MY RAPTOR

By CenizasdeAlgodon

915K 61.2K 3.4K

Un estallido me aseguró que había apretado el gatillo y en un par de segundos mi cuerpo se encontraba de rodi... More

Prólogo
ADVERTENCIA
Capítulo 1 "Presentimiento"
My Raptor
Capítulo 2 "Propuesta"
Capítulo 3 "Extraño"
Capítulo 4 "Código Rojo"
Capítulo 5 "Atados"
Capítulo 6 "La Gran Noche"
Capítulo 7 "Mi Raptor"
Capítulo 8 "El"
Capítulo 9 "Aroma Melancólico"
Capítulo 10 "Tolerancia"
Capítulo 11 "Abismo"
Capítulo 12 "Advertencia"
Capítulo 13 "El Intento" Parte 1
Capítulo 15 "Consecuencias" Parte 1
Capítulo 16 "Consecuencias" Parte 2
Capítulo 17 "Despertar"
Capítulo 18 "Cicatrices"
Capítulo 19 "Coraje"
Capítulo 20 "Enfrentamiento"
Capítulo 21 "Locura"
Capítulo 22 "Desconcierto"
Capítulo 23 "Colapso"
Capítulo 24 "Rota"
Capítulo 25 "Casquillos De Bala" Parte 1
Capítulo 26 "Casquillos De Bala" Parte 2
Capítulo 27 "Inocencia Rota"
Capítulo 28 "Destrozada"
Capítulo 29 "Culpa"
Capítulo 30 "Una Promesa Vacía"
Capítulo 31 "Víbora"
Capítulo 32 "Amenaza"
Capítulo 33 "Ella"
Capítulo 34 "Temor"
Capítulo 35 "Desesperación"
Capítulo 36 "Un Disparo"
Capítulo 37 "Un Final"
"Epílogo"
AGRADECIMIENTOS
NOTA DE AUTORA
NOTA DE AUTORA

Capítulo 14 "El Intento" Parte 2

17.5K 1.4K 49
By CenizasdeAlgodon

Miércoles,
10:00 pm

El Intento Parte 2

Mis ojos se toparon con un hombre robusto, vestido en un traje costoso y un reloj de oro colgando de una de sus muñecas. Me miraba con una sonrisa que logro erizar mi piel.

—Debo admitir que Hall siempre se encarga de conseguir las delicias más exquisitas—su tono era burlon—Mira el encantador tesoro que mantiene escondido entre estas paredes.

Sus palabras me causaron un escalofrío, sobretodo con el sobrenombre con el cual se había dirigido a mi.

Comenzó a introducirse más en el amplio despacho, acercándose cada vez mas donde me encontraba, sin apartar su mirada de mi.

Mis pasos retrocedieron, hasta interponer entre ambos el escritorio de madera que se encontraba en ese lugar. Asegurandome de que ese hombre asqueroso no pudiera acercarse mas a mi.

El soltó una carcajada que logro helarme la sangre, causándole gracia mis intentos de huida de su persona.

Dejó de acercarse a mi para fijar su vista en la botella de cristal que se encontraba encima de una charrola. Tomo un vaso de cristal junto con algunos cubos de hielo que se encontraban a su lado, para servirce un poco de whisky. Le obsequio un rápido sorbo, antes de sonreír y devolver su atención hacia mi.

—Me pregunto cuanto dinero debería ofrecerle para que me permita pasar un par de noches contigo cariño—comento de forma melosa, con un brillo extraño en sus ojo—Aunque pensándolo bien, el no es persona de las cuales les gusta compartir, por lo cual sería una perdida de tiempo intentar ofrecerle una cantidad.

El miedo y la preocupación comenzaron a recorrer mi cuerpo. Ese hombre me miraba de una manera no muy decente, ni siquiera quería imaginar los pensamientos morbosos que debían estar circulando por su mente en aquel momento.

—¿Como te llamas?—exigio saber, ahora con un semblante mas serio.

Mis uñas se enterraron en la silla de cuero que se encontraba enfrente de mi, detrás del escritorio.

—Eso a usted no le importa—masculle, intentando hacerme ver fuerte.

El elevo una ceja.

—Muy  hermosa pero muy mocosa he  insolente para mi agrado—murmurro con enfado.

Dejo el vaso a un lado y comenzó a acercarse a mi de manera intimidadora y amenazante.

—No se acerque—adverti, dando pasos cada vez que se acercaba más.

—Esto podemos hacerlo de la buena manera y los dos terminar disfrutando el final o de lo contrario puede ser a la mala y te aseguro que no sera nada satisfactorio para ti—propuso, regalándome una mirada llena de lujuria—Ademas creo que debes estar acostumbrada, eres la perra de Hall ¿No?

