Inked Knockout

By SandyDayDreamer

174K 14.6K 19.5K

Una noche con amigas, un desvío, un callejón solitario. Un plan genial, ¿no? Por si fuera poco con la desastr... More

1.- Cavernícolas y Soju.
2.- Reina de corazones
3.- Adivinanzas
4.- Un pasito atrás
5.- X
6.- Abierto hasta... ¿el amanecer?
7.- Switch Stance
8.- Tíos malos; encuentros peores
9.- De boca en boca y tiro porque me toca
10.- Proposiciones (in)decentes.
11.- Sparring
12.- Juicio y Sentencia
13.- El poder de Rosita
14.- Promesas de tinta roja.
15.- Side Control.
16.- Ley de Gravitación Universal.
17.- Creciente menguante.
19.- Jab
20.- Encuentros en la tercera clase.
21.- De treinta a cuatro mil ochenta.
22.- Rendición.
23.- Takedown.
24.- Dos a dos.
25.- Muros, paredes y grietas.
26.- Déjame entrar.
27.- Half guard.
28.- ¿Pasado o presente?

18.- Ensoñaciones.

4.3K 525 608
By SandyDayDreamer

Casi creía que la estrategia de "quedarme dormida" en el sofá del estudio de Taehyung me iba a salir mal cuando Namjoon entró, que seguramente mi jefe iba a despertarme para mandarme a casa. Pero como en el fondo es un angelito (si me olvido por un momento que me ha usado como una vulgar piel de prácticas para el coloso), me cogió en brazos y me llevó escaleras arriba hasta el cuarto de Picasso, que le dijo que no le importaba dormir en la cama supletoria para que yo pudiese quedarme en la suya. En ese momento me extrañó, pero claro, caí en cuestión de segundos en por qué no podía quedarme en el cuarto libre del desván: esa debe ser su habitación.

Me costó mucho no sonreír con satisfacción por haberme enterado con tanta facilidad de dónde se quedaba Jungkook, ya que me evitaba tener que buscarle por los cuartos de la segunda planta. Porque sí, con esa misma intención me he hecho la dormida, con esa misma intención he querido quedarme aquí esta noche: para tirármelo. Después del consejo de Taehyung lo tengo muy claro, y como no puedo pensar en otra cosa desde que he visto la luz al final del túnel para toda esta frustrante situación, tengo que acabar con esto hoy mismo.

Esta misma noche se acaba por fin el maldito juego del coloso.

Como estoy tan emocionada me ha costado bastante no moverme un solo milímetro mientras reposo en esta cama, haciendo como la que duerme plácidamente a unos metros de donde Taehyung parece hacerlo de verdad. Me he pasado bastante tiempo fingiendo, lo suficiente como para que no se oiga un solo alma en toda la casa. Mi momento ha llegado, y ya era hora, que parece que me va a dar un chungo por mantener la fachada relajada a pesar de la excitación que recorre mi organismo.

Retiro la manta con la que me había tapado Namjoon lentamente, manteniendo los ojos fijos en el cuerpo inerte de Taehyung, que reposa sobre la cama supletoria de espaldas a mí. Me levanto y camino a hurtadillas hacia la salida; es fácil moverse en silencio descalza como estoy, y dado que sé perfectamente que la habitación al final del pasillo es la de Nam y que las demás deben ser las del resto de aprendices, voy sin pensármelo hacia las escaleras junto al despacho de mi jefe para subir a la tercera planta: la del desván.

Subir los escalones es bastante fácil incluso aún siendo noche cerrada en el exterior, ya que tras la puerta que da al baño junto a las escaleras de la segunda planta hay luz. Debe haber alguien dentro, por lo que me tengo que dar prisa; no vaya a ser que se den cuenta de lo que estoy a punto de hacer. Lo malo es que alejarme de ese único punto de luz me deja, como es natural, completamente a oscuras una vez llego a la tercera planta de la casa. Aunque no debería tener pérdida: el desván lo compone una única habitación muy grande y abierta, si tanteo un poco encontraré la cama... y, más importante que eso: encontraré al tío que la ocupa.

