Siete meses y medio y ya quería tener a su pequeño en sus brazos y saber si tendría el cabello rizado o lacio; si sus ojitos serían azules o verdes; si su labios serían tan finos como los de su novio o más gruesos como los de él, si aprendería a decir primero papá o papi y aunque ya le había dicho a todos que no lo haría, esperaba que naciera para poder consentirlo y que Louis se enojara por hacerlo.
Con una sonrisa en los labios regresó a la realidad y vio como le quitaban a su novio el yeso del brazo y la venda de la cabeza, prácticamente el ojiazul ya estaba recuperado, solo hacía falta algo de fisioterapia para su brazo y todo iría bien; el doctor le había dicho que siguiera con los mismos cuidados desde el día del accidente: evitar caminar grandes distancias, subir escaleras, cargar objetos pesados, estar mucho tiempo de pie y sobre todo tener mucho cuidado en las duchas. Harry sabía que su castaño novio estaba harto de estar sentado todo el tiempo o en su caso recostado pero tampoco iba a permitir que hiciera algo y se lastimara.
-¿Estás tomando las vitaminas Louis? -preguntó el doctor Roberts y el aludido asintió- ¿Harry?
-Sí doc, yo mismo lo obligo a tomarlas ¿Pasa algo?
-Tu peso ha disminuido Louis ¿Has comido bien? -Louis volvió a asentir, el doctor vio a Harry para tener una afirmación y suspiró- supongo que estar en cama ha afectado en tu peso pero para estar seguros te mandaré a hacer unos análisis; no tardo.
El rizado se acercó a su novio y acarició el cabello de éste viendo como sus pómulos resaltaban más; lo había notado hace poco solo que no esperaba que fuese algo para preocuparse, le plantó un beso en la frente y lo atrajo hasta su pecho.
-Estoy bien Harry, seguramente es por estar todo el día acostado en esa cama, o era eso o engordar pero más gordo de lo que estoy no creo que pueda -el rizado soltó una risita y con cuidado acarició el brazo que antes tenía enyesado el ojiazul.
-Extrañaba tu brazo...
-Harry, siempre estuvo ahí -dijo Louis viendo a su novio como si estuviera loco.
-Lo sé, pero era extraño que solo me abrazaras con un brazo -hizo un tierno puchero y el ojiazul lo vio como si fuera la cosa más tierna que existiera en el mundo, porque para él lo era. Un carraspeó lo distrajo del mundo donde solo existía Harry y volteó a ver al doctor Roberts entrar con tubos y jeringas para extraer sangre.
-¿Listo Louis? -el castaño asintió y se preparó para la rutina médica.
***
Ahora que Louis estaba un poco mejor el rizado volvió a la empresa. La última vez que su madre llamó, ésta le había dicho que su trabajo seguía ahí para cuando quisiera regresar; no quiso comentarle sobre lo que su padre había dicho porque era necesario que ellos hablaran a solas y el rizado se puso a pensar que de alguna u otra forma eso no iba a salir como esperaba.
Llegó al gran edificio y todos los trabajadores lo recibieron con una sonrisa, como si fuese el presidente de la nación, era el vicepresidente de la empresa pero no era para tanto; cuando llegó a su oficina, de inmediato Peter y Liam entraron a ella sin previo aviso y se sentaron frente al rizado.
-Claro, pasen -dijo con sarcasmo el ojiverde.
-Vaya que Louis te ha impregnado algo de su carácter -dijo Liam con una sonrisa- ¿Cómo está?
-Bien, ayer fuimos a que le quitaran el yeso y la venda; el doctor dijo que le faltaba algo de peso y mando hacer algunos estudios, mañana nos dan los resultados...solo espero todo salga bien.
-Ya verás que si -dijo Peter con una sonrisa- por cierto... tu padre quiere hablar contigo ¿Qué hiciste? No me ha querido contar nada.
-Cuando recién salió Louis del hospital mamá y papá fueron a su departamento a buscarme y les dije todo -Liam, que estaba jugando con un lápiz lo quebró a la mitad cuando escuchó al rizado y volteó a verlo atónito.
-¿Qué tu qué? -preguntó asustado- tienes agallas amigo...
-Tarde o temprano tenían que saberlo, ya lo había dicho, no es como si se los escondiera hasta que Kyle tuviera veinte.
-¿Se llamará Kyle? Eres un mal amigo, debería llamarse Liam -y como todas las veces que Liam decía alguna tontería, recibió un golpe en la nuca de parte de Peter.
-El bebé se llamará como ellos quieran Liam, no como tú quieras... -Peter rodó los ojos y vio al ojiverde- te está esperando muchacho -Harry asintió y se levantó de su asiento.
-Deséenme suerte -dijo antes de salir.
-Suerte -dijeron al unísono y con paso firme, el ojiverde salió de su oficina.
