Jūbi

By Adonis_Oscuro

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Una creación brillante, fue como su padre lo vio. Un estorbo, es como su hermano lo llamó. No entendía muchas... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12

Prologo

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By Adonis_Oscuro

Ōtsutsuki Hagoromo se encontraba admirando su más preciada creación, el que sería su heredero, alguien que traería verdadera paz al mundo cuando su tiempo terminará... O eso pensaba.

Con el cabello rubio puntiagudo, ojos azules intensos, marcas en las mejillas como bigotes, orejas de zorro con 10 colas balanceándose detrás de la espalda de este. El Rikudō Sennin más conocido como un dios por sus habilidades que junto a su hermano fueron una enorme ayuda en contra de su madre, actualmente se encontraba viendo al pequeño rubio que había creado.

Sus orbes purpuras anillados observaban con clara sorpresa, como lo que sería la creación de un heredero digno arrojo este resultado, aunque no debería estar sorprendido dada su obsesión por las personas rubias.

Deshaciéndose de sus pensamientos tontos, se enfoco en el rubio que se encontraba viendo el cielo oscuro con sus orbes azules mostrando curiosidad, el sabio levanto con cuidado al pequeño bebé que tenía una manta celeste a su alrededor.

—Tú mi pequeño que fuiste creado en una tormenta como esta, serás conocido como Ōtsutsuki Naruto. Levarás mi voluntad contigo y guiarás el mundo hacia la prosperidad. —El sabio expresó sus pensamientos observando la sonrisa del infante mientras no muy alejado de ellos un enorme rayo iluminó el lugar mientras caía y destrozaba una pequeña casa en el bosque.

Alejándonos un poco se podría observar que Hagoromo estaba en medio de una tormenta muy fuerte con enormes torbellinos que arrasaban con todo a su paso, casi le daba gracia que el pequeño fuera creado un poco antes de que esta enorme tormenta comenzará, sería algo así como que los propios dioses consideraban digno este nombre para el que llevaría su legado.

¡KRAKA-BOOOOOOOM!

Un segundo trueno retumbo y un enorme rayo azul dividió algunas nubes mientras el producto de la naturaleza tormentosa se estrellaba contra la tierra calentando el ambiente y generando una explosión por el impacto.

Sonriendo bajo la atenta mirada del anciano sabio, Naruto comenzó a reírse de los sonidos provocando una diminuta sonrisa en Hagoromo—. Sin duda estas lleno de sorpresas pequeño Naruto —habló comenzando a levitar con el pequeño en brazos que seguía riendo por todo.

Con un simple movimiento de su mano, un portal purpura se abrió en su camino. De manera lenta pero segura, ingresó en dicho portal con un infante que se reía por el paisaje que observaba con sus curiosos pero inocentes ojos.

-5 Minutos Después-

Hagoromo salió de un portal que se abrió en medio de un frondoso bosque, con pasos suaves pero calmados se dirigió hacia el centro del bosque. Cuando llegó a su destino encendió su Chakra en una llamarada poderosa que atrajo la atención de sus otras creaciones que no tardaron en acudir a su llamado.

Con temblores por todo el lugar pronto todo fue calma cuando 9 seres que parecían ser una especie de animales enormes pero adorables hicieron acto de presencia. El que más se destacaba era un zorro con pelaje naranja, orejas parecida a conejos y lo más destacable 9 tupidas colas que se balanceaban de manera emocionada cuando sus orbes carmesí lo vieron sonreír con cariño.

Los demás seres que aparecieron también sonrieron con suavidad viendo con cariño a su creador.

Aclarándose la garganta el sabio de los seis caminos habló—. Niños los he reunido aquí para presentarles a su nuevo hermano, puede que sea el menor de todos pero se que logrará grandes cambios que sacudirán todo el mundo. —Los Bijūs ladearon la cabeza confundidos, Hagoromo sacudió la cabeza, era obvio que todavía no lo entenderían si recién fueron creados apenas 3 días. Alzando al pequeño rubio que estaba en la manta, todos vieron a un ser extraño para ellos, pero lo que los sorprendió fue el ver no una ni dos sino que diez colas doradas que se balanceaban debajo de la manta de una forma perezosa.

Todos abrieron los ojos en reconocimiento al sentir su Chakra que era como ellos pero algo diferente. También había restos de la energía de su creador, eso quería decir que tenían otro miembro más de la familia y eso los emociono hasta el tope.

—¡Les presento a su hermano Naruto! —exclamó haciendo que algunos de ellos saltarán de la emoción menos el zorro que solo bufo y volteó la mirada.

