Xiao Zhan jugaba con las tostadas sobre su plato, clavando su tenedor repetidas veces inquieto.
Había sido una mañana difícil, desde el hecho de despertar solo en su habitación, y volver a sentir el silencio abrumador en su casa.
Una semana después de que casi llegar a pasar la noche con Wang Yibo, el castaño guardaba su distancia con total frialdad. Ya no dormía en la misma cama, aunque sabía que lo cuidaba desde lejos, si tiendo el sutil aroma a sándalo que desprendía. Salía a la biblioteca a estudiar, y después caminaba conversando con Yubin sobre las historias que había visitado con Wang Yibo, y aunque no podía verlo, aún así, también sabía que lo cuidaba desde lejos.
Recordaba perfectamente el rostro preocupado y decepcionado de sí mismo cuando reaccionó antes de que llegaran a algo más. Por alguna razón que desconocía, a Yibo le costaba estar lejos de él, pero también se negaba a tocarlo y acercarse.
En sus últimas historias, hablaban y se apoyaban, pero nada era como antes.
Eso le dolía, no comprendía por qué le dolía tanto no tenerlo ahí, junto a él en su cama durmiendo abrazados. Incluso se había descubierto a si mismo abrazando las ropas del castaño para sentir su aroma, como si fuera un nido para conservarlo cerca.
Pero lo que no sabía Wang Yibo, era que Xiao Zhan era obstinado y no dejaría las cosas así. Estaba más que decidido a tenerlo, por qué un lado de su corazón sabía que el castaño le pertenecía, y no lo pensaba perder.
Al llegar las cinco de la tarde, Xiao Zhan y veía el reloj con desesperación, ya listo con su mochila y algo para comer por si se demoraban dentro. Tenía la esperanza de que está vez encontraría a su hermana, ya sólo quedaban tres historias, y su emoción por verla crecía.... aunque también su miedo a dejar de ver a Yibo cuando cumpliera su misión.
El timbre de la casa sonó, y el azabache bajo las escaleras prácticamente corriendo y abrió la puerta, pero no se trataba de Wang Yibo, si no de un repartidor de pizza.
—¿Es usted Xiao Zhan?
—Sí, soy yo... Pero no hice ningún pedido —sonrió confundido.
— Este pedido lo manda su madre —saco una tarjeta—y esta nota. Disfrute su pizza.
El repartidor sonrió y le entrego la caja de pizza y la tarjeta antes de irse.
Xiao Zhan lo leyó rápidamente.
"Cariño, voy a demorar en el trabajo. Pórtate bien"
Suspiró y subió las escaleras a su habitación, ya era la hora en que Yibo lo buscara, y que no fuera él, le despertaba el miedo de no volverlo a ver
—¿Qué es eso? —cuestionó Wang Yibo asustándolo al entrar a su habitación.
—¡Ahhhhhh! —saltó el azabache casi dejando caer la caja al suelo— ¡No vuelvas a asustarme así! ¿Por qué no puedes entrar por la puerta como una persona normal? ¡De haber estado en cinta, habría abortado del susto!
—No exageres...
Disimulo su sonrisa.
—¿Y bien? ¿Qué es eso?
—Pizza , obvio.
—¿Qué es pizza? —olfateó el castaño la caja.
—Bromeas ¿Verdad?
Después de una extraña, pero necesaria explicación sobre la pizza mientras se la comían, Xiao Zhan finalmente le pregunto a qué historia irían.
—Es una historia en la que un pueblo es atemorizado por un lobo hambriento, un lobo gigantesco de pelaje color avellana. Es una de las historias más peligrosas del libro, así que debemos tener mucho cuidado. ¿Qué llevas en tu maleta?
—Pues... —la abrió la sacar las cosas—. Ahora que sé de qué trata, debo cambiar algunas cosas...
El muchacho empezó a voltear el contenido de su maleta, sacando otra vez el cuchillo, una linterna, una caña de pescar, una sombrilla y un gorro.
—¿Y qué exactamente pensabas hacer con una sombrilla? ¿Pensabas volar como Mary Poppins?
—Jaja, muy gracioso...parece que alguien a estado viendo películas —habló con sarcasmo —. Era por si llovía, y el gorro por si hacia sol.
—¿Y la caña de pescar?
—No lo sé, solo agarre todo lo que encontré por la casa. ¿Contento?
—No, pero sí preocupado de que te volvieras loco —sonrió Wang Yibo.