—¡Yo no soy la perra de nadie! —conteste indignada y sobretodo enfadada por su suposición.

—Cuida tu forma de hablarme—amenazo acercándose cada vez más.

Corrí hacia la puerta lo mas rápido que pude, pero antes de que pudiera tomar la cerradura, su mano tiro fuertemente de mi cabello, sacando un grito de dolor que fue callado por una cachetada en mi mejilla derecha.

—¡Callate o sera peor para ti!—-escupio, tirando mi cuerpo contra el escritorio y acorralandome contra este.

Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos mientras con mis manos comenzaba a golpear su pecho graciento.

—¡Suelteme maldito asqueroso!—chille, sintiendo como sus manos anchas y carnosas se introducían debajo de mi vestido y comenzaban a tocar mis muslos hasta llegar a mi ropa intima.

Podía sentir como mi mejilla latía por el golpe que me había propinado, junto con el jalón de cabello. Las lágrimas se escurrían por mi rostro, ante mis intentos desesperados de apartar a aquel hombre lo mas rápido posible de mi.

Su mano roso mi parte intima, haciendo que pasara mis manos por su rostro, clavando mis uñas en este.

—¡Zorra!—rugio, golpeando mi rostro con su puño cerrado mientras sostenía la parte de su cara afectada con su otra mano.

El golpe fue tan fuerte que impulso a que mi cuerpo cayera sobre el escritorio. Sentía como un pequeño chorro iba bajando lentamente de mi nariz hasta llegar a mis labios.

El retrocedió, mirando su mano manchada de su propia sangre por el rasguño que le había propinado. Fruncio el ceño y me miro con odio. Comenzó a despojarse de su saco para comenzar a quitarse la hebilla de sus pantalones.

—Tu lo quisiste por las malas pequeña perra—dijo de manera agitada, desabrochándose los primeros botones de su camiseta.

Desesperada, comenze a palpar con mi mano cualquier objeto que pudiera utilizar como arma para defenderme. Tome el corta papeles con manos temblorosas cuando volvió acercarse a mi.

—¡No vuelva a tocarme!—grite, enterrando el corta papeles en su cuello.

El hombre volvió a retroceder, llevando sus manos de manera desesperada a su cuello, mientras comenzaba a transmitir sonidos de asfixia. Sus sonidos se vieron interrumpidos por una violenta tos, mientras comenzaba a toser su propia sangre, ahogándose en ella.

Sus ojos me miraron por ultima vez antes de dejarse caer al suelo.

Mis manos cubrieron mi boca, evitando que un grito saliera de lo más profundo de mis entrañas.

Me acerque con la mirada borrosa y pasos desconfiados hacia el cuerpo inerte que se encontraba ante mis pies.

Entonces comprendí lo que había hecho.

—No, no, no—comence a murmurar, agachándome sobre el cuerpo de ese hombre, dándome cuenta sobre el error que había cometido—No, no, por favor, despierta. ¡Despierta!

Comencé a golpear su pecho, gritando que despertara para así intentar creer que yo misma no lo había despojado de su vida.

Eleve mis manos, viendo como estas se habían manchado con la sangre que se había escurrido hasta llegar a manchar su camiseta.

—Por Dios—susurre aterrorizada con la imagen que se encontraba enfrente de mis ojos en ese momento—Lo he matado.

Arrastre mi cuerpo, retrocediendo rápidamente, alejándome por completo del cuerpo muerto que se encontraba en el suelo.

—Soy una asesina—susurre, viendo mis manos temblorosas.

Podía sentir como la adrenalina del momento corría por mis venas, haciendo latir mi corazón de manera desbocada.

Las lágrimas salían de mis ojos por montones, mi labios temblaban y de mi boca salían constantes pequeños sollozos.

—Debo salir de aqui—murmurre, volviendo a mirar el cuerpo que se encontraba a centímetros de mi.

Con las piernas temblorosas y débiles intente levantarme, consiguiéndolo con mucho esfuerzo. No podía dejar de temblar y mucho menos llorar. Había asesinado a un hombre y me costaba sobre manera asimilarlo. La culpa recorría cada parte de mi cuerpo y sobretodo mi consciencia.

Esto no tenia que pasar, no debía haber pasado—repetia una y otra vez en mi cabeza.

Mis ojos se fijaron por ultima vez en el cuerpo inerte de aquel hombre y fije mi vista en los enormes ventanales.

Me acerque a ellos y sin pensarlo dos veces, estrelle una de las lamparas contra estos con todas mis fuerzas, dejando escapar un grito de rabia contenida.

