El sexto integrante

By Ineskyblue

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Émile sueña con vivir de su música, se pasa el día y las noches escribiendo canciones y fantaseando con canta... More

Antes de leer
★Sinopsis★
★Capítulo 1★
★Capítulo 2★
★Capítulo 4★
★Capítulo 5★
★Capítulo 6★
★Capítulo 7★
★Sixthers★
★Capítulo 8★
★Capítulo 9★
★Capítulo 10★
★Capítulo 11★
★Capítulo 12★
★Capítulo 13★
★Sixthers★
★Capítulo 14★
★Capítulo 15★
★Capítulo 16★
★Capítulo 17★
★Capítulo 18★
★Capítulo 19★
★Capítulo 20★
★Capítulo 21★
★Capítulo 22★
★Capítulo 23★
★Capítulo 24★

★Capítulo 3★

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By Ineskyblue


"Si la felicidad siempre se mide por la vida que diseñas, ese auto en el camino, entonces deberías sentirte mejor que nunca"

Fearless - Louis Tomlinson

★★★

Creí que Dylan se iría al dejarme en el hospital, pero para mi sorpresa lleva dos horas aquí esperando conmigo a que la cirugía termine.

Tengo hambre, no cené porque me da miedo vomitar en el escenario, así que desde la tarde mi estómago me está reclamando por alimento y justo ahora se decide a qué es un buen momento para rugir desesperadamente.

—¿Quieres ir a la cafetería? —me invita Dylan con una risita.

Manuela se fue hace un rato diciendo que regresa en la mañana, seguro que si no llega a dormir a su casa le hacen drama. Fabri y Lula están con nosotros, pero él duerme hace como una hora desparramado en los asientos y ella está completamente sumergida en un libro.

—Sería bueno —asiento, un poco cansado, y me volteo a mi amiga para invitarla—: ¿Vienes?

—No quiero despertarlo —niega mientras señala a su novio con la cabeza—. Tráeme algo tú, y si alguien sale yo te llamo.

—Bien...

Me pongo de pie y Dylan hace lo mismo, hemos pasado las últimas dos horas en silencio, y lo mismo sucede mientras caminamos por el pasillo.

—¿Por qué te quedaste? —cuestiono en cuanto nos sentamos en una pequeña mesa junto a la ventana, intentando no sonar grosero.

—Seremos amigos, hay que comenzar desde ya.

—Ni siquiera me conoces.

—Toda esa parte de conocer a las personas con miedo y cautela, es un proceso larguísimo y aburrido que prefiero saltarme.

—¿Te da igual si soy un imbécil? ¿Igual vas a confiar en mí?

—Sí. —Se encoge de hombros, como si eso no fuera la gran cosa.

—¿Y si soy una mala persona?

—Creo que puedes conocer a alguien solo por su música, escuché todas tus canciones, y las que eliges para hacer covers. Me gusta tu forma de ver la vida.

Soy completamente transparente cuando escribo canciones, así que tiene sentido lo que dice en realidad.

—¿Y si yo no quiero ser tu amigo? —cuestiono y él se ríe.

—¿Me estás coqueteando?

—No.

Él se vuelve a reír, dejando en evidencia que solo estaba bromeando y en realidad sí entendió el verdadero sentido de mi pregunta.

—Eres el introvertido al que le cuesta socializar, soy el extrovertido que habla hasta con las plantas. Ya te adopté, no hay opción.

También me río, no sé por qué, pero a pesar de su exceso de confianza, me agrada de todos modos.

—Quiero escuchar tu música, para estar en igualdad de condiciones.

—Me gusta más componer que escribir, mi cerebro va en demasiadas direcciones a la vez y me cuesta concentrarme en una sola idea —explica, pero detiene sus palabras en cuanto el mesero se acerca a tomar el pedido.

Son como las cuatro de la mañana, su cara no es la más amistosa por tener que atendernos, pero la cafetería está abierta las veinticuatro horas para algo.