—Bien, es momento de irnos. Sólo llevaré la linterna y el cuchillo.
Wang Yibo invocó el libro y ambos muchachos saltaron dentro, entrando a una de las últimas tres historias y posiblemente de las más peligrosas.
🌸🌸🌸🦁🐇🌸🌸🌸
—Que sombrío...
Xiao Zhan paseo su mirada por los alrededores, observando el bosque oscuro de árboles muertos y plantas que Lucian aterradoras. La tierra era negra, y el cielo igual. A lo lejos, un pueblo pequeño sobresalía por linternas encendidas con muy poca luz, y las puertas de las casas completamente cerradas.
Caminaron despacio para evitar hacer algún ruido, teniendo cuidado de las raíces que salían de la tierra, cuyo movimiento parecía capaz de atraparlos en cualquier momento.
Sin duda, sería difícil encontrar a su hermana, puesto que nadie salía de sus casas y seguramente nadie les abriría la puerta a dos extraños.
Xiao Zhan siguió su andar sin alejarse del otro, hasta que piso por casualidad algo suave. Tembló imaginando todo tipo de cosas, y cuando bajo la mirada al suelo, se dió con una muñeca de trapo, de cabello trenzado color marrón y un vestido rojo. Sus ojos brillaron al verla, le parecía tan familiar que incluso escuchaba la voz de una niña hablando sobre la muñeca y como su madre la había cocido especialmente para ella.
Cogió la muñeca y la reviso con cautela, viendo cada detalle y reconociendo por completo.
—¿Qué haces? —cuestionó Wang Yibo al ver que se había detenido.
—Esta muñeca...se me hace tan conocida... ¿Habrá sido de mi hermana?
El castaño tuvo que contener su sonrisa, conocía a Yanli desde hace muchos años, precisamente desde que conoció a Zhan aquel extraño encuentro en que lo marco sin saber quién era. Y Yanli siempre contaba que jamás había tenido, ni tendría una muñeca, que eran sólo para los humanos.
Entonces... ¿De quién era?
Rápidamente reaccionó quitándole la muñeca y lo miro por si sus ojos eran dorados o algo había cambiado en él. Esa muñeca era de una humana, y si no se equivocaba, habían tenido la mala suerte de entrar a la historia donde "ella" estaba.
—Debemos irnos, no creo que tu hermana este aquí.
—No podemos solo irnos y ya, podría estar aquí sufriendo una pesadilla o algo semejante. No me iré —le volvió a quitar la muñeca —¿Cuál es tu problema?
—No sé de qué hablas.
Wang Yibo empezó a caminar, y el azabache lo siguió mirándolo enojado. No entendía su comportamiento, pero no por eso abandonaría a su hermana allí.
Unos minutos después, entraron al centro del pueblo, y se podía ver cómo parecía todo normal durante su día, mientras que en la noche dejaban todo afuera, como si fuera necesario entrar corriendo.
¿Sería por ese lobo?
De pronto, se escuchó el sonido del crujir de las plantas secas del suelo, y como el peso de unas pisadas fuertes estremecían el lugar.
—Es el lobo... Debemos escondernos, ahora —lo sujetó Wang Yibo de la mano y prácticamente lo arrastró hacia alguna casa—. Agáchate
El borde de la casa tenía maderas apoyadas a un lado, y usaron eso para esconderse de la enorme criatura.
Un lobo de pelaje avellana y ojos negros como la noche caminaba con el hocico abierto, dejando al descubierto grandes y filosos colmillos que chorreaban sangre. Su mirada era tenebrosa, y olfateaba todo a su alrededor buscando a sus víctimas.
—Es más grande de lo que esperaba...—susurró Wang Yibo—. Debemos esperar a que se aleje...
Pero Xiao Zhan no le prestaba atención a las palabras. A diferencia de las demás historias, está era personal. El aroma que desprendía el lobo, sus ojos y su pelaje eran familiares para el azabache. Lo conocía, no, no solo lo conocía, sentía un profundo odio hacia esa criatura, un odio que jamás había experimentado.
Podía sentir como las garras de sus patas arañaban su piel, y sus colmillos rasgaban su carne. El crujir de sus huesos ante el peso de la criatura.
¿Porqué? ¿Por qué era diferente?
De pronto, el lobo cambio hacia su dirección, reconociendo también el aroma del muchacho y mostró sus colmillos en su totalidad en posición de ataque.
—Mierda, debemos escapar. Ahora —trató de hacerlo reaccionar.