El sonido del cristal rompiéndose inundo el despacho, junto con el sonido de estos golpeando el suelo. Ese alboroto llamaría la atención de las personas, si era que algunas personas lograban escucharlo, por lo cual debía darme prisa.

Agradecía que me encontrara en el primer piso y no tuviera que lidiar con alturas.

Pise con cuidado los vidrios que ya se encontraban en el suelo mientras me acercaba más al ventanal.

Coloque una de mis manos en el borde, teniendo cuidado de no tocar los trozos de cristal restantes. Eleve una de mis piernas, pasándola a través del mural, dejándola en el exterior para así proseguir a pasar la otra pierna.

Murmullos comenzaron a escucharse, junto con voces que parecían acercarse cada vez más al despacho.

Asustada por que pudieran descubrirme, apuro mi salida, cortando un poco mi pierda con un trozo de vidrio.

La brisa fría de la noche recibió mi cuerpo, haciéndome temblar.

Mire a todos lados, intentando decidir a que lugar debía correr, ni siquiera sabia a donde dirigirme.

Me quite los tacones, sabiendo que ellos serían un impedimento para que pudiera escapar con libertad.

Y sin mirar atrás, comencé a correr como jamas lo había hecho en mi vida, ignorando el dolor que sentía en mi pierna herida. Mi cabello se movía con las constantes ráfagas de viento que azotaban mi cuerpo.

Podía sentir el pasto húmedo debajo de mi pies mientras corría por el sendero de ese patio trasero que parecía interminable.

Cada vez podía apreciar como los árboles comenzaban a entrar en mi punto de vista, dándole comienzo a un bosque.

Mi respiración era forzosa pero aun así no dejaría de correr, estaba a pasos de salir de esta pesadilla y no pensaba detenerme hasta lograrlo.

—¡Detente!—un rugido se escuchó detrás de mi con un par de exclamaciónes—¡Que te detengas maldita sea!

El sonido de un disparo hizo que mi corazón latiera desbocado y que todo mi cuerpo entrara en pánico mientras aumentaba mas mis ganas de seguir corriendo.

—¡Un solo paso más y juro que disparo!

La alarma llego a mi cabeza y mis piernas dejaron de moverse con brusquedad.

Con la respiración alterada y el sudor corriendo por mi espalda, mire sobre mi hombro.

Caden venía detrás de mi, con un arma entre sus manos, apuntándome fijamente sin perderme de vista. En sus facciones se notaban lo enojado que estaba y en sus ojos había un brillo peligroso.

—Un paso más bonita y apretó el gatillo—amenazo a unos cuantos pasos de distancia de mi.

Aparte mi mirada de el, para posarla sobre el bosque que se cernía enfrente de mi. Con sus imponentes arboles y la peligrosa oscuridad que se encontraba dentro de el.

Cerré mis ojos con fuerza y tome una profunda inhalación. Volví a abrirlos y mire mis manos manchadas por ese líquido carmesí que le pertenecía a alguien más.

No, no lo haría. No volvería a ese lugar, al menos no por decisión propia.

Mire el bosque una vez mas y sin esperar más comencé a correr hacia a el, ignorando el hecho de que ese hombre se encontraba detrás de mi apuntándome.

Un estallido me aseguro que había apretado el gatillo y en un par de segundos mi cuerpo cayo de rodillas sobre el suelo.

Lleve una mano temblorosa a mi costado, podía sentir como un liquido comenzaba a salir de este y como un dolor insoportable recorría mi cuerpo.

El me había disparado.

Mis ojos volvieron a cristalizarse mientras miraba el bosque con desilusión.

Mis párpados comenzaron a pesar y poco a poco fueron cerrándose, dejándome arrastrar por la oscuridad de la inconsciencia y dejando que mi cuerpo terminara de caer por completo contra el suelo.

Continue Reading

You'll Also Like

65.6K 5.5K 47
Antes llamada; Lo que ella piensa de ti. Me enamoré de mi mejor amigo. Yo misma me condene, yo misma me destruí. ____________________________________...
1M 85.7K 51
Lady Jayne William estaba decidida a entregarse y a casarse con el amor de su vida, pero Lord Christian Evans, Marqués de Winchester, no tenía los mi...
DADDY'S By NdBooks

General Fiction

19.7K 892 23
¿Quién diría que unas vacaciones cambiarían por completo la vida de Arianne? Ella una pediatra cansada de sus decepciones amorosas, negada a abrir su...
29.8M 2.3M 43
Emily Malhore es hija de los perfumistas más famosos del reino de Mishnock. Su vida era relativamente sencilla, pero el destino le tenia otros planes...