Control: un cuerpo, dos almas...

By leisydiaz14

403K 57.7K 22.9K

«¿Cómo deshacerse de un monstruo del que te has enamorado?» *-* "The Bible Killer" pasó a la historia como un... More

✘IMPORTANTE✘
✘PREFACIO✘
✘U N O✘
✘D O S✘
✘T R E S✘
✘C U A T R O✘
✘C I N C O✘
✘S E I S✘
✘S I E T E✘
✘O C H O✘
✘N U E V E✘
✘P E R S O N A J E S✘
✘D I E Z✘
✘O N C E✘
✘D O C E✘
✘T R E C E✘
✘C A T O R C E✘
✘Q U I N C E✘
✘D I E C I S É I S✘
✘D I E C I S I E T E✘
✘D I E C I O C H O✘
✘D I E C I N U E V E✘
✘V E I N T E✘
✘V E I N T I U N O✘
✘V E I N T I T R E S✘
✘V E I N T I C U A T R O✘
✘V E I N T I C I N C O✘
✘V E I N T I S E I S✘
✘V E I N T I S I E T E✘
✘V E I N T I O C H O✘
✘B O O K T R A I L E R✘
✘V E I N T I N U E V E✘
✘T R E I N T A✘
✘T R E I N T A Y U N O✘
✘T R E I N T A Y D O S✘
✘T R E I N T A Y T R E S✘
✘T R E I N T A Y C U A T R O✘
✘T R E I N T A Y C I N C O✘
✘T R E I N T A Y S E I S✘
✘T R E I N T A Y S I E T E✘
✘T R E I N T A Y O C H O✘
✘T R E I N T A Y N U E V E✘
✘C U A R E N T A✘
✘C U A R E N T A Y U N O✘
✘C U A R E N T A Y D O S / F I N A L✘
✘E P Í L O G O✘
✘M E S E S A N T E S✘
✘E X T R A: F A M I L I A ✘ Parte 1
✘E X T R A: F A M I L I A ✘ Parte 2

✘V E I N T I D O S✘

7K 1.1K 350
By leisydiaz14

ALERTA CONTENIDO +18 (Aunque sé que muchos van a ignorar esto porque es lo que les gusta, yo cumplo con avisarlo desde ya)

"Soy mala en el amor, pero no puedes culparme por intentarlo"

Halsey

Leah

Kyan parece estar perdido en sus pensamientos, por lo que dejo la cordura a un lado y me abalanzo sobre sus labios, tomando el control de la situación.

¿Cómo no perder la cordura en un mundo dónde ni la cordura está bien definida?

Lo beso con ganas, llevando mi lengua a jugar con la suya, sintiendo el sabor mentolado en su aliento. Enredo mis manos en su cabello, atraiéndolo más a mí. No lo quiero ni un centímetro lejos. Lo deseo por sobre todas las cosas y estoy harta de fingir lo contrario.

Mi corazón parece una locomotora nada más él entra en mi punto de visión, hasta con solo escuchar su nombre o pensar en él. No puedo evitarlo. Mi estómago parece un nido de mariposas drogadas cuando me habla. He tratado de evitar este sentimiento, de fingir que no me importa y que no provoca nada en mí, pero a veces, aunque tu cerebro te diga que hagas una cosa, si tu corazón quiere hacer lo contrario, lo va a hacer.

Sus labios se despegan de los míos mientras sus manos se mantienen firmes en mi cintura, pegándome a él.

No entiendo por qué dejó de besarme. Solo está ahí frente a mí, con su mirada fija en la mía. Me recuerda al momento que tuvimos en su apartamento, cuando parecía buscar algo en mis ojos y no paraba de preguntarme si de verdad era yo...

Un momento... ¿Cómo pude ser tan idiota?

—Soy yo. —inquiero y su ceño se frunce ligeramente.— No es Luana. Soy yo, Leah.

Acuna mi rostro con sus manos y una de las comisuras de sus labios se eleva ligeramente.

—Lo sé. —acerca su rostro al mío y me besa. Esta vez, con lentitud. Con la paciencia de los mil mares y eso... eso me derrite aún más.

—¿Por mis ojos? —mascullo.

Kyan niega con la cabeza. Toma una de mis manos y la lleva hasta su pecho, ese lugar dónde su órgano vital palpita como si acabara de correr una maratón.

