Sweater weather
Suzuki Kaori era un gran fan del voleibol, o quizá la verdad es que esa era una total mentira
Suzuki Kaori le gustaba el voleibol, es verdad, pero la causa de ello era su gran fanatismo por el capitán del equipo de voleibol de la escuela Nekoma. ¿Dije fanatismo? Me corrijo, quise decir amor.
Kaori estaba perdidamente enamorada de Kuro Tetsuro.
El primer momento en que Kaori se fijó en la existencia del capitán fue en primer año, cuando esta entró a Nekoma y se pillo con él en el pasillo. El segundo momento fue cuando lo vio acomodarse la corbata y abrirse un poco la camisa, le pareció un momento sumamente sexy que terminó con ella totalmente roja desviando la mirada ante los ojos felinos que se posaron en ella en un segundo (eso quizá contaba como el tercer momento). El último momento fue en la cancha, acompañó a una amiga a ver el partido ya que a ella le gustaba Yaku, el líbero con el que compartía clase. El rematador golpeó el balón con seguridad pensando en que este llegaría a la cancha y en un segundo, junto con una sonrisa ladina, Kuro bloqueó la pelota poniendo la mano justo en el lugar correcto.
Ese fue el momento que decidió todo, ese hombre era increíble.
¿El problema? No tenía el valor para acercarse a él y su amor solo era algo que se resolvería como platónico. Lo miraba de lejos siempre que podía e intentaba no faltar a ningún partido para poder apoyarlo, así fue pasando el año hasta que él asumió como capitán y ella no había hecho ningún solo avance.
Que frustrante.
- Suzuki-san... Suzuki-san ¿Me oyes? - Kaori despertó de su letargo y miró hacia el lado, un chico de pelo rubio y raíz negra la miraba con insistencia. Bueno, la insistencia que se podía en sus ojos cansados.
- ¿Eh? Ah, Kenma-kun. Sí dime - el chico suspiró pesadamente antes de hablar.
- Siento molestarte, pero... quería pedirte un... favor - la chica parpadeó un poco sorprendida.
No era la primera vez que hablaban, Kenma compartía un lugar cercano de puesto y habían intercambiado algunas palabras y apuntes, le parecía un chico agradable. Sus conversaciones rondaban sobre clases y videojuegos, nada muy especial. Eran momentos que se rompían en los recesos luego de que su mejor amigo, justo el chico por el cual suspiraba, se acercaba a su puesto a hablarle, momento en que Kaori tragaba el aire y desviaba la mirada totalmente nerviosa. Volvió al presente ante el ceño fruncido del ojos de gato.
- Ah.. sí, sí. Por supuesto ¿Qué necesitas?
- Tengo... problemas en inglés y he notado que sacas buenas notas ¿Es posible que me des una tutoría después de clases? - Kaori frunció el ceño confusa, no había notado que Kenma tenía problemas con esa materia, todo lo contrario.
- Claro, sin problemas ¿Mañana después de clases puedes? - el chico asintió
- Sí, ese día tengo libre de práctica - la chica sonrió asintiendo y volvió a su cuaderno - em... Suzuki - Kaori volvió a mirarlo - ¿Es posible que me acompañe un amigo en la tutoría? - si la chica se encontraba confundida, ahora era aún más.
- Em... sí, sin problemas ¿Quién es? - el chico levantó los hombros desinteresado
- Ah, solo un idiota, no te dará problemas.
Kaori no volvió a preguntar así que sonrió y volvió a lo suyo sin notar la mirada irritada que Kenma pegó hacia atrás de la sala, cerca de la puerta, donde un pelinegro lo miraba con atención. Ese favor le costaría muy caro.
Kaori llegó puntual a la biblioteca, miró a todos lados buscando al rubio sin éxito, Kenma aún no daba señales de haber llegado. Sin alterarse, eligió una mesa cerca del fondo, pero lo suficientemente a la vista para ser vislumbrada rápidamente desde la puerta, colocó su cuaderno en la mesa y comenzó a revisar su celular distraída. Estaba en ello por varios minutos que no sintió una presencia alta a su lado.
- Buenas tardes, Susuki-san.
La joven miró hacia arriba ante el saludo y antes de poder modular palabra, el aire se le escapó de los pulmones dejándola boqueando como un pez. Frente a sus ojos no estaba nadie más ni nadie menos que el capitán del Nekoma, el chico que invadía constantemente sus pensamientos. Kaori sentía que el alma se le iba a ir a los pies
- B-b-buenas tardes K-kuro-senpai - murmuró en un hilo de voz, luego de unos segundos sus neuronas intentaron hacer contacto - ¿E-eres el amigo de Kenma q-que... necesitaba tutorías con él? - el chico asintió sin interés y miró hacia un lado.
- Sí, pero Kenma tuvo una complicación y no podrá asistir, me mando a avisarte ya que no pudo él y que lo sentía bastante - volvió a mirar a la chica sonriendo- ¿No hay problema con ser solo yo? - la chica negó efusivamente
- N-no, para nada. Toma asiento, por favor.