-9 Años Más Tarde-

Durante este tiempo Hagoromo se dio cuenta de ciertas cosas que tenía el pequeño Naruto, él tenía características muy diferentes a todo lo que había visto. Algunos ejemplos simples serían que no había necesidad de que el pequeño hiciera las cosas que normalmente las personas sentían que eran esenciales como comer, dormir, ir al baño y respirar, no solo eso sino que también la cantidad de Chakra que tenía era muy diminuto comparado con sus hermanos pero su densidad era tanta que podía crear objetos sólidos de Chakra puro sin aparente esfuerzo.

A parte de eso no había nada fuera de lo común.

Había echo de todo para que el pequeño Naruto tuviera una de las mejores infancias, no quería que su heredero se descarriará o se saliera de control, y hablando del rey, Hagoromo observó como cierto rubio se encontraba corriendo en su dirección jugando con una máscara.

Algo sorprendente que descubrió fue que Naruto podía ocultar sus rasgos de kitsune haciendo que tenga una apariencia algo humana y pasará desapercibido de cualquier persona.

—Anciano, a que no me encuentras. —No necesitaba voltearse para ver al pequeño rubio correr a esconderse en unos arbustos, sonriendo desapareció de su posición actual y apareció a espaldas del niño —¡Boo! —exclamó el sabio con una pequeña sonrisa por el pequeño salto que dio Naruto provocando que se cayera de espaldas con un puchero en su rostro.

—No te rías. —Hagoromo solo se rio más fuerte para mayor molestia del rubio que se cruzó de brazos—. Bien, bien ya no me voy a reír —le dijo a su creación con su sonrisa divertida.

—No te creo.

—Mira, creo que ya es tiempo de que te entrene, no es lo que querías —cuestiono y para su diversión, Naruto volteo a verlo ligeramente con una expresión emocionada que ocultaba detrás de una cara molesta—. Sigue —respondió el pequeño haciendo un ademan de continuar con su mano.

—Tu cuerpo ya desarrollo lo necesario para comenzar con tu entrenamiento, pero de una vez lo digo. Desearás no haber pedido un entrenamiento intenso como este. —Naruto tragó saliva al escuchar esas palabras, pero puso una cara valiente para ocultar su temor—. Claro anciano, como si pudieras hacer algo. —La risa escalofriante de Hagoromo provoco que el rubio tuviera más miedo.

—Y bien, ¿comenzamos? —preguntó con sus ojos anillados brillando intensamente.

Naruto corrió hacia el lado opuesto de Hagoromo—¡No mejor no!, ¡quiero irme y no estar cerca de tu cara espeluznante anciano! —El sabio de los seis caminos tuvo un tic nervioso en su ceja por el insulto dirigido a su persona.

—¡Narutoooo!, ¡vuelve aquí mocoso!, ¡te enseñaré a respetarme! —gritó levitando y dirigiéndose a gran velocidad contra el rubio que solo aumento la velocidad hasta perderse entre los árboles mientras era perseguido por un molesto Ōtsutsuki. No sería hasta horas más tarde que atraparía al rubio cansado y comenzaría la tortu... entrenamiento para él.

-4 Años Después-

Fue en este tiempo que Hagoromo pudo enseñarle todo lo que pudo a su heredero, que cave recalcar en realidad fue un genio para aprender todo. Desde Senjutsu hasta su técnica más poderosa que utilizó para crearlo junto a sus hermanos, el Banbutsu Sōzō. No solo eso, también aprendió a utilizar una esfera comprimida de Chakra positivo y negativo que lo llamaron Bijūdama.

Y ahora llegó el momento que más esperaba, dejaría las marcas de Yin-Yang en manos de Naruto. Hamura le había dejado su marca cuando se enteró que crearía un heredero que llevará su voluntad, dijo que era el regalo de su tío por no estar presente para él cuando fuera creciendo.

—Naruto, acércate. Tengo algo muy especial que darte antes de que mi tiempo termine. —Fue una suerte que logrará resguardar una porción del Chakra del diez colas para mantenerse con vida todo este tiempo. La creación de sus nueve hijos lo había debilitado bastante pero logró mantenerse con vida para crear a su heredero, con ayuda de una porción cerca del 25% de Chakra de cada uno de sus nueve creaciones más la porción extra del diez colas, su ultima creación fue dada.

Con pasos temblorosos, el rubio se acerco a la cama en la que su figura paterna se encontraba descansando.