—Lo sé porque Luana no provoca esto en mí. —y con esas palabras, Kyan me impulsa hacia arriba sosteniendo mi trasero, mientras mis piernas se envuelven alrededor de su cintura y mi espalda choca contra la pared.

Entre besos, me deshago de su pulóver obteniendo una vista panorámica de sus tatuajes. Su piel es tan blanca y la tinta es tan negra, que el contraste es deslumbrante. Yo misma hago desaparecer mi blusa y sostén, quedando solo en bragas para él.

Nunca había estado tan desesperada por estar con alguien. No recuerdo cuando fue la última vez que disfruté realmente de coger.

Kyan me deja en el suelo y me coloca de espaldas a él, frente al espejo del probador. Su mano desciende por mi brazo hasta encontrarse con uno de mis pechos mientras que la otra se pasea por mi vientre, haciendo la espera más tortuosa. Cierro los ojos por inercia y la voz de Kyan, me lleva a abrirlos de nuevo.

—No cierres los ojos. Quiero que veas como te toco y lo hermosa que te ves cuando te sonrojas para mí.

La mano que se encuentra arriba, reparte atención equitativa a mis pezones, jugando con ellos entre pellizcos y ligeros golpecitos. Las palpitaciones en mi zona íntima se hacen cada vez mayores cuando los dedos de Kyan llegan a ella por encima de mis bragas.

Veo a través de nuestro reflejo, la mirada lujuriosa que porta y la forma en que nuestras pupilas se encuentran dilatadas. Mi cuerpo parece una obra de arte con su mano sobre mis bragas y el collar que él me regaló días atrás decorando mi cuello. No me lo he quitado desde que me lo puso.

—Kyan... —murmuro o gimo, no estoy muy segura— Alguien nos puede escuchar. Creo que deberíamos...

—No. —inquiere con un tono de voz cargado de oscuridad— Nadie nos escuchará.

En ese momento introduce la mano en mis bragas y dejo escapar un gemido.

—Gime bajo y jadea mi nombre justo en mi oído. —introduce la mano un poco más— Solo yo podré oírte.

Dicho esto, comienza a jugar con mi intimidad, explorando cada centímetro de ella y permaneciendo en ese punto que tanto palpita y el cual no le fue muy difícil encontrar. Estoy tan mojada que sus dedos se deslizan con facilidad cuando los introduce en mí haciéndome soltar un frágil y débil gemido.

—Hazlo. —murmura— Necesito escucharte.

Introduce uno más y los espasmos recorren mi vientre.

—Kyan...

—Eso es. Solo para mí. —comienza a dejar movimientos circulares y mis piernas flaquean.

Intento cerrar los ojos para concentrarme en lo que estoy sintiendo, pero Kyan me lo impide.

—No. —lleva la mano que estaba en mis pechos hasta mi barbilla— Mírate cuando te corras para mí.

Intensifica el movimiento de sus dedos. Entran y salen de mí con rapidez, sin dejar de estimular mi punto preferido. Mis pechos comienzan a doler extrañando su tacto. Besa mi coronilla cuando introduce un dedo más y los espasmos que me recorren, se intensifican.

—Ah... —jadeo cuando las sensaciones en mi vientre comienzan a acumularse.

—Eso es hermosa. —su voz ronca me pone peor— Déjate llevar.

No soy capaz de aguantar más tiempo con esta tortura. Siento que en cualquier momento voy a explotar de placer y en el momento en que el orgasmo se apodera de mí, Kyan me gira con brusquedad y se arrodilla ante mí, bajando mis bragas y llevando su lengua hacia mi intimidad, provocando que me suceda algo que nunca antes me había pasado.

La sensación no solo dura unos segundos, sino que se extiende.

Kyan no deja de lamer una y otra vez, acompañado de su dedo que no ha dejado de salir y entrar de mí en ningún momento, mientras que mis piernas están temblando y debo llevar una mano a mis labios para acallar el intenso gemido que lucha por salir de mi boca con una mordida de la cual no siento el mínimo dolor.

Mis piernas pierden fuerza y antes de que caiga en el suelo por ello, Kyan me sostiene en brazos al estilo princesa.

—¿A qué nunca te habían alargado un orgasmo? —cuestiona con una media sonrisa, para luego colocarme en el único asiento que hay en estas cuatro paredes.