Con el corazón acelerado, mordiéndome los labios y controlando la sonrisa nerviosa que esbozo, voy tanteando a ciegas por la pared junto a la escaleras, abriendo los ojos de forma desmedida en un intento por vislumbrar el más mínimo haz de luz que me guíe hacia la cama del coloso. Y, pasados unos segundos en los que mis pupilas se adaptan a la oscuridad, la ventana que da a la calle arroja por fin algo de iluminación a esta profunda tiniebla. En la penumbra logro ver una silueta que se alza del suelo por un par de patas gruesas de madera; el resto del espacio está lleno de bultos desiguales que no consigo identificar bien, supongo que serán todos los trastos que Namjoon guarda aquí, pero como solo me interesa la cama, es hacia ahí donde camino. Encima de ella distingo un solo bulto, que se forma bajo las mantas y que se mueve suavemente una vez me quedo a los pies de la estructura.

Es sorprendente haber llegado tan lejos; la verdad es que pensaba que en cualquier momento iba a cagarla haciendo algún ruido que me delatase y que mandara mi plan a tomar por culo, pero he llegado aquí... Estoy a un par de pasos de meterme en la cama con el coloso y desquitarme de una vez por todas con él.

Me duele la barriga...

Por culpa de los nervios noto una especie de pinchazo justo encima del ombligo. Voy a hacerlo, ¿no? ¿De verdad me voy a meter en su cama así, de noche y sin avisar, para tirármelo?

¿Y si me rechaza? ¿Y si me dice que estoy loca y me echa a patadas?

Si me meto en su cama, ¿qué pienso hacer? ¿Despertarle y decirle que follemos? Es una puta locura, ¿cómo coño me ha parecido buena idea?

Debo haber sido víctima de un brote psicótico o una enajenación mental transitoria para no caer antes en la clase de gilipollez que pretendía hacer. No está bien meterse así, por la cara, en la cama de otra persona sin que se lo espere...

No, Sonje, bastantes taras tienes ya como para convertirte en una acosadora encima.

Es que parecía un plan tan fácil de hacer... Mucho más que decirle directamente que quiero follar con él. Mucho más fácil que enfrentarle cara a cara y confesarle lo muchísimo que me pone.

Mientras medito frente a la cama, viendo cada vez mejor el cuerpo tumbado del coloso gracias a que mis ojos se han adaptado por completo a la oscuridad, escucho cómo en la planta de abajo una puerta se abre, segundos después de que el sonido de la cisterna se haya alzado en el silencio. Debe venir del baño, porque oigo el chasquido del pomo con total claridad al pie de las escaleras... Lo que me perturba, sin embargo, no es que alguno de los residentes de esta casa haya ido a echar una meada nocturna, sino que siento los pasos retumbar cuando comienza a subir las escaleras.

¡¿Pero quién coño va a venir al cuarto del coloso a estas horas?!

Eso da igual, no es un problema prioritario ahora mismo; lo que sí que es primordial es que quien sea que viene me va a pillar aquí plantada como una pervertida, mirando al coloso mientras duerme.

Entro en pánico, claro —como para no hacerlo—, e intento buscar con la mirada cualquier cosa que me sirva de escondite. Pero no tengo tiempo para encontrar un rincón en el que me pueda agazapar hasta que el peligro pase, porque los trastos que abarrotan esta habitación son un amasijo demasiado revuelto a mis ojos por culpa de la oscuridad. Solo tengo una opción, y esa es la que escojo antes de que sea demasiado tarde.

Me tiro al suelo silenciosamente y repto, sirviéndome de los codos y las rodillas para moverme cual marine americano por el parqué para meterme bajo la cama. El corazón me late directamente en el interior de los oídos, y me pongo las manos encima de la boca para que mi respiración no me delate. Dios, qué bajo he caído por un polvo.

—Qué puto coñazo que no haya baño en esta planta —escucho quejarse en un murmuro a Jimin... Claro, ¿quién si no iba a meterse aquí siendo tan tarde? Y no es solo que venga a hacerle una visita a su amigo, es que... obviamente, esta también debe ser su habitación.

Ni siquiera había pensado en dónde estaría durmiendo el rubio, y mira que sabía que ya no hay más cuartos disponibles ahora que Taehyung también se queda aquí. Estaba tan cegada con el tema de Jungkook que mis pensamientos no se centraban en nadie que no fuera él. Si que puedo llegar a ser gilipollas sin querer, es increíble ver cómo mi nivel de persona desastrosa puede crecer hasta alcanzar estos límites.

Los muelles sobre mi cabeza chirrían ligeramente cuando Jimin se sube a la cama, y oculto un gemidito que se me escapa sin querer por culpa de la tensión gracias a que he tenido la precaución de taparme la boca con las manos.

