Filoaster | JJK [+21][✔] ©

By TheParkss

940K 70.3K 42.5K

𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 #𝟭 || Por la universidad se había corrido el rumor de que Jungkook tenía un pene pequeño, y él no... More

|Prólogo|
|Cap ₁|El chico de las gafas.
|Cap ₂|¡Ey, Jungkook!
|Cap ₃|Hombres Jeon.
|Cap ₄|Solos.
|Cap ₅|Bajo la lluvia.
|Cap ₆|Hechos imprevistos.
|Cap ₇|El viaje.
|Cap ₈|¿Sientes esa química?
|Cap ₉|Tú no lo quieres.
|Cap ₁₀|La luna está hermosa.
|Cap ₁₁|Cállame.
|Cap ₁₂|Polvo de estrellas.
|Cap ₁₃|El beso.
|Cap ₁₄|Pídemelo.
|Cap ₁₅|Estoy celoso.
|Cap ₁₆|Las estrellas escapan.
|Cap ₁₇|Todo es una mierda.
|Cap ₁₈|Nuestra mentira.
|Cap ₁₉|Nuevas sensaciones.
|Cap ₂₀|"Hace dos horas".
|Cap ₂₁|La cena.
|Cap ₂₂|¿Qué sucedió ayer?
|Cap ₂₃|Verdades.
|Cap ₂₄|Bésame, cuando tú quieras.
|Cap ₂₅|Trátame duro.
|Cap ₂₆|Persona que ama las estrellas.
|Cap ₂₇|Fogosidad.
|Cap ₂₈|Por ti.
|Cap ₂₉|Todos mienten.
|Cap ₃₀|Charlas.
|Cap ₃₁|¿Estás loco?
|Cap ₃₂|Avísame si te duele.
|Cap ₃₃|¿Y qué?
|Cap ₃₅|La confesión.
|Cap ₃₆|El cumpleaños de Agustín.
|Cap ₃₇|Repítelo por favor.
|Cap ₃₈|Lo juro.
|Cap ₃₉|La cita.
|Cap ₄₀|En busca del calor.
|Cap ₄₁|Más que una conversación.
|Cap ₄₂|Decisiones cuestionables.
|Cap ₄₃|Aquel correo.
|Cap ₄₄|Nos vemos luego.
|Cap ₄₅|Jennifer Moore.
|Cap ₄₆|Estrella.
|Cap ₄₇|Pedir un deseo.
|Cap ₄₈|Hacer el amor.
|Cap ₄₉|La verdad.
|Cap ₅₀|Una carta de...
|Cap ₅₁|Arte.
|Cap ₅₂|La casa del lago.
|Cap ₅₃|¿Kookie?
|Cap ₅₄|Filoaster.
|Epílogo|

|Cap ₃₄|Confusiones y sorpresas.

16K 1.1K 768
By TheParkss


Es poco explicar que Yon y yo lloramos todo el receso, abrazadas. Nos disculpamos, le hice saber lo mucho que lo sentía y que no me agradaba verla en aquel estado por mí. Y ella me pidió perdón por no haberme confesado antes el tema sobre Min Ho.

Mencionó que no pudo hacerlo, casi por las mismas razones que Jungkook tenía. No quería hacerme más daño del que ya sentía, aunque incluso intentó persuadirme aquella mañana en que me duchó en su casa.

Porque sí. Todos conocían la infidelidad de Min Ho gracias a la conversación a gritos poco privada que Jungkook con él tuvieron aquella noche en medio del restaurante. Sin embargo, prefirieron dejarle todo a manos del castaño, menos Yon. Ella en realidad quería decirme pero Jungkook la frenó a toda costa.

¿Cómo? No lo sé.

En fin, ahora me encuentro terminando mis clases de recuperación, las cuales se extendieron más de la cuenta, y me encuentro más que agotada y aún adolorida por lo de... Bueno. Por eso.

Por ESO.

Desafortunadamente es de noche y los autobuses están por dejar de pasar, por lo que no me quedaría más opción que caminar o pedir un taxi, con dinero que no tengo en el bolsillo.

Afortunadamente un modelo de metro ochenta y cabello castaño me está esperando apoyado en su deportivo negro. Y como si su sola presencia no me provocara nervios, el maldito me sonríe.

—¿Vienes a aplicarme la crema de nuevo? —pregunto llegando a él, también sonriendo.

—¿Aún te duele?

—No del todo, sólo un poco —ladeo la cabeza y hago una pequeña mueca—. Por cierto, ¿tu padre te dijo que vinieras por mí?

—También tengo clases recuperativas. ¿Lo olvidas?

—Creí que ya las habías rendido la semana pasada.