—¿Ya saben qué van a ordenar? —pregunta con voz exageradamente neutra y sin ganas.

Sin embargo, en cuanto levanto los ojos hacia él y lo miro directamente, sonríe con timidez y baja la mirada.

Qué lindo, me gusta.

—Un café con leche y dos medialunas —responde Dylan, interrumpiendo nuestro extraño intercambio.

—Yo quiero lo mismo —asiento—. Y si puedes prepararme un capuccino, un café negro sin azúcar y cuatro medialunas para llevar.

—Claro, sí, enseguida —murmura un poco sonrojado, y de inmediato se aleja.

—¿Acaso estás coqueteando con el mesero? —me acusa Dylan por lo bajo.

—No, claro que no —miento.

Ni, cliri qui ni —me imita haciéndose el tonto—. Te vi, esa miradita dominante, lo hiciste ponerse nervioso sin hablar, lo observé todoooo.

—Fue tu imaginación.

—Los amigos no se mienten, Emi, empezamos mal.

—No quise que se ponga nervioso, solo lo miré porque habló.

—Es que tus ojos son hermosos, cualquiera en su lugar —simplifica con un encogimiento de hombros, dejando ir el tema de una vez.

—Ahora siento que tú estás coqueteando conmigo.

—Solo estoy buscando tu amistad, querido Emi —Golpetea sus dedos en la mesa y observa al mesero mientras prepara nuestros cafés—: Aunque siempre se puede reforzar.

—¿Eres gay? —pregunto directamente, por algún motivo me da ansiedad no tener las cosas claras.

—Me da igual el género, me gustan todos un poco y nadie lo suficiente.

—¿Pansexual?

La verdad es que el año pasado en cuanto comencé a hacerme preguntas sobre mí mismo, estuve leyendo demasiado en internet sobre las muchas orientaciones sexuales.

Mis dudas no surgieron por alguien en particular, de verdad estaba muy bien con mi novia y no me interesaba nadie más. Simplemente... no lo sé, estaba viendo una entrevista de Luke Hemmings por partes en TikTok, la sonrisa de mi rostro no se borraba, y de pronto me cuestioné por qué él me hacía sentir de ese modo. Entonces empecé a pensar en otros hombres a los que también me gustaba ver, y luego pensé en chicos que había conocido, que me ponían nervioso y no entendía el motivo.

Fueron días difíciles, de muchas preguntas, de no entender por qué, si desde pequeño me habían dicho que era libre de elegir entre chicos y chicas, había reprimido con tanta fuerza esa parte de mí.

Supongo que a pesar de que mis madres me dieron esa libertad, de todos modos crecí en una sociedad que aún está llena de prejuicios.

Además me gustan mucho las mujeres, y nadie me dijo que podían gustarme ambos, así que siempre creí que era hetero y que lo de mirarle los abdominales a los actores en la tele solo era morbo.

El mesero regresa a la mesa con nuestros pedidos antes de que pueda responder algo, esta vez evité mirarlo, no quiero incomodarlo y menos mientras trabaja

—Algo así —Dylan hace un gesto de asentimiento y mueve su cabeza hacia mí para regresar la pregunta en cuanto el mesero se va—: ¿Y tú?

—Bi.

—Eres la primera persona que no pregunta si me cojo a los panes.

Suelto una risa y observo su mano sobre la mesa, golpeteando con los dedos otra vez. Tiene algunos tatuajes, trae varios anillos, y las uñas negras. Luego regreso la mirada a mi propia mano, bastante parecida, excepto por los tatuajes y que las uñas son azules. Y entonces llevo la comparación a todo lo demás.

Nos parecemos demasiado, aunque tal vez él es un poco más alto y delgado, todo lo demás es bastante similar. El cabello, los ojos claros, incluso las facciones de nuestros rostros.

—¿Por qué somos parecidos? —cuestiono sin rodeos— ¿Lo buscaron así a propósito? ¿Las chicas tienen la misma vibra?

