Las agujas del reloj se movían en sintonía cuando Hoseok se acomodó sobre las piernas de Taehyung en el sofá de la casa. Este no protestó, acostumbrado ya a tener al chico cerca, incluso le hubiera parecido raro ir al salón y no verlo intentando descifrar sus libros mientras algunos vinilos sonaban. Hasta la música del castaño era ya una rutina que le agradaba. Tantos clásicos del rock recorriendo cada rincón de la casa, casi parecía un hogar y no un simple piso en el que pasar la noche.
El ambiente era cálido cuando atravesaba la puerta de la entrada cada día, pero aun así el peli negro deseaba tener su soledad de vuelta, no al completo, solo un poco de intimidad de vez en cuando. No le gustaba tener que evitar ciertas cosas solo por miedo a molestar a sus nuevos compañeros. Por supuesto que odiaba que las facturas aumentaran al ser tres consumiendo agua y electricidad. Sus padres no tardarían en notarlo. Podían pagar por él, pero dudaba que lo hicieran por dos personas más. Si se quedaban se vería en la necesidad de buscar un trabajo a media jornada. Uno de verdad en lugar de uno basado en peleas callejeras.
- Tae- comentó levantándose repentinamente nervioso, sus manos temblaban y el chico suicida tuvo miedo de que la ansiedad empezara a invadir al fatalista. No le gustaba verlo tan débil y necesitado de ayuda. Cuando Hoseok estaba roto podían pasar días antes de que su mente se calmase- Necesito decirte algo, pero quiero que me dejes acabar de hablar antes de tomar una decisión o arrastrarme fuera de tu casa.
Taehyung se tensó sin saber qué esperar. Aunque últimamente lo intentaba a consciencia no lograba leer los ojos de Seok. Cuando creía que el chico iba a decir blanco lo sorprendía con negro. Su personalidad era contradictoria, eso lo atraía como la miel a las abejas, lo motivaba a intentar entenderlo.
- ¿Qué sucede?- preguntó tirando del jersey gris que Hoseok llevaba para incentivarlo a que volviera a posar la cabeza sobre sus piernas. A Taehyung le gustaba poder observar cada detalle de su cara cuando se acomodaba sobre él de esa forma- pareces tenso.
Hoseok cedió a la insistencia de Taehyung y con la cabeza sobre las piernas de este de nuevo miró hacia arriba. Topándose con sus ojos, su mente estaba inquieta, todo su cuerpo lo demostraba en consecuencia.
- Yo...- Taehyung acariciaba los mechones de su flequillo que estaban en su frente, algunos de ellos colocándose sobre sus ojos y rayando su vista en color marrón. Eso lo desconcentró un poco- creo que no puedo seguir con esto...
- ¿A qué te refieres?- preguntó, pero su atención se centraba más en su cabello lacio, brillante y con olor a vainilla que en sus palabras. Algunas cosas, aspectos o características de Seok le encantaban, eso era extraño porque tendía a ver defectos y no virtudes en todo aquel que se le acercaba.
- Dijiste que me permitirías terminar antes de comentar algo- un suspiro se escapó de los labios de Taehyung antes de asentir, ahora más atento- no puedo seguir fingiendo que soy tu amigo y que no me afecte que follemos para que después encuentres a otros hombres o mujeres con los que puedas irte a la cama- Taehyung frunció el ceño y el contrario lo tomó como la señal para apartarse. Se sentó en el sofá a su lado. Aún cerca, pero no tanto como antes- No sé bien cuando empecé a sentir celos o a quererte, al principio solo sentía mucha atracción. Creí que por eso pensaba en ti a todas horas. Jimin me avisó, él me conoce lo suficiente como para saber que me enamoro con facilidad. Basta con que me hagan un poco de caso...- el peli negro no dijo nada, no lo interrumpió, pero sabía que lo haría en el momento en que Hoseok terminara de hablar- Me gustas. Realmente me gustaría empezar una relación contigo... no tienes que contestarme ahora, puedes tomarte un tiempo para pensarlo.