H-hyung... tienes los pies fríos, quita —gruñe el coloso con voz ronca. Debía estar dormido hasta hace unos segundos, porque su voz tiene un tono apagado y lento. La risilla disimulada del rubio es lo único que se escucha tras esa pequeña petición molesta, por lo menos hasta que el chasquido de la lengua de Jungkook suena con excesiva fuerza mientras la cama vuelve a chirriar cuando sus cuerpos se mueven sobre el colchón—. Para ya de molestarme, hyung... que tengo mucho sueño y quiero dormir ya.

—Es que me he desvelado y ahora no puedo dormir hasta que me acostumbre a este sitio —se excusa Jimin, con una voz mucho más despierta y divertida que la del otro chico.

—Qué mal por ti... —murmura el coloso en un ronroneo cansado y sarcástico—. Cuenta ovejas o algo y ya me dices mañana hasta qué número llegas.

—Has tardado mucho duchándote hoy, Jungookie —repone Jimin con cierto retintín en su tono, sin hacer el más mínimo caso a la queja de su amigo... cosa que, indirectamente, me jode a mí también, porque me obliga a quedarme escondida aquí por más tiempo. Por favor, que se calle ya y se duerma, que me quiero pirar—. ¿Ha caído un buen meneo de nutria o qué?

¿Meneo de qué? ¿Ha dicho nutria? ¿Qué coño es eso? ¿Un código secreto de tíos?

Empiezo a pensar que no es ningún lenguaje en clave cuando el coloso suelta un "¿eh?" la mar de confuso.

—Que si te la has cascado —explica Jimin, de una forma que me hace saber que debe estar sonriendo.

Eso sí que lo entiendo. Vaya, lo entiendo a la perfección.

—Ahhh, nah, qué va —niega Jungkook, volviendo a hablar más sosegadamente. Debe estar quedándose dormido otra vez. Bien, bien, coloso: sueña con los angelitos y obliga a que Jimin se duerma también.

—Qué aguante tienes, Jungookie, me das una envidia... Ojalá yo supiera controlarme como tú.

—¿Qué? ¿Aguante por qué?

—Hombre, pues después del numerito que has tenido con Sonje yo ya creía que, o te la follabas, o que tenías que matarte a pajas —suelta tranquilamente.

¿Qué numerito?

—¿Qué numerito? —cuestiona el coloso por mí. Me viene bien que despeje mis dudas ante tan extraña afirmación, pero me aleja de esa otra cosa que quiero que haga: dormirse de una vez para dejar que me vaya.

—¡El del tatuaje! —aclara como si fuera obvio—. Un chaval muy simpático... Taehyung se llama, me ha contado lo que ha pasado hoy en la práctica —explica satisfecho—. Por lo visto parecía que estabais ahí dando un show en vivo y en directo... Qué mierda tener que estar en la recepción y perderme estas cosas.

Picasso... Qué traidor. Esto no se lo perdono.

—No cotillees tan pronto con los trabajadores, hyung, que eres una maruja —se queja Jungkook, revolviéndose en la cama. Creo que debe ser él quien lo hace, porque está justo encima de mí y veo el colchón hundiéndose más sobre mi cabeza—. Y no hagas caso a lo que te digan, joder, que parece que no conoces lo exagerada que es la gente; no ha pasado nada con Sonje... La he tatuado porque Namjoon me lo ha pedido y ya está.

—¿Y ya está?

—Exactamente.

—¿No han habido miraditas cómplices, ni gemiditos, ni conversaciones fuera de tono, ni nada raro de por medio?

—N-no que yo me haya fijado...

Pillo a la perfección que el coloso duda a la hora de negarlo, lo que me hace pensar que... puede que a mí también se me haya pasado que mientras me tatuaba los demás notasen algo de lo que hay entre él y yo. Es difícil entender qué han pensado exactamente cuando no tengo ni idea de lo que hemos hecho en realidad; solo ha sido una conversación normal, ¿no?

—Venga, tío: sé sincero conmigo —le pide Jimin de forma confidencial. De repente susurra... como si alguien pudiera escucharles aquí o algo. Sí, alguien sí que puede, puta loca: tú—, ¿la tatuadora no te pone ni un poquito?

Ya es bastante malo estar aquí, escondida bajo una cama ajena, como para encima estar escuchando todo lo que sueltan. Pero no puedo evitar que mi sentido del oído se agudice sin querer ante esa pregunta, porque la verdad es que el tema me interesa de manera insana; no por nada estoy involucrada también en él. Me encuentro tan en tensión por saber la respuesta del coloso que incluso creo poder oír sus respiraciones, cosa que antes no lograba escuchar ni de coña.

