—Ese mismo...
—¡Por dios Eddie! ¿Cómo pude olvidarlo? ¡Éramos buenos amigos, vestíamos de negro y tenía el cabello más corto aún! .- mencionaba con emoción recordando su infancia.
—Sí lo recuerdo, de hecho planeabas teñírtelo.
—¡Sí! Y tú..te veías tan-
—¿Diferente? Sí, bueno, mi cabello estaba rapado y no tenía estos lindos bebés...- decía mientras estiraba su camiseta un poco dejando ver sus tatuajes causándole una risa a Julie.
—Wow...no puedo creerlo, me acuerdo perfectamente que tocábamos en la banda, ¿recuerdas el concurso de talentos? No sabías tocar la guitarra aún, te enseñé un poco y el día del concierto ¡BAM! Conocías todo sobre guitarras.
—Fue todo un éxito ¿o no? la mismísima diosa de las guitarras, Juliette Harrington.
—Nunca dejé de serlo... ¡Y cuando tomamos unos cuantos tragos de alcohol y nos escondimos en la VAN de Alex! cuando nos descubrió comenzó a gritarnos...
"¡Bájense de mi VAN animales inmundos!" .— respondieron ambos al unísono reviviendo el momento y carcajeando al pasar por sus mentes.
Después de reír hasta que sus estómagos dolieran del entusiasmo, hubo una pequeña intermisión de nostalgia. Todo se había esfumado tan rápido, ¿y como era posible que todo esto, Julie lo había olvidado de pronto? Si había sido su mejor época, una que sin duda nunca hubiera querido olvidar.
—Recuerdo también que...estaba muuuy enamorada de ti.- comentó con gracia.
—¿Ah sí? —cuestionó Eddie alargando su pregunta, como si no se lo esperara.
—¡Sí! ¿Nunca lo notaste? Eras mi más grande amor platónico, nunca te dije, pero pensé que en algún momento lo habías descubierto...
—No lo sabía...- unió su pequeña risa de conocimiento a la de Julie.
—Sí, me gustabas...mucho.- comenzó a sentirse tranquila de recordar.— Recuerdo que incluso ponía mi inicial con tu inicial dentro de un corazón y...no sé porque te estoy contando esto, que vergonzoso.- terminó por tapar su rostro con oprobio.
Eddie rió mientras buscaba la mirada de Julie.
—¡No, no! Continúa.- dijo con un toque de malevolencia.— ¿Juliette haciéndome dibujos de amor? No me lo puedo creer.
—¡No! Ya basta...no te burles...¿que nos pasó? ¿porqué no seguimos siendo amigos después?
Eddie dejó la sorpresa y suspiró de cansancio mientras volvía a sentarse a un lado de su vieja amiga.
—Bueno...después de comenzar la secundaria dijiste que querías inventar una nueva etapa llamada "popularidad" te separaste de mi y comenzaste a juntarte con Jason, Lilith...Chrissy, desaparecí en las tinieblas y tú hiciste tu nueva vida, no te culpo, éramos unos fracasados.- bromeó.
Juliette desvío su mirada hasta preservarla en el suelo, su sonrisa se desvaneció de pronto, cosa que el joven notó de inmediato, se sintió culpable, pensó que había dicho algo incorrecto.
—¿Estás bien?
—No..sí, digo, recuerdo esos tiempos. Me convertí en una total idiota ¿no?
—Sí bueno...
—No tengas miedo de aceptarlo, lo era, era una maldita. Fue la peor decisión que pude haber tomado, dios...
Eddie la miró, a corto segundo por lo menos, comprendió qué tal vez no era tan mala persona como él pensaba.
—Esa época, fue la que intenté borrar de mi mente por mucho tiempo, inclusive se llevó la mejor que tuve, pero...después de que mi mamá muriera, no hubo que esforzarse para olvidar el pasado. Me separé de ellos, de todos...
—Lo noté, cuando vi a tu hermano y a ti con Dustin dije "que locura, ¿qué hacen estos hijos de perra con alguien como él?"...Quiero decir, perdona...
—Está bien, ¿me odiabas tanto?
—Bueno es que..cuando te veía por los pasillos..eras una persona totalmente distinta a la que conocí.
—Me siento terrible, cometí errores, muchos de hecho, trataba de compensarlos después de su muerte, pero al parecer no podré hacerlo nunca...
Decidió darle su espacio a la chica, no dijo ni una sola palabra por los próximos minutos, entendió que Juliette estaba reflexionando sobre todo lo que había pasado y que no quería aceptar que ella había sido aquella persona que nunca deseó ser.
—Si te hace sentir mejor...me equivoqué sobre ti, pensé que seguirías siendo una idiota como tú hermano, pero...estaba equivocado.
Julie le dedicó una cálida sonrisa.
—Yo también me equivoqué sobre ti ¿sabes? me disculpo por haberte llamado raro.
—No es un insulto para mi.
—Mhm..entonces es un buen cumplido.
—No estás tan alejada del término huh.
La castaña soltó un sonido de sorpresa.
—ah ¿yo? .- susurró incrédula.
—Ajá.- susurró por igual acercando un poco su rostro a la chica.