—No me iré...voy a matarlo —quiso levantarse del suelo para mostrar dónde estaba, pero un par de manos lo atraparon y arrastraron dentro de la casa al igual que al castaño.
La puerta se cerró y muebles y todo lo que pudiera ser pesado se colocó delante para evitar el pase de la criatura, y dos figuras tapadas por capuchas miraron por la ventana si el lobo seguía allí, acechando.
Wang Yibo contuvo entre sus brazos al azabache, sin comprender por qué quería con tanta desesperación correr hacia el lobo, ignorando quienes los habían rescatado. Hasta que finalmente Xiao Zhan se calmó.
—¿Estás bien?
—Sí...yo no sé que pasó... —se tapó el rostro con la mano y suspiró.
—Ya se fue, pero volverá pronto... —murmuró la voz de una niña pequeña.
¡Mierda! De todo los que vivían en esa historia, tenían que ser ellas quienes los ayudaron.
—Gracia spor ayudarnos —sonrió Xiao Zhan.
La niña se quitó la capucha, al igual que la mujer.
Xiao Zhan creyó que su corazón se rompería al verlas. La niña tenía una cicatriz en el rostro, seguramente hecha por las garras de ese lobo, y la madre estaba apoyada en un bastón, con las piernas dobladas por el dolor. El rostro de la niña le era familiar, y más cuando está le sonrió al ver que tenía en la mano a su muñeca.
—¡La encontraste! La busque por mucho tiempo
Xiao Zhan le entrego la muñeca, y la mujer los invito a sentarse a la mesa mientras preparaba un poco de sopa. Sin embargo, Wang Yibo se negó y le instó a qué se fueran inmediatamente, sorprendiéndolo por la frialdad con la que las trataba.
—¿Podemos hablar un minuto a solas? —gruñó
Wang Yibo asintió y se alejaron.
—¿Que ocurre? Nos ayudaron, ¿Por qué las tratas así?
—Son humanas, no puedes confiar en ellas... además —las observó con rabia—solo son amables por qué creen que también somos como ellas.
—¿De qué está hablando?
Wang Yibo se golpeó internamente, Zhan aún creía que era humano.
—Yo, no quise ...
—¿Entonces es eso? ¿Por esa razón te comportas así conmigo también? ¿Por qué soy humano?
—No es a lo que me refiero.
—Creo que ya lo dejaste claro. Ellas nos salvaron, no puedes pensar mal de ellas —insistió el azabache.
—Si están aquí es por qué están pagando su castigo, uno que merecían por lo que hicieron.
—¡Es sólo una niña!
—¡No me importa quien sea o si es una niña o un adulto! ¡Lastimaron a una criatura inocente! ¡Se merecen lo que sea que estén viviendo por el daño que causaron! ¡No sentiré compasión por alguien que lastimó a mi Omega!
Ups..., de haber estado Ziyi lo habría hecho callar a golpes.
—¿Tu Omega? ¿Conoces a estas personas de las historias?
Wang Yibo no respondió, contuvo sus lágrimas por la ira y desvió la mirada.
—¡Contéstame!
La niña que escuchaba la conversación, dejó caer su bandeja de pan al suelo y observó con detenimiento a Xiao Zhan. Reconociendo sus ojos y su voz, habían pasado mucho tiempo en la historia, repitiendo el mismo tormento una y otra vez, que empezaba a perder su propia realidad. Pero ver al azabache la despertó.
Xiao Zhan miro a la niña y como esta empezaba a llorar, no sabía cómo calmarla, y al salir la madre tampoco lo consiguió. Solo pudo quedarse quieto cuando la niña corrió hacia él y lo abrazó, haciendo que Wang Yibo saltara para alejarla, pero el contrario no se lo permitió.
—Sabia que vendrías por mí, lo sabía... Dijiste que cumplirías tu promesa, y aquí estás.
—Hija, deja al muchacho —le tocó el hombro su madre.
—Yo sé quién es, es Zhan...es mi lobo —le respondió la niña.
—¿Tu qué? —parpadeó Wang Yibo confundido.
—¿Luna...? —musitó Xiao Zhan atontado.
🌸🌸🌸🦁🐇🌸🌸🌸
Holiisssssss Preciosurasssss ♥️
Nuestro Zhan está por recuperar sus recuerdos
¿Quién será esa niña y por qué dijo que era su lobo?
Muchas gracias por leer y comentar ♥️
Hasta la próxima actualización 😘♥️
♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️
♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️