—¿Siendo sincero? —repite Jungkook; creo que es él quien se menea otra vez sobre la cama, que escucho crujir un poco más fuerte que hasta ahora. Lo bueno es que ya no se hunde tanto. Supongo que se habrá quedado tumbado de espaldas—. Sí, me pone. Me la tiraba sin pensármelo... —Vaaaaaya, vaaaaaaya, vaaaaaya, resulta que no soy la única enferma pervertida aquí, querido coloso. Mira tú por dónde puedo ayudarte con ese problemilla—. Es más, me la habría tirado ya de no ser por tu culpa, pedazo de imbécil, que tuviste que morrearte con ella el día que gané el combate...

—Ah, ¿pretendías hacerlo ese día? —pregunta Jimin, tan sorprendido como una servidora.

—¿Por qué no iba a querer?

—Hombre, como te liaste con Yuya pues no creía que tuvieras muchas ganas de hacer nada con Sonje. Vaya error de principiante... —le reprocha su amigo con una risilla—. Nunca te beses con otra delante de alguien con quien quieras acostarte, Jungookie... Mira que tener que decirte esto...

—¡No lo hice adrede! Yuya se me acercó y todo el mundo empezó con la tontería del beso del campeón, ¿qué querías que hiciera?

—Ahhh, ¿por eso la besaste?

—¡Claro! Ni que no hubiera tenido más oportunidades de besarla antes de eso...

—Pues también es verdad —coincide el rubio—. Pero el beso del campeón es con quien a ti te salga de la polla, deberías saberlo; solo porque te presionen no deberías haber cedido. Estoy seguro de que la cagaste hasta el fondo haciendo eso, porque te vio la fiesta entera...

Jimin no se equivoca; no sé qué será eso del beso del campeón, pero no me vale ninguna excusa de mierda: me sentó fatal que se besara con el pegajo. Sigo un poco molesta por ese tema; aunque una cosa no quita la otra, menos ahora que sé que Jungkook también quiere llevar a cabo ese asuntito pendiente que tenemos entre manos.

—O sea que tú te besaste con Sonje porque te salió de la polla y no porque todo el mundo empezase a pedirlo, ¿no? —repone con sorna.

—Un poco de las dos —reconoce su amigo tranquilamente—. ¿Qué? No me mires así, que tenía curiosidad, ¿qué quieres que le haga?

—No sé, no besarte con una tía con la que sabes que quiero tener algo, por ejemplo.

—A ver, la tía puede besarse con quien le dé la gana...

—Sabes que lo digo por ti, hyung, no te hagas el inocente —se queja el coloso con tono divertido.

—¿Asustado porque estos labios la cieguen, Jungookie? —cuestiona con el tono aterciopelado de seductor que usa de vez en cuando. No es que sus labios me cegasen de ninguna forma, vaya creído... No mucho, por lo menos.

—Qué va... ya no pienso en nada de eso—asegura en un suspiro—. Ya sabes que por muchas ganas que le tenga está terminantemente prohibida...

¿Prohibida? ¿Lo estoy? Joder, no sabía yo eso... ¿Tengo algún cartel en la frente que diga "no te me acerques, coloso"? Porque de ser así, juro que me lo quito ahora mismo.

—Buenooooo... ya estamos otra vez con esa tontería; eres muy cabezón, Jungookie, ¿lo sabías?

—No soy cabezón, es... simplemente que, no sé... —murmura dubitativo. Me tiene en ascuas el muy cabrón. El corazón me va a mil, y estoy perdiendo la poca paciencia que ya de por sí tengo a causa de las ganas que me apremian a salir de aquí, esperar a que se haga de día e ir a machete a por él—. No voy a malgastar todo lo que tengo por un polvo que, aunque va a estar bien seguro, puedo conseguir con cualquier otra tía...

Madre... mía. Vaya torta sin manos me acaba de dar.

Tras unos segundos que se pasan tortuosamente lentos, tengo que recordarme muy seriamente que yo no debería estar aquí; que no quiero que descubran mi vergonzosa posición ahora mismo para no salir de mi escondite y arrancarle la cabeza al coloso por soltar tal cosa.

¡¿Qué coño se cree?!