—Le pedí a mi padre que me las cambiara a ésta —se encoge de hombros y se pierde en un pequeño suspiro—. Por suerte me dijo que sí.

—¿Y por qué esta semana? —frunzo ligeramente mi ceño.

—Para irme contigo.

Responde con tanta sinceridad que ya está causando inquietud en mí. Ni si quiera trata de esconder sus sentimientos, es tan directo que incluso llego a pensar que miente.

Quiero confesarle que estoy agradecida, que en verdad aprecio todo lo que hace por mí y quizá hoy me he estado imaginando muchas más veces de las que querría contar, besando su boca.

En medio de mi clase de japonés, ni si quiera pude tomarle atención al profesor, y es que los flash back's sexuales no se apartan de mi mente incluso en los momentos que me obligo a no pensar en Jungkook.

No dejo de pensar en la vez que nos recostamos en la cima de una colina sólo para deleitar constelaciones.

Pero no quiero decirle todo eso. No ahora que intento mejorar como persona y ser cuidadosa con todo lo que digo y hago. Sé que él siente algo por mí, y no quiero embobarlo con palabras que sí siento, pero no estoy segura de ellas.

Porque ahora mismo todo es muy incierto en mí, y no me perdonaría hacer sentir mal a Jungkook gracias a la montaña rusa en la que vivo últimamente, aunque de todas formas él haya decidido quedarse a mi lado conociendo el estado emocional en el que estoy.

Así que sólo... sonrío e inclino intintivamente mi cabeza a un lado, viendo sus ojos con esmero.

Si tan sólo supieras que siempre te estoy mirando, Jungkook, y eso me provoca terror porque no puedo parar de hacerlo y aún tengo miedo de lanzarme al abismo una vez más.

—¿Nos vamos? —pregunto, obligándome a salir de mis pensamientos.

Él asiente con una sonrisa ladina y se quita la gorra negra que lleva puesta, para ponérmela a mí, yo sólo río un poco sin reclamar, aunque me quede un poco grande. Él se da la vuelta para abrir mi puerta y cerrarla con cuidado cuando ya estoy dentro. Hace lo mismo, entrando por su lado del auto, y acomodando su cinturón.

—Nam nos ha citado a su casa. ¿Quieres ir? —enciende el motor.

—¿Nam? —sostengo mi mochila entre mis brazos.

—Dice que quiere hablar con todos sobre algo importante.

—¿Qué tan importante sería para citarnos a las diez de la noche, Jungkook? —frunzo mi ceño, extrañada.

—Habrá que averiguarlo —se encoge de hombros, conduciendo—. Aunque quizá tenga una idea de lo que podría ser.





•••





El castaño y yo llegamos a casa de los chicos, sin antes avisarle a nuestros padres que estaríamos con ellos y llegaríamos más tarde a nuestros hogares.

Cuando entramos por la puerta principal, ninguno se sorprende al vernos llegar juntos. Creo que es porque todos ya conocen la verdad, y que Jungkook y yo siempre estuviéramos juntos, ya no se les hace novedad.

Sólo a Yon, quien sonríe medianamente de labios cerrados al saludarme con un abrazo, y observar de reojo a Jungkook, sin saludarlo, sólo pasa de largo y el castaño no se sorprende.

Supongo que no pueden fingir como si nada hubiera ocurrido, luego de la inmensa pelea que tuvieron.

Todos procedemos a sentarnos alrededor de la mesa de la cocina, pendientes a las próximas palabras de Nam, quien tiene una libreta en mano y golpea su lápiz constantemente sobre ésta misma.

—Bien, como la mayoría sabe mañana es el cumpleaños de Suga —explica Nam.

—¿Su cumpleaños? ¿Y dónde está él? —pregunto, dándome cuenta que no lo había visto al entrar.

—Está durmiendo, Jimin le dio una pastilla para dormir en su leche de chocolate y le dejó una canción de cuna en su mesita de noche —explica Jin.

—¿No eran cuatro pastillas? —objeta Jimin.

—¡Sólo era una!

—Ay.

—Bien, como decía, mañana es el cumpleaños de Suga si es que aún sigue vivo.

Vuelve a explicar Nam y todos asienten.

—¿Haremos una fiesta como todos los años? —cuestiona Yon, emocionada.

—No —niega Nam, serio—, a Yoongi no le gustan las fiestas y creo que ya es tiempo que dejemos de obligarlo a tener una cada año.

—¿Entonces? —pregunta Jungkook a mi lado—. Todos aquí sabemos que a Yoongi no le gustan muchas cosas.

—Le gustan las mandarinas —comento.

—Es por eso que haremos algo pequeño pero sorpresa, sin muchas personas, solo nosotros.