—Si, anciano. —Una ceja temblorosa fue la respuesta de Hagoromo, no sabía cuanto tiempo había pasado pero Naruto dejó de llamarlo Tou-Chan y comenzó a decirle anciano. Soltando un suspiro resignado comenzó a decirle lo que tenia preparado para su hijo—. Escucha Naruto, quiero que guíes a las personas y este mundo hacia la prosperidad, termina lo que yo nunca pude. Y espero que seas una gran persona en el futuro, alguien mejor que cualquiera, no olvides que debes aprender a perdonar. —Naruto guardo silencio con sus ojos sombreados por su cabello.

—Y-yo, lo intentaré. No puedo prometerte que lo haré, pero si puedo decirte que haré un intento... Tou-San —terminó con la voz algo apagada, su creador suspiro. Naruto al crecer desarrollo una mentalidad muy diferente a la que esperaba.

—Bien, ahora quiero que me muestres tus palmas. Te tengo un ultimo regalo antes de irme. —Haciendo lo que su padre le dijo, Naruto le mostró sus manos al sabio que alzo las suyas y las junto con las del rubio. Un pequeño destello dorado y morado oscuro se hizo presente en sus manos juntas, Naruto sintió algo raro en sus manos, como si tuviera algo cálido y lleno de vida parecido al fuego pero sin llegar a quemarlo, en la otra palma por el contrario se sentía frío y muerto.

—¿Qué es esto? —Su pregunta salió como un susurro pero fue escuchado claramente por Hagoromo que sonrío—. Estás son las marcas que representan el Yin y el Yang, que fueron utilizadas por mi hermano y yo. Antes de que se fuera de viaje le conté mi plan acerca de crearte y como no estaría en tu preparación y entrenamiento me dio su marca para que la puedas utilizar de manera responsable —explicó con su visión algo borrosa por el cansancio de su cuerpo que al parecer ya no resistirá mucho más.

—Lo intentaré padre.

—Eso espero... Adiós hijo mío. —Soltando su último suspiro Hagoromo falleció en la cama mientras en la habitación se escuchaba el llanto de Naruto. Sus ojos azules pasaron a brillar intensamente con su pupila azul siendo rodeada por un iris en forma de flor blanca y azul. En otro destello, sus ojos brillaron de color dorado que se extendió por toda su esclerótica con círculos concéntricos y tres tomoes en los primeros tres anillos.

—Mis ojos... Ghhg... Arden —gruñó caminando hacia el espejo del cuarto y viendo con sorpresa sus ojos. Intentando controlar su Chakra, sus ojos dorados se apagaron dejando sus orbes azules con la flor blanca de iris, volviendo a controlar su energía sus ojos volvieron a su azul normal.

—Los ojos de mi padre, pero son diferentes a los que él tenía. Y que son estos ojos con forma de flor, padre nunca me dijo nada acerca de ojos como estos —murmuró con una mano frotando sus párpados evitando el ardor que tenía hace unos momentos.

Sin más se dispuso a comenzar con lo que su padre le dijo que hiciera con su cuerpo. Lo incinero con una técnica de fuego poderosa, resguardo sus cenizas en un frasco y las dejo caer en el bosque.

Todavía estaba algo nervioso por los temblores que ocurrieron hace algunas semanas. Su padre le dijo que fue solo una disputa entre sus dos hijos que había tenido con una humana.

No sabía porque pero ninguno de ellos le agrado la primera vez que los observo. Uno desprendía muchas cosas negativas, tenía una cara de estreñido y era muy arrogante. El otro por el contrario era un estúpido con cara de idiota que tenía sentimientos positivos, demasiado para su propio bien.

Sus otros hermanos por el contrario, les agradaba mucho excepto por el tonto de Kurama que lo llamó estorbo por tener más colas que él y ser mucho más débil que cualquiera de ellos. Eso ocasiono una discusión con cada uno de sus hermanos y luego de despedirse de su padre, cada quien se fue por un camino distinto dejando solo al pequeño rubio en el bosque.

Por eso pensó mejor en mantenerse alejado de todo y esperar cuando sintiera que estuviera listo para poder enfrentar las adversidades que el mundo tenía.

Pero primero debería de entrenar con los ojos que se parecían a los de su padre y aprender algo de sus otros ojos. Antes de eso estaba entrenando en algo que le ayudaría mucho, estaba entrenando con sus colas.

Había intentado obtener una transformación que lo volvería más poderoso, de ahí le surgió la idea de practicar con sus colas. Esta transformación que tenía planeado desarrollar, sacrificaba sus diez colas a cambio de mas energía, durabilidad, fuerza, velocidad, agilidad entre otras más.

Y hoy tenía planeado completar esta transformación.

