muy segura. ¿Siguiente paso?

-Tú eres el siguiente paso. - baja la cabeza y junta nuestras bocas. A primera vista el beso parece como los otros, pero no tardo en descubrir que el chico que me besa ahora no es Ryan el tranquilo, es el que pierde el control. El Ryan que tanto estaba esperando.

Sus manos vuelven a aterrizar en el valle de mis pechos, pero esta vez, cuando pasa por ellos, se queda en un y lo acaricia, lo agarra y para mi sorpresa tira de uno de mis pezones haciéndome gemir. Es una sensación realmente nueva para mí, no duele, en cambio me hace sentir bien.

Cuando termina el beso me mira, y tras sonreírme baja la cabeza y lo que hacía con la mano instantes antes, ahora lo hace con la boca. Tira de mi pezón con los dientes provocándome sacudidas y no puedo evitar retorcerme debajo de él.

Automáticamente mis manos viajan a su cabeza y tiro de su pelo sin piedad. Deja mi pezón y vuelve a besarme. Estoy totalmente cubierta por él. Una de sus manos me agarran del muslo para mantenerme donde quiere, la otra juega con mi otro pecho y su boca devora la mía. No podría estar disfrutando más.

-Mia...nena... - deja mi boca y me mira con una expresión de angustia, no lo entiendo hasta que miro hacia abajo. En serio tiene un buen problema.

Bajo la mano y muy segura de mi misma la introduzco en sus calzoncillos, pero esta vez no la aparto. Por más que siento lo grande y duro que está, no solo pienso en eso, sino que también reconozco que me siento orgullosa de haber provocado esto en él.

Le acaricio como puedo, pero hay tan poco espacio ahí dentro que al final, la saco de sus calzoncillos y ahí puedo verlo bien, en todo su esplendor.

Madre del amor hermoso.

Respiro hondo y recupero la compostura. Le miro a los ojos que están oscurecidos por el placer y juntos nuestros labios de nuevo, mientras con la mano le acaricio de la única manera que sé.

-Para. - se aleja de mi boca y agarra mi mano.

-¿Qué?

-Lo siento nena, pero ya no puedo más. - se quita los calzoncillos de un tirón y vuelve a acostarse encima de mí. Va directo a mis pechos y tras unos segundos en los que no deja de estrujarlos y morderlos, pierdo la cabeza y creo sentirme igual que él.

-Ryan...

-Ya voy. - me agarra de los muslos y me mira a los ojos acercando su cara a la mía.

¡Oh Dios mío vamos a hacerlo!

Está a punto de entrarme la risa cuando siento el cuerpo de Ryan tensarse y a continuación sentir el mío también. Echo la cabeza hacia atrás y la mano de Ryan va directa a mi cuello para que le mire.

-Mírame Mia. - y eso hago, le miro en todo momento hasta que de un empujón, siento que mi cuerpo está completo y cierro los ojos respirando hondo.

Ryan se queda quieto. Por un momento pienso que ha terminado, pero eso es imposible, ni siquiera lo he sentido. Levanta la cabeza y me mira fijamente, otra vez con una pregunta en los ojos.

-Estoy bien. - susurro.

-Sé que lo estás - sonríe - solo quería oírlo.

Agarra mis manos que le sujetan la espalda y se las lleva hasta mi cabeza para sujetarme.

-¿Sigo?

-¿Es broma no? Claro. - ni siquiera pienso en lo que digo hasta que lo suelto. Él se ríe, pero es que esa pregunta es ridícula en un momento como este.

Retrocede y con él la invasión que siento en mi interior, pero tan rápido como se va, vuelve y esta vez la sensación es mil veces mejor que la primera y cuando vuelve a hacer lo mismo, es un millón de veces mejor.

¡Dios mío! Y yo he vivido sin esto tanto tiempo.

Mis gemidos se hacen presentes y por mucho que intente controlarlos, no puedo. A Ryan parecen provocarle alguna especie de locura porque cuanto más gimo, más gruñe él. Creo que es como un círculo vicioso. Yo gimo porque él gruñe y el gruñe porque yo gimo.

-Ryan. - no tengo nada que decir, simplemente quiero decir su nombre.

Me besa con fuerza y mientras sigue entrando y saliendo de mi interior me mira a los ojos como nunca nadie me ha mirado antes.