Caminó por el pasillo hasta llegar a donde su padre se encontraba; tomó una profunda respiración y tocó suavemente. Cuando escuchó un 'pasen' del otro lado de la puerta, movió la perilla y entró; encontrándose a su padre rodeado de papeles, mientras hablaba por su celular.
-Si cariño es él -dijo su padre a la que el rizado dedujo era su mamá- no, no diré nada malo... si, no gritaré... yo le digo... nos vemos -cortó la llamada y volteó a ver a su único hijo- tu madre dice que lo siente y que te quiere mucho -el rizado asintió y se sentó en el sofá que tenía la oficina.
-¿Y bien? -preguntó poniendo sus codos sobre sus rodillas, inclinándose hacia adelante, su padre soltó un suspiro y se levantó de su asiento para ponerse delante de uno de los grandes ventanales y ver la ciudad.
-Sé que hay muchas cosas que no entiendes y otras tantas que odias sobre esto de la rivalidad entre familias y la verdad no quiero hablar mucho de ello porque quiero que sepas algunas cosas sobre mi... entré en este negocio siendo joven, incluso más joven que tu; el dinero te ciega y no ves más allá de él y cuando mis padres me pusieron un ultimátum sobre sentar cabeza o si no me dejarían en la calle, me casé con la primera chica que vi -el rizado sintió como si un balde de agua fría por lo que acababa de escuchar.
-¿Mamá lo sabe? -preguntó en un susurro.
-Sí, ella lo sabe; lo supo desde el principio, aceptó... era una chica linda; poco a poco comencé a tratarla y me di cuenta de que me había casado con una increíble mujer. Mis padres estaban contentos conmigo y cuando no pudieron hacerse cargo de la empresa todo quedó en mis manos, es increíble las miles de cosas que puedes obtener con dinero y poder... estaba en la cima cuando tu llegaste, fuiste una sorpresa para mí... y el saber que nacerías me hizo querer más y más para dejártelo todo a ti, estaba feliz, claro que lo estaba; expandí la empresa y con eso más responsabilidades generaba; iba de un lado a otro, casi no veía a tu madre y estaba en otro estado cuando naciste, desde ahí comenzó mi error.
El ojiverde trataba de analizar todo; sus padres no se casaron porque se amaban, se casaron por dinero. Y aunque ya lo sabía, él había llegado en un momento inesperado y su padre no estuvo en su nacimiento, esas eran muchas cosas para procesar.
-No pasaba mucho en casa así que tu madre comenzó a sentirse sola y poco a poco ella también empezó a trabajar en lo que amaba, así que desde el principio yo fui el culpable; mi ambición me hizo caer bajo, me alejo de mis responsabilidades y no merezco ser llamado padre...
-Sin embargo eres mi padre -dijo el ojiverde.
-Me hubiese gustado enseñarte a andar en bicicleta, a jugar algún deporte, a leer o escribir... todas esas cosas que nos decían Mily y Peter de ti eran maravillosas, estaba orgulloso de ti, pero luego tu rebeldía, tus reproches me hicieron darme cuenta de lo mucho que te había fallado, si tan solo hubiese estado ahí desde un principio.
-Pero el hubiera no existe, padre...
-Lo sé y no sabes cuánto me arrepiento -dijo volteando a ver a su hijo- pero con arrepentirme no arreglaré nada, así que... aunque no arregle el daño, perdóname Harry, perdóname por ser un asco de padre -el rizado asintió y se levantó de su asiento, metió sus manos en sus bolsillos y suspiró.
-Perdonar es fácil papá, pero olvidar es lo difícil; por más que intente olvidar que no estuvieron ahí en gran parte de mi vida sería imposible, siempre quedará el recuerdo de todas esas fiestas en dónde solo estábamos Peter, Mily y yo, en donde los necesitaba... pero acepto sus disculpas y los perdono, gracias a ustedes tengo una vida y miles de cosas, algunas innecesarias, pero tuve todo a mi alcance aunque eso también me perjudico en su momento -el padre de Harry asintió a las palabras de su hijo.
-Y con respecto a tu novio -Harry vio como su padre tenía una amago de sonrisa en su rostro- espero y se encuentre bien junto con el bebé, espero conocerlo pronto.
-Gracias, falta poco de hecho, así que si eso es todo... estamos en contacto -dijo el ojiverde con una sonrisa en su rostro y su padre sonrió de vuelta. Harry caminó hasta la puerta, tomó la perilla pero la voz de su padre lo detuvo.
-Harry -el rizado se volteó- te quiero hijo -el ojiverde agachó la mirada y sonrió para luego salir de la oficina de su padre.
***
-¿Por qué no simplemente pudimos tener unas familias normales? -preguntó el ojiazul luego de que Harry le contara la historia.
-Eso mismo me pregunto yo; pero por algo pasan las cosas amor. Al menos puedo decir que ahora estoy en buenos términos con mis padres.