Entonces el peliverde alza la mano, captando la atención de todos.

—¿Puedo invitar a un amigo?

Volteo a mirarlo, él también lo hace y sonríe un poco, casi ni si quiera tan notorio, aunque sé que aquel amigo no es nadie más que Hoseok y me causa felicidad que intente acercarlo poco a poco a sus hermanos.

—Claro, puedes traerlo —aprueba el mayor—, de hecho puedes decirle que se quede. Será un tipo fiesta-pijamada.

—¿Fiesta-pijamada a pleno martes? —pregunta Jin, poco convencido.

—¿Tengo cara de haber elegido el día en que nuestro hermanito nació, Jin?

—¡No me grites!

—¡No te estoy gritando!

—¡Sí me gritarte!

—¡¿Ésa es Miley Cyrus montando un poni que caga arcoiris por el culo?! —grita Tae.

—¡¿DÓNDE?! —preguntan los dos hermanos.

—Bueno, ahora que cierran el hocico, puedo hablar.

—¿Y Miley? —cuestiona Jin, decepcionado.

—¿Qué vamos a regalarle? —sigue hablando el peliverde, ignorando el sueño frustrado de su hermano por conocer a Miley Cyrus y a Brad Pitt.

—A Yoongi no le gustan los regalos —habla Yon.

—A Yoongi no le gusta nada —corrobora su mellizo.

—Le gustan las mandarinas —vuelvo a opinar.

—Aunque creo que podríamos regalarle algo que nuestros padres nunca quisieron darle... —dice Jimin, pensativo.

—¿Hablas de...? —Nam alza las cejas.

—Sí, hablo de eso.

—¿Dónde lo conseguiremos? —pregunta Jungkook, fruncido de ceño.

—En la calle quizá —opina Jin.

—Bien, Jin y yo nos encargaremos de buscar el regalo —decide el rosita—. Ustedes de los preparativos y ésas cosas.

Todos asienten, aunque al parecer soy la única quien no conoce tal regalo.





•••





Tengo una ventana de tres horas que termina a las cuatro de la tarde, donde ingresaría a mi última clase del día, así que me encuentro justo ahora entrando por las puertas de la clínica en donde atiende mi terapeuta.

El guardia me saluda, no triste como la última vez. Quiero pensar que es porque ahora ya no me siento tan triste como antes y eso incluso mi cuerpo lo demuestra. He estado comiendo saludable y preocupándome por mis actividades diarias, las cuales consisten en; despertar, ducharme, vestirme, desayunar, tomar un autobús a la Uni y concentrarme en mis clases.

Bueno, aunque lo de concentrarme en mis clases es un hecho que he estado intentando cumplir.

—Cuéntame, ___, hace una semana que no nos vemos y supongo que ha sucedido bastante, ¿no? —dice la señorita Eun, escribiendo en su libreta.

—Sí, bastante —froto mis manos entre sí, sonriendo sin querer.

—Y por tu expresión puedo deducir que es un bastante para bien —también sonríe.

—Bueno, hablé con los chicos. Me explicaron sus razones y yo logré ser empática —asiento, realmente orgullosa de mí.

—¿Quiere decir que ahora mismo todo está bien para ti?

—Bueno, no todo está bien.

—¿Qué es lo que falta?

—Liberarme completamente de Min Ho, y es que... a veces siento que —muerdo mi labio menor con inquietud—... necesito tener una última conversación con él para estar en paz.

—Comprendo. Es normal que lo sientas así, sobre todo si él estuvo en tu vida por años, así que no debes preocuparte por esa necesidad —explica—. Aunque también debes saber que, no estás obligada a hacerlo, ___.

—Lo sé —asiento.

—Todo ser humano tiene derecho a elegir la manera en que se permite sanar. No eres mejor ni peor persona si decides cortar toda conexión con alguien por tu salud mental, ___. No le debes explicaciones a la gente por querer ser feliz.

—Lo sé también, y es por eso que lo quiero hacer por mí misma. Despojarme de Min Ho por completo, sin cabos sueltos que puedan atormentarme.

—Entonces está completamente bien —escribe en su libreta una vez más y vuelve a mirarme—. Bien, entremos a otro punto —acomoda sus lentes y se reincorpora sobre el sofá—. ¿Tienes algún pasatiempo?

—¿Un pasatiempo?

—Ya sabes —explica con ayuda de sus manos—, escribir, cantar, leer, hacer deporte. De hecho el deporte es muy bueno para liberar tensiones.

—¿Y el sexo?

—¿Tienes sexo con frecuencia?

—Creo que sí.

—Bueno, sí, el sexo también —ladea la cabeza—, sólo si al terminar no quieres llorar.

—Definitivamente no lloro —aclaro la voz, con una sonrisa divertida que ella logra captar.