Su padre le dijo que no se lamentará por su muerte y que siguiera con su camino. Eso mismo tenía planeado hacer.

Corriendo con una velocidad muy alta para ser un niño, llegó al centro del bosque y se puso en posición del loto con los ojos cerrados en concentración.

Lentamente un aura dorada con bordes rojos surco alrededor de Naruto, sus colas y orejas salieron a la vista. Apretó los dientes mientras sudor caía por su frente, detrás de él, sus colas doradas se volvieron translúcidas, y en un brillo dorado segador que cubrió todo su cuerpo iluminando el bosque. Naruto tenía una apariencia diferente, brillaba de color dorado mientras marcas negras estaban por todo su cuerpo, sus marcas en las mejillas se volvieron mas marcadas de una forma que parecieron tres rectángulos en cada mejilla, sus orbes azulados cambiaron a dorado con una hendidura, y para terminar tenía dos mechones de su cabello levantado pareciendo ser dos cuernos.

Con todo esto, parecía un pequeño demonio u alguna clase de dios dependiendo de a quien le preguntes.

—Uff, al fin lo complete, ¡YATTA! —exclamó sonriendo de oreja a oreja, pero había algo que lo paralizo. Su Chakra había cambiado, antes tenía una cantidad de 3/4 de lo que tenía Shukaku... Pero ahora, tenía mucho más que Kurama e incluso si lo comparaba con la cantidad que una vez tuvo su padre, lo superaba y por mucho.

La razón fue muy simple pero impactante, sus reservas de Chakra se volvieron infinitas en esta transformación.

—No puede ser —susurró con los ojos bien abiertos.

Controlándose soltó un suspiro—. Bien Naruto cálmate, tienes reservas de Chakra sin límites nada alocado. Ahora debes concentrarte en lo que puedo hacer en esta transformación. —Con unos pequeños saltos se acostumbro a pesar muy poco, se sentía como una pluma.

—Aquí vamos. —Fue lo único que dijo y con un simple paso despego.

¡CRASH!

¡FLUUUSSHHH!

Un cráter de decenas de metros se había creado por el simple impulso de la forma rápida y fuerte en que despego Naruto. Y había cruzado más de la mitad del bosque en menos de un segundo.

—Pero que carajo fue eso —se preguntó Naruto con la vista borrosa debido a la velocidad inmensa con la que viajaba. Gracias a no estar acostumbrado a estas velocidades no pudo distinguir hacia donde se dirigía, por ende termino por estrellarse contra una cueva y salió del otro lado de esta para finalizar con una caída nada suave y quedando incrustado en el suelo en un cráter diez veces más grande que su cuerpo.

Una pequeña cortina de polvo se hizo presente por el impacto, el rubio se levanto de un salto como si no hubiera chocado contra muchas cosas que normalmente lo lastimarían.

—Wow, esto si que es increíble. Estoy encendido —exclamó apretando los puños con una sonrisa enorme. Decidió poner a prueba su fuerza, con pasos calmados y lentos tratando de no cometer el error de despegar como hace rato. Naruto llego enfrente de una roca que media alrededor de 40 metros.

Retrayendo su puño derecho, lo empujo con todas sus fuerzas esperando algún resultado emocionante. El sonido del impacto de algo muy fuerte hizo eco por todo el lugar mientras Naruto miraba con los ojos brillando de emoción como la enorme roca se destruyo por el golpe y levanto una cantidad enorme de viento agitando los árboles cercanos por la fuerza ejercida en aquel simple puñetazo.

El rubio estaba cada vez más emocionado de poner a prueba esta transformación que había completado con mucho esfuerzo. Pero no debía dejarse llevar, dándose la vuelta volvió a despegar por el lugar por el que había venido. No fue más que un simple borrón dorado para cualquier persona que lo viera cruzar el bosque.

Más tarde aquel día, Naruto camino lentamente por su habitación aún sin quitar su transformación.

—Que raro, siento que puedo mantener esta transformación de manera indefinida —habló con una mano en el mentón—. Debo dejar de hablar solo, ya parezco un loco —susurró con una cara decaída.

Decidiendo no pensar en ello, simplemente se acerco a su cama y se dejo caer en ella. Desactivo su transformación para poder dormir bien, pero justo en el momento que su transformación se fue. Sus colas y orejas regresaron, su cuerpo se sintió muy pesado, sus párpados se cerraron y simplemente cayó desmayado.

-1 Semana Después-

Naruto comenzó abriendo sus orbes azulados con algo de cansancio. Se sentó en la cama e inspecciono su cuarto, abrió los ojos en shock al darse cuenta por el calendario que su padre le había creado que llevaba inconsciente una semana.