-Dilo otra vez.

Entra y sale sin piedad, cada vez más rápido.

-Dilo. - me embiste con fuerza haciéndome gritar una y otra vez hasta que lo digo.

-¡Ryan!

-Eso eso cielo, eso es. - y vuelve a besarme.

Como puedo enrollo mis piernas en su cintura y las aprieto hasta que me duelen. La sensación de que algo está creciendo y creciendo en mi interior como una bomba que está a punto de estallar, no me deja pensar con claridad. Y Ryan no parece tampoco muy cuerdo que digamos.

-No puedo más Mia. - esconde la cabeza en mi cuello y gruñe todo lo alto que puede.

-Yo tampoco. - y con esas últimas palabras, los dos caemos del abismo de placer y gritamos juntos.

Mentía antes al decir que no podría estar disfrutándolo más. Ahora sí que ya no podría.

Ryan cae sobre mí y yo relajo mis piernas, pero aún las mantengo enrolladas.

Nos quedamos en silencio unos minutos, dejando que nuestras respiraciones se compasen y que nuestras mentes analicen todo lo que acaba de pasar. Cuando creo que Ryan se ha quedado dormido, suelta mis manos y me enrolla la cintura con las suyas para darme la vuelta y así estar encima suyo.

Me mira a los ojos y yo me apoyo en su pecho con la cabeza alzada para poder verle mejor. Es una sorpresa para mí no estar sonrojada o avergonzada por lo que acabamos de hacer, pero me encanta ver la sonrisa de felicidad que invade su rostro.

-¿Estás bien? - me acaricia la cara y yo aprovecho para apoyarme en su caricia cerrando los ojos.

-Muy bien.

-¿De verdad? - me atrae hacia sí mismo para tener mi boca más cerca y ajusta su agarre en mi cintura.

-De verdad. Aunque...

-¿Qué? - su tranquilidad desaparece y yo tengo que hacer un gran esfuerzo por no reírme.

Acerco mi boca a la suya y le digo mirándola antes de besarle:

-Todavía podríamos mejorarlo, ya sabes... practicando.

Suspira de alivio y cierra los ojos respondiendo a mi beso.

-¿Sabes que te quiero verdad? - repite las mismas palabras de antes y no hacen más que asombrarme de nuevo.

-¿Es tan raro que me guste oírtelo decir? - apoyo la cabeza en su pecho y cierro los ojos estrechándole por la cintura.

-No. Pero ve acostumbrándote. Soy un tipo muy cariñoso cuando me lo propongo, podría decir que incluso empalagoso.

-No creo que eso sea un problema. Pero no te cortes en perder el control. También me gusta verte así.

Se ríe y me besa la cabeza.

-Sí, ya me he dado cuenta de ello.

Nos quedamos en silencio una vez más. Este ha sido un gran día después de todo y parecerá ridículo decirlo ahora pero... me duele la rodilla un huevo de la caída en el baño y mientras la miro noto que comienza a salirme un enorme moratón. Maldita sea.

Me descubro mirando también a Ryan. Bueno no a él exactamente. A esa parte de su cuerpo que tanto me ha hecho disfrutar. Genial, empiezo a verle lo interesante a dicho asunto. Tal vez me vuelva adicta al sexo si siempre es así.

Por un momento, me fijo bien y mis ojos se abren como platos al darme cuenta de lo estúpida que he sido.

-¡Mierda, mierda, mierda! - me levanta de la cama con la cara blanca y las manos en la cabeza. Ahora mismo no me importa estar desnuda y paseándome por la habitación como una loca.

-Mia, ¿qué pasa? - se levanta de la cama para acercarse a mí. Yo sigo mirando a la cama.

-Joder...

-Mia, me estás acojonando ¿qué pasa?

-¡¿Que qué pasa? ¿Qué va a pasar Ryan? - le grito perdiendo los papeles. ¿Cómo no me he dado cuenta antes?

-¡Joder Mia! - Me agarra de los hombros y me obliga a mirarle - ¿Qué coño pasa?

-Él condón Ryan, eso es lo que pasa.

------------

Uy jeje, la gomito Ryan la gomita.

El paragüitas del amor no ha estado muy presente hoy pero bueno.

A ver que pasa.

Este cap se lo dedico a @Romme_Lee

Bessotees bessotossos!!

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