revelación
Eijiro había asistido ya dos juntas de negocios con Jirou y su madre, estaba tan cansado que estaba considerando botarse del edificio.
Iban de camino con uno de los socios que se dedicaba al tráfico de cocaína, Aizawa, por lo que Denki brinco de inmediato a acompañarlos. Había llagado a las siete de mañana, agotado, no había dormido más que una hora.
Cerro sus ojos mientras iban de camino y su mente reprodujo la noche anterior. No sabe cuántas veces lo hicieron, pero si en dónde: la recamara, el baño, la cocina, el salón, la entrada... se sentía deshidratado, para ser la primera vez del rubio, este tenía un buen aguate, lo que le pareció muy masculino.
Había sido fantástico...no, eso fue malo
Maldición.
Katsuki se encontraba revisando los archivos del ordenador del pelirrojo. Paso toda la mañana durmiendo y ahora desechaba la basura que no le servía.
Cabe mencionar que paso diez minutos buscando una posición "no dolorosa" y otros cinco quejándose de la silla.
Había descargado en su mayoría videojuego y películas, guardo una que le intereso y lo demás lo borro. Por fin descubrió algo de su interés.
La agenda del pelirrojo estaba descargada en una carpeta, tenía cuatro juntas ese día, dos ya habían acabado, sin duda, y en una hora estarían con el jefe de una de las cadenas más grandes de drogas.
Tenía a gente infiltrados con todos sus socios, sobre todo con aquellos que eran libres de lealtad. Tan pronto como llamo a momo esta apareció.
- Quiero que llames al cuatro ojos y espié las juntas programas para hoy de Aizawa Shouta. - dijo sin levantarse- los Kirishima se reunirán con él.
- ¿De dónde sacaste esa información? - se veía sorprendida.
- tengo un informante entro de su familia.
De habérselo preguntado algún otro, incluso su madre, Katsuki le hubiese gritado que no era de su incumbencia y que muriera, pero Momo, a ella pocas veces le gritaba una grosería.
- Eso es sorprendente, Katsuki- acercándose- ¿Quién es?
- No importa. haz lo que te digo su próxima junta es a las cuatro.
La pelinegra ya iba de salida cuando algo más en la agenda de Eijiro le intereso aún más.
- Quiero que estés lista para una emboscada también. A las siete transportaran por barco armas a Canadá, avisa al resto de los idiotas.
Con eso, la chica acató sus órdenes.
Guardo la agenda en el móvil y desecho todo lo demás, salvo un par de carpetas con nombres que no reconocía pero que sin duda deberían ser importantes.
Por lo menos ya había acabado, si cerraba los ojos un momento para descansar. Un minuto.
- ¡Kacchan! - el pecoso irrumpió en la habitación.
- Muere maldito Deku, estoy ocupado.
- ¿Ocupado? Saliste anoche a quien sabe dónde, estábamos preocupados.
- ¿Quiénes qué? Momo acaba de irse. Piérdete.
Las dos chicas entraron.
- ¿Es por lo que nos dijo momo que saliste?
- ¿Tienes un informante que no conocemos? - la apoyo cara redonda.
- No es de su maldita incumbencia. ¡Fuera los tres!
Ambas al ver que Katsuki era él mismo y no se veía lastimado salieron, sin embargo, Izuku lo miraba con sospecha, lo conocía demasiado bien para que le mintiese.
- ¡¿No escuchas, maldito nerd?!
- Kacchan- dijo más calmado- me preocupas, estás viendo a alguien y espero que no sea quien sospecho por que...
- ¡Aaagh tu cállate!, tú sales a coger con el mitad mitad.
Eso lo sonrojo a su máximo limite.
- Es-eso es diferente.
- No, no lo es. Así que no fastidies
- ¡¿Así que si saliste con él?!
- Por supuesto que no, mierda. Lo que haga no te importa, a ti ni a nadie. Muérete.
Habían estado gritando y llamaron la atención de Kenji que se dirigía a hablar con el cenizo, este entro para ver por qué discutían ahora.
- ¿Que sucede aquí?
- Aaaah- gritó el ojirubí- ¡¿quién más falta para que entre a mi oficina, la bruja a acaso?!
- ¡Kacchan!
- ¡Agh cállate!
Se pondrían a pelear de nuevo, pero Kenji sujeto a Izuku guiándolo a la entrada.
- Midoriya, necesito conversar con Bakugo. - dijo calmado
- Pero... está bien- y como si de un niño se tratase le saco la lengua y el rubio le regreso el gento.