- No.- el temblor en las manos del castaño aumentó y bajó la cabeza avergonzado- No puedes pedirme eso. No quiero una jodida relación de pareja. Te dejé claro que solo sería sexo y amistad. Ambos lo supimos desde la primera vez que lo hicimos. Estoy feliz con la vida que tengo, una relación solo complicaría todo. Ya lo he intentado más veces, Hoseok. Piensas que le podrás ser fiel a esa persona, te engañas diciéndote que la quieres, pero después de unos meses estás aburrido. Necesitas la variedad que te pone ante los ojo la vida. Una relación es como la cárcel. Soy feliz como soy.
- ¿En serio?- la voz de Hoseok estaba repleta de ironía- yo diría que tu vida de feliz no tiene nada. ¿Qué hay de felicidad en pasearte por las camas de todo aquel que te parece atractivo? Placentera es una palabra que se adecúa mejor, pero feliz...
- ¡No quiero una relación y menos contigo!- solo al ver la cara de Hoseok crispándose, percibió lo mal que sonaron sus palabras. Él se refería a que lo lastimaría y quería mantenerlo a su lado, como un buen amigo. No quería perder a otra persona por sus actos egoístas, pero no pudo explicarse, el fatalista no le dio oportunidad. Definitivamente tenía que aprender a tomarse unos segundos de reflexión antes de hablar.
- Oh, mierda ¿Cómo pude pensar que eras diferente al resto de personas que he conocido? Esa mierda barata acerca de que mis miedos no te importan y que me ayudarías a superarlos. Que te gusto tal y como soy. Que no juzgas- dijo riendo con pena- seguro que te has divertido mucho viendo cómo me lo creía. Si hasta me he empezado a enamorar de ti solo por culpa de tus palabras. Soy un idiota. Palabras. Eso me bastó, ni siquiera actos.
Taehyung intentó acercarse para abrazarlo, pero Hoseok se apartó por inercia. Como dos imanes de polos iguales repeliéndose. El por qué el peli negro conocía todos los trucos necesarios para llevar al fatalista a un estado de tranquilidad era algo que ni él mismo comprendía. Supuso que tras la convivencia con este y su hermano fue captando lo que Jimin hacía cuando Hoseok se encontraba mal anímicamente, memorizó los pasos o técnicas sin pretenderlo, pero aún se quedaba estático cuando algo no le funcionaba.
Era como esos adolescentes que se aprendían un problema matemático con ciertos números a la perfección, pero que entraban en pánico si solo una cifra era cambiada durante el examen. Ejemplo, teoría y práctica. Tres cosas muy diferentes.
- No quise decir eso. Me has malinterpretado- optó por hablar.
- Estoy seguro de que quisiste decir exactamente eso, eres tú el que cree fielmente en que el ser humano es un animal de instintos, cuando está enfadado dice lo que en otras ocasiones se callaría, tú mismo me lo explicaste- Hoseok hizo una pausa esperando alguna respuesta del contrario, pero no hubo nada- de todas formas, no te preocupes, Jimin y yo hemos encontrado un departamento pasable en la zona universitaria. Ya no tendrás que soportarnos más quitándote la soledad que tanto amas- el peli negro sintió como un dolor le aprisionaba el pecho. No supo descifrar qué le pasaba, jamás se había sentido de esa manera, ni siquiera lograba mirarlo a los ojos. Quería hablar, sin embargo, las palabras no se formaban en su cerebro- Siento haberlo jodido. Probablemente si me hubiera callado aún podríamos seguir siendo amigos. Te aprecio, me gustaría que lo recordaras.
Taehyung se acercó a Hoseok de nuevo, esta vez impidiéndole apartarse.
- Que no te quiera como pareja no significa que no te quiera como amigo. ¿A qué juegas? ¿intentas que suplique que te quedes y que te diga que me he acostumbrado tanto a tu presencia que ya no podría ser feliz sin verte cuando entro por la puerta de la casa? ¿o que me encanta cenar contigo y Jimin todas las noches hablando sobre cualquier tontería que nos haga gracia? ¿pretendes forzarme a quererte como algo más diciendo que te vas de esta casa? sabes que nunca haré eso, yo no me enamoro. Así que deja esta estupidez.
- Pensé que me conocías un poco después de estos meses, pero al parecer ni te acercas a saber quién o cómo soy. Yo no jugaría contigo a algo tan peligroso porque me acabaría lastimando a mí mismo.