¿Qué diablos?, solo estuve alrededor de un minuto en está transformación y me dejó tan agotado que estuve fuera por una semana —pensó con incredulidad.

Decidió probar una teoría, activo su transformación que decidió nombrarla como "Golden Rise". Porque este nombre, bueno le salía de los huevos y era su transformación... Además de que le quedaba épico para esa forma.

Espero un minuto completo y cuando se termino el tiempo desactivo el Golden Rise, sin embargo en vez de ocurrir lo mismo que la vez anterior, solo se quedó muy agotado sin llegar a desmayarse.

—Creo que entre más tiempo la uso, mi cuerpo se adapta mejor. Pero si no estoy tan acostumbrado me causa un gran desgaste tanto físico como mental —reflexiono sintiendo como si hubiera corrido un maratón de un día completo mientras sus pensamientos se volvían algo incoherentes.

Tomándose unas cuantas horas de descanso, el rubio se movió hacia su habitación en busca de empacar sus cosas. Cuando guardo todas sus cosas en su mochila, camino un tiempo por el bosque. Hoy comenzaría su aventura por el mundo.

-450 Años Después-

Un rubio de ojos azules con una hendidura en medio, con marcas en las mejillas que parecían tatuajes, orejas de zorro y diez colas en su espalda. Se encontraba caminando por un pueblo muy agitado mientras que sin darse cuenta atraía la atención de toda la población femenina ya sea por sus rasgos exóticos o su bella sonrisa que evocaba fantasías nada santas en cualquier mujer que viera su sonrisa colmilluda.

 Actualmente Naruto se encontraba pensando en lo que sucedió todo este tiempo. Había practicado su transformación sin cuidado al mantenerla activa por un año entero y al desactivarla su cuerpo no aguanto más y acabo en coma por 100 años. Justo cuando despierta se enteró de que había personas que atacaban a sus hermanos, esto le provoco enojo pero se lo trago para tratar de cumplir lo que le dijo a su padre. Espero una gran cantidad de tiempo pero nada cambió.

Entonces decidió irse a mantener su transformación por 35 años, para por lo menos esperar que los tontos humanos cambiarán. Era idiota y lo sabía pero aún tenía una mentalidad de niño que necesitaba cambiar. Y ahora 350 años después, acaba de despertar de su siesta y se encontraba buscando información de sus hermanos.

Además se había vuelto lo suficientemente fuerte como para dejar caer meteoritos en cualquier lugar como si fueran dulces. No había entrenado solo con su transformación, mientras mantenía su Golden Rise activa también entreno con su Rinnegan, aprendió a controlar la gravedad, traer de regreso a los muertos, viajar entre dimensiones, invocar animales de su elección, sacar el alma de las personas o en este caso de animales, absorber el Chakra, y muchas cosas más.

Otra cosa muy interesante fue que aprendió el nombre de sus ojos con forma de flor, siendo nombrado como Tenseigan, encontró el nombre y algunas habilidades interesantes cuando decidió explorar la luna haciendo un agujero en ella accidentalmente, gracias a ello termino entrando en esta misma encontrándose con una civilización llena de personas ciegas. No dándole importancia, se escabullo explorando el lugar solo para encontrarse con una lápida que no entendía ni un poco, así que hizo caso a uno de los consejos de su padre.

Activo su Rinnegan logrando leer solo un poco de esta lápida, mas concentrado que nunca, activo los ojos en forma de flor logrando leer toda la descripción que venía en esta lápida aprendiendo el nombre de sus ojos.

Lo malo fue que termino por ser descubierto, claro que como buena persona que es corrió como loco de ahí, en el lado positivo logro aprender a utilizar un poco el Tenseigan y consiguió escapar de la luna no sin antes dejarles un regalo en forma de la mitad de la luna siendo cortada.

Después de eso siguió practicando todo lo que pudo. Aprendió que su cuerpo era muy diferente ya que tenía una habilidad pasiva que decidió nombrarla como "Mugen No Shinka", le coloco este nombre ya que cada vez que entrenaba o se hacía daño evolucionaba. Un ejemplo claro sería que cuando gasto toda su energía en estado base, al despertarse del desmayo sus reservas de Chakra se habían duplicado, también aquella vez que se cayó desde la atmosfera para ver cuanto resistía su cuerpo, termino con heridas graves y parecía más muerto que vivo. Cuando se recupero su cuerpo era mucho más resistente y veloz, ahora podía decir sin dudas que una caída desde la atmosfera sería como una simple caída contra algo suave.