Yo aún estoy concentrada en conseguir que mi respiración vuelva a su estado inicial, cuando Kyan agarra mis bragas mojadas enredadas en mis tobillos y dejándolas a un lado.

Lleva sus manos hacia la pretina de su pantalón y yo lo detengo.

—Déjame hacerlo yo. —inquiero.

—Sírvase usted misma.

Me deleito mientras le bajo los vaqueros, percatándome del notable bulto en su entrepierna. Lo toco por encima de su bóxer, sintiendo la dureza bajo mi mano de su miembro que se muere por salir de esa prisión. Lo dejo desnudo, culminando con su tortura.

Trago en seco, muriéndome por sentir su masculinidad en mi garganta. Abro la boca, dispuesta a devolverle el favor, pero Kyan me detiene cuando coloca su mano en mi barbilla y me levanta.

—Compláceme de otra forma. —declara rozando mis labios. Asiento embobada por su mirada.

Se inclina hasta alcanzar algo en sus vaqueros, y cuando se irgue de nuevo me tapa los ojos.

—¿Qué haces?

—¿Confías en mí? —medito su pregunta.

—Sí.

—Pues no tienes nada que temer.

Me gira de nuevo y me inclina hacia delante, colocándome ambas manos separadas en la pared. Me quita la mano de los ojos y tengo el espejo frente a mí entre mis brazos, viéndolo a él a través del reflejo detrás de mí. Mueve las caderas hacia delante y el roce con su intimidad deja que una gemido escape de mis labios.

Cierro los ojos inconscientemente cuando el comienza a masajearme las nalgas. De repente, siento un objeto frío y puntiagudo, recorriendo mi espalda de abajo hacia arriba.

—¿Qué se supone que...? —inquiero cuando abro los ojos y veo la navaja en mi piel.

—Shhh... —me interrumpe y se acerca a mi oído para susurrarme lo siguiente— Cuando te dije que podía hacerte llorar, me refería a esto.

No entiendo a lo que se refiere, hasta que siento la punzada en mi espalda baja y el dolor comienza a invadirme.

—Ahh... Kyan, me lastimas... —mascullo por lo bajo removiéndome del dolor.

—No te concentres en el dolor. —murmura en mi oído, para luego llevar su mano libre nuevamente a mi intimidad, jugando como segundos antes lo hizo. Mordisquea suavemente mi oído, encontrando uno de mis puntos débiles.

Me arqueo, no sé si de dolor o de placer.

—Tengo unos gustos muy... especiales y me ponen cosas peculiares. —confiesa entre mis gemidos y sin dejar de mover sus dedos en mi intimidad y de hacer presión en mi espalda con la navaja. Estoy segura que ya debe haber una pizca de sangre de por medio.— Así que, te autorizo a huir de mí si así lo quieres.

—Señores. —llevo una mano a mis labios, reprimiendo mis gemidos, cuando escucho una voz femenina al otro lado de la puerta del probador— ¿Les falta mucho?

—Un poco. —responde Kyan por mí— Tuvimos un... —me mira a través del espejo y sonríe mientras continúa estimulándome— imprevisto.

—Pero, ¿están bien? Si necesitan algo... —insiste la mujer y esta vez soy yo la que habla.

—Estamos bien. Gracias.

La mujer se aleja luego de unos segundos, los suficientes para sentir como el orgasmo se acerca.

—Entonces... —habla Kyan— ¿Te vas a ir?

—Lo que me voy es a... venir. —murmuro con la respiración entrecortada.

—Pues eso no puede ser. —aleja su mano de mi zona íntima y deja caer la navaja al suelo.

—¿Pero qué-?

Quiero girarme hacia él, pero Kyan me mantiene en la misma posición.

—Abre las piernas. —acato su orden como una marioneta a su disposición. El dolor en mi espalda baja comienza a hacerse presente. Acerca su miembro a mi intimidad y lo mueve de arriba hacia abajo en ella, comprobando lo mojada que estoy. La expectación me tiene muy mal.

Continúa jugando por unos segundos hasta que me desespero.

—Joder, Kyan. Como no me fo... —y mis palabras son acalladas cuando entra con brusquedad en mí, regalándome un lujurioso gemido de su parte.