-Eso es bueno -dijo el ojiazul acercándose a su novio y dando pequeños besos en los labios de su novio- por cierto -dijo separándose- tu mamá mando esto -tomó una bolsa de la mesita de noche y se la tendió al rizado- ni siquiera a nacido aún y ya tiene mejor ropa que yo; no sabía que también había ropa de diseñadores famosos para bebés.
El rizado soltó una carcajada por las palabras de su novio y abrió la bolsa, dejando ver ropa de recién nacido: pequeñas pijamas, pantaloncillos, camisetillas, calcetines, zapatitos, baberos y otras cosas que no sabía su nombre, todo de una marca exclusiva para bebés.
-Definitivamente es un regalo de mi madre -dijo viendo toda la ropa.
-No quiero que lo consientan Harry -dijo Louis preocupado- mira ya todo lo que tiene, lo va a tener todo.
-Ellos podrán comprarle lo que ellos quieran pero nosotros lo educaremos amor, será un niño amable, responsable, inteligente; agradecerá cuando se deba y luchará por lo que quiere; hay que tenernos un poco de fe.
-Tienes razón, no sabría que hacer sin ti...
-No serías nadie sin mí -dijo el ojiverde encogiéndose de brazos y Louis rodó sus ojos por el ego de su novio.
-Demasiado ego por hoy Styles, ayúdame a levantarme para ir a cenar.
-Lo que ordene mi novio embarazado -respondió el ojiverde haciendo reír al castaño.
Harry prácticamente obligo a Louis comer un poco más porque estaba preocupado por su peso, éste comió todo con la condición de tener más helado de vainilla como postre, a lo que Harry cedió. Entre risas e historias de sus años de secundaria terminaron de cenar y el ojiverde se encargó de limpiar todo, mientras Louis lo veía desde su asiento. Cuando terminó se plantó delante del castaño para luego sentarse en posición de loto frente a él en el suelo.
-Tendré una conversación con mi hijo así que no interrumpas -sentenció el rizado y Louis asintió sonriendo- papi ya hizo la tregua con tus abuelos Kyle - hizo una pausa- no me siento cómodo diciéndote Kyle así que te diré bebé como siempre lo he hecho -el castaño soltó una carcajada y Harry lo vio enojado.
-Lo siento, lo siento, continúa...
-Como te iba diciendo antes de que tu papá me interrumpiera es que si algo aprendí de todas estas revelaciones es que tú tendrás todo, ya lo tienes de hecho, puedo pagar tu universidad desde ya y no habría problema, pero también quiero que aprendas a esforzarte y a conseguir tus sueños, no a que los obtengas de la manera fácil como yo lo obtuve todo ni que hagas algo que no quieras como papá lo hizo. Obviamente tendrás mucho dinero pero eso no es lo importante. Lo importante es que papá y yo te daremos todo el amor del mundo y te enseñaremos a ser una buena persona -dejó un beso sobre el abdomen abultado del castaño y sonrió- ¿Qué dices bebé?
-Creo que está diciendo que si -el castaño tomó una de las manos de Harry y la puso sobre su abdomen para que sintiera como el bebé se movía- te ama Harry, ese ya es un hecho.
-Y yo lo amo mucho más -dijo el ojiverde con una gran sonrisa en sus labios. Louis acarició los rizos de su novio y besó sus labios.
-Cada día estoy más enamorado de ti Harry -soltó el ojiazul- es que eres increíble, eres tan fuerte, tan amable, tan comprensivo, amoroso, me dejas sin aliento y sin palabras y yo solo no sé que hice para merecerte -dijo al borde de las lagrimas haciendo que los ojos del rizado se cristalizaran- te amo.
-Yo también me amo -dijo Harry haciendo que el castaño le pegara en el brazo mientras se secaba las lágrimas- te amo Louis.
-Bebé; tienes al mejor papi del mundo -el castaño acarició su abdomen y sonrió- tiene un gran corazón, además de una cara muy bonita -el rizado sonrió- si pudieras verlo en este momento... es la mejor persona del mundo.
Eran esos pequeños momentos en los que ambos se daban cuenta de que todo el sufrimiento del pasado había valido la pena porque tenerse el uno al otro era su recompensa.
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Nanananannanaananananana les hablo desde mi tumba... bueno no, soy una pésima actualizadora y maldito wattpad no sirve lo odio lo odio lo odio.
Odio a mis maestros, odio a mi escuela odio al mundo -menos a ustedes y a Louis y Harry bebé- anyways dejando el odio de lado, estaré actualizando el fin de semana (ya sea viernes, sábado o domingo) porque mis malditos maestros son unos desconsiderados y ahg.
Ahora si las/os amo mucho demasiado exageradamente grande, espero y disfruten el cap y como tengo sueño no lo leí pero espero y esté bien escrito. Las/os amo mucho mucho mucho demasiado y ah pinchi wattpad hijo de su "#&$(#" se me salió lo enojona, lo siento. Nos leemos el fin de semana!!
Besosabrazosbesosabrazos
P.d Después de 921738526732 siglos al fin llegó tu dedicatoria.