Salió de sus pensamientos cuando vi con sus orbes azulados a 3 hombres que parecían masa de músculos se encontraban acosando a una mujer peli-castaña que solo temblaba del miedo. Naruto frunció el ceño al ver esto y más cuando las personas solo apartaban la mirada de ese lugar.

Esto era algo que enojaba al rubio, ver pero no hacer nada iba en contra de todo lo que su padre le había inculcado.

Con una mirada molesta se acerco a paso lento hacia ellos.

—Vamos nena, nos divertiremos mucho se que te encantará —habló un hombre que sujetaba las manos de la mujer, tenía la cabeza calva con una enorme cicatriz que bajaba desde su frente hasta debajo de su ojo derecho.

—Y-ya les dije que no, por favor dejen que me vaya —respondió la mujer que temblaba, tenía el cabello castaño, ojos verdes, pechos enormes copa D tal vez más, caderas anchas junto a un enorme y jugoso trasero. Su vestido negro apenas y podía contener su cuerpo.

—Preciosa, creo que no me entiendes. O vienes por las buenas o será por las malas —dijo un segundo hombre siendo este de piel oscura, un poco de cabello y ojos negros.

—Todos sabemos que no le importas a tu familia rica y que solo te soportan porque esperan quitarte esa virginidad que tanto resguardas —hablo el tercer hombre que tenía el cabello largo que llegaba detrás de su nuca, sus ojos naranjas solo demostraban lujuria por la mujer que tenía delante que tembló conteniendo sus lágrimas.

—Solo déjenme ir —rogó intentando convencerlos. El segundo hombre ya harto de sus palabras, levanto su mano y la bajo con fuerza, la mujer cerró los ojos con fuerza esperando el dolor que nunca llegó. Abriendo sus ojos, vio con incredulidad como alguien detuvo el puño del hombre con solo un dedo.

—Oye amigo, así no es como se debe tratar a las mujeres. —La mujer se sonrojo furiosamente al escuchar esa voz suave pero firme, sus piernas se volvieron gelatina con solo escuchar el magnífico sonido que salió de los labios de aquella persona.

—¿Quién mierda eres? —gruñó el hombre preparando su otro puño.

Antes de que pudiera hacer algo, el rubio le propino una patada en el tórax del hombre que escupió sangre y salió despedido con fuerza chocando con alguna casa—. Nadie en particular —respondió con una sonrisa colmilluda.

El primer hombre soltó a la mujer y junto a su compañero se acercaron al rubio—. Mira pedazo de mierda, si no dejas que terminemos lo que comenzamos. Sufrirás graves consecuencias —gruñó el primer hombre estando delante del rubio con su compañero a su lado.

—Con toda honestidad, las consecuencias me importan muy poco cuando el único pedazo de mierda eres tú que solo chillas como una maldita perra —respondió con su sonrisa, el hombre solo gruñó y se acerco corriendo junto a su compañero.

Justo antes de que estuvieran a solo dos pasos de llegar al rubio, este desapareció de la vista y en el momento siguiente estaba de espaldas a ellos—. Hmmm, ¡fue muy aburrido! —exclamó con un bostezo, los hombres cayeron inconscientes sin saber que ocurrió exactamente.

Se acerco a la mujer y le sonrío un poco—. Disculpe señorita, ¿se encuentra bien? —preguntó tendiéndole su mano para ayudar a que se ponga de pie. La mujer acepto su ayuda, en el momento que toco su mano la castaña sintió un escalofrío bajar por todo su cuerpo.

Alzando la vista, su rubor se hizo más pronunciado cuando vio esos ojos, ese bello rostro y no la hagas comenzar con esa sonrisa que sentía que la volvía loca.

—Hola, sigues ahí. —La castaña se avergonzó por sus pensamientos, sacudió su cabeza y se enfoco lo mejor que pudo y solo abrió los ojos en grande al notar las orejas y colas.

—S-si, perdón ¿Quién eres? —El rubio se rio un poco.

—Soy Naruto y ¿tú? —respondió y preguntó viendo fijamente los orbes verdes de la mujer avergonzada.

—M-Mi nombre es Liz —respondió lo mejor que pudo.

—Bien Liz, espero que estés mejor. Nos vemos —habló comenzando a irse.

—¡Espera! —gritó más fuerte de lo que planeaba pero al menos consiguió que el rubio se detuviera.

—¿Si? —preguntó inclinando la cabeza en confusión.

—Hay algo que pueda hacer para devolverte de alguna manera tu ayuda.