Miles de emociones se desatan en mi interior con cada movimiento. Su miembro sale y entra de mí con facilidad, sus estocadas provocan que tenga que sostenerme con más fuerza de la pared y las palpitaciones en mi intimidad se intensifican.

Kyan me jala del cabello, alzando mi rostro hasta ver nuestro reflejo en el espejo: ambos sudados, mi maquillaje ligeramente corrido, su mano en mi espalda baja con ligeros rastros de sangre, la otra enredada en mi cabello, nuestros cuerpos completamente desnudos a excepción del collar en mi cuello.

Debo admitir que desde el día que lo besé en aquel callejón, estaba esperando porque llegara este momento.

Quería reprimir mis sentimientos por respeto a Max pero podía sentir dentro de mí como cada día dejaba de amarlo cada vez más. Me quería autoconvencer de lo contrario para no echar a perder una relación como la nuestra, pero con lo que me hizo, le puso un punto y final a mis constantes esfuerzos.

—Ah... Kyan. —gimo cuando su miembro encuentra ese punto en mi interior que Max casi nunca hallaba— Me voy a...

—Lo sé. —masculla entre dientes— Yo también...

El placer se apodera de mí en el preciso instante en que un líquido caliente comienza a llenar mis paredes vaginales.

Llevo creyendo toda mi vida que era un mito que durante el acto ambos pudieran alcanzar el orgasmo al mismo tiempo. Pensé que eran cosas de películas o libros, que lo exageraban todo. Pero no... acabo de quedar impresionada.

Kyan me agarra por los hombros, pegando mi espalda con su pecho hasta envolverme en sus brazos. Coloca su cabeza en el hueco de mi hombro y mira nuestro reflejo en el espejo.

—Míranos. —inquiere y lo veo: nuestros cuerpos empapados de sudor, nuestras respiraciones entrecortadas, nuestras pupilas igualmente dilatadas.

Me besa la mejilla y ese mero acto despierta las mariposas en mi estómago.

—¿Te confieso algo? —cuestiona de repente.

—Ujumm.

—Nunca había follado con alguien como lo acabo de hacer contigo.

—¿A qué te refieres?

Baja la mirada y medita sus palabras por unos segundos.

—Soy muy difícil de complacer. —confiesa— He estado con otras mujeres, incluso con hombres, porque es lo que la sociedad esperaba de mí, pero nunca he llegado a sentir placer verdadero, sino forzado. No entendía porque las personas se relacionaban, a no ser como método para aparearse.

¿Aparearse? ¿Eso no es lo que hacen los animales?

—Pero entonces llegaste tú. —sale de mí y me gira hacia él, acunando mi rostro entre sus manos— Y lo cambiaste todo.

Sonrío como una idiota y me muerdo el labio inferior.

—Leah Blake, como te alejes de mí a partir de ahora, prometo que recorro el mundo entero solo para encontrarte. Estás atada a mí hasta la muerte. —junta nuestros labios en un suave beso que transmite muchas emociones.

—¿Y si no estoy de acuerdo contigo? —inquiero como una broma.

—Tú decidiste quedarte en mi abismo, ahora acepta las consecuencias y no te atrevas a salir de él.

✘✘✘✘✘✘✘✘✘✘

¡Holiss!

Capitulito HOT para mis bebés. ¿Les gusto la dinámica entre los personajes? 7v7

Puedo ir avisando que esto es la calma antes de la tormenta. A parti de acá, comienzan a desvelarse los secretos y empieza el verdadero drama.

Así que... ¡Bienvenidos a los juegos del hambre! jjjj

Os amo, no olviden comentar y dejar vuestro corazoncito.

Continue Reading

You'll Also Like

68.2K 4.2K 8
Katherina huye de su marido impuesto aprovechando que la caravana donde iba con su marido es atacada por los indios de las llanuras. La joven llega...
1.3K 93 11
Lugar donde habitan monstruos y humanos, juntos en paz, Un mundo de fantasía donde cualquiera quisiera estar! Pero todo cambio...
3.4K 1.1K 30
Jacksonville siempre fue sinónimo de prosperidad. El pueblo más grande del distrito, Jackson es un lugar concurrido, lleno de oportunidades y con una...
70.1M 6.9M 49
[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con todo lo que amo y por alguna razón me d...