Él sonríe y niega.

—Somos el objeto de consumo dentro de la banda, eres como mi versión tierna.

—No entiendo.

—¿Sabes cuál es el público objetivo de las bandas juveniles? Chicas adolescentes. Es verdad que también algunos chicos, pero son una minoría.

—¿Solo nos buscan por bonitos? —arrugo la frente, con un poco de molestia.

—Era una parte clave de la elección, pero no solo eso.

Mi estúpido cerebro no puede evitar hacer la relación de que buscaban a alguien lindo, y Freya me propuso a mí.

—¿Y las chicas?

—Ellas sí son diferentes entre ellas, complexión física, estatura, color de piel, para que cualquier chica se sienta representada e identificada. Aunque al mismo tiempo cumplen distintos tipos de estereotipos, todas son hegemónicas.

—¿Voy a ser el chico tierno con vibras de Golden Retriever que va con su guitarra a todos lados?

—Probablemente.

—¿Y tú el mujeriego que duerme con todo el mundo?

—Efectivamente —asiente concentrado en la medialuna—. No está muy alejado de la realidad, de todos modos. Tú tienes vibras de Golden, y yo soy yo mismo, pero versión hetero.

—Promiscuo. —Arrugo la nariz con desagrado, pero de inmediato los dos nos reímos.

—Lo dice el que acaba de coquetear con el mesero, claro.

—Soy el chico tierno aquí, respeta.

—Eso significa que todas las chicas sensatas y bonitas se van a fijar en ti, ¿y sabes lo que me toca?

—¿Qué?

—Las tóxicas que prefieren al chico sexy que parece que va a mandarlas a terapia sin escalas.

—Te encanta eso —me burlo de su queja—. Además yo no estoy buscando chicas, si acepto no será por eso.

—¿Tienes novia?

—No.

—¿Novio?

—Tampoco —afirmo, pero de inmediato me siento mal por negar tan rotundamente a Eliseo, aunque no seamos novios—. Tengo un algo, sin título.

—Pues, si lo quieres deberías definir algo, porque la distancia será difícil sin las cosas claras.

Ese es el punto, yo no sé si lo quiero. Probablemente sí, pero no como amor, no como de forma romántica. No pienso en él si alguien más no lo trae a mi mente, de hecho acabo de darme cuenta de que él salió del bar con los chicos y no está aquí, por lo que debe haberme escrito varias veces.

Busco en mi celular y descubro más de diez mensajes suyos preguntando qué pasó, y por qué los chicos se fueron así sin explicación.

Acerco mi teléfono y le respondo con un audio:

—Lo siento, Eli. Mi mamá se cayó por una escalera en su trabajo y se fracturó un brazo, está en cirugía ahora, pero está bien. Perdón por no responder antes, apenas veo el teléfono.

—¿Emi y Eli? —se ríe Dylan en cuanto termino el audio— That's weird.

—Es un chico lindo, pero no estoy enamorado. Creo que sí voy a irme lo mejor será terminar y... —me detengo a pensar en lo que estoy diciendo y de repente tomo conciencia—: ¿Por qué estoy hablando como si fuera a decir que sí? Aún no lo decido, me estás manipulando.

—Tú sabes que ya lo decidiste.

En realidad yo querría decir que no, pero mis necesidades hablan por mí. No hay casa, no hay dinero, no hay trabajo. Hay una posibilidad frente a mí que puede resolver cada uno de esos problemas y darnos ese tipo de seguridad que jamás hemos tenido, y aunque eso signifique dejar de lado mucho de lo que pienso, siento y creo, es un sacrificio que tendré que hacer.

—Nos quedaremos un día más —continúa ante mi falta de respuesta— ¿Por qué no salimos de fiesta mañana? Así conoces a las chicas y ves cómo te sientes.

—Mañana es domingo, tengo que ir a la universidad el lunes a la mañana.