Aun en su silla, el rubio de cruzo de brazos molesto, mientras Kenji se acercaba a él.
- Quiero hablar contigo, hijo- solo era una expresión, sin embargo, Katsuki se removió por como lo llamo- no, no es relacionado con tus padres.
- Entonces habla. Quiero estar solo antes de bajar a comer.
Kenji tomo asiento frente a él, nervioso.
Había conversado con la señora Bakugo la noche anterior y quería compartir lo que le diría a Katsuki con el resto, después de que las personas más cercanas estuvieran enteradas.
- Sabes que eres como un hijo para mí. Lo que te voy a decir no es... común quizá, no lo sé. Pero como mi familia espero lo aceptes.
Una alarma en él se despertó, se iba a ir
- Yo...
- ¿Te iras?
- No- rio- bueno, no lo sé, depende de ti.
No comprendió, así que le indico que siguiera.
- Soy... mujer.
¿Que?
- Una mujer transgénero. Lo he sabido desde hace dos años. No dije nada porque no quería incomodar, pero me enteré que en unos meses serás jefe y quería saber si me permitirías seguir siendo parte de equipo después de esto.
- ¿Por qué no me dijiste esto ante? - la mujer se removió incomoda.
- No sabía lo que los demás pensarían.
- ¿Y que tiene qué ver lo que los demás piensen?
Lo miro asombrada, como si no espérase la reacción.
- Cualquiera que no te respete dales un tiro en la cabeza y sigue con tu vida. Eres un hom.- se corrigió- una mujer fuerte como el resto de idiotas que están oyendo detrás de la puerta. ¿Entiendes?
Ahora estaba más asombrada, volteo en dirección de la puerta, estaba cerrada. Katsuki se levantó de su asiento adolorido y la abrió dejando a la vista a momo, Uraraka, mina e Izuku. Sonrieron inocentes por espiar y entraron a abrazarla.
- ¿Creíste que te rechazaríamos? - dijo Deku acercándose.
- Siempre fuiste como mi padre, ahora serás mi mamá- lloriqueó la pelirrosa.
- Te amamos así Kenji.
- Katsuki tiene razón, quien diga lo contrario a lo que eres lo mataremos.
Entre los brazos de los jóvenes la mayor derramó una lagrima de felicidad. Era consiente que al cenizo le desangraban las muestras de afecto, es por eso que cuando que se admiró de que este su uniera al abrazo, uno corto y aun así calentó su corazón.
En el momento que puso un pie dentro de su casa se dejó caer un sofá, agotado de su día. Eran las ocho de la noche y definitivamente se quería morir.
- Aún tenemos que supervisar el cargamento e esta noche- Sero estaba frente a él, se había vuelto hostil desde la noche anterior.
- No quiero. Estoy cansadooooooo,
Cargo algunas armas a su maleta se dirigió de nuevo a la puerta.
- Da igual, no te necesito.
Entendía su enojo, el no solía ser así, era ese amigo con el que siempre podía bromear, sin embargo, últimamente parecía de mal humor cuando el pelirrojo salía sin él.
El día anterior le pidió su celular al cenizo e increíblemente esta se lo dio.
Mando un mensaje. Un "hola".
No iría a su habitación, estaba cansado y no es que fuese la primera vez que se durmiera en la sala. Justo cuando se estaba quedando dormido uno pasos lo despertaron.
Un hombre rubio y ojos celeste apareció por el pacillo y a su lado una versión mucho más joven que él.
- Kirishima Eijiro- saludo soberbio.
Su madre, Kyoko, los seguía.
- Ei, mi amor, ve adormir arriba, por favor.
Lo observó dudoso, pero obedeció. No sin antes despedirse.
- Buenas noches, señor Monoma.
Sé que no subí nada en dos semanas, una disculpa. Estuve en exámenes y no tuve tiempo de nada, por ello les traigo dos capítulos. LQM disfruten.
Pd. Quería escribir la "revelación" más adelante, sin embargo le quise dedicar el capítulo a una amiga que, lamentablemente, ya no está conmigo por la transfobia de la sociedad. también dedicarlo a todas las personas que pasan por situaciones similares solo por ser quienes son.
Recuerden tomar awita mis amores y no limitarse a vivir su vida por personas con mente pequeña. 🏳️🌈✨
Diane Córdoba (2002-2022) descansa, mi amor.💕