Taehyung no sabía qué hacer. Quería que Hoseok y Jimin se quedaran con él, pero las palabras correctas no salían de su boca. Su orgullo lo estaba aprisionando contra la pared. Pensaba una cosa, no obstante, decía todo lo contrario. Miró al castaño dudoso, vio sus ojos cristalizados. Pensó que si hubiera sido otra persona la que lo pusiese de esa forma él le habría roto cada hueso del cuerpo. ¿Por qué no podía abrir la boca para suplicarle? ¿por qué las palabras no salían? Estaba a punto de perder a su amigo y eso lo aterrorizaba. Las personas siempre terminaban escabulléndose de su vida. ¿Qué sería de él si Namjoon también se cansaba? Sin Hoseok, Jimin y Namjoon se quedaría solo. Literalmente. Y no de la forma en la que le gustaba, no solo para poder caminar desnudo por su casa, no solo para poder subir a su habitación a cualquier hombre o mujer que le atrajese.
- Simplemente deja esa idea de irte... es imposible que encuentres un lugar decente en la zona universitaria a esta altura del año- el aliento quemaba en su boca. Le estaba costado mantenerse tranquilo.
Hoseok se levantó y miró a Taehyung antes de darle la espalda.
- Nunca he necesitado mucho. Estoy acostumbrado a la miseria. Es tiempo de volver a mi vida, me he engañado demasiado pensando que quizás alguien como tú podría quererme. Eres precioso, valiente y te gustan los desafíos. Supongo que vi en ti todo lo que quiero ser- Hoseok se encaminó hacia su cuarto sin escuchar su respuesta.
Taehyung no dijo nada, al fin y al cabo. No había nada que pudiera decir. Incluso aunque mentalmente le estuviera gritando mil cosas. Detestaba que el castaño se menosprecie ¿acaso no veía lo perfecto que era? Empezar una relación con alguien como Hoseok no era justo. Le destrozaría la vida sin pretenderlo. Aunque le encantase tenerlo en su cama al final siempre lo echaba porque amaba dormir sin nadie a su lado. Podía besarlo durante horas, pero llegaba un momento en que si no había sexo esos besos eran aburridos para él. Taehyung deseaba un amigo con derechos, no un novio. Era un egoísta. Siempre lo había sido.
Ni siquiera reaccionó cuando Jimin entró por la puerta y le preguntó por qué su hermano estaba encerrado en la habitación haciendo las maletas. Tampoco lo hizo cuando vio cómo los dos hermanos llenaban el coche del bailarín de pertenencias. Lo cierto es que una pequeña parte de él se alegraba de recuperar su casa e intimidad mientras que la otra no dejaba de pensar en que una vez más estaba apartando de su vida a una persona que merecía la pena.
- Taehyung- levantó la cabeza cuando Jimin se acercó- Hoseok y yo queremos darte las gracias. Si no fuera por ti habríamos acabado en la calle. Aún quedan algunas cosas en la habitación, pero prometo regresar mañana tras mis clases para recogerlas y limpiar el cuarto- el peli negro asintió sin saber bien qué decir. Agradeció que Jimin le regalase una sonrisa cálida- diga lo que diga Hobi sé que no se mantendrá apartado de ti durante mucho tiempo. No olvides nuestras reuniones en el bar todas las semanas. Namjoon y tú se han convertido en una parte importante de nuestras vidas. Antes éramos solo nosotros dos, a él le encanta poder conversar de vez en cuando con otras personas sin el miedo de ser juzgado, pero supongo que eso ya lo sabes, lo conoces bien.
- ¿Los dejarán entrar hoy a ese piso?- preguntó siendo consciente de lo repentina que esa mudanza resultaría incluso para el dueño del lugar que planeaban alquilar.
- Sí, llamamos ayer para saber cuándo podríamos mudarnos y mencionó que ya estaba todo listo, dijo que fuéramos por las llaves cuando quisiéramos. En principio planeábamos quedarnos aquí una semana más, pero... bueno, Hoseok parece afectado por su discusión.
- Él me entendió mal- el peli gris suspiró en alto. Su hermano estaba mal por Taehyung y le daba igual si este tenía la culpa o no- dile de mi parte que no quería lastimarlo con mis palabras, por favor.