—Aunque también salir a correr puede ayudarte a despejar la mente. Nadar, bailar. ¿Qué te atrae más?

Jungkook.

—Quizá deba ir al gimnasio —respondo.

—Es una buena opción —asiente con una sonrisa.

Luego de la sesión, me dirigí nuevamente a la universidad, esta vez con la mente mucho más despejada y lista para mi última clase de la cual ni si quiera conozco el ramo, así que saco mi movil de mi pantalón y reviso mi horario.

Mhmm... Latín y Raíces Griegas.

Paso por las puertas principales del establecimiento y me detengo al ver un cartel que dice:

"PRONTO.
¡Semana del ARTE en nuestra Universidad! Desde danzas rítmicas a figuras abstractas y pinturas."

Sonrío al imaginarme a Jimin presentando alguna coreografía, aunque nunca lo he visto bailar y sólo sé que lo hace gracias a una vez en que Jungkook lo mencionó. Y a todo esto, Jungkook también se presentará con alguna obra, sin embargo no ha presentado rastro alguno de que está trabajando en ello.

—¡Aquí estás! —grita Yon caminando hacia mí—. Jimin y Jin ya tienen el regalo, Nam contrató un cocinero japonés para que haga las comidas favoritas de Yoongi, y Tae está distrayendo a Yoongi para que no llegue a casa antes que todos.

—¿Y Jungkook?

—Ah, no lo sé, muerto si Dios quiere.

—Yon —entrecierro los ojos.

—Ash —voltea los ojos, desinteresada—, lo vi por ahí en el piso de arte.

—¿Por qué lo odias tanto? —apoyo mis manos en sus hombros—. Ya hablé con él y también contigo, entendí los puntos de vista de ambos, no hay razón para que aún estés molesta.

—No lo odio —es lo único que sale de sus rojizos labios, examinando mi rostro muy detenidamente, hasta que repentinamente se aleja y pasa las manos por su cara—. Me iré antes a casa a preparar los últimos detalles, así que no estaré en esta clase. ¿Me pasas tus apuntes luego?

—Claro que sí, adi-

Yon ya se había ido, dejándome con la frase a medias y la cabeza confundida, cuando creí que ya tenía todo claro.

Me quedo unos segundos ahí, viendo su cuerpo alejarse a través de uno de los tantos ventanales de la entrada. Ni si quiera voltea a verme, sólo sigue caminando hasta perderse en el estacionamiento.

Entonces no me queda más que seguir mi camino a mi próxima clase, zigzagueando entre la multitud de alumnos que ahora mismo entran y salen de salones. En ello alguien choca mi hombro y agarra mi muñeca, tirándome de ella muy rápido hasta encontrarme dentro de una sala vacía.

De pronto ya no me encuentro en medio de un gentío, sino frente a ojos que me observan con calidez.

—Necesito besarte —susurra Jungkook, enredando mi cabello entre sus dedos.

Sólo una sonrisa basta como señal para que su boca apriete un intenso contacto contra la mía y mis talones se levanten al sostenerme únicamente por la punta de mis pies.

Poso mis manos en su abdomen, por arriba de su delgada camiseta gris con manchas de pintura y pequeños rastros de arcilla que lo hacen él, con aquel minucioso olor a óleo y perfume varonil que tanto me encanta.


____________________

Eyyyy, no pude responder cada comentario que me dejaron en el capítulo pasado gracias a la foto que publiqué de mí, pero gracias por entregarme tanto amor >.< Quizá el domingo haga un live en Instagram, no prometo nada jaja

Mhmmm qué guapa es Yon >.<

¡Ah, y estoy escribiendo "50 Sombras de Park" en mi cuenta secundaria, por si quieren ir a echarle un vistazo! 🧍‍♀️ TheParksss

Gracias por seguir leyendo, hasta el domingo 💕 Love u Parkmy's 🦄💕

Continue Reading

You'll Also Like

3.6M 253K 76
⚠️Antes de leer, recomiendo pasar por la primera temporada de esta fanfic que se encuentra en mi perfil.⚠️ "Esta es la historia de dos almas jóvenes...
46.7K 4K 55
El mundo ha avanzado en tecnología, la suficiente para hacer a las ciudades inteligentes. Hace años en chicago salió la prueba del sistema CtOs, un s...
29.9K 1.9K 13
Segunda parte y final de la hisotria de alex! Luego de haber estado un año en su mundo real alex volvio, literalmente, desde el cielo a narnia. Que c...
2.7M 202K 43
Se escribe universidad y se pronuncia "terror", una de las etapas más importantes en tu vida, un nuevo ambiente, nuevas personas, nuevas cosas que es...