Kuro corrió la silla de al lado y se sentó junto a la chica que intentaba no hiperventilar. Sentía que en cualquier momento iba a morirse de los nervios, su crush de los últimos 2 años de preparatoria estaba sentado a su lado y tomaría tutorías con ella. Se abofeteó mentalmente, tomó aire profundamente y habló.
- Muy bien... comencemos.
Había pasado 1 hora desde que empezaron a estudiar y donde la chica intentaba mantener sus nervios a raya. En ese rato había notado que Kuro no presentaba mayores dificultades en inglés más que algunos errores casuales, lo apoyó en algunos verbos y oraciones que tenía y, sin darse cuenta, la tutoría terminó.
- ¿Vas a tu casa, Suzuki? - preguntó el chico con calma, a pesar de haber escuchado por tanto tiempo su grave voz, no dejaba de sentir que sus piernas temblaban así que solo pudo murmurar un leve "aha" - te acompaño - la chica lo miró sonrojada y asintió murmurando un leve "gracias"
"Oh dios mío, estuve una hora con Kuro Tetsuro a solas" "OH POR DIOS, KURO TETSURO ME LLEVARÁ A MI CASA" Kaori no podía evitar chillar internamente y agradecer a todos los dioses existentes la ausencia de Kenma.
Ambos jóvenes caminaron a los casilleros y, luego de retirar sus cosas, caminaron juntos hacia la salida. Kaori frotó sus manos en busca de calor mientras charlaban de distintas cosas, la tarde estaba muy helada y ella no había salido con sus guantes. Maldijo internamente por ello.
- ¿Tienes frío? - Kaori dio un salto ante la pregunta, se encontraba muy metida en sus pensamientos. Soltó una risa nerviosa
- Un poco, olvidé mis guantes en casa, pero no es nada que- la frase quedó a la mitad ya que el pelinegro se detuvo frente a ella, tomó sus manos y comenzó a soplar en ellas para calentarlas.
El tacto era dulce y amable, podía ver el vaho salir de la boca de Kuro alrededor de sus manos, la mirada del chico estaba en ellas hasta que sus ojos felinos se posaron en los de ella. Quedó tan petrificada que fue incapaz de articular cualquier sonido mientras agradecía mentalmente no haber traído sus guantes. Kuro agarró sus manos y las colocó en los bolsillos de su chaqueta, sus cuerpos quedaron mucho más cerca y sus alientos podían mezclarse, el chico no dejaba de mirarla.
- ¿Mejor? - Kaori asintió levemente, se sentía en otro planeta, en otra realidad con esa mirada intensa encima de ella, intentó mirar hacia otro lado -... Suzuki.
La chica nerviosa volvió a mirarlo y sintió como el chico frente a ella se acercaba lentamente, una mano saliendo de su bolsillo y colocándose en su cuello, sus ojos cerrándose lentamente junto con los de ella, sus bocas a milímetros.
Kuro la besó, primero como un leve toque, después moviendo los labios lentamente sobre los de la chica saboreando su boca, sosteniendo su cuello, acercando su mano hacia su hombro donde descansaba el cabello largo que tanto le gustaba. Luego de un rato, ambos se separaron y Kuro miró los ojos de la chica que lo miraba sin entender nada, como si todo lo que había pasado era parte de un sueño.
- Suzuki, debo confesarte dos cosas - la chica parpadeó saliendo de su letargo - Kenma y yo no necesitamos clases de inglés.
- ... ¿Ah no? - murmuró en un hilo de voz que provocó que el chico sonriera divertido
- No, fue todo una excusa para pasar la tarde contigo - Kaori no entendía nada.
- ¿P-por qué tú... querrías pasar la tarde conmigo? - el chico bufó
- ¿Qué no es obvio? Me gustas - el carmín se apoderó de la cara de su acompañante de manera completa - pero siempre parecía que me evitabas cuando me acercaba a hablar con Kenma así que no tenía manera de hablarte, en los partidos también te ibas mucho antes.
- ¿M-me viste en tus partidos?
- No te quitaba la vista de encima - susurró mientras su dedo jugaba con el labio de ella, hambriento de poder besarla de nuevo.
- Kuro-kun... me gustas desde primer año - el chico sonrió encantado - ¿C-crees que es posible... que salgas conmigo?
- Solo si me permites ser tu novio después - la chica sonrió feliz y asintió para luego ser besada nuevamente.
Suzuki Kaori y Kuro Tetsuro caminaron de la mano luego de eso, esa misma fría tarde comenzó su romance con algunos años de tardanza
El resto es historia.
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En un bucle de escuchar la canción se me vino distintas escenas a la cabeza siendo Kuro el protagonista de ellas. La primera versión era más... intima? pero aún no me animo a escribir algo como eso, quizá otro día
Nos leemos por ahí ❤️