—Hmmm, ahora que lo dices. Si puede haber algo. —Había una sonrisa en la cara de Naruto mientras los pensamientos de Liz se fueron hacia cosas pervertidas, como ella siendo acorralada por este hombre, o su ropa siendo destrozada y ella perdiendo su virginidad con este apuesto espécimen de hombre.

—Puedes pedirme lo que quieras... Absolutamente lo que sea —Liz dijo con la voz cargada de lujuria.

—Bien, podrías decirme acerca de una isla en la que pueda quedarme. —Esas palabras rompieron las fantasías de la castaña que solo sonrío de forma nerviosa y sus ojos se quedaron vacíos por un momento.

—Cierto, bueno hay una isla que se llama Uzushio y esta llena de remolinos, pero es un buen lugar por si buscas quedarte en paz y tranquilidad —respondió ocultando su decepción.

—Claro, puedes indicarme hacia donde esta —cuestiono el rubio.

—Se encuentra mas o menos a 30 KM al Oeste.

—Bien, gracias por tu ayuda.

—Oye, espera. Quería saber si me puedes llevar contigo. —Naruto se confundió un poco por lo que Liz dijo.

—¿Por qué?.

Tomando un respiro Liz comenzó con su explicación—. Bueno la verdad es que yo nací del producto de una infidelidad por parte de mi padre, cuando nací mi madre me dejo con mi padre que tiempo más adelante comenzó a tratarme como si fuera una clase de peste. Mi madrastra solo quería que me muriera, pero a parte de los maltratos no hicieron nada más ya que tenían que guardar su apariencia de familia unida y feliz con los nobles de otros países. Ya estoy cansada de esto, solo quiero tranquilidad... Así que por favor te pido que me lleves contigo. —El rubio guardo silencio por unos momentos, soltando un suspiro se acerco a ella y para su sorpresa y alegría interna la abrazo.

—Bien, puedes venir conmigo. Pero antes, no tienes que empacar —habló cerca de su oreja provocando un rubor en Liz que solo negó con la cabeza—. Bueno porque ya nos vamos —terminó de hablar mientras se separaba de ella y comenzaba a caminar, no muy atrás venía una Liz sonriente que abrazo su brazo izquierdo entre sus pechos. El rubio estaba confundido por las acciones de la castaña que le parecieron extrañas, pero quien era él para comentar cuando a veces actuaba de la misma manera o incluso algo idiota.

Las personas solo observaron con mucha sorpresa como este misterioso sujeto defendió a la mujer y ahora era abrazado por ella para celos de los hombres y molestia de las mujeres.

En el transcurso de una semana lograron llegar hasta un pequeño puerto en el podrían viajar para llegar a Uzushio. El viaje en barco fue largo pero tranquilo, todo el tiempo Naruto y Liz tuvieron una platica sobre sus gustos y cosas que les gustaba hacer. Sin saberlo, el rubio enamoraba cada vez más a Liz que estaba fascinada por todo lo que le decía el rubio, incluso acepto que no fuera humano ya que no la trato como las otras personas.

—Ya casi llegamos.

—Todavía no joven.

—Ya mero.

—No.

—Ya merito.

—Le dije que no.

—Hmm, ya merito llegamos.

—Grr, no.

—¿Está seguro?

—Si.

—Deberitas deberitas que no.

—Oh que la chingada. Por ultima vez que no maldita sea.

—Hmm, no se porque pero pienso que estas mintiendo.

—Sabes que, con todo respeto, chingue a toda su reputísima madre.

—Nop, no tengo madre pero igual gracias.

—Entonces a tu puto padre.

—Tampoco, el falleció hace mucho.

—Pus entonces... A tu... Emmm... No se que más decir.

—Bueno viejo quiero decirte que me presentes a tu hermana o prima, digo si es que tienes. —Liz frunció el ceño y se cruzo de brazos mientras volteaba la mirada hacia otro lado.

Una enorme vena apareció en la frente del hombre—. Ni loco haré eso —gruñó quien actualmente estaba dirigiendo el barco mientras era molestado por cierto rubio que no se callaba con nada, no muy alejada en un rincón estaba Liz en un asiento viendo todo con una cara divertida.

—Vale pues.

El hombre soltó un suspiro de alivio.

—Ya mero llegamos.

Su tranquilidad se esfumo al escuchar las palabras del rubio.

—¡AAGGHH!, ¡Sabes que!, ¡Mejor dirige tu el barco y dejas de estar jodiendo! —gritó mientras se lanzaba hacia el mar y se iba nadando lo más rápido que podía dejando atrás a un Naruto confundido.

—Eso es un si o un no. —Liz se dio un facepalm en la cara por la estupidez de Naruto.