Mira que me había convencido de que aún siendo un golfo, podría dejar eso de lado para tirármelo y olvidar todo lo referente a él una vez me quitase el calentón. ¿Pero el pedazo de rastrero habla de mí como si fuera un montón de carne que puede sustituir así como así? Vale que, en resumen, es más o menos como yo me refiero a él: simplemente como un tiarrón buenísimo con el que quiero acostarme, pero... nunca en mi vida me habría planteado siquiera soltar algo como lo que él ha dicho. ¿Eso soy yo para Jungkook? ¿Un polvo bueno pero fácilmente reemplazable?

Sonje, la dignidad, por favor, recuerda que tienes un poco todavía en alguna parte... No salgas de tu escondite.

Me cuesta a horrores, porque podría liársela al coloso como nunca antes lo han hecho, y tengo que hacer uso de todo mi autocontrol para no salir hecha una furia y arremeter contra él de inmediato.

—Eres un rookie también en cuestiones amorosas, Jungookie —suspira su amigo; parece muy frustrado, pero no más que yo, que echo humo por las orejas ahora mismo—. ¿No ves el peligro? ¿El morbo de hacer algo que no deberías? ¿Lo puto caliente que te pondría tocarla a sabiendas de que está prohibida? ¡Eso es lo mejor de follársela más que el polvo en sí!

—Estás muy mal, hyung, de verdad que deberías tratarte con un especialista —murmura el imbécil de Jungkook con tonito preocupado.

—El que está mal eres tú; estás tan obsesionado con los combates que ya no ves más allá de eso. Tú imagínatelo, Jungookie, hazme ese favor, en serio —le pide emocionado—. Acuérdate de cómo os besasteis en el juego... y ahora dime cómo sería ese mismo beso escondidos en su estudio por ejemplo...

—Pues... p-puedo imaginármelo, sí —reconoce titubeante.

No es que le haga falta imaginarlo, por supuesto, es que de verdad que lo hemos hecho. Ahora me arrepiento de que haya pasado, pero en el momento tengo que reconocer que fue tan impresionante como siempre... No basta para que se me pase el mosqueo ni de coña, aunque no puedo mentirme a mí misma tampoco.

—Bien, vas bien... —le alienta Jimin, la mar de contento—. Ahora imagínate que la cosa va a más... Aún teniéndonos a todos de un lado a otro de la casa, imagina que la tienes tan caliente con el beso que se empieza a quitar la ropa horrible que lleva.

—¿Horrible? —inquiere el coloso, confuso... aunque no ofendido como estoy yo. Por lo visto, la temática de esta noche es hincharle los ovarios a Sonje.

—Sí, bueno... Eso da igual: céntrate —repone ansioso—. Le quitas la camiseta, le quitas la falda... Ahora la tienes completamente desnuda delante.

—S-sí... vale... Lo veo, supongo...

—¿Dónde irías primero?

—Las tetas —contesta sin dudar.

—Bueno, muy típico en mi opinión, pero allá cada uno con sus gustos —le reprocha el rubio.

—¿Dónde irías tú entonces? —inquiere Jungkook, un poco molesto según me dice el gruñidito que suelta.

—No quieras saberlo, Jungookie... Tú sigue a lo tuyo.

Hyung, no sé dónde quieres llegar con esto, y no sé si es buena idea pensar en algo que no va a pasar.

—¿Tanto miedo te da un simple pensamiento? —pregunta satisfecho el rubio.

—No... ¿qué miedo me va a dar? Es solo que...

—Esto es un juego, Jungookie, solo eso —ronronea, cortando a su amigo—. Venga: imagínate que la estás toqueteando, o chupando, o... lo que sea que se te ocurra primero —sigue explicando el rubio—. Pues ahora piensa que, en cualquier momento, alguien os puede pillar; que la puerta se puede abrir y que eso significaría perderlo todo... Todo lo que quieres, todo por lo que trabajas día a día... Todo lo que has acumulado a lo largo de tu vida; así como así... —se detiene de repente, para dar lo que creo que ha sido un chasquido con los dedos— solo con que se abra la puerta...

—Mmmm, lo imagino, sí...

—Pero la tienes ahí delante; desnuda, sudando, gimiendo por lo que le haces... La tienes a punto de caramelo, la tienes mojadísima y completamente lista para metérsela. No, no, mejor todavía: te está pidiendo que se la metas. Está desesperada porque lo hagas, y no es la única en quererlo, porque te encuentras con que tienes la polla más dura que en tu vida. Notas como si te fuera a estallar de lo hinchada que está...