—¿A dónde está tu juventud? —minimiza mis excusas— Pasaré por ti a las nueve, no acepto un no.

—Pero mi mamá...

—Tu tía se queda con ella.

—No tengo tías.

—¿Y la otra señora? La que peleaba contigo... ¿No era tu tía?

—No, es mi otra madre y están divorciadas. De hecho la dejó por otra y se fue, se robó a mi gato y regresó tres años después sin él —resumo rápidamente—. No se quedará a cuidarla, no hay forma.

—Oh —asiente brevemente—. ¿Y qué le pasó al mishi?

—Lo perdió. Se llamaba Kevin, jamás le perdonaré eso.

Mommy issues, I know the feeling.

Lo miro con cara de entender poco, el inglés y yo congeniamos cuando nos da la gana, y este no fue el caso.

—Que te entiendo, también tengo problemas con mi mamá... y con mi papá... y con toda mi familia.

De pronto, sin previo aviso, mi cerebro tiene uno de esos momentos.

Tomo conciencia total de lo que está pasando y no lo puedo creer. Estoy sentado en la cafetería de un hospital, con un desconocido muy bonito que quiere ser mi amigo. El empresario de una disquera multinacional quiere que forme una banda con él y con otras tres chicas, y mi vida entera va a dar un giro de ciento ochenta grados si digo que sí.

Hace unas horas todo era normal, hace unas horas mi única preocupación era pagar la renta y no tener que vivir con Manuela.

Esta propuesta, además de ser el salvavidas económico para mi mamá y para mí, es la mayor oportunidad que me ha dado la vida de cerrarle la boca a esa señora.

Eso de "la música no va a poner comida en tu mesa"... Si el gran Freddie me ayuda y las cosas fluyen como deberían, se va a tener que tragar cada una de sus palabras.

¿Estoy asustado por la fama, la exposición y el manejo de otros sobre mi imagen pública? Sí, y mucho. Pero de todos modos comienzo a emocionarme con la idea de miles de personas gritando mis canciones.

Soñé con eso, lo visualicé y lo manifesté muchas veces, con todos los vídeos místicos que me salían en TikTok de personas random de dudosos conocimientos, diciendo que tal día era óptimo para manifestar deseos, o que la energía de alguna cosa random de la que no tengo ninguna información previa iba a abrir portales de blablabla. ¿Entiendo algo? No. ¿De todos modos lo hago y tengo la estúpida confianza de que se cumplirá? Sí.

No me puedo quejar, la oportunidad llegó y está en mis manos aceptarla.

—¿Cómo se llama la banda? —pregunto, cambiando el tema de la nada luego de mi instante de conciencia plena.

Sixth.

—¿Así como sexto en inglés?

—Sí.

—¿No que yo era el quinto y el último?

—Así es.

—¿Y por qué se llama Sexto si somos cinco? ¿Por qué no se llama Fifth?

—Porque se parece a Fifth Harmony.

—Hay otra infinidad de nombres que tienen más sentido —insisto con mi queja.

—Ajá, lo mismo dije. Como sea ya somos una marca registrada, puedes quejarte, pero no cambiará nada.

—¿Sixth sin sexto integrante?

—Efectivamente.

Sin sexto integrante... y así de simple, surgió mi primera idea para una canción de la banda.

Tal vez hay un destino marcado, o tal vez solo nosotros lo decidimos, pero acabo de entender que de cualquiera de los dos modos, este es el rumbo del mío.

___________

Hola Pollitos 🐣

Esta semana fue una de las más especiales de mi vida, fui a un concierto de Louis Tomlinson, fui muy feliz y me lloré la vida, aún así llegué a tiempo con las actualizaciones en medio de la depresión post concierto 😂

Los quiero mucho, gracias por ser de los primeros en leer esta historia, si están aquí es porque me apoyan en todo y son los mejores del universo, porque aún no le hago publicidad en ningún lado.

Solo los reales están desde el comienzo, los amo mucho 💙

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