- Lo haré- Jimin se acercó para darle un corto abrazo de despedida- Esta es nuestra nueva dirección. Por si alguna vez te planteas reconocer lo que sientes.
- ¿A qué te refieres?- preguntó poniéndose de pie y resguardando sus manos en los bolsillos de su pantalón. Estaba nervioso.
- ¿Realmente necesitas que lo explique?- el más bajito era un buen observador, sabía que a Taehyung si le importaba Hoseok de la misma forma que sabía que el orgullo de ambos pesaba más que cualquier otra cosa en esa casa.
- No. Creo que te he entendido- Jimin asintió y el peli negro lo acompañó hacia la entrada, desde donde pudo observar a Hoseok a varios pasos del coche, mirando el vehículo como si fuera un animal salvaje y peligroso. Por alguna razón una sonrisa melancólica se abrió paso en las facciones de su cara- Cuida de él y no olvides cuidarte a ti mismo en el proceso.
- Lo haré, Taehyung. Tú empieza a pensar en el futuro a cambio. Esa mierda de vivir el presente está bien para los que tienen toneladas de dinero, pero no para la gente como nosotros. Soñar está bien cuando tus pies tocan el suelo mientras lo haces.
El peli negro asintió. Sabía que Jimin tenía razón, al igual que las mil personas que le habían dicho eso en su vida. Sin embargo, en sus planes no entraba el hacerse con un novio formal, un trabajo o en resumen una vida aburrida, monótona y con cada día planeado en una agenda. Observó el auto arrancar, movió la mano en el aire recibiendo en respuesta el sonido del claxon y después volvió a entrar en su ahora tremendamente silenciosa casa. Notó el vacío envolverlo cuando se quedó solo en un dúplex que parecía, en ese momento, más grande y desierto que nunca. Se permitió dejar escapar un sollozo. De repente llorar parecía una idea que su cuerpo no desechaba. Estaba solo de nuevo y aunque la soledad le encantaba esta vez no la había elegido él, más bien había llegado en consecuencia de sus actos. Otras dos personas que admiraba y respetaba se sumaban a su lista de abandonos forzosos. Nadie se quedaba demasiado tiempo en su vida. Eso comenzaba a causar una sensación dolorosa en su pecho.
(...)
- Hobi- Jimin posó su mano sobre el hombro de su amigo- cuéntame qué fue lo que pasó.
El peli gris se dejó caer sobre uno de los sofás del roñoso piso, el dueño no había mentido, la casa estaba preparada... pero lo cierto es que no tenía demasiados muebles. Por no hablar de las inexistentes camas, al menos esa noche la pasarían durmiendo sobre los finos colchones de los sillones de la sala de estar.
- Ya te lo dije- respondió Hoseok intentando evitar el interrogatorio de su amigo- le dije que me gusta en un aspecto romántico, yo a él no le gusto y en consecuencia decidí que era un buen momento para mudarnos.
Jimin frunció el ceño. Era imposible que su amigo decidiera marcharse así, de repente, sin planear bien las cosas y dejando atrás totalmente al chico que desde hace un tiempo tanto le gustaba. Tal vez desde que lo conoció en esa terapia.
- Cuéntamelo todo- insistió levantándose y persiguiendo al contrario por el pequeño departamento.
- Le dije que pensara en la idea de una relación conmigo y dijo algo similar a "No quiero una relación y menos contigo". Todo este tiempo ha intentado hacerme creer que valgo la pena o que soy perfecto tal y como soy, pero con esas palabras ha conseguido que me sienta realmente mal. Estoy lleno de problemas, no es extraño que alguien quiera librarse de mí. Ni siquiera sé cómo me atreví a preguntarle. Ahora tengo tanta vergüenza que no puedo mirarlo a la cara sin sentirme un estúpido.
Jimin suspiró audiblemente. Definitivamente ninguno de los dos tenía suerte en el amor. Primero él enamorándose de Yoongi, obteniendo el rechazo total de este y ahora Hobi sufriendo porque Taehyung nunca se sumiría en una relación.
- Vamos a intentar descansar de amores imposibles por unos meses. Años si quieres- Hoseok sonrió ante las palabras del peli gris- Nos iba bien cuando éramos solo nosotros dos. Teníamos nuestras caídas, pero nos levantábamos con facilidad.
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Skr💜💜