—Sí... ¿y...?

—Y te bajas los pantalones lo justo y necesario como para hacerlo. Se la acercas y ella jadea cada vez más; está temblando. La tocas y su piel está ardiendo... Miras entre sus piernas y ves su líquido resbalándole por los muslos... —susurra Jimin; parece muy metido en la historia, porque lo narra como si estuviera contando un cuento—. "Coloso, métemela". "Necesito que lo hagas, coloso, por favor... Ahora" —gimotea el rubio, imitando mi voz.

Pedazo de gilipollas.

—N-no entiendo a qué... viene todo esto, hyung.

—¿Qué haces? —aclara el rubio de forma acelerada—. ¿Qué haces si la tienes ahí, tan cerca que notas el calor de su coño pegándose a tu punta, pero sabes que si la puerta se abre... se acabó?

Por unos segundos, en el completo silencio que se crea a mi alrededor, noto que la narración del rubio no me ha sido tan indiferente como creía; me ha afectado bastante ahora que me doy cuenta. No sé si el coloso se habrá imaginado al milímetro todo lo que Jimin ha ido diciendo, pero para mi desgracia, yo sí que lo he hecho. Las dotes naturales de narrador del rubio me han hecho ver el escenario a la perfección, y parte de mi agitación no se debe solo a dónde estoy, al cabreo que tengo, ni a las ganas de salir de aquí de una vez. Se deben a lo mismo de siempre, a él, al imbécil que sigue sin contestar...

—Fácil... —susurra Jungkook por fin—. Me la guardo otra vez y abro la puerta para irme...

—¡Venga ya, tío! —exclama Jimin en voz muy alta.

—¡¿Quieres callarte?! ¡Que vas a despertar a toda la casa!

—¡Es que no me puedo creer que seas tan mentiroso!

—¡No miento! Tú has preguntado lo que haría y yo contesto, ya está...

—Pfff mira: engáñate a ti mismo como quieras —gruñe el rubio, levantándose de la cama. Lo sé únicamente porque, tras el chirrido de los muelles sobre mi cabeza, puedo ver sus pies apoyándose en el suelo a mi derecha.

—¿Dónde vas ahora?

—A hacerme una paja, de imaginármelo me he puesto cachondo —contesta tranquilamente a medida que se aleja.

—Joder, tío, eres un puto cerdo —carcajea el coloso, removiéndose en la cama.

Sí, es un puto cerdo... Pero ni la décima parte de lo que lo eres tú, puto coloso de mierda.



---

Hellous

Le he perdido práctica a esto de escribir por aquí, pero supongo que debería hacer alguna pregunta del palo "¿qué opináis de lo que el Coloso ha dicho ante el relatito que se ha montado Jimin?", o quizás algo como: "¿Cómo creéis que se comportará Sonje con él a partir de ahora". Y algo parecido a: "¿Vosotras qué habríais hecho en esa situación, habríais reaccionado como la Sonjecita?". (No he perdido el talento innato para preguntar gilipolleces. Eso jamás).

Como habréis podido comprobar por vosotras mismas, el temita se nos ha ido de las manos, pero no de la manera en que esperábamos que se nos fuera... Y no sé si conocéis a Sonjecita lo suficiente como para saber qué hará a partir de este punto, así que me espero aquí sentadita a ver qué opináis.

Aprovecho este espacio de self-spam para avisar a las que me seguís por instagram  de que os estéis atentas esta semana que viene y la siguiente de las stories, porque las pistas 4 y 5 se van a venir moviditas... y después de ellas se viene el anuncio... (*much mysterious* *such intrigant*).

Me despido ya y espero veros prontito, darlings.

Py!

---


Continue Reading

You'll Also Like

162K 14.1K 36
No hay nada que haga más feliz a Jay que conocer a Violetta, su artista favorita. ¿Qué pasará cuando Chiara, su hermana mayor, le ayude a cumplir su...
84.5K 9.9K 62
➵ CARREFOUR - au ➵ Todo es humor.
79.4K 9.4K 54
BECKY tiene 30 años se supone tiene todo en la vida , por tener un nivel económico alto.pero las apariencia engaña , lo que mas anhela no y es ser m...
841K 45.4K 147
One shots de famosas Pueden pedir la famosa y la trama que quieran! ♡ Aquí hacemos realidad tus más oscuras fantasías ☻️