Una última carcajada salió de sus bocas, sin darse cuenta había pasado una buena y larga hora conversando sobre el pasado y eso que solo fue el comienzo, Eddie no podía parar de pensar en cómo era posible que Juliette Harrington había cambiado tanto en tan poco tiempo, posiblemente los eventos tan lamentables cambiaron su perspectiva de la vida, sin embargo, se sintió satisfecho de darle la oportunidad, de reinventar su amistad, pues la persona que había sentido en esta hora de conversación era la misma de la que había quedado encantado hace muchos años, la única, le agradó revivir el momento, el volver a sentir la cálida presencia de Julie, que podría considerar su "amiga de nuevo".
—¿Quieres algo de cenar? Puedo prepararnos algo...en buenas condiciones.- bromeó recordando la sopa quemada de Eddie.
—Oye, agradece que me animé a cocinar, no pasará nunca más.
—¡Te enseñaré a cocinar! .— decía mientras se encontraba ya frente al refrigerador.
—No creo que sea buena idea.
—¡Vamos! ¡Ven!
El chico agitó su cabeza un poco borrando los malos recuerdos del pasado y aceptando darle una nueva oportunidad a aquella chica que rogaba por enseñarle a cocinar, y así fue.
Por el otro lado maldito de Hawkins veíamos a los chicos, discutiendo sobre lo que en realidad estaba sucediendo en el pueblo y que hubiera podido pasar si las cosas hubieran salido de manera distinta.
—Me están diciendo que lo que mató a Fred y Chrissy...¿viene del otro lado?
—Exactamente.
—Nuestra teoría actual es que ataca con un tipo de hechizo o...una maldición. No sabemos si responde al desuellamente o si solo le gusta asesinar adolescentes.
—Solo sabemos que es algo diferente.- respondió Max.
—No tiene sentido..¿porqué Fred y Chrissy? Digo, ¿porqué ellos?
—¿Tal vez estaban en el lugar equivocado? Ambos estaban en el partido.
—Y en los trailers.
—Nosotros estamos en los trailers...- agregó Steve con un tono de pánico bajo.— Huh...¿deberíamos no estar aquí?
—No lo sé...- se unió Dustin.
—Gracias al cielo no traje a Julie, lo sabía.
—Hablando de ella...¿dónde está ahora mismo? .— preguntó Nancy.
—Ah, tu sabes...cuidando al...¿rarito?
—¿Al..rarito?
—Eddie Munson.- cerró Robin.
—¿El sospechoso de asesinato? ¿Quieres que la tachen de cómplice?
—Sí, si lo mencionas así suena terrible, detente.
—Que mal hermano Steve.— bromeó Dustin.
—Podemos por favor...continuar con el tema, ¡gracias! .- interfirió agitando sus manos con impaciencia tratando de "diluir" los comentarios.
—Si lo ponen así, si hay algo de malo con este lugar, Fred se puso raro apenas llegamos.
—¿Raro como?
—Asustado, nervioso...mal.
—Chrissy también estuvo mal.
—Sí, pero no aquí. Estaba llorando en el baño de la escuela.
—Los asesinos en serie acechan a sus presas antes de atacar ¿no? entonces, tal vez ellos vieron a Vecman...
—Vecna...
—No sé ustedes, pero si yo viera a un monstruo mago aterrador considerablemente se lo diría a alguien.
—Quizá si lo hicieron...Chrissy fue a la oficina de la Sra. Kelley, si vieras a un monstruo no irías a la policía, no te creerían.
—Pero tal vez con tu terapeuta sí.
El grupo se puso de pie de inmediato, pues todos cayeron en la realización de que debían encontrar el expediente de los chicos. A punto de entrar al carro, Nancy desvío su camino.
—¡Hey! Nancy, ¿a dónde vas? .- cuestionó Steve.
—Oh solo, quiero ver una cosa primero.
—¿Quieres compartirlo tal vez? .- interfirió Dustin.
—No quiero hacerles perder el tiempo, es una posibilidad remota.
—Sí, está bien. ¿Estás demente? ¿Andar en solo con Vecna suelto? No, es muy peligroso, necesitas a alguien...
Steve compartió miradas con la chica, dudándolo un poco, aceptó la posibilidad y le lanzó las llaves a Robin.
—Ten, yo iré con Nancy, ustedes vayan a ver a la terapeuta.
—No creo que quieras que conduzca.- respondió Robin.
—¿Porqué?
—No tengo licencia.
—ajá, ¿porqué?
—Pues soy...pobre.
—Yo puedo manejar.- sugirió la pelirroja.
—¡No! Nunca más en la vida, cualquiera menos tú.
—Muy bien, esto es estúpido.- Robin tomó una radio, cedió las llaves a Steve y se posicionó de lado de Nancy.— Las damas iremos juntas, ¿a menos que creas que necesitas protegernos como hiciste con Julie?
Steve delató una mueca de desaprobación y Robin sonrío con burla re indicándose en camino al auto de Nancy.
—¡Tengan cuidado!
—¿Qué ahora cuidas a todas las mujeres que están en tu vida o qué Steve? .— comentó Dustin.
—Oh cállate.
—Solo diciendo la verdad.
—¿Qué, me molestarán por lo que hice con Julie por el resto de mis días?
—Sí.- Max y Dustin respondieron al unísono subiendo al auto.
—Siempre la niñera, ¡siempre la maldita niñera!
—Ahora ya sabes lo que siente tu hermana.
—¡Qué se callen!