Habían pasado 5 días y Naruto había logrado llegar a la isla de Uzushio consiguiendo entrar sin ser atacado por los enormes remolinos gracias a la ayuda de un hombre pelirrojo que curó cuando estaba herido con su tripulación casi muerta. Fue mucha suerte que este pelirrojo se dirigiera hacia el mismo lugar que él y Liz iban.

—Así que esto es la isla de Uzushio, muy hermosa de hecho —comentó Liz sonriendo con felicidad por observar este bello lugar.

—Si, espero que encuentren lo que están buscando —dijo un hombre pelirrojo de ojos violetas que tenía vendas por todo su cuerpo, estaba sonriendo con diversión por el asombro que se notaba en la castaña.

—Espero volver a verte en otro momento —habló Naruto tendiéndole su mano derecha para un apretón de manos que el pelirrojo acepto gustosamente con una sonrisa pequeña.

—Lo mismo digo. —Con eso terminado, Naruto y Liz se despidieron de todos y siguieron su camino para explorar toda esta isla. Esperaban no llamar mucho la atención ahora que el rubio tenía oculto sus rasgos de zorro para evitar preguntas innecesarias.

-2 años Después-

Naruto estaba acostado en un sofá con la cara aburrida, habían logrado conseguir una casa en esta isla, no fue muy caro, nada que un poco de Banbutsu Sōzō no pudiera solucionar. Ahora vivía en una casa simple pero elegante con cierta castaña que decidió vivir con él. Actuaba un poco rara cada vez que estaban solos.

Dejó a un lado sus pensamientos al escuchar la puerta ser abierta—. ¡Estoy en casa!. —Una hermosa castaña exclamó con una enorme sonrisa viendo al aburrido Naruto intentar dormir.

—Jeje, Naruto-Kun, no intentes dormir que te despierto a besos. —Naruto suspiro de molestia, volteando su cuerpo le dio la espalda a Liz que hizo un puchero. Lentamente una sonrisa malvada se abrió camino en sus labios, con pasos silenciosos y tranquilos se dirigió al rubio que estaba con los ojos cerrados.

De un momento a otro salto cayendo en la cintura del rubio quedando encima de él en una posición muy comprometedora—. Aprovecharé que no tendremos visitas y tendremos un poco de diversión —Liz susurró con voz suave pero cargada de intenciones lujuriosas.

Naruto arqueó una ceja por lo dicho—. Disculpa, pero de que cosas estás hablando. —La castaña sonrío perversamente, corrompería la mente inocente de Naruto con las cosas más pervertidas que había soñado.

—Solo déjate llevar. —Escuchó Naruto antes de que la mujer encima de él cerrara sus labios con los suyos y le metiera la lengua hasta donde podía. Sus ojos se abrieron con sorpresa pero mejor decidió hacerle caso y se dejó llevar moviendo sus labios de la misma forma que la castaña, sus lenguas se encontraron en una fuerte lucha por el dominio de la boca del otro.

Liz colocó sus manos en los hombros de Naruto y movió su trasero hasta colocarlo arriba del regazo del rubio y comenzó un pequeño vaivén provocando que cierta parte del cuerpo de Naruto se levantará muy emocionada.

Había sido creado como un ser sin género igual que sus hermanos pero se dio cuenta de que meses después de recibir las marcas de Yin-Yang, de la nada le había crecido un pene. Creyó que tenía problemas con su cuerpo o alguna enfermedad pero descartó todo eso y siguió con su vida como si nada.

Liz claramente sintió la excitación de Naruto con su carnoso trasero, grandes cantidades de lujuria se mostraban por sus ojos. Soltó un gemido ahogado por el fuerte apretón que Naruto le hizo al trasero de la castaña, ella bajo sus manos hasta llegar a tocar los pectorales y abdominales que tenía Naruto, otro apretón más y ella sentía que se volvería loca en cualquier momento.

Se alejaron con lentitud mientras un pequeño hilo de saliva unía sus lenguas—. Sabes que esto solo es el inicio ¿cierto? —Naruto asintió en respuesta y volvió a estrellar sus labios contra los de ella que solo gimió de gusto, el rubio la cargó colocando sus manos en su trasero para evitar que se cayera, aunque no pareció necesario cuando Liz enredo sus piernas en la cintura de Naruto.

Caminando sin despegar la vista de los ojos de Liz, Naruto se dirigió a la habitación más cercana para continuar con lo que habían comenzado.

Este par de tortolos no podrá dormir por la noche, ni siquiera dejarían dormir a su